18.
Natasha.
—¡Buenos días, amor!
Oí la voz de mamá y vi como entraba en la habitación con una bandeja con comida.
—¿Qué hora es? —pregunté tomando mi móvil. Ninguna notificación de Wanda...
Dejé ir un suspiro.
—Temprano. ¿Puedo llevarlas a la escuela hoy? —preguntó. —No insistiré, si tú dices no, entonces no será.
Sentí lástima por haber hecho sentir a mamá como si no me gustara que me vieran con ella. Estoy orgullosa de la madre que tengo, y sé perfectamente bien todo lo que ella ha hecho por mí durante mi vida.
—Me encantaría, mamá. —dije sincera. Pude ver la ilusión en su rostro. Se sentó en la cama, estiré mis brazos y la abracé con fuerza. —Te amo.
—Y yo a ti, Natasha. No dudes de que haría lo que fuese por verte feliz...
—Yo lo sé, mamá... Yo sé. —susurré.
—¡Buenos días para Yelena! —celebró mi hermanita enseñando algo en su mano. Abrió la boca y notamos que uno de sus dientes había caído. —¡Tendré mucho dinero!
Comencé a reír. Claro que lo tendrá.
—¡Comida! —subió a mi cama observando mi desayuno.
—Debo ducharme, come algo.—hablé a Yelena.
—Cariño, no debes estar lista tan rápido. No tardaremos demasiado. —mencionó ella. Oh, es verdad. —¿Quieres que las deje una cuadra antes?
—Prefiero que... Bajemos contigo, de todas formas... Ya saben, ¿no? —hablé yo. Mamá suspiró.
—Amor, si no estás cómoda...
—¡No quiero caminar! —se quejó Yelena con el rostro embarrado de migas.
—Eh, tú. Tu desayuno está en el sofá, y tus caricaturas también. Deja eso.
Yelena asintió y besó mi mejilla antes de huir de la habitación en busca de su comida. No hay nada que mi hermanita ame más que la hora del desayuno, almuerzo o cena.
—Bien, iré a relajarme un poco... Corrigiendo exámenes. —mencionó con sarcasmo. Mamá iba a salir de mi habitación y decidí detenerla.
—Mamá...
—¿Mhm?
—Gracias por siempre estar... Eres increíble.
Una sonrisa creció en sus labios, ella realmente adora saber que la amamos.
—¿Sabes que tú y tu hermana lo son todo para mí, no? Cuando... Tú y ella nacieron... Fui la mujer más feliz de todo el mundo. Independiente de lo que haya ocurrido con tu padre... Ustedes fueron lo mejor que hizo en su vida, y estoy... Feliz de ser la madre de ambas. Muy feliz.
—Eres la mejor madre de todas.
—Te amo, cariño. Disfruta de tu desayuno.
Sonreí al verla irse y volví la mirada a mi móvil al ver una notificación. Revisé y era Clint.
—Te olvidaste... —murmuré recordando que Wanda había asegurado que me hablaría ayer por la tarde.
Es decir, no es necesario que lo haga, sin embargo... No quiero que se espante por lo de mamá siendo su maestra, lo comprendería pero... ¿No es más maduro hablar las cosas? Tomar el pie para hacerlo probablemente es algo que yo debería hacer, ya que noté que aparentemente ella no quiere hacerlo. Joder.
Levanté la vista y vi la ventana.. Está nublado. Bajo eso se veía un cuadro con una fotografía de papá conmigo y Yelena en brazos.
A veces me gustaría que él estuviese aquí, luego pienso en todo el daño emocional que le generó a mamá, y aún así ella jamás dejó de ser la mujer increíble que es... Él estaba mal y lo sabía, aún así se casó con mi madre, la embarazó con diecisiete años y luego la abandonó cuando creyó que no podía tener una relación estable...
Dijo que le temía al compromiso, lo último que supe por redes sociales fue que tiene una novia...
Doce años menor que él.
No volví a intentar hablarle, y entendí que mamá... Sólo fue una víctima de aquello.
