8 - Amor a Primera Vista.
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— No puedo creer que lo lanzaras al agua — Aonung llegó a mi lado.
Hacía ya varios minutos de eso, justo ahora estábamos nadando tranquilamente en una parte casi al extremo del arrecife.
— ¡Me sorprendiste! ¿Qué esperabas que hiciera? — cuestioné mientras llevaba mis manos a mi rostro para evitar que notara mi vergüenza.
El rió de manera escandalosa haciendo que los demás nos miraran por unos segundos.
Neteyam estaba no muy lejos, de milagro no había escuchado mi conversación con mi hermano.
— Y hace un par de días te negabas a entrometerte tanto con él, estoy seguro que si no hubiese estado ahí, ambos habrían pegado sus bocas — dijo en tono burlón mientras con ambas manos simulaba un beso, claramente hacia eso con intensión de molestarme.
Lo estaba consiguiendo.
— Si no lo olvidas, juró por Eywa que te arrancaré la cola a mordidas — advertí — Aléjate un rato y déjame nadar a mi gusto con tranquilidad — sin decir más, nadé lejos de él no sin antes darle un empujón.
Nadé un rato en la superficie sin prestarle atención a los demás a mi alrededor, así hasta que me aburrí un poco.
Prontó me enderecé un poco y con la vista busqué al mayor de los Sully, pronto lo encontré, estaba no muy lejos mirando a lo que deduje, era la nada.
Reí un poco por la expresión en su rostro que claramente daba a entender que estaba atrapado en sus pensamientos.
Me sumergí unos metros bajo el agua y nadé por debajo de todos, pronto me posicioné debajo de Neteyam.
Me acerqué un poco y tiré levemente de su cola.
Por un momento tembló, con curiosidad introdujo su rostro bajo el agua y tras verme regresó su cabeza a la superficie.
Quedé confundida pero unos segundos después, el Omaticaya se sumergió por completo y nadó hasta mi.
Le tendí una mano, al tomarla comencé a nadar más profundo y le llevé conmigo, el no se opuso.
Unas vez que estuvimos donde me pareció correcto, me detuve.
Quedé frente a él.
Llevé mi mano libre hasta su pecho, justo en el sitio donde se encontraba su corazón.
Le hice una seña, esperando que me entendiera, así lo hizo.
Y como ya había logrado una vez, de nueva cuenta, su corazón latió lento y calmado.
Algo como esto le ayudará a retener el aire por más tiempo, por ende, podrá estar más bajo el agua.
De repente tomó mi mano izquierda, la que se encontraba en su pecho y la arrastró sobre su piel hasta llegar a su rostro, finalmente la detuvo sobre su mejilla.
Su mano permaneció encima de la mía aún en su rostro, restregó un poco su mejilla en mi palma y entonces dirigió sus ojos hacia mí.
No esperaba una expresión como esa y claramente me dejó sin aliento por unos segundos.
Ante esto, sentí la necesidad de no quedarme atrás.
Mi otra mano soltó la suya y fue a parar en su otra mejilla.
Acerqué mi rostro al suyo y dejé que mi nariz tocara la suya, las refregué un poco y me quedé así unos segundos, entonces me alejé un poco para verle y sonreír.
De repente dejó escapar todo el aire que al parecer estaba guardando y de paso tragó agua.
Lo tomé por uno de los brazos y con rapidez lo llevé conmigo hasta la superficie.
Salimos de repente asustando a Tuk y Kiri de paso.
— ¿Qué pasó? — mi hermana y Lo'ak se acercaron con rapidez, el chico fue donde su hermano para golpear un poco su espalda y riéndose de paso.
— Tragó agua — respondí con simpleza — Aun estamos practicando eso de aguantar el aire bajo el agua, ya sabes — ella asintió entendiendo.
— Creí que ya lo tenía — dijo el mayor de los Sully cuando finalmente había sacado toda el agua de sus pulmones.
— Pues tendremos que seguir practicando — dirigí mi vista al cielo, comenzaba a oscurecer — Volvamos ya, hoy quiero dormir temprano y descansar — nadie se opuso así que nadamos de vuelta y pronto llegamos hasta la tribu.
— Mañana les enseñaré a hacer las canastas que utilizamos para recoger frutilla — avisó mi hermana mientras señalaba una que estaba no muy lejos en el piso.
Todos mostraron interés.
Pronto nos despedimos y cada quién fue a su hogar a dormir.
Apenas tocar el suelo, cerré mis ojos y nada de lo que me había atormentado en días atrás me invadió.
Pude dormir tranquila e incluso tuve un sueño, uno dónde nadaba tranquilamente en el arrecife, junto a mi se encontraba Neteyam tomando mi mano.
Todo igual al día de hoy.
(...)
Neteyam.
— ¡Esto es muy difícil! — mi hermano se encontraba frustrado, porque por más atención que le prestaba a Tsireya, no lograba hacer bien el tejido de la cesta.
— ¿De qué estás hablando Lo'ak? ¡Es muy fácil! — Tuk mostró con alegría el avance que llevaba, junto a ella, Kiri también presumía de su cesta a medio hacer.
