Capítulo 1

Si les digo, que me desperté con la luz del sol que se filtra a través de mi ventana les mentiría, de hecho, me desperté por los gritos de mi abuela Carlota, seguro gritándole a papá para que despertara de su sueño etílico. Siempre es lo mismo, todos los días a la misma hora podías escuchar a mi abuela gritarle al "Papucho" que dejara de estar echao' sin hacer un coño, a pesar de que papá trabaja como burro todo el año para darnos el sustento; podrán pelear todo el tiempo, pero esos dos no pueden vivir separados, mi abuela ama demasiado a su hijo.

Para que sepan quién soy pues soy Carolina del Valle Pérez Morales, tengo veinte años, vivo en Venezuela en la Isla de Margarita. Vivo en una casa donde habitan todos mis familiares ¡Casi treinta personas! Conformados por todos mis tíos y tías con sus respectivas familias, y obviamente mi padre, mi abuela y yo, antes de que pregunten... no, no tengo mamá, ella murió cuando yo estaba pequeña por culpa de un autobús que la atropelló. Les contaré de ellos luego, son demasiados y ya voy tarde al trabajo; me entretuve hablando paja otra vez.

Me levanto de la cama tratando de no despertar a mis adolescentes primas; y sí, tengo que compartir mi habitación con tres personas más. Camino de puntitas hasta mi armario para tomar la ropa que me pondré hoy, un bluejean y una camiseta color negro, con eso me basta. Cuando salgo de la habitación me dirijo al baño y ya veo la enorme fila para esperar ¡Cómo no! Si el tío Carlitos en las mañanas siempre dura como cinco horas en el baño defecando o como él dice enviando un fax. Decido ir a desayunar mientras la fila se aminora.

Entro a la cocina y observo a mi abuela Carlota sirviéndole el desayuno a mi padre Luis Mariano "el papucho", un hombre robusto y alto, intimidante para el que no lo conoce, un pan de Dios para los amigos.

- ¡Buenos días! Bendición abuela. Bendición apa'.-Los saludo a los dos con un abrazo y un beso. Así de cariñosos somos.

- Dios me la bendiga mija ¿Cómo amaneció?-Dijo mientras seguía haciendo las arepas para el resto de la familia.-¿Ya quiere comer?

- Si abue, así voy ganando tiempo mientras espero que el tío Carlitos salga de su trono.-Me siento al lado de papá y le doy un beso en la mejilla, mientras veo que aún está jartándose la arepa.

-Mija, le voy a mandar al jefecito suyo una tortica que hice de auyama, y me le dice que le agradezco ese aumento que me le dio. Nos ayudó pa' compra' la harinita que nos hacía falta.-Con sólo mencionarlo ya me arde el rostro ¡¿Es que es ajuro que tiene que mandarle torta?! Si en el trabajo me acerco a él y es porque es necesario, pero para algo más me pone demasiado nerviosa.

Les explico, mi jefe el señor Sergio Hidalgo, es un hombre de 35 años muy pero MUY atractivo y encantador, dueño de una red hotelera en casi toda América Latina; digamos que desde que comencé a trabajar para él a los dieciocho años tengo una especie de enamoramiento platónico. Y es que se quedará en platónico, porque el condenao' sale con sendas mujeres; que a comparación de mí, una chica de apenas veinte años con apariencia de quince, no les llego ni a los talones.

Así que me conformo con suspirar como tonta a escondidas e ignorar esas maripocitas que siento en el estómago cada vez que me acerco a él. Pero de acercarme a él para agradecer algo que se supone me merecía, ya es como mucho para mí y mis emociones.

- Abuela no es necesario llevarle nada, me lo merecía por mi desempeño laboral.-

- Ay mija recuerde, que en ésta vida siempre hay que agradecer; así que uste' le lleva la vaina esa y punto.-No podía hacer nada, discutir con mi abuela es como discutir con la pared; pues ni modo ¡Carolina! Hoy le harás una entrega especial al jefesito.

- Ya abue está bien, le llevaré la bendita torta.-Me levanto de la mesa después de desayunar y me voy a terminar de arreglar, ya he perdido bastante tiempo.

Ya en la parada de autobús espero a que llegue el que me corresponde. Unos cinco minutos después llega y está a reventar de pasajeros, no me queda de otra que subirme igual, no me puedo dar el lujo de esperar más, me faltan diez minutos para entrar al trabajo. Subo y me toca ir de pie, les puedo decir que no cabe ni un alma, lo peor es que ¡se siguen subiendo más personas! Típico de los buseteros. Veo que ya estamos cerca de mi parada y procedo a pagarle de una vez al chofer.

-¡Parada! ¿Tiene cambio de cincuenta?-El pasaje está en cincuenta bolívares pero no tengo más sencillo.

-Perdón mi reina pero no tengo sencillo.-Bueno, ya que.

-Ta' bien, déjelo así.-Me bajo y literalmente voy corriendo para cruzar la calle, aprovechando que el semáforo está en verde para los peatones. Cuando voy a mitad de ésta tengo que saltar hacia atrás porque un mototaxista decidió saltarse el pare.

-¡LLEVAME CONTIGO DESGRACIAO'!-Son peligrosos estos mototaxistas, te descuidas y ¡Pum! Aparecen de la nada.

Por fin llego al hotel "Sun and Sand", mi lugar de trabajo dónde me desempeño como asistente de Sergio... sip, es horrible estar enamorada de alguien y tener que verla todos los benditos días. Entro al lobby, que por cierto es impresionante y hermoso, saludo a Marta la recepcionista y subo por el ascensor. Al fin llego al último piso que es donde se encuentran todas las oficinas del directivo del hotel.

