36.
Wanda.
—¿Crees que sea una buena idea hacerlo? Es decir, las cosas no están bien en el salón para planear... — comenzó Walker y sentí su mirada clavarse en mí. Gwen por su lado lo ignoró.
—Como decía, es la instancia que necesitamos para recaudar el dinero suficiente para nuestra graduación. La fiesta de graduación debe ser increíble y...
—No me parece justo que todos vayan. — comentó Loki girándose un poco para verme. — La gente con problemas de alcohol puede tener reacciones violentas y no es justo para los demás aguantar aquello. Yo no bebo, no quiero...
—Entonces no vayas. No te preocupes por ello. — lo cortó Gwen. — Le daremos tu lugar a alguien más.
—No me refería a eso. — insistió.
—Todos somos parte de éste grupo, y creo que la mejor forma de apartar nuestras diferencias de niños mimados. — contestó molesta. — Es hacer ésto para recaudar fondos para algo que todos queremos desde que comenzamos a estudiar aquí.
Thor se levantó y con su nariz mucho más delicada que antes me observó.
—Creo que es hora de dejar los rencores atrás. Gwen tiene razón, además no hay forma de que una pelea vuelva a generarse, porque hay una advertencia seria de por medio.
Suspiré sin contestar a alguna de las provocaciones del grupo al que solía llamar mis amigos.
Ni siquiera Carol ha tenido la voluntad de hablarme, me ignoró, sin más.
—¿Crees que deberíamos confiarnos? — insistió Walker. — No confío en los modales de algunas personas, es desgastante creer que puedes confiar en ellos y de pronto...
—No golpearé a nadie si es lo que te preocupa, Walker. — contesté molesta.
—¿Quién me asegura aquello?
—Yo.
—Deberían hacerle un examen psicológico o algo antes de...
—Comenzaré a ir a terapia si es lo que desean, sólo permitan que Gwen termine la jodida idea antes de opinar. — me quejé.
¿En qué momento había pasado de ser la persona más respetada de todo el puto instituto a ser vista como un bicho raro? No soy un puto bicho raro, defendía a mi madre. Joder.
¿Acaso todo mundo cree que porque Thor es guapo, es gracioso a la vez? Porque definitivamente no lo es, no es gracioso, ni agradable, está lejos de serlo.
—Al fin una buena decisión en tu vida. — se quejó Loki. Suspiré mientras Gwen golpeaba con su mano el pupitre de aquél grupo que en algún momento me atreví a llamar mis amigos.
—Ya basta, jodidos niños malcriados. Deben aprender a comportarse como adultos, porque hacer éste tipo de espectáculos en clases no los vuelve más interesantes y meterse con la salud mental de una persona o con su situación familiar no hace que sean graciosos. — gruñó y algunas chicas festejaron que pudo dejar callados al grupo de payasos de turno. — ¿Me permiten continuar?
—Ya. — contestó Thor bastante sonrojado. Gwen suspiró y se puso nuevamente las gafas.
—Bien, como decía. La fiesta, este viernes, recaudaremos fondos, mi abuela dijo que podríamos usar su casa en las afueras. — dijo Gwen. — lo que significa que tenemos un problema menos, pero como el viernes está cerca, creo que todos debemos comenzar a llevar la mayor cantidad de adolescentes hormonales con ganas de beber y pasar un buen momento, les recuerdo que la casa de mi abuela no es un hotel de mala calidad, por lo que las habitaciones estarán cerradas. — señaló Gwen y luego volvió la mirada a mí. — Designaré encargados para ciertas cosas dependiendo de lo que sé que hacen bien, por lo que Odinson, vas a la barra.
—¡Grandioso! —festejó el rubio.
—A los demás les informaré con tiempo de lo que harán en la fiesta, por ahora es todo.
Gwen avanzó hasta su asiento mientras el señor Rogers quien era nuestro maestro guía – quien aparentemente nunca parecía tener tiempo para nosotros, hoy lo tenía– se detenía delante de todos para comentarnos las precauciones de la fiesta y como la escuela no podía estar ligada a la fiesta que daríamos.
—Gracias por defenderme. — mencioné a Gwen quien se sentó a mi lado acomodando sus cosas.
—Te defendí, porque somos amigas, y aunque si creo que necesitas ir a terapia, no creo que sea por el motivo que ellos creen. — mencionó haciendo alusión a Melina.