Las etapas, la diferencia en la edad y todo lo que ella pasó... No creo que deba explicar demasiado, ella simplemente debió hacerse cargo de dos bebés siendo una... mujer joven. Debió hacerlo sola, los abuelos no quisieron saber más de ella luego de que les hablara de su embarazo, papá se la llevó de su hogar y ella nos sacó adelante.
Jamás podría no repetirle a todo el mundo o a ella el orgullo que me da saber que es mi madre.
[•••]
Wanda.
Al llegar a la escuela medité bastante en si debía o no esperar a Natasha, sinceramente no pegué un ojo en la noche.
Lloré lo suficiente como para que mi cuerpo duela, además de que cada que cerraba los ojos podía ver a mamá y a Peter... Imaginarlos.
No he desayunado y muero de hambre, podría haber ido por algo antes de llegar a la escuela, pero quería ver a Yelena correr hasta mí y abrazarme... Es la única persona que me abraza, eso habría solucionado algunos de mis problemas.
—¿Vas a clase? —habló Pietro. No supe que contestar. —Wanda...
—Debo hablar con ella. —balbuceé. Pietro me observó fijamente. — Recuerdo lo que hemos hablado, Pietro. Sólo quiero hablar con ella antes de tomar una decisión.
—No es un puto juguete.
—¡Ya lo sé!
Él se echó para atrás al verme gritarle y me sentí culpable por ello.
—Lo siento por gritar. Yo... No me siento bien.
Pietro suspiró.
—Deberías tomarte un descanso. Yo me encargaré de limpiar y hacer la cena hoy, ¿bien? —preguntó y yo asentí extrañada ante su amabilidad repentina, pero no quería hacerlo enfadar. —Sólo piensa en...
—Hablaré con ella... —mencioné con un hilo de voz. No quería llorar delante de él, pero claramente no quiero alejarme de Natasha y el sólo hecho de pensarlo me revuelve el estómago.
No es que dependa emocionalmente de ella, pero claro que es jodido que nada bueno funcione en mi vida, porque de una forma u otra acabo jodiendole la vida a quienes quiero.
Y no quiero joderle la vida a Natasha, lo que significa que la quiero.
La aprecio. ¿Es digno el tiempo de medir las emociones? No lo creo, claro que no, tengo un primo, se llama Caín, lo conozco de toda la vida y aún le guardo rencor por romper mis soldaditos de juguete, me gustaría verlo en la calle y escupirlo.
—¡Wanda! —el entrenador saludó a lo lejos. —¡Necesito hablar contigo, tenemos entrenamiento!
Observé nuevamente el lugar. No veo el auto de la madre de Natasha...
Bien...
—Voy...
Apagué el motor de mi auto, el cual no es mi auto, sino el auto de mi madre... Uh, estoy redundando.
Al llegar al gimnasio vi al entrenador acomodando la malla, por lo que decidí ayudarlo. El equipo de natación clasificó, basquetbol está en un "veremos" próximo, ya que para clasificar deben ganar el próximo juego, lacrosse y fútbol están acabados. No pasaron ni siquiera el primer encuentro.
—¡Hija! —saludó el entrenador Howlett. —Ven aquí, necesitamos hablar sobre los próximos encuentros.
—¿Y los demás? —pregunté dejando mi bolso en el suelo y yendo a colgar la malla en la esquina restante. Luego de un par de nudos, él habló.
—Los he citado veinte minutos después, necesitaba charlar contigo antes de todo. Pedro me ha dicho donde estabas.
—Pietro. —corregí y él asintió. —¿Y bien?
Él sonrió y avanzó hasta una de las bancas, me extendió una coca cola y un sándwich.
—Mira, no conozco tu dieta, pero creo haberte oído discutir que la coca cola era mejor que la pepsi, si haz desayunado guarda el sándwich, sino come. Debes mantener la energía en ti para el entrenamiento. —sonrió y yo también.
—Gracias...
Aquél gesto no me parecía extraño, el maestro Howlett siempre ha sido bastante amable conmigo, sin embargo me parecía extraño tener a un adulto siendo tan cercano a mí...
