43.

Natasha.

—¿Y bien, te convencí? — preguntó Wanda luego de un rato. Me giré levemente a ella y asentí. — ¿Del uno al diez, que tanto te convencí?

—¿Por qué preguntas eso?

Wanda es bastante peculiar después de todo, creo que eso es algo de las cosas más llamativas de su personalidad. Su dulce e inocente mente... Y luego su sucia y extraña personalidad, una mezcla peculiar.

—Porque quiero saber.

—Siéntate. — la regañé. Ella negó y bajó la mirada.

—Todos parecen obsesionados con cagarla. — murmuró señalando un costado de la piscina en donde Walker bebía como si no tuviese fondo.

—Walker siempre la caga, no es algo que pueda evitar... — comenté burlona. — ¿Por qué te alejaste de mí en un inicio? — pregunté.

No es que no quisiera saber antes, el problema es que ahora mi mente no me deja de cuestionar todo lo que podría haber sido y no fue, y eso me molesta, porque llevaba días pensando en Wanda y aquellos estúpidos recuerdos volvían una vez tras otra a mi memoria como si fuese su obligación hacerme entender que tanto ella como yo la habíamos cagado, sinceramente podría pasar horas intentando silenciar a mi cerebro, pero... ¿Realmente funcionaría aquello? No lo creo.

—No sé si deba decirlo. — murmuró. La observé en silencio. — Involucra los sentimientos de otra persona, no creo que yo deba comentarlo.

—Entiendo... ¿Esta persona tenía sentimientos por ti? — pregunté, pues no me sorprendía el hecho de que Gwen Stacy o Sharon Carter estuviesen interesadas en la castaña.

Wanda negó, sacó un cigarrillo de su pantalón y me observó, no me molesta que cada uno tenga sus vicios, sin embargo no es que me agrade demasiado el olor del humo. Volvió a guardarlo y sonrió observando sus manos.

—Esta persona tenía sentimientos por ti. — dijo acariciando mi cabello. — y es por eso que... Debía dejarte ir, para no lastimarte a ti o...

—¿Era Pietro? — solté de pronto recordando las palabras que alguna vez el castaño me dijo. "Wanda no es el tipo de chica con quien debes formalizar algo", recuerdo que aquello me pareció horrible, sin embargo era su hermano, le creí después de todo...

—¿Por qué crees eso? Hey, no hagas preguntas. Dije que no te diría. — se quejó y tomó mi beanie jalándolo para taparme el rostro. — Silencio.

—Wanda. — me quejé. Ella comenzó a reír. — Hey, responde.

— ¿Por qué quieres saber? He dicho que no quiero exponer a...

—Si no fuese Pietro, lo habrías negado. Gracias. — dije acomodando mi beanie nuevamente. La castaña bufó. — ¿Por qué te molestas? He señalado lo obvio.

—Cállate. Al menos ya sabes porqué, he decidido alejarme, no es porque no me gustaras, Natasha. Me gustabas mucho.

—Y eres una estúpida por dejarme porque yo le gustaba a un hombre, soy lesbiana, Wanda. Jamás en la vida he pensado en besarme con un hombre, ni siquiera con Pietro. He besado a Clint, pero es como mi hermano. —murmuré

—¿A cuántos amigos has besado? — dijo burlona.

—¿Contándote? — pregunté burlándome de ella. Giró los ojos. — Tres. Mariah, Clint y tú.

—Ya es que yo no era sólo tu amiga.

—Claro que sí.

—Cállate. — se quejó. — ¿Quieres bajar a la fiesta? Quizá Hill está por allí.

—No quiero. Le he dicho a Mariah que tenía que hablar contigo, ¿quieres que me vaya?

—No, me agrada tener con quien charlar. Así además, no nos verán juntas y tu noviecita no tendrá motivos para desconfiar.

—No es mi "noviecita"— hice comillas. — Pero agradezco la consideración, tampoco quiero problemas... Ni con mamá, ya sabes que...

—Claro. — me corto. — Entiendo que no soy la persona favorita en el mundo de la maestra Vostokoff y que probablemente verme con su hija parezca molesto, no te preocupes por intentar explicarlo.

Nos quedamos en silencio luego de eso.

—¿Cómo seremos amigas sin hablarnos o vernos? — pregunté de pronto sabiendo que no quería dejar de verla.

—Pues... Nos veremos en las mañanas y a la salida, antes de entrar y al salir de clases. — mencionó ella. — Será divertido. Un secreto y todo eso, ¿no te parece?

—Creo que puedo hacerlo. De todas formas, mamá todo el tiempo se está encargando de Yelena. Creo que al ver que me queda sólo el siguiente año en la escuela, intenta comenzar a adaptarse a ocuparse siempre de Yelena ella sola.

—Ya, es que tú estás pendiente de Yelena siempre. — señaló Wanda. — ¿No es abrumador? Es decir, amo a Yelena, no es desagradable estar con ella, pero yo solía cansarme con Peter.

La observé en silencio... Lo que Yelena decía parece cobrar sentido.

—¿Peter es...?

