Capítulo II
- Mierda... Esa explosión…
- Si que nos afectó…
May, completamente llena de heridas, estaba apoyada por Noir, quien también estaba herida pero con menor severidad, mientras ambas caminaban en medio del bosque, de manera muy lenta, y de vez en cuando la chica Elegida cojeaba. Sus ropas estaban muy desgarradas, llenas de hoyos y lodo; del brazo derecho de May estaban escurriendo unos pequeños hilos de sangre, y a la chica se le notaba muy cansada.
- ... Al parecer no planeamos muy bien el Nuclear Way... - comentó Sistermon Noir - Nos faltó planear... Cómo escapar sin... salir tan heridas...
Ambas estuvieron caminando hasta alcanzar la cima de una colina. Ambas querían tener la esperanza de llegar hasta la caravana de Digimons que había salido del castillo, pero habían muchos elementos que les impedían tener ese objetivo:
Aunque estaban caminando hacia la misma dirección, no sabían exactamente los caminos que habían tomado, y además las chicas habían sostenido un combate de unas 15 horas contra los Elegidos "oscuros", a pesar de que May mostraba signos de cansancio y fatiga extremos cada cierto tiempo; a esas alturas, la caravana estaría bastante lejos de dónde estaban.
En medio del silencio que se había formado, May comenzó a jadear de dolor, cosa que alarmó a Noir.
- ¡Hey! ¿Estás bien?
- ¡Mi brazo! Ya… ya no aguanto el dolor...
Noir cambió la dirección de su caminata y ambas se pararon frente a un árbol, y la Digimon le ayudó a May a sentarse en el suelo apoyada de tal árbol. Luego se inclinó para poder revisarle el brazo.
- Parece que es grave... - comentó Noir, después de revisar sus heridas - Te lo hiciste... cuando caímos del Firamon, ¿Cierto?...
- Si; caí sobre este lado cuando nos golpeó la onda de choque... Solo espero que no esté roto...
- Lo dudo mucho. - le respondió la Digimon.
- … Solo te recuerdo que soy humana. - le dijo la chica.
- Lo sé - respondio nuevamente Noir - Nosotros... o, mejor dicho, la mayoría de los Digimons también tenemos huesos...
- ... Cierto, Lunamon me lo había mencionado...
- …Pues debo tapar la herida - de su ropa, se quitó un pedazo bastante grande de tela y lo partió en 2 - Pero primero le limpiaré la sangre, para evitar que se infecte - Dicho esto, la Digimon uso uno de los pedazos para quitar la sangre; en cuanto terminó, tiró el pedazo de tela y usó el segundo para hacer una especie de torniquete - Mañana lo revisaré mejor, ya que la oscuridad no me deja ver bien... Aún cuando haya algo de luz de la luna y sea parte gato, mi visión nocturna no es muy buena que digamos...
- ¿? ¿En serio puedes ver en la oscuridad?
- Si; pero, como te dije, no mucho... - en cuanto la gata terminó el nudo en el brazo de la chica, se levantó - Ahora voy a revisar que no haya ningún enemigo por la zona. Y... también veré si no nos siguieron esos tipos...
- No lo creo. La explosión debió haberles afectado...
- Lo sé; pero... - en las palabras de Noir se podía notar un miedo por aquellos Elegidos "oscuros" - si fueron capaces de resistir 15 horas de pelea, herirnos de gravedad y eliminar a más de la mitad del Shining Moon... Tal vez la explosión no haya sido suficiente para contenerlos...
- Cierto... - comentó May con melancolía - Había olvidado... que casi exterminan a todo el Shining Moon...
- Bueno, iré a revisar el área. Tú quédate aquí...
- ¿Y a dónde más puedo ir?
Noir no dijo nada ante ese comentario; solo empezó a correr por el bosque, adentrándose en él y perdiéndose dentro de la oscuridad. May entonces comenzó a pensar...
« No puede ser... ¡Mierda! Durante todo el tiempo que estuve formando al Shining Moon... En este lapso de un mes, nunca había perdido una batalla, aunque solo fueron contra los demonios que hurgaron de más en el castillo... Y, tampoco había perdido a ningún miembro de Shining Moon... Y ese par de Elegidos, en poco más de la mitad de un día, casi los elimina a todos... Se murieron todos los Meramon, Firamon, y Lynxmon que había... Me siento fatal... Perdí una batalla y a varios compañeros... »
Se puso a mirar a su alrededor; la oscuridad de la noche y las sombras producidas por los árboles hacían del ambiente un lugar muy tétrico.
« Bien... ahora espero que ningún Digimon insecto pase por aquí... La última vez que me encontré con uno, no fue una experiencia tan bonita que digamos... »
...