—Bien, Wanda. No es un secreto que sabes que confío plenamente en tus capacidades dentro del equipo. —mencionó él y yo asentí. —Y no quiero sonar... —bajó la voz. —lamebotas, pero no es tan secreto que eres mi favorita aquí.
—Eso dicen. —bromeé comiendo el sándwich con bastante hambre. Realmente necesitaba algo en mi estómago.
—Y es verdad, Wanda. —habló él. —Mira, hija. ¿Puedo llamarte hija? Jamás tuve hijos, para mí... Aquí está mi vida entera. —asentí lentamente ante su pregunta. —Y me llena de orgullo ver estudiantes como tú, la motivación que le das al equipo, te comprometes y tratas incluso a los iniciales como parte de la familia... ¿Ya ves por qué eres mi hija favorita?
Sonreí observando mis manos avergonzada. Jamás había oído eso.
—Gracias...
—Conseguí que en los próximos partidos vayan los coordinadores de los deportes de varias universidades y clubes deportivos de volleyball. —comentó entusiasmado. —Les he hablado por montón de ti, y he asegurado que aunque llevas poco en éste equipo... Has sido una absoluta joya que debemos pulir.
Abrí la boca sorprendida. ¡¿Él habla en serio?!
—¿Habla en serio? —pregunté ansiosa. Él asintió.
—Necesito que vayas a una buena universidad con beca deportiva, mereces que tomen en cuenta tu destreza.
Me levanté emocionada y nos abrazamos con fuerza mientras yo le agradecía aquella consideración.
¡Joder!
—Quiero que sepas que no debes estar nerviosa, he enviado algunos vídeos de tus jugadas, es por eso que saben a lo que vienen, da todo de ti igual que siempre, no te exijas de más. Con ser tú... es suficiente.
Sonreí sintiendo orgullo ante aquello... Con ser yo, es suficiente.
Yo y suficiente... Dos palabras que parecían tan simples y lejanas la una de la otra, todo al mismo tiempo.
—Gracias por todo su apoyo, maestro. Ésto es...
—La beca haría que tengas que irte... ¿Lo sabes, no? Acabas la escuela y te marchas, y a la mierda todo lo demás.
Tomó mi rostro.
—Hablo en serio, Wanda. Es importante que lo tengas claro.
Es lo que me conviene de momento...
—No hay nada que desee más que huir. —admití.
Él me dio una mirada inquieta y asintió lentamente. Tomé la coca cola y le di un sorbo largo.
[•••]
Al acabar el entrenamiento, levanté la mirada al grupo que me rodeaba.
—Buen entrenamiento, muchachos. Todos estuvieron increíbles. —señalé a Parker. —Buen saque, Peter.
El castaño de sonrisa encantadora me agradeció. Gwen palmeó su espalda y le dedicó una sonrisa, luego otra a mí.
Gwen es una de las primeras chicas con las que salí al llegar aquí, ella comprendió que yo no buscaba una relación, sólo buscaba... Interacción romántica y sexual por un par de noches.
No tan noches, ya que aunque pareciera que hago lo que quiera, papá no me dejaba dormir fuera de casa, la mayor parte de mis polvos eran de día y.... ¡Ese no es el punto!
El punto es que sé que a Parker le gusta Gwen, pero aunque con Gwen lo hemos hecho funcionar de forma en que no pareciera que hubo algo entre ambas, en ocasiones siento que aún le gusto... Un poco al menos.
Mi móvil vibró en mi bolso, decidí tomarlo y observé la notificación. No pude evitar sonrojarme.
Nat. Buen día :) sé que hoy es tu examen, espero que tengas mucha suerte en el.
Vi el sobre dentro de mi bolso y suspiré, dentro se encontraba el dinero para Natasha y una carta...
Suspiré.
W. Hey. Gracias. ¿Podemos vernos antes de clases? Me daré una ducha, estoy cerca del anfiteatro.
Recibí la respuesta que decía que iría en cuanto el receso llegara. Me levanté y decidí ir hasta la ducha, cuando estaba con la camiseta sobre la banca, Gwen entró.
