¡Ya no nos quiere!
En este capítulo hay mención de: BakuKami y leve KiriKami.
★★★
[...]
—¡Bakugou, ayúdame! —cierto grito desesperado procedente de arriba llamó la atención de Katsuki, el cual recién acababa de caer en una parte de la isla.
Se quitó el paracaídas, alzó su mirada y se giró, pudiendo contemplar cómo Kaminari se había atascado con el paracaídas en las ramas de un árbol.
—¡Llevo un buen rato aquí! —rogó el rubio eléctrico al ver cómo el chico explosivo parecía no tener ninguna intención en ayudarle—. ¡Por favor! —insistió suplicando y poniendo ojitos de cachorrito abandonado.
—Mierda —sentenció Katsuki entre dientes para luego chasquear la lengua y acercarse hacia el árbol del que colgaba Kaminari.
—¡Pero me prometes que me cogerás, ¿verdad?! —siguió el rubio eléctrico sin fiarse muy bien de las manos de Bakugou.
—¡QUE SÍ, MIERDA! —respondió cada vez con menos paciencia.
Katsuki estaba justo debajo de Kaminari, así que Denki solo debía quitarse el paracaídas y dejarse caer en Bakugou, el cual, supuestamente, lo agarraría.
—¡B-Bien, ahí voy! —dijo el chico eléctrico aún con temor por la altura a la que estaba.
Para su buena suerte, Katsuki era un chico de palabra, así que cumplió lo dicho.
El problema era que Denki se había movido demasiado y había caído encima de Bakugou, terminando ambos en el suelo y el culo del rubio eléctrico en la cara del rubio explosivo.
—¡QUTXKIHTDA MHIFGEFRDHXGA!
Kaminari, al ver su situación, se levantó rápidamente y rezó mentalmente por su vida al ver la cara amargada de Bakugou, el cual se estaba levantando lentamente y estaba a punto de utilizar su quirk.
—¡MUE…
Pero se detuvo al darse cuenta de que no salía ninguna explosión de las palmas de sus manos. De hecho, básicamente, no podía utilizar su quirk.
—¿Qué mierda…? —maldijo mirándose las manos y tratando de usarlo nuevamente.
—¿Pasa algo? —inquirió Denki extrañado y luego de suspirar al verse salvado.
—Retrasado, usa tu quirk —ordenó Katsuki frunciendo el ceño y algo serio al respecto.
—Eh, sí, claro…
Kaminari abrió los ojos sorprendido al darse cuenta de que no salía ni una sola chispa de él.
—Espera, espera, ¡¿no podemos usar nuestros quirks?! —se quejó Denki al darse cuenta de toda la situación—. ¡¿Me estás diciendo que estamos en una isla inmensa y desierta y no podemos ni siquiera usar nuestros quirks?! —siguió cada vez más aterrorizado—. ¡Y encima estoy solo contigo!
—¡¿QUÉ MIERDA ESTÁS INSINUANDO?!
—¡T-Tranquilo, viejo! —reaccionó Denki cada vez más nervioso al ver cómo Katsuki se le acercaba.
—¡Kaminari! ¡Bakugou! —un grito a lo lejos llamó la atención de los dos jóvenes, que se giraron en esa dirección y pudieron contemplar a ciertas personas.
—¡Chicos! ¡¿Qué tal?! —agregó otra alegre voz femenina.
—Parece que estamos los cinco —terminó un tercero.
—¡Kirishima, Ashido, Sero!
Kaminari se ilusionó al ver a sus salvaciones llegar, por lo que se alejó rápidamente de Bakugou para dirigirse hacia ellos, concretamente, hacia Kirishima, el cual le recibió con los brazos abiertos.
—Aún así… ¿No es extraño que Aizawa no se haya preocupado? —agregó Sero mientras miraba a su alrededor.
—¡Ya no nos quiere! —exclamó Ashido.
—Habrá algún motivo… —comentó Kirishima.
—Y encima no podemos usar nuestros quirks —suspiró Kaminari.
Eijirou, Hanta y Mina dirigieron su mirada hacia Denki y, después de unos segundos en silencio, intentaron usarlos; obviamente no funcionó.