Sistermon Noir caminó muy lentamente en el bosque, tratando de no hacer ruido, por un par de minutos. Entonces se detuvo a mitad del ambiente.
« ... Si... » pensó, mientras miraba de un lado a otro y sus ojos trataban de acostumbrarse a la oscuridad del lugar combinada con los tenues rayos de luz lunar « Aquí... son los 20 metros, desde la ubicación de May... solo debo dar una vuelta, buscar amenazas externas, y después buscar amenazas dentro de esta área... Luego, regresaré con May, y me quedaré despierta para cuidarnos a ambas de algún ataque... »
Comenzó a caminar hacia la izquierda, del mismo modo que antes.
« May... ella se esforzó demasiado en la batalla; arriesgó la vida de todo su ejército, y perdió a más de la mitad, para permitir que Lu pudiera escapar... Ahora solo espero que ella, Luminamon, y mi hermana estén bien... » la tristeza inundó su mirada que hace un par de segundos estaba seria « Hermana... Siempre que se separa de mi, tiende a asustarse y a sentirse muy sola... Realmente me gustaría estar a su lado ahora mismo... Pero, la misión de Jun| nuestra misión se debe cumplir... Debemos evitar la maldad del Inframundo, a cualquier costo, antes de que... destruyan todo este mundo... »
- ¡Rápido, ZekeGreymon!
Un sonoro grito hizo que la Digimon se asustara.
« ¡! ¿Qué fue eso? »
El ambiente en donde se encontraba se vio afectado cuando varias sombras empezaron a cruzar sobre los árboles, tapando por varios momentos la luz lunar con la que Noir podía guiarse. La Digimon rápidamente se dio cuenta de ello.
« ... ¿Qué está pasando allá arriba?... » Intrigada por el asunto, la Digimon se dirigió a un árbol, y, como pudo, comenzó a escalarlo.
Al cabo de unos minutos (ya que nunca antes había trepado árboles), llegó hasta la copa de la gran planta y entonces pudo asomar su cabeza para ver lo que pasaba.
Y vio la situación con mucha claridad: aún cuando se habían alejado mucho del lugar, pudo ver que la explosión que se dio en el Castillo había sido demasiado grande; tanto, que gran parte del bosque estaba envuelto completamente por las llamas, por lo cual se iluminaba gran parte de la región y también se levantaba una inmensa columna de humo; tan grande y densa, que se podría confundir fácilmente con la oscuridad de la noche de no ser por las llamas que lo provocaban. Lo increíble era que el fuego no se extendía por el bosque, sino que se mantenía en una misma área.
Pero otro elemento fue el que llamó más la atención de Sistermon Noir: había un enorme Digimon de color dorado que volaba hacia la zona; mejor dicho, el Digimon tenía en su mayoría un color dorado, que se reflejaba en una armadura que cubría la mitad de sus piernas, una pequeña parte de sus brazos, su cuerpo y cola, y también tenía un par de alas con las cuales volaba hacia la zona de la explosión.
- ¿? - la Digimon se sentía intrigada ante eso « ¿Qué? ¿Por qué... está volando hacia la explosión?... ¡Es más! ¿Qué... qué Digimon es ese?... Nunca lo había visto en mi vida... »
Sin tener respuesta a ello, junto con el hecho de que May seguía herida y estaba sola, decidió descender del árbol lentamente, hasta llegar al suelo.
« Esto... no es de tu incumbencia... » pensó mientras continuaba su caminata para patrullar la zona « Bueno, puede que si lo sea... Si llegara a ser otro "Elegido malvado" o lo que sean... Debemos estar todos los Elegidos de JunoKazemon reunidos lo antes posible para tratar sobre la destrucción del Inframundo... Y sobre estos Elegidos malvados... »
...
Noir, después de patrullar por largo rato, regresó al sitio en donde se encontraba May. La Digimon estaba contenta, al ver que en la zona en donde estaban era completamente segura; lo más probable era que la explosión del castillo haya podido ahuyentar a cualquier Digimon que estuviera en la zona. O tal vez... la presencia de los Elegidos oscuros haya creado miedo y terror en el lugar.
En cuanto llegó la Digimon, vio que May seguía recargada en el árbol, pero vio que estaba con los ojos cerrados y la cabeza hacia un lado. Sistermon Noir se asustó y de inmediato corrió hacia la chica y la sacudió muchas veces.
- ¡Hey! ¡May, despierta!
En tan solo unos pocos segundos, May despertó de un susto. Dio un pequeño brinco, al mismo tiempo que abría sus ojos.
- ¡Ay! ¿Q-Qué ocurre? - la chica, a pesar de que quería actuar de manera seria por sus palabras, su cara no le favorecía en nada: rápidamente bostezó y sus ojos quedaron medio cerrados. Noir comprendió entonces que había malinterpretado la situación.