—¿Estás ocupada?
—Voy a ducharme. —hablé yo señalando mis cosas. Ella avanzó hasta mí con una sonrisa.
—¿No te gustaría hacerlo juntas? —preguntó tomando el borde de mis shorts. Tragué saliva y negué rápidamente.
—Sinceramente no... Yo... Tengo algo que hacer y... —suspiré. —No estoy en éste modo...
Ella se alejó algo avergonzada y asintió. Aceptó que he dicho que no.
—Gracias por... Entenderlo. —hablé rápidamente.
—¿Por qué no entendería? —Ella me dedicó una sonrisa y salió de allí tal y como vino.
Bien. La ducha.
[•••]
Al llegar al anfiteatro, la vi allí, de pie junto a la entrada. Mis piernas temblaban y sentía una presión en el pecho, se giró al sentir el ruido de la madera crujir. Le dediqué una sonrisa y ella corrió hasta mí.
La sentí golpear mi pecho con su rostro, me abrazó con fuerza, correspondí aquél abrazo. Quiero besarla y... Sentirme tan libre como se ha sentido éstos días.
[PLAY: Carrie — Europe]
—Te extrañé.
—Y yo a ti... —admití levantando su mentón. Besé su mejilla. —Tengo algo para ti... —hablé no queriendo retrasar más ésto.
Sólo dolerá un tiempo, Wanda. Si consigues la beca, te irás y... Ella estará bien, estará mejor sin ti.
No la lastimarás como al resto si te alejas lo suficiente para no ser parte de su vida. Permítele ser feliz.
Saqué el sobre de mi bolso y se lo estiré.
—Es el dinero de... Las primeras clases, las últimas y por ayudarme a estudiar... Calculé con propina y eso... Loki me ayudó, él es mejor en matemáticas que yo. —aclaré algo incómoda. Ella asintió lentamente.
—Ya... —mencionó. —¿Sucede algo? Es decir, sé que quedamos en ésto, pero no creí que fuese tan necesario de momento, porque... —se sonrojó. —Ya sabes, lo que pasó y...
—Negocios son negocios. —aclaré. —Tenerlo claro conservará nuestra amistad.
La observé fijamente fingiendo una sonrisa. Natasha me observó con desconfianza.
—Oh...
Dejó el sobre detrás de ella.
—Además recuerdo que en alguna llamada mencionaste que te gustaría ayudar a tu madre y por eso el trabajo te vendría de maravilla...
—Ya... —insistió con desconfianza.
La campana sonó indicando el fin del receso. Tengo el examen. Bien, Wanda...
—Debo irme. —habló ella intentando pasar por mi lado.—Pero... quiero que sepas que mi madre y yo hemos arreglado las cosas y...
Suspiré.
—Creo que deberíamos dejar de vernos. —solté de pronto. Ella se detuvo.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Porque... —no puedo verla a los ojos. No quiero. — Porque creo que no es bueno confundir las cosas y...
—¿Confundir las cosas? ¿Qué se ha confundido? Tú me besaste, no yo a ti.
—Ya. Cometí un error. —hablé nuevamente.
Ella se quedó en silencio, tomé su dinero y me giré para dárselo. Ella observó mi mano y soltó una risa sarcástica.
—Eres increíble. —murmuró. — Dime que es broma.
—No estoy bromeando, Nataska. Es lo que es... Yo... Lamento haberte hecho creer que algo ocurriría pero...
—No eres del tipo que tiene una relación, ¿no? Eres de las que va, besa y adiós.
Suspiré.
Así que así me ven todos...
—Sí. —dije yo. —No es difícil que me digan que sí, pero no tengo tiempo para una relación, yo...
—Vete a la mierda.
—Jamás te prometí algo, Nat.
—Ni yo a ti, pero... —se acercó y se detuvo antes de quedar más cerca. Vi sus ojos aguarse. —Mariah tenía razón... Debí creerle... —susurró. —Eres tal y como todos creen.