—Ya, lo sé... Natasha me contestó hoy. — dije algo confundida. — Dijo que estaba bien, que entendía que ambas nos alejamos abruptamente y pudimos confundir el momento. — dije recordando lo que había leído.
—¿Y eso cómo te hizo sentir?
—Agotada, sentía que esperaba otra respuesta cuando no tengo propósito alguno dentro de todo lo que ocurre en mi vida. No le escribí a Melina, ella tampoco a mí, y me siento bien con eso, me aterra intentar acercarme a ella nuevamente, pero... También creo que necesito verla y que así dejaré de sentirme tan abrumada como lo hago ahora mismo.
Gwen me dedicó una mirada entristecida, acarició mi mejilla.
—Un paso a la vez. No te presiones, además si ella te quisiera tanto como dice te buscaría, Wanda... sé que no quieres que insista, pero yo sé que una parte dentro de ti, sabe que se está aprovechando de todo lo que te ha pasado y que te ha llevado al punto en el que necesitas que ella te cuide. — murmuró. Bajé la mirada y de pronto sentía que Gwen tenía más razón que nadie, pero luego sentía que no podía dejar ir la idea de Melina cuidando de mí.
—¿Ya tienes a quien escoja la música? — pregunté y señaló a Loki. — Iba a decirte lo mismo. ¿Qué haré yo?
—Nada. Te vas a relajar y ya. — murmuró. — Yo me encargaré de la entrada, Danvers de la parte trasera, tú relájate, Wanda. Traes demasiado encima y por lo que he oído, no vas a una fiesta hace bastante.
—A Melina no le gusta que vaya, dice que son peligrosas y que embriagarme con todos los problemas que tengo sólo haría que acabe bajo un puente o en la cama con alguien. — dije y de pronto aquella frase sonaba horrible, pero en su momento no me pareció así.
—¿Sabes, amor? — preguntó Melina acariciando mi rostro mientras se apegaba más a mí en la cama. — Creo que... No deberías ir a aquella fiesta si tu ánimo está por los suelos, yo... Creo que podría hacer un espacio para vernos y así podrías relajarte sin consumir algo que te haga peor.
—Es sólo algo rápido. Irán personas del equipo, y del equipo contrario, ya sabes, Jessica, Jenn, Hela.
—Ya, es que... Sé que vas a beber, Wanda. Tuviste una discusión terrible con tu padre hace dos días, ¿crees que no veo tus ojitos tristes? — preguntó acariciando mi mentón.
—Melina, estoy... — ella negó y yo suspiré. No puedo mentirle, por alguna extraña razón logra que yo le diga exactamente como me siento. — Bien, pero juro que no beberé en exceso.
—No deberías ir, no te hará bien, y te conoces, sabes que probablemente acabarás ebria en algún sitio apartado, un puente o un parque, o de lo contrario en la cama con alguien más. — se sentó. — Entiendo que... No estamos en la misma época, y yo... Pienso diferente, pero... — la observé en silencio. — Deberías tener cuidado con el abuso de las fiestas... Yo preferiría que estés conmigo, poder cuidarte y así no cometes un error.
Sonreí y sentí que debía olvidar la estúpida fiesta. ¿Me beneficia en algo? No, no lo hace.
—Tienes razón. Me gustaría estar contigo en vez de ir a la fiesta... Si tu puedes.
—Te dije, haré un espacio si eliges quedarte conmigo.
Y la elegí.
La elegí sobre las fiestas, sobre mis "amistades", aunque en ello no me equivoqué, no valían demasiado, la elegí sobre todo con tal de sentir que alguien cuidaba de mí...
Al menos una vez a la semana con sus tiempos recortados por la labor.
No quiero darle tantas vueltas...
[•••]
—Te extrañaba tanto...
Melina me besó cortamente en los labios y luego me abrazó, correspondí su abrazo y cerré los ojos. Necesitaba un abrazo, la había pasado tan mal desde la suspensión que no estudié para el examen de informática. Me ha ido fatal en eso, y aquello me hace pensar en como reaccionará papá al ver la calificación...
—Y yo a ti... — murmuré. — ¿Por qué no he tenido clases contigo?
—Hay un problema de papeleos en el departamento de matemáticas y he cancelado casi todas mis clases para resolverlo. Ya volveremos a vernos, amor.