—Mi hermano pequeño. — murmuró Wanda. — Falleció con mamá en el accidente.

Me quedé en silencio. Fui una idiota al mencionar a su madre aquella vez al discutir. Joder.

—Dios, Wanda. Cuanto lo lamento, en serio... Yo...

—No te preocupes. Nadie lo sabe. — me cortó nuevamente. — Somebody else, the 1975. — señaló escuchando aquella canción, tomó mi cintura y comenzó a girar a duras penas con su pie dentro de aquella bota gris. — So i heard that you found somebody else... — cantó mientras yo intentaba seguirle el paso.

—Te vas a dañar. — mencioné.

—And at first i thought it was a lie. — insistió en cantar mientras empujaba con su cadera cada cosa que le estorbara.

No insistí. Wanda es demasiado terca para que decida que debe obedecer algo de lo que digo. Pegué mi rostro a su pecho y cerré los ojos mientras girabamos en silencio.

Podía oír algunos gritos abajo, ninguna prestó atención. La bolsa comida había caído al suelo y podía oír como de forma crujiente las almendras y demás frutos secos eran aplastados en el suelo.

—¿No es esta una noche maravillosa? — preguntó Wanda viéndome a los ojos. Levanté la mirada, ella se ve realmente alta desde aquí. — Podría besarte ahora mismo...

—Bebiste.

—Una cerveza... — murmuró. Suspiré y traté de apartar la mirada, pero no pude, no quise.

—No creo que...

—Dejamos demasiado sin resolver.

—Esto tampoco resolverá algo... — murmuré y ella se acercó lentamente a mí, pero moví el rostro, sus labios rozaron la comisura de los míos. — Sabes que no nos merecemos ésto...

—Cierto. — murmuró ella. Dejó ir un suspiro, la canción había cambiado hace bastante y aquí estábamos ambas. Abrazadas en un balcón a las tantas de la noche mientras nuestros corazones ardían y la luna nos observaba sigilosa. — Pero somos amigas... — su mano subió por mi cuello de forma suave. — Muy amigas...

Wanda únicamente estaba provocándome, logrando que la tensión subiera.

—Ya dame el jodido beso, Maximoff. — murmuré. Ella comenzó a reír. — Pero somos amigas y no volveremos a besarnos, es una fiesta.

—Sí, estoy de acuerdo. Es para acabar con la tensión sexual entre ambas...

—¿Cuál tensión sexual? — pregunté. Ella pasó su pulgar sobre mi labio inferior y entendí de qué hablaba. Me acerqué a besarla y ella tomó mi cintura pegándome a una de las paredes. Jadeé al sentirla presionarme contra ese sitio. ¡Que sólo me he tomado una coca cola! — Wanda... — susurré contra sus labios pero volví a besarla. No me importaba realmente si esto parecía ser algo tan idiota como cuando me besé con Mariah porque Darcy me había dejado, es que me da exactamente igual, yo quiero disfrutarlo. ¡Soy joven! ¿Por qué no podría equivocarme de vez en cuando? 

—Bien, déjame besarte un poco más... — susurró ella al separarse de mí. Asentí y volvió a besarme con la misma hambre que antes, sin embargo se detuvo. — Necesito sentarme, me duele el pie.

Sonreí y la ayudé a llegar hasta el sofá en donde decidí sentarme sobre su regazo para continuar con lo que teníamos. Wanda pasó sus manos por mi espalda y yo las mías por su cuello.

Sí, si quiero estar con Darcy, quiero volver a como mi vida estaba antes de esto, pero eso no impide que solucione las cosas con Wanda.

Incluso si yo me he venido arriba.

[•••]

Wanda.

—¿Verdad o reto? — preguntó Natasha luego de unos segundos en los que habíamos estado bebiendo un poco. Sólo ha tomado una cerveza, he dicho que aún no puede beber más. Me ha hecho caso.

—Verdad. Los retos son para idiotas. — murmuré tomando otro sorbo de mi cerveza.

—¿Qué sucede entre Gwen y tú? Está claro que alguien te gusta, pero ni siquiera fuiste a estar con ella y la he visto la mitad de la fiesta sentada junto a Parker como si no quisiera estar allí.

—Es mi amiga, y le tengo mucho aprecio, sólo eso. Fuimos novias y fui una idiota, pero eso fue hace dos años. — me encogí de hombros. — ¿Verdad o reto?

—Verdad. Los retos son para idiotas... ¿no? — preguntó y sonreí.

—¿Qué planeas hacer al acabar la escuela?

—Bueno, ir a la universidad... Mamá planea vender la casa, y buscar trabajo en otra ciudad... Ya sabes, cerca de mi universidad y yo sinceramente lo agradezco, no me imagino una vida sin ella o Yelena, las necesito cerca. Siempre hemos sido las tres contra el mundo, no lo sé. Mi familia es...

—Una familia de verdad. — mencioné y ella asintió avergonzada. — No te sientas mal, es lindo que la tengas, no es tu culpa o algo así. — murmuré. — Pero yo me refería a... Qué deseas hacer. Tú, como Nataska.