—Sí. Ahora que lo haz descubierto... —giré los ojos. —Ve...
—¿Eso es todo?
—¡Lo siento! —dije desesperada. No quiero llorar delante de ella.
—¡¿Por qué?! ¡¿Por ser una idiota?!
—¡Por besarte, lamento haberte besado y que creyeras que me gustabas o algo!
Ella no dijo nada. Observó el suelo y pude ver algunas gotas caer al suelo. Mierda...
—Que bueno que jamás confié en ti, Wanda Maximoff. Eres una estúpida.
Se dio media vuelta y aunque la llamé para tomar su dinero, ella no regresó. Me quedé allí en silencio notando lo estúpida que me sentía, pero sabiendo que... No tenía más opciones, de todas formas acabaría lastimándola.
Luego fui al salón, ignoré a todo mundo, la maestra Vostokoff entregó los exámenes y decidí concentrarme en ello. Habían varios ejercicios que se veían similares a lo que Natasha había hecho para mí.
Contesté de forma rápida y luego entregué el examen bajo la mirada atenta de la maestra Vostokoff, luego ella bajó la mirada a sus cosas y siguió en lo suyo, me recosté sobre la mesa y me quedé pensando en lo que ha sucedido en éstos días.
Sobretodo en ella.
En Natasha... Claro que la quiero, y claro que me siento bien con ella, pero eso no significa que yo le haré bien, mi vida es... Extraña, y ella demasiado buena, y todo el mundo piensa de mi cosas que... Muy en el fondo sé que son reales, eso me lastima, pero a la vez sólo necesito que alguien crea en mí, y aunque ese alguien parece ser ella... Terminaré dañandola, no quiero dañarla.
Ya he dañado a muchas personas. Sé lo que soy, sé como acaba cada chica que se interesa románticamente en mí.
Sé que no soy del tipo fácil de amar y... Le gusta a mi hermano, él merece ser feliz, ella también, yo no podría hacerlo que Charles a mamá...
Mamá no estaría feliz de verme así, Pietro tiene razón... Mamá no estaría feliz.
Además si consigo una beca... Estaría lejos de ella, ella debe estudiar aquí, yo allí... No funcionaría. ¡Agh! ¡¿Por qué siquiera estoy pensando en una relación a largo plazo?! ¡Acaba de enviarme a la mierda! No es como que yo vaya y le pida perdón, le pida que me de otra oportunidad y le explique que todo era mentira.
Podría, pero no lo haré. Ella no es un juguete.
¿Por qué es tan difícil que alguien me quiera? Sólo quiero que alguien realmente disfrute de mi compañía, no es demasiado pedir, sólo...
—Bien, el tiempo acabó, entreguen sus exámenes. Les daré los resultados el lunes.
La maestra Vostokoff se levantó acomodando su falda, aparté la mirada, tomé mis cosas y salí del salón.
Avancé hasta el lugar de los más pequeños de la escuela y vi a Yelena en una esquina llorando.
—Hey, peque. ¿Qué pasa? —pregunté. Ella corrió hasta mí con las lágrimas corriendo por su rostro. —Hey...
La abracé con fuerza.
—¡Son malos, Wanda! ¡Se han reído de mi diente! —sollozó enseñando un pequeño espacio en su boca.
—Bah, es sólo un diente. ¿Quién ha sido? —pregunté y señaló a dos niñas. Ambas castañas y bastante engreídas para no saber lavarse detrás de las orejas. —Ya vengo, peque, ¿sostendrías ésto por mi? —pregunté y ella tomó el sobre de Natasha. Avancé decidida hasta las niñas. —Eh, ustedes, tonta y más tonta.
Ambas se giraron y sonreí. Entonces si son tontas, han obedecido.
—¿Qué hacen molestando a Yelena?
—Ella es gorda, además es fea y sólo juega con los niños. Es una marimacha. —se burló una de ellas.
—¿Y sabes que eres tú? Una estúpida, mimada y hueca niña que no sabe nada y se come los mocos.
—¡Te acusaré con la maestra!
