26. Sin perdón

Jimin POV.

Con Jungkook nos quedamos sentados en la cama luego de habernos colocado rápidamente nuestras ropas con los gritos de Wooyoung y Yugyeom en el pasillo fuera de la habitación.

Nunca les habíamos escuchado pelear así.

Ninguno de los dos quería meterse porque era algo delicado entre ambos, ya venían comportándose de esa manera desde hacía unas semanas, habían cambiado su forma de relacionarse. Yugyeom le invitaba a salir, y aunque me pareciera algo inconcebible al principio, efectivamente la bestia se había interesado por alguien y lo estaba demostrando.

Tenía mis dudas al principio, aunque Yugyeom trataba a Wooyoung de una manera diferente en comparación a los demás, yo estaba convencido de que alguien como él jamás podría interesarse por alguien más. Pero al final, una sensación de familiaridad me hizo darme cuenta que esa situación la había vivido incluso en carne propia, porque Jungkook solía ser así.

De todas formas, yo jamás sería capaz de ver a Yugyeom como un ser humano sintiente, para mí era alguien que no merecía perdón alguno por lo que había hecho, pero ver a mi lado a Jungkook preocupado por la situación de esos dos me hacía replantearme algunas cosas.

Wooyoung me había dicho que ni él comprendía lo que sucedía en la cabeza de Yugyeom, pero poco a poco, éste último dejaba ver todo lo que había debajo de esa actitud petulante.

- ¡No sé qué más quieres que haga! – la voz gruesa penetró a través de las paredes del cuarto, llegando hasta nuestros oídos - ¡Dime! ¡¿Qué demonios tengo que hacer?!

- ¡Te he dicho que está bien! ¡Te he dicho que lo estamos intentando!

- ¿Intentando? ¿Si quiera lo estás haciendo? – podíamos escuchar la voz del azabache muy claramente así como el enojo y desesperación en su tono.

- Lo estoy haciendo, estamos saliendo, estamos viendo si funciona...

- ¡Nunca funcionará así, Wooyoung! ¡Nunca funcionará si no... - dejamos de escucharle. Jungkook y yo nos miramos, expectantes y nerviosos - ¿Por qué no puedes hacerlo? ¿Por qué no puedo convencerte de dejar esa mierda de trabajo? – y ese era el foco de su discusión.

- Sabes que necesito el trabajo, Yugyeom, y de todas formas deberé dejarlo temporalmente para rehabilitarme.

- ¿Hasta eso tuviste que llegar para finalmente dejarlo? ¡Te he dicho que podía conseguirte otro! ¡Tú eres quien no quiere cambiar!

- ¡¿Crees que puedo irme así sin más?! ¿Crees-

- ¡Lo mismo dijiste de la puta heroína! – soltó en un grito interrumpiendo lo que el otro estaba diciendo – Dijiste que no podías, que no era fácil, pero fue suficiente que Jungkook-

- ¡Deja de meter a Jungkook en esto! No quiero... no quiero que sigas metiéndole en todo...

Fue en ese momento que nos acercamos a la puerta, apoyándonos un poco contra la pared. No sabíamos si debíamos salir para intentar calmar las aguas o simplemente dejar que se desahogaran.

- Ahí vas de nuevo... - Yugyeom sonó irritado – Te dije mil veces que lo siento... te dije que no me siento orgulloso de eso... ¿Qué más tengo que hacer?

- ¿Crees que se arregla con una disculpa?

- ¡No lo sé! – gritó, provocándome un fuerte estremecimiento - ¡Dime tú! ¡Dime cómo arreglarlo!

- ¡No puedes arreglarlo, Yu! ¡Eso no se arregla! ... No entiendes nada... ¡Nunca lo entendiste!

Eso fue lo último que escuchamos antes de oír un estruendoso golpe propagarse por todo el pasillo. Con Jungkook nos alarmamos y sin pensarlo abrimos la puerta para salir a ver qué había sido eso. Wooyoung estaba a un lado de la puerta, mirando al frente, hacia donde Yugyeom estaba apoyado con sus puños contra una de las puertas del pasillo.

- ¿Entonces, para qué demonios... me das esperanzas si no tengo ni una maldita chance? – arrastró de manera lúgubre las palabras y todavía manteniendo sus manos contra la madera y su cabeza baja - ¿No puedes dejar de ser un cobarde y decirme que no me quieres?

- Yo te quiero...

- Si realmente lo hicieras no me mirarías de esa manera – finalmente mostró su rostro, y nunca pensé que tras su expresión de rabia podría llegar a ver una señal de dolor – Si me quisieras me darías una oportunidad...

- Te la estoy dando – Wooyoung parecía demasiado abatido con lo que ocurría, a pesar que su rostro se mostraba serio y firme, sus labios temblaban y sus ojos emanaban inseguridad.

- No basta sólo eso, Wooyoung. Porque si no me perdonas no hay nada que podamos hacer para que esto funcione. Si no me quieres no puedo hacer nada, si no estás dispuesto a dejar ese trabajo de mierda por mí, entonces estamos perdidos – sólo en ese instante viró sus ojos hacia nosotros - ¿Y ustedes qué mierda miran?

Para esa altura lo único que hizo fue dirigirse en nuestra dirección únicamente para pasar de nosotros tres, alejándose por el pasillo y dejando a Wooyoung mirándole alejarse, pero no hizo mucho más, no buscó detenerle ni tampoco dijo nada hasta que Jungkook habló.

- ¿En serio vale la pena que hagas esto?

- Me cuesta, Kook.

- Lo está intentando, Woo. Pero si te lastima el tenerle cerca... entonces ya déjale.

Los ojos de Wooyoung se llenaron de lágrimas, y al parpadear fuerte éstas cayeron mojando sus mejillas.

A veces todo era más difícil de lo que podíamos imaginar.

Nos acercamos a él y le abrazamos mientras intentaba calmar su respiración y el llanto que permaneció por varios minutos soltando todo lo que le afligía y venía guardándose. Nunca le había visto llorar así.

Aquel día había sido demasiado tenso. Tal y como Jungkook había expresado, no sabía cómo terminaría lo que fuera que esos dos se traían juntos. Yo estaba preocupado por Wooyoung, lo que fuera que sentía por Yugyeom le tenía en una hélice interminable lejos de poder encontrarse con un poco de paz.

Intentaba estar con Yugyeom, pero el rencor dentro suyo no le permitía abrirse completamente a los sentimientos que el otro tenía por él. Eso era lo que parecía desencajar a Yugyeom, el pensar que tenía el paso libre hacia su corazón pero terminaba chocándose con las puertas cerradas en alguna instancia del trayecto.

En cierto punto prefería no opinar del tema, no pensaba que Wooyoung debiera salir con alguien como él, ni si quiera darle una oportunidad.


Jungkook suspiró mostrando su gran agobio frente a la situación. Estaba con su mirada puesta en la comida frente a él, sobre la mesa donde habíamos decidido sentarnos para comer