Guíanos, líder
“—Shouji Mezou, has sido eliminado del entrenamiento” —se pudo escuchar la voz de Aizawa.
—¡¿Qué?! —exclamó Tooru indignada—. Entonces ese… ¡Nos ha engañado!
—Por completo… —añadió Ojirou algo frustrado.
[...]
—¡Lo tengo, lo tengo! —seguía gritando Mineta cada vez más lejos, llegando así a reunirse con Todoroki—. ¡Mira, Todoroki! —exclamó una vez al lado de su compañero de equipo y con orgullo de sí mismo, al mostrarle la cinta amarilla que le había arrebatado a Shouji.
—Bien… ahora debemos irnos —comentó Shouto al darse cuenta de que Hagakure, Ojirou y Satou no estaban dudando en seguirles rápidamente.
Entre la gran cantidad de árboles que rodeaba toda la zona y los diversos arbustos que dificultaban la visión, no pasó mucho tiempo hasta que el equipo amarillo perdiera de vista al equipo azul.
A los pocos minutos, apareció cierta persona detrás de Shouji.
—¡Chico, te vienes conmigo! —exclamó All Might con una sonrisa mientras sujetaba entre brazos al chico de los tentáculos.
Tooru se giró al escuchar aquella voz y pudo contemplar cómo aquel héroe se llevaba velozmente a Shouji a saber dónde.
—Hemos perdido a uno… —comentó la chica invisible algo frustrada—. ¡Y encima ese equipo nos ha hecho todo el lío!
—Tendremos que tener más cuidado la próxima vez… —respondió Ojirou.
—Y encontrar al miembro restante de nuestro equipo —finalizó Satou con seriedad.
[...]
Mientras tanto, por otro lado, un par de jóvenes acababan de llegar al punto clave de su respectiva zona.
—Iida-kun, creo que primero deberíamos buscar a los otros dos de nuestro equipo… —comentaba Izuku mientras sostenía las cuatro cintas blancas dando a saber el número total de integrantes del grupo blanco.
—Es cierto —respondió Tenya mientras analizaba la situación—. No podemos arriesgarnos a elegir al líder antes de tiempo —prosiguió haciendo una pausa para leer las instrucciones respectivas—. Además, aquí dice que tenemos un máximo de cuatro horas para colocarnos las cintas desde que las encontramos, o de lo contrario seremos descalificados.
—Cuatro horas… —murmuró Midoriya—. Supongo que es tiempo suficiente —admitió con una leve sonrisa y decisión.
—¡Tenemos que estar alerta a cualquier movimiento! —exclamó el de gafas con seriedad—. ¡No sabemos en qué momento nuestros compañeros pueden infiltrarse en nuestra zona y atacarnos cuando menos nos lo…
—Midoriya-chan, Iida-chan.
Cierta voz procedente por detrás de la espalda de Tenya, sobresaltó a ambos chicos, haciéndoles alejarse rápidamente.
—¡¿T-Tsuyu-chan?! —exclamó Izuku al darse cuenta de que aquella chica llevaba ahí a saber cuánto rato.
—También está Ochako-chan —siguió Asui dejando ver a la joven de cabello castaño que se ocultaba detrás de la chica rana.
—¡Hola, chicos! —saludó Uraraka con una sonrisa nerviosa.
Izuku se tranquilizó al ver que solo eran ambas chicas, así que recuperó la sonrisa y se dispuso a acercarse, de no ser porque Iida le jaló rápidamente por el cuello de la camisa para hacerle retroceder.
—¡Midoriya-kun! —regañó el presidente comenzando a tratar de hablar en voz baja—. ¡No podemos fiarnos tan rápido! ¡Podrían ser de otros equipos! ¡Primero tenemos que asegurarnos de que de verdad pertenecen a esta zona y, por lo tanto, a nuestro equipo blanco!
—E-Eh… sí —aceptó Izuku con una sonrisa nerviosa.