- Estabas dormida, ¿Cierto?...
- Si... - la chica se frotó un ojo - Ya... me acostumbre al dolor... en mi brazo... y... como la... batalla fue... muy agotadora... me quedé dormida... - Noir se sintió mal.
- L-Lo siento... Creí que... te habías desmayado o...
- No - le interrumpió May, mientras sus ojos se cerraban - Aún... no me... - no pudo terminar la frase, ya que nuevamente se quedó dormida, ahora con la cabeza colgando hacia adelante.
Y, con mucho cuidado, la Digimon acomodó la cabeza de May para que quedara recargada en el árbol y no se lastimara. Con esto, Noir se sentó frente a ella y se quedó mirando hacia todos lados, vigilando lo que había en el bosque pero sin alejarse de la chica.
- May... - Noir simplemente la miró largamente, tratándose de no quedarse dormida ella también - Hiciste un buen trabajo en el Castillo... realmente te lo agradezco...
...
- ¡ZekeGreymon! ¡Gaossmons! ¡Golemons! ¡Búsquenlos a ambos! A Tai y a Yamato.
- Pero, Kiriha - el enorme dragón de oro replicó ante las órdenes del rubio - Todo está en llamas :v
- ¡Lo sé! Pero... - el chico apretó con fuerza su Xros Loader - Si queremos ganar esta guerra contra JunoKazemon, debemos encontrarlos...
- Lo sabemos. Pero siguen habiendo llamas :v
- Si… - dicho esto, el rubio se quedó mirando todo el área en llamas, mientras tenía una cara pensativa. Entonces habló - Al parecer son más listos de lo que creíamos…
- ¿Tai y Yamato?
- ¡No! O sea, si son listos, pero no hablo de ellos: me refiero a los Elegidos de JunoKazemon… - siguió hablando de manera seria el chico rubio - Deduciendo que todo esto pasó tal como lo planea el reporte que mandó Tai hace un par de semanas, ambos se enfrentaron con la parte bestia de la Diosa...
- ¿En serio? ¿Y crees que la hayan derrotado?
- No lo sé. Pero… tal vez, o esta inmensa explosión haya sido por causa de esa pelea y por lo tanto ya terminamos con todo esto, o… tal vez haya podido escapar de Tai y Yamato…
- ¿Es posible que haya escapado?
- ¡No me preguntes todo ZekeGreymon! - el chico se separó del Digimon, y fue a un lado a pensar. Entonces, otro de los compañeros del chico rubio se acercó e intervino en la conversación.
- ¿Y si mejor mandamos a alguien que busque a esa parte bestia de JunoKazemon? - comentó el pequeño guerrero dragón de color azul claro - Bueno, suponiendo que haya escapado, y así podemos repartirnos: unos buscan allá a la Digimon bestia de JunoKazemon, y otros buscan aquí a Tai y Yamato...
- La idea de Dracomon me gusta - comentó el dragón dorado - Podrías quedarte conmigo y Cyberdramon para buscar a Tai y Yamato; mientras, podrías mandar a unos Gaossmon con Dracomon para investigar en el bosque... ¿O, tú qué opinas Kiriha?...
- ¿Eh? ¿Qué yo qué? - preguntó de manera inocente el dragón pequeño.
- ... - el chico levantó su mano, en donde se apreciaba un brazalete plateado con detalles rojos, varios botones y una pequeña gema del mismo color que su Xros Loader.
- ... Okey, haremos eso... - el dragón dorado se dirigió hacia Dracomon - Dracomon. Dirígete hacia el bosque con un puñado de Gaossmon; en cuanto encuentres a la Digimon bestia de JunoKazemon, manda a un Gaossmon hacia aquí lo más rápido que pueda; yo me quedaré con Kiriha a buscar a los chicos...
- … De acuerdo - el pequeño Dracomon comenzó a correr hacia el bosque, mientras un pequeño grupo de Digimons pequeños, que parecían cabezas de dragón con pies, lo siguieron.
Al cabo de un rato que se fueron, los demás Digimons se comenzaron a acercar a las llamas para realizar la búsqueda que tanto estaban diciendo. Pero Kiriha seguía ahí; mirando su brazalete, sin decir absolutamente nada.
- ¿Kiriha? ¿Qué pasa?...
- No... - dijo por primera vez después de un largo silencio - Esto... está mal...
- ¿? ¿De qué hablas?
Kiriha miró con miedo al dragón dorado.
- Esto está mal... ZekeGreymon, esto está mal... - levantó su brazalete y comenzó a apretar unos botones - Estamos haciendo las cosas mal...
- ¿De qué estás hablando?
- … Como te digo: estamos haciendo las cosas mal… todo está igual…
ASFD
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