—Oh, mamá dice que me ve como una buena doctora o abogada, creo que ambas se me darían bien y...

—He notado como ves los escenarios, sin embargo nunca te he visto pararte en uno... Por otro lado yo... Todo lo que hago bien es golpear un balón para enviarlo sobre una red, y aún así he estado en el escenario del auditorio más veces de las que me gustaría admitir, ¿por qué?

Ella se quedó callada. No supo que contestar.

Y es que no quería presionar, pero sé que Natasha adora el auditorio y reunirse allí por una sola razón. Porque veo con la intensidad con la que ve la magnitud de un público, porque siempre estuvo tras bambalinas esperando por su momento, pero jamás se ha atrevido, y no me gustaría que se dedicara a algo por hacer feliz a Melina, y esto no tiene que ver con lo que sucede entre su madre y yo, tiene que ver con que merece ser tan feliz como ella hace al resto.

—No entiendo de qué hablas... — balbuceó.

—Sabes bien de qué hablo. De lo que tú deseas.

—Nunca me lo he planteado. — mintió. Lo he notado, porque le ha temblado el ojo.

—Te explotará el ojo por mentirosa. — murmuré. Ella me golpeó el brazo de forma suave. Sonreí. — ¿Es la actuación?

Ella observó hacía el cielo y no contestó.

—¿La música?

—¿Qué tal ambas? — preguntó en un susurro. —Papá era artista, mamá no lo aprobaría.

Melina jamás habla del padre de sus hijas.

—Que hagas lo que él, no significa que seas como él. El talento en ocasiones es una cruz mucho más pesada que los genes.

Natasha y yo nos observamos en silencio, de pronto oímos más gritos y vimos a Thor caer al agua, luego de eso los policías.

—Mierda. — dije yo al ver como se llevaban a todo Dios lejos de aquí. — ¿Qué? Mierda. — me quejé.

—¿Q–qué está pasando?

—Nada de lo que debas preocuparte. — tomé mi móvil y mensajeé a Charles.

W. Ven por mí. Sucedieron algunas cosas. Te espero antes del lago, ten paciencia si tardo, traigo la chamarra rojo vino.

Tomé mi chamarra y se la lancé a Natasha.

—Ponte eso. — dije rápidamente.

—¿Ya nos vamos? Debemos decir que estábamos apartadas de la fiesta y...

Vimos como arrestaban a T'challa y jalé mi cabello.

—No será suficiente. Conozco a los de su tipo. — mencioné. — Escúchame, sal por la parte de atrás, te diré donde, vete hasta el lago, mi tío te llevará a tu casa, no menciones nada más y dile que...

—Espera. ¿No irás? ¡No pienso dejarte aquí y así!

—Nat, te tardarás más si voy contigo. Te quedan dos años de escuela, a mi uno. Intento protegerte. — dije molesta. Ella suspiró. — No es igual que me metan a la cárcel a mí, que a ti. Has lo que te pido, por favor.

La pelirroja dudo, tomé su mentón y la besé cortamente en los labios. Ella pegó su frente a la mía y mientras nuestras narices se rozaban, dejó ir un suspiro.

—Ese era el último beso... ¿Bien?

—Otro para la buena suerte... — murmuré. Ella se acercó a besarme y luego se puso la chamarra. — Bien. Vete.

Ella asintió.

—Gracias por ésto, Wanda.

Le guiñé un ojo y la vi alejarse algo insegura.

Suspiré y podía oír los gritos de todo mundo, la cosa empezó a descontrolarse un poco cuando oí los disparos y vi a Walker caer al suelo a mi lado con una bala. Me acerqué a él mientras los policías se llevaban a todo mundo.

—Mierda. — se quejó él y yo tomé algo para hacer presión de forma rápida.

— ¿Por qué ha sido ésto?

—No lo sé. — dijo desesperado. Cubrí su herida tratando de hacer presión. Gwen sollozaba a lo lejos.

—Presiona esto. Ya volveré, vete bajo la mesa.

El rubio obedeció y yo avancé hasta Gwen para intentar calmarla, vi a un policía apuntarle para enseñarle los papeles de la propiedad.

—Ella es la dueña, se lo aseguro.— comenté.

—No nos hagan daño, por favor... Es una fiesta y ya... — dijo Gwen desesperada. La apegué a mi pecho. — Por favor...

—Señores, ella es la nieta de la dueña, se los puedo jurar.

Oí la puerta por donde Natasha debía salir ser cerrada.

—¿Qué fue eso? — preguntó uno y ordenó que otro avanzara. Le puse el pie delante y tropezó. — ¡Contra la pared!

—¡Eh, que ha sido un accidente! — me quejé y sentí como me golpeaban con el rifle en la parte alta del rostro. Sentí un hilillo de sangre caer por el costado de mi cara. —Mi ceja, hijo de puta.

Joder.

Que noche de locos.

Nota de autor:

¡Hey! ¿Cómo están? ¡Nos leemos mañana! Trataré de contestar todos los mensajes de ig y wattpad hoy, lamento la tardanza, me gustaría tener más tiempo 🥺🙏

Codi.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top