Yo por mi lado, aun me encontraba batallando para entender como exactamente hacer el tejido.
Al menos no se me habían enredados los dedos entre el material como a Lo'ak.
— Lo estás haciendo bien, solo presta atención al patrón que debes seguir — me ánimo _____ — Y no te preocupes, este trabajo suele ser un poco trabajoso para los hombres debido al tamaño de sus dedos — intentó explicarme.
Fácilmente me distraje y ahora, al igual que Lo'ak antes, tenía los dedos enredados en mi cesta a medio empezar.
La chica frente a mi rió dulcemente.
— Descuida, ya te ayudo — llevó sus manos hasta las mías y suavemente comenzó a desenredar todo.
Su toque es tan delicado.
Su piel tan suave.
Mi atención completa fue a su rostro, ella estaba concentrada en mis manos y los nudos.
De vez en cuando me daba una pequeña mirada y volvía a lo suyo.
¿Será irracional? ¿Caí tan rápido? ¿Fue a primera vista? ¿Se siente ella igual?
Todas esas preguntas dejaron de importar cuando me sonrió.
— Lo tengo —.
Claro que lo tiene.
— Y ya, estás libre — expresó — Te explicaré desde cero.
(...)
_____.
— ¿Cómo sería todo si las personas del cielo no hubiesen decidido volver? — el mayor de los sully se encontraba a mi lado mirando como el sol comenzaba a irse.
— Tú y yo nunca nos habríamos conocido — respondí con simpleza — Tú y tu familia nunca habrían tenido la necesidad de venir a buscar ayuda con la tribu del agua, así que talvez estarías por ahí columpiandote en una liana o cumpliendo con las obligaciones de un líder digno del clan Omaticaya.
Giré a ver al chico a mi lado, quien ya no miraba el horizonte, sino el agua que golpeaba de repente la roca en la que estábamos.
— No puedo imaginarlo — pronunció, entonces alzó la vista y me miró — No puedo pensar en algo más horrible que no conocerte nunca.
Yo claramente podía pensar en cosas más horribles que esas.
Pero no pensaba arruinar el pequeño momento con la realidad.
— Dime — volvió a hablar — ¿Sigues sin creer del todo en el amor a primera vista? — lentamente su mano tomó la mía e igual que el día anterior, la llevó a su mejilla y me miró mientras se refregaba delicadamente contra ella.
No había forma de que pudiera contestarle, pues su mirada puesta en mi hacía que no pudiera emitir palabras coherentes.
— ¡_____! ¡Mamá quiere que consigamos algunas cosas para ella! — esa era mi hermana llegando sobre su Ilu, al verme junto a Neteyam se avergonzó un poco — Oh, yo...lo siento, no quería interrumpir...
— Descuida — negó con un poco de pesar.
Se puso de pie y me ayudó a hacer lo mismo.
— Deberías ir, también veré si papá o mamá necesitan algo antes de ir a dormir — asentí algo dudosa.
(...)
Neteyam.
— Entonces...¿Qué sucede? — mi padre llegó y se sentó a mi lado.
— ¿A que te refieres? — le miré confundido.
— Bueno, seré sincero, suelo ser un poco denso para este tipo de temas, pero tu madre me dijo que tenías problemas con tus sentimientos y con cierta Metkayina — explicó brevemente, al instante me tensé, nunca pensé que hablaría de algo como esto con mi padre.
— No...yo...—
— Puedes hablar hijo — me interrumpió — Sé que a veces puedo ser duro y un poco mandon, talvez algunas veces no presto mucha atención, pero sigues siendo mi hijo y me preocupa cómo te sientes — sonreí un poco por sus palabras.
— Es algo, difícil de explicar...— comencé — Yo...al inicio no quería que abandonaramos nuestro hogar, realmente lo amaba y lo sigo haciendo, apenas llegar a esta tribu, quería darme la vuelta y volver...entonces...ví a _____ y yo...no sé, sentí una conexión que ni siquiera puedo explicar, mi corazón latió fuerte cuando la miré sonreírme y aún ahora, cuando estoy junto a ella, mi corazón late como loco, ella parece no ser indiferente pero...parece que es muy cautelosa, sobre todo por el hecho de ser hija del líder de la tribu y por tener que casarse con quién mejor se ajuste a su labor...
Mi padre guardó silencio un rato pensando.
— Bueno, talvez para ti es difícil, pero para mi, todo lo que sientes es claramente amor, así como tú, sentí una conexión con tu madre desde el principio y mira que la tenía muy difícil, también era la hija del líder de la tribu y yo, bueno, un humano, un invasor, ¿Entiendes? — asentí, claramente mi padre tuvo más complicaciones que yo — Y tú madre ya estaba prometida, Tsu Tey era el Navi elegido como compañero para tu madre, hasta que llegué yo, no me importó que ya hubiese alguien elegido para ella, sino que ella me eligiera a mi — puso una mano sobre mi hombro — Y _____ aún no tiene un compañero designado — me animó — Recuerda también de quién eres hijo, la Tsahik del clan Omaticaya y de Toruk Makto — sus palabras claramente me hicieron sentir mejor.
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