—¡¿Y ahora qué haremos?! —se exaltó Mina.
“—¿Se me oye bien?”
Cierta voz llamó la atención de los cinco jóvenes, los cuales se giraron tratando de localizar de dónde provenía, hasta que, por casualidad, Denki miró hacia arriba.
—¡¿Profesor?! —señaló con nerviosismo.
Los demás miraron también en aquella dirección, pudiendo así ver claramente el rostro de Aizawa en un holograma bastante grande.
“—Veamos… Supongo que os estaréis haciendo diversas preguntas, pero, en fin. Estáis a punto de comenzar un entrenamiento especial.”
—¿Entonces todo esto… —comenzó Eijirou.
—… ya lo tenía planeado? —completó Denki.
“—A ver… —empezó Aizawa con cierto cansancio y después de dejar escapar un suspiro—. Todo estaba planeado, habéis sido dividido en cinco equipos distribuidos por zonas en toda esta isla y, cabe decir que, todos los equipos están equilibrados según el grado de utilidad que puedan aportar en conjunto. Obviamente tendréis que encontrar a los integrantes de vuestro equipo y, una vez hecho, dirigiros al punto clave en el que encontraréis lo que os permitirá comenzar el entrenamiento.”
—Espera un momento, ¿cómo nos han podido dividir por zonas si nos hemos tirado en paracaídas al azar? —inquirió Denki aún sin comprender nada.
—Dijo que eran cinco equipos, y si somos veinte alumnos en total… —comenzó Kirishima mientras contaba con los dedos de sus manos—. ¿Somos el equipo más numeroso?
—Supongo que… no es de extrañar —comentó Sero al ver cómo Ashido se había puesto a jugar con Kaminari a las palabras encadenadas para matar el tiempo y Bakugou permanecía con el ceño fruncido con, al parecer, ganas de comenzar y actuar por su propia cuenta.
“—En el punto clave hallaréis unas cintas de colores que os diferenciarán del resto de equipos, y con la cantidad de cintas que haya podréis deducir si los miembros de vuestros equipos están completos o todavía hay alguno disperso por la zona de la isla —siguió explicando Aizawa—. Una de las cintas por cada equipo será diferente al resto por tener una marca negra. Esa cinta deberá llevarla el líder del equipo. Las normas del entrenamiento son sencillas; tendréis que encontraros con el resto de equipos y arrebatarles las cintas de cualquier manera. Una vez que pierdes tu cinta correspondiente, estarás obligado a abandonar el entrenamiento. Eso sí, si el líder del equipo pierde su cinta, todo el grupo en conjunto será eliminado. Dicho esto, buena suerte.”
Después de aquello, el holograma desapareció dejando sin palabras a los jóvenes que formaban uno de los cinco equipos que había.
“—Ah, cierto, se me olvidaba —volvió a aparecer el holograma de Aizawa—. Supongo que alguno ya se habrá dado cuenta, pero en esta isla es imposible que uséis vuestros quirks. Este entrenamiento durará cinco días, así que en ese tiempo tendréis que sobrevivir como podáis. Si alguno se rinde antes de tiempo, solo tendrá que quitarse su propia cinta y vendremos a llevárnoslo. Os estaremos vigilando. Suerte.”
—No… —comenzó Kirishima en voz baja—. ¡¿No es increíble?! —exclamó subiendo rápidamente su tono y cerrando un puño mientras sonreía con optimismo.
—Supongo… —respondió Sero no muy convencido.
—¡HAGAMOS ESTO, MIERDA! —gritó Bakugou dispuesto a ganar y aplastar al resto de equipos.
Ashido y Kaminari intercambiaron miradas para luego sonreír.
—¡Sí! —exclamaron al unísono uniéndose al ambiente optimista que se había formado.
El entrenamiento por equipos iba a comenzar.
[...]
★★★
Idk, me gusta hacer croquis deformes.
Hagan sus apuestas de quienes serán los otros cuatro equipos (???)
No sé, pero el cliché de competiciones o islas desiertas me encanta. Me da años de vida, lo amo. Creo que es de las cosas que más me gustan
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