8 meses después

______

Me senté en el sofá que daba hacia la ventana. Quería disfrutar la vista antes de irme a la clínica.

-¿ya está usted lista señora Michaelis?

-¿y usted lo está para ser el mejor padre del mundo Señor Michaelis? – Sebastian sonrió y se arrodilló para darle un suave y tierno beso a nuestro bebé.

-claro que si – me levanté con ayuda de mi amado esposo y caminé hasta la puerta.

Todo iba perfecto y todo iba a serlo de ahora en adelante.

Bajamos por el ascensor y la chica que un día coqueteo con Sebastian estaba en una esquina llorando.

-¿Qué te sucede? – me acerqué a ella.

-e-e-es que he-estoy embarazada, me cagué la vida – mi vista se nubló por la ira y de manera inconsciente le di una bofetada.

-un hijo es lo mejor que te puede ocurrir en tu patética existencia pedazo de mierda, no debo exaltarme pero sin embargo te lo merecías. El bebé que llevas dentro merece vivir así como tú, yo y mi esposo. ¡Así que madura de una buena vez! – Nos bajamos del ascensor y Sebastian me miraba sorprendido -¿Qué miras?

-fuiste muy dura

-se lo merecía por pendeja – exclamé encogiéndome de hombros

Al salir por la puerta principal, sentí la primera contracción.

-S-Sebastian, y-ya...

Sebastian abrió sus ojos como platos y empezó a buscar un vehículo.

-señor – escuché mientras respiraba para evitar gritar – tengo a mi esposa a punto de dar a luz ¿me prestaría usted su auto? Temo que el mío está en reparación.

-c-claro – el hombre salió rápidamente y Sebastian me cargó hasta el asiento del copiloto.

-tranquila todo va a estar bien.

-s-si eso espero – la contracción volvió con más fuerza - ¡joder!

-ya nos vamos – el auto arrancó  y las contracciones eran más frecuentes y más fuertes, joder  siento que me voy a partir

-¡rápido Sebastian! Si no quieres que dé a luz en este jodido auto, es mejor que empieces  a manejar más rápido.

Sebastian empezó a conducir aún más rápido, pero todas las luces se me fueron.

Oscuridad, silencio, frio.

Eso estaba sintiendo. Mi corazón palpita suavemente.

Sentí el frio bisturí contra mi barriga. No dolía solo podía sentirlo.

Las manos del médico se introdujeron en mi abdomen.

Al sacarlas, sentí un alivio grande, pero el verdadero alivio fue cuando escuché a mi hermoso hijo llorar.

-es un hermoso barón, felicidades – los labios cálidos de Sebastian chocaron contra mi frente

-gracias amor, gracias vida mía – sonreí inconscientemente.

-señora aquí está su hijo ¿Qué nombre le pondrá?

Un susurro débil brotó de mis labios – Rían, su nombre será Rían

Sebastian agarró al bebé y lo acercó hacia mi rostro.

-es igualito a ti

-tiene algo de los dos –  el bebé fue llevado a que le tomasen los datos y enseguida sentí como mis ojos se fueron cerrando lentamente.

Dos horas luego.

Sebastian

Aquí estaba yo con mi hijo entre mis brazos, sus ojos puros me miraban con curiosidad.

-te ves bien Michaelis – sonreí al ver a ______  levantarse.- pareces un auténtico padre de familia

-sí, te ves hermosa recién levantada

-lo sé, adulador – sonreí y Sebastian se fue acercando lentamente con nuestro hijo en brazos.

-me recuerda a aquella vez que fuimos padres del bebé de plástico

-ni me lo recuerdes – Sebastian sonrió y me entregó a mi hijo.

Su rostro cambio al tocarme mi mano.

-¿Por qué lo hiciste?

-¿hacer qué? – exclamé distraídamente mientras acariciaba a Rían suavemente

-¿Por qué te volviste inmortal?

-porque si – alcé mi vista y vi a Sebastian con su ceño fruncido – no me mires así Michaelis

-¿Por qué lo hiciste?

-ya te respondí

-esa no es una respuesta

-sabes muy bien porque lo hice

-pero no quiero que esa inmortalidad te recuerde a tus padres

-no lo hará

-¿Cómo estás tan segura?

-porque te tengo a mi lado, y cuando tu estas a mi lado todo desaparece y lo único que me rodea es una felicidad incalculable, así que no me vengas a reprochar absolutamente nada frente a Rían

Sebastian se quedó en silencio y sonrió.

-lo siento mucho

-acepto tus disculpas – sonreímos al mismo tiempo para luego juntar nuestros labios.

18 años después

Sebastian

Heme aquí, junto a mi hijo y mi hermosa esposa.

-¿papá? – exclamó Rían mientras cambiaba el canal de televisión.

-¿dime?

-¿es mejor conquistar aúna chica de manera dulce? O ¿acosarla?

-a mí me sirvió la segunda – exclamé con una sonrisa en mi rostro

_____ me dio un codazo suave en mis costillas y luego se acercó al oído de Rían.

-cuando encuentres a la chica que te gusta trátala bien

-o acósala, eso funcionó con tu madre.

-¿enserio mamá?

_____ volvió su mirada hacia la ventana.

Rían sonrió al ver a su madre sonrojada hasta no poder más.

-s-solo se tú mismo amor mío – solté una pequeña carcajada y besé el cuello de ______.

-¿acaso es una declaración de guerra? – preguntó _____ mientras me acariciaba mis mejillas.

-¿si por declaración te refieres a que terminaremos haciendo el amor toda la noche?, entonces si es una declaración de guerra.

- y que estamos esperando

-¡no inventen! No hagan tanto ruido esta vez. – exclamó Rían mientras se alejaba del sillón

-cuando vayas a tener sexo, vas a ver lo bien  que se siente hijo mío – dije mientras cargaba a ______ hasta nuestra habitación.

-váyanse ya, me quemaran los ojos si siguen así.

Sonreímos y subimos las escaleras.

-muy bien Michaelis ¿Qué piensa hacerme usted hoy?

-mía, como todas las noches – sonreí y enseguida los labios de ______ chocaron contra los míos - ¿ves?

-¿Qué?

-ya te conquiste, y te voy a conquistar para siempre…

                                                                        ~fin~

Muchas gracias todos ustedes y gracias por seguir y votar por esta historia. Yo yo…voy a llorar

No sé ustedes pero me da un poco de nostalgia y voy a extrañar mucho escribir en esta novela.

Muchas gracias por todo su apoyo y ¡no puedo! Joder voy a llorar, ya empecé a moquear.

Las quiero mucho son las mejores del mundo y espero que hayan disfrutado de esta novela tanto como yo.

Estoy abierta a sugerencias ;)

Hasta la próxima novela que se me ocurra…

Adieu…