¡Bien! sólo tengo dos minutos de retraso, tengo tiempo de llevarle el café a Sergio y repasar su agenda de citas para hoy; espero que no se moleste conmigo, odia mucho la impuntualidad.

Voy directo a la máquina de expresso y le preparo el café como le gusta bien cerrero, y así aprovecho de darle la torta que mi abuela le mandó. Ya con el café, la agenda y la torta en manos voy a su oficina.

Al casi llegar a la puerta, ésta se abre dando salida a María Jose; o como yo le llamo "La transformer" por sus nombres, ya saben... María y José, yo me imagino a una mujer con barba. Es la novia de turno de Sergio y... la odio. Es totalmente odiosa y pedante, me restriega siempre que ella sí tiene amoríos con Sergio y yo no. No sé como supo que me gustaba pero la verdad no me importa, yo sólo la ignoro.

Termina de salir y me ve con repugnancia al pasar por mi lado, yo sólo la observo inexpresiva. Uff no soporto a la sifrina esa. Salgo de mis pensamientos y me adentro a la oficina para conseguirme a Sergio acomodandose la camisa de vestir,  ya todos sabemos que aquí hubo chacachaca...

-Buenos días señor Hidalgo, aquí tiene su café.-Le paso el café, actúo como si no sé  que acaba de pasar, mejor así, nos evitamos incomodidades y secretamente me evito las ganas de llorar y golpearlo por ser tan bello e inalcanzable para mí.

-¡Carolina! Buenos días, gracias por el café, ya me hacía falta.-Se acerca a mi para tomar el café. Coño e' la madre, ¡Carolina no te vayas a desmayar!

-Emmm ¿Señor? M-mi abuela l-le mandó un postre de agradecimiento por el aumento de sueldo que me dio, y-y pues... gracias.-No puedo verlo a la cara, siento que sabrá que me gusta. Pero a la vez quiero ver su expresión, así que... a la verga con todo, lo voy a ver

Tiene una expresión de felicidad y eso si que me desconcierta, el es una persona agradable con todo el mundo pero nunca vi en él una expresión como de... ¿ternura?

-¿De verdad? No se tenía que haber molestado, pero acabas de descubrir mi debilidad.-¡Ay mamá! Se está acercando, ¡alejate! ¡Shuu shuu! ¡Sale!

-Y... ¿Me vas a dar mi dulce? ¿O te vas a quedar allí todo el día?-Habla bastante cerca de mí, Ay virgencita ¡ayúdame a no morir en éste momento!

-S-si aquí tiene, espero le guste la torta de auyama, la hizo mi abuela Carlota especialmente para usted. Ella a veces cocina dulces para mi familia en casa, pero la situación del país no nos permite comprar los ingredientes. Mi favorito es el dulce de leche y el golfeado ¡son una delicia! Tiene que probarlo. También tiene que probar...-No termino mi vómito verbal porque se está riendo a carcajada suelta ¡que pena! Ésto solo me sucede cuando estoy muy nerviosa y ahora mi jefe/amor platónico se está burlando de mí. Ya puedo sentir mi rostro arder.

- Tranquila Carolinita, me encantaría probar algún día esos dulcitos de la señora Carlota. Y respondiendo a su primera pregunta.-Dice mientras se acerca un poco más a mí.-Me encantan las tortas de auyama...-Y muerde sensualmente la torta y... creo que morí.

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¡Hola mamasitas! Ésta es mi primera historia ( Yo solita ) que escribo, espero les guste tanto como a mí éste nuevo proyecto.

Aquí quiero reflejar una "vida cotidiana de los venezolanos" y parte de nuestra cultura, por lo tanto, al final de cada capítulo haré un glosario con las palabras y frases venezolanas que no entiendan.

Quiero agradecer también a las personas que me están apoyando para escribir esta historia, a mi madre hermosa, a mi gran amiga Auribiris @AustenKing y a mi ¡Primera fan!  UnicornSilvG que es la primera personita que comentó.

Otra vez, gracias por el apoyo.
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Glosario:

•Echao': Término para decir acostado, o "esparramado" en alguna superficie como una cama o mueble.

•Coño: En otros países hace referencia a la parte íntima de la mujer, en Venezuela se utiliza para referirse a un objeto. En otros casos se puede utilizar para hacer énfasis en una oración negativa, ejemplo: ¡Te dije que no iba a hacer un coño!

•Apa': Significa papá pero de una manera coloquial.

•Mija: Hace referencia a "mi hija" pero acortando y uniendo la frase.

•Arepa: Desayuno típico de Venezuela en forma de circulo, la cual se prepara con harina de maíz. ( Quien no ame las arepas es chavista xD )

•Jartándose ( Jartar/Hartar ): Referencia a atiborrarse de comida de una manera poco agraciada.

•Ajuro: Palabra que usamos para decir si es necesario hacer tal cosa.

•Condenao': Condenado.

•Sendas: Algo grande, impresionante, despanpanante.

•Buseteros: Choferes de autobuses, en Venezuela algunos les llaman "busetas" a los autobuses pequeños.

•Sencillo: Término que se utiliza en Venezuela para hacer referencia al cambio en dinero.

•Vaina: En Venezuela hace referencia a "cosas" u otros términos, ejemplo: Esa vaina no me vuelve a pasar.

•Mototaxista: Choferes de taxis motorizados.

• Cerrero: Término que utilizamos para decir que el café quedó fuerte.

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