—Tu maestra me puede sobar los ovarios. —dije yo y pateé su lonchera. — Además, esa película ya pasó de moda.
Ella pegó un chillido.
—¡Basta!
—No, tú basta. ¿No te han puesto en tu lugar? Pues lo haré yo, si ella se junta con los niños es porque las niñas son unas tontas y la tratan mal. ¿Acaso te molesta que ella sea más agradable que tú? ¿Mami no te trata bien? —insistí. Ella intentó huir y puse mi pie delante. —Vuelve a molestar a Yelena y juro que asesinaré a cada uno de tus personajes favoritos de my little pony.
Ambas huyeron. Me giré y vi a Yelena riendo. Sonreí. Avancé hasta ella y me senté para atarle las agujetas.
—Deja ato ésto o vas a caerte.
—Gracias por defenderme. Ambas son malas, se meten conmigo y...
—Ya vi, peque. No lo harán mas, yo te cuido.
Me abrazó nuevamente y apoyé mi rostro en su pequeño hombro. Si tan sólo Peter estuviera aquí... Ambos serían buenos amigos.
—Desearía tener un amigo aquí. —habló volviendo a sentarse en el suelo.
—Yo soy tu amiga.
—Ya, pero de mi edad.
Suspiró apoyando su rostro entristecido entre sus manos.
—Mi hermanito habría sido tu amigo. —Mencioné. —Tengo un hermano... él tiene tu edad, pero... Vive en un sitio muy alejado de aquí....
—¡Anda! ¿Cómo se llama?
—Peter. Es castaño, tiene rulos y... Es tan amable como tú, es mi otro peque favorito.
—¿Quién más?
—Tú, bobis. —bromeé acariciando su mentón. Ella sonrió.
—Bobis, ajá. Me gustaría que Peter fuese mi amigo.
Sonreí.
—De seguro lo sería...
Y mi familia estaría bien... Yo no tendría que separarme de Natasha y la historia sería diferente.
—¿Qué es esto? —preguntó tomando el sobre. —Está pesado.
—Es de Natasha, lo ha olvidado. —mencioné. Ella asintió. —¿Podrías dárselo a la salida?
—Ya, dáselo tú.
—No puedo...
—¿Por qué?
—No la veré.
—¡¿No me llevarás a casa?!
—No puedo, peque. El auto se ha descompuesto y tengo que entrenar mucho...
Ella dejó ir un suspiro.
—Pero vendré a pasar mi almuerzo contigo mañana y la siguiente semana.
—¡¿Es un trato?! —preguntó estirando su mano y la tomé.
—Claro. Trato.
—¡Anda, ya lo has prometido!
Yelena y su inocencia me hacen feliz, y verla no compromete sentimentalmente a nadie... Ella no notará cuando me vaya.
—¿Podrías dárselo entonces?
Yelena abrió su pequeño bolso de la patrulla canina. Metí el sobre dentro.
—No lo olvides, dáselo.
—Que sí, Wanda, que sí.
—Bien, peque. Nos vemos mañana en el almuerzo.
La abracé con fuerza y ella correspondió mi abrazo.
—Ah, y... — tomé diez dolares y se los di. —Por el diente, comprate algo sabroso.
—¡Grandioso! ¡Adiós, Wanda amiga de Colón!
Me alejé viendo a Natasha caminar por la zona de los baños. Mariah Hill salió de allí y la abrazó. Natasha escondió su rostro en el cuello de la pelinegra, me puse la capucha y avancé alejándome de aquella escena.
Yo sólo quiero saber lo que significaba que alguien me quiera, pero no puedo si tengo claro todo el dolor que le causaría a alguien, no quiero dañarla.
Ella merece algo mejor, y no dañaría a mi hermano así.
Nota de autor:
¡Hey! El booktrailer está listo, anoté sus usuarios y volveré a subirlo (y los arrobaré) Mañana o así, ya que tiktok me quitó el sonido 😔, así que debo cambiar el tono de la canción y todo eso.
¿Cómo les fue hoy? El capítulo de mañana quizá también lo suba tarde, pero estará <3
—Codi.
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