“Pero no parece que sean de otro equipo…”
—¿Ocurre algo…? —inquirió Tsuyu al verles murmurar a cierta distancia.
—¡No es nada, pero queremos asegurarnos de algo! —reaccionó Iida mirando nuevamente a las chicas—. ¡Necesitamos ver vuestros cuerpos, por favor!
Tsuyu y Ochako se quedaron en silencio ante aquello que acababan de oír para luego dar un paso hacia atrás.
—Iida-kun… —murmuró Uraraka con terror aferrándose a Asui.
—No lo esperaba de ti —comentó Tsuyu correspondiendo el abrazo de Ochako.
—¿Eh? ¿Dije algo malo…? —inquirió el de gafas bastante extrañado.
Izuku solo sonreía de manera forzada con nerviosismo, para luego suspirar y tratar de aclararlo como era debido.
—Tsuyu-chan, Uraraka-san —comenzó el de pecas—. Iida-kun no cree que seáis de nuestro equipo y quiere asegurarse de que no pertenecéis a otro…
—¡Midoriya-kun! —gritó Tenya afligido—. ¡Ahora que saben lo que pensamos, pueden tendernos una emboscada! ¡Imagínate que Bakugou-kun está en su equipo y permanece escondido, hasta que se abalanza encima de ti para robarte todas las cintas!
—¡¿E-Eh?! ¡¿Kacchan está aquí?! —exclamó Izuku cada vez más nervioso mientras comenzaba a mirar a todos lados.
—No, no lo está... —respondió Asui—, supongo.
—¡Iida-kun, Deku-kun! ¡Confiad en nosotras! —exclamó Uraraka con decisión.
Tenya y Midoriya se mantuvieron en silencio durante unos segundos.
—¡Lo siento, pero necesito poder asegurarme! —decidió Iida volviéndose a negar—. ¡Pero tengo una idea! ¡Seguiremos investigando toda la zona durante casi cuatro horas hasta que llegue el límite de tiempo para ponernos las cintas! ¡Si no encontramos a ningún otro, optaremos por entregaros dos cintas! Mientras tanto, podréis seguirnos con una distancia de diferencia —finalizó mientras se ajustaba las gafas.
—Bueno… —comentó Tsuyu.
—Si eso es lo que necesitas para asegurarte… —siguió Uraraka—. ¡De acuerdo!
“Tengo la sensación de que será en vano…” Pensaba Izuku después de suspirar.
—¡Bien, sigamos! —exclamó Tenya decidido.
[...]
—¡Entra Bakugou con un loro en una tienda y el vendedor le pregunta “¿De dónde has sacado ese bicho?”! —decía Kaminari con una sonrisa mientras caminaba junto a su equipo—. ¿Qué crees que responde Bakugou?
—Hmm… —pensaba Kirishima—. “¡Muere!” —respondió con una risa.
—¡OS MATARÉ A LOS DOS SI NO OS CALLÁIS DE UNA PUTA VEZ! —gritó el amargado dispuesto a arremeter contra aquel dúo, pero siendo detenido por Ashido y Sero.
—¡Uy, que viene! —rio Denki corriendo a posicionarse al lado de Eijirou.
—¡SOLTADME, MIERDA!
—Aquí no puedes usar tu quirk —se burló Ashido.
—Creo que deberíamos centrarnos… —opinó Sero.
—Cierto, cierto —accedió Kaminari—. Bueno… ya sabes —prosiguió colocándose delante de Kirishima—. Guíanos, líder —finalizó con una sonrisa y un leve rubor en sus mejillas que provocó que el pelirrojo se detuviera y no pudiera evitar sonrojarse ante ello.
Pero justo, en aquel momento, un grito llamó la atención del equipo rojo.
—¡Kaminari, amigo! —exclamó Mineta, el cual había aparecido por detrás de Denki y ahora se hallaba en su espalda—. ¡Ayúdame...!
[...]
★★★
¿Qué pasará con Kaminari? (??
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top