Sonreí levemente y oía los latidos de su corazón retumbar en mi oído.
—No me hablaste más. — murmuré sabiendo que la inseguridad me consumía lentamente.
—No tuve tiempo. Matt nos invitó a cenar a su casa, debía estar con mis hijas...
—¿De dónde salió Matt? — pregunté, aquella pregunta rondaba en mi cabeza desde que lo vi.
—Es un ex compañero de la universidad.
—¿Es real lo que tienen?
—Te dije que debía serlo, Wanda... — comentó. No quise contestar nada. — ¿Y qué tal todo en tu salón? ¿Gwen sigue pendiente de ti?
—Gwen sale con Peter. — mentí. — Hace un tiempo, ambos son mis amigos, no hay...
Se separó. Su mirada se clavó en la mía casi con desprecio.
—¿Qué?
—He dicho que Gwen no me gusta cerca de ti, Wanda. Sabes todo lo que le gustas y es tu ex novia.
—Ya no le gusto, le gusta Peter. Ambos son felices, créeme... Por favor. — supliqué. Realmente no quiero discutir hoy, no he tenido un buen día.
—No sé si deba creerte, Wanda. Supe de tu habilidad con las mujeres en pareja. — la miré extrañada. — Casi besaste a Natasha, ¿es eso verdad?
Un sudor frío recorrió mi cuerpo entero, mi abdomen se contrajo y sentí mi bilis subiendo por mi esófago.
—¿Qué?
—Responde.
Sé lo que he hecho, sin embargo suena irreal el tener que enfrentarme a éste tipo de situación. No sería capaz de negarlo para salvarme y dejar a Natasha como una mentirosa, porque no soy de esa manera.
Incluso si sólo deseo evitar los problemas.
—Sí, iba a besarla, pero no estábamos juntas y...
—¿Tan poco te importa todo lo que te quiero, Wanda? — preguntó y su voz se quebró. Me sentí culpable. — ¿Por qué no me quieres? Oh, creo que lo noto... es por la diferencia de edad, ella es más joven y bonita, mientras que yo...
—No, no, Melina... —intenté acercarme al verla llorar en silencio, pero me apartó. No sabía cómo reaccionar. —Melina, tú me gustas demasiado, y te quiero mucho, no se trata de eso, estábamos distanciadas y...
—Lo siento... En serio, yo... Lamento no haber hablado contigo antes... Estaba molesta y... Tenía miedo de perderte o algo, yo... — me abrazó y me tomó por sorpresa. Estoy tan acostumbrada a que constantemente yo la buscaría para disculparme, ésto es extraño... — Lo siento tanto...
No contesté nada, me dediqué a abrazarla mientras un sentimiento de culpabilidad recorría mi cuerpo.
Pero sentía que no debía sentirme culpable, sin embargo no puedo describir la sensación exasperante que me recorría al tenerla aferrada a mi cuerpo.
—Lo... Lo lamento, Melina. No volverá a ocurrir, respeto mucho a tu hija y sé que... Desde mi posición, acercarme a tu hija sería algo absurdo. — comenté sabiendo que si algo me quedaba, era un poco de cordura. — Lamento haberte hecho sentir de esa manera, realmente no volverá a ocurrir, tienes mi palabra de ello.
—¿Te alejarás de Natasha? — preguntó viéndome directamente a los ojos. Por un momento dudé de la respuesta.
—¿Qué?
—Sabes que...
—Natasha y yo no somos amigas, Melina. Sólo hablamos por Yelena. Relájate con eso.
Tomé su rostro y uní nuestros labios. Ella asintió lentamente. Le permití esconderse en mi cuello sabiendo que no pretendía alejarme de nadie.
Porque no quiero, y porque... No me siento de la misma forma.
No he cometido ningún error...
—¿Estás bien? — pregunté. La castaña asintió. Observó su móvil y suspiró.
—Matt ha venido por mí. Me invitó a almorzar con él. ¿Irás con Yelena?
No contesté nada, simplemente tomé mi abrigo, besé su mejilla y salí de allí.
No tengo ganas de nada.
Nota de autor:
¡Hey! Aún sigo pensando en cuando haré el pov de Melina :3
Quizá mañana no suba capítulo para poder escribir uno para el día martes y así tener tiempo durante las semanas para subir caps diarios como siempre.
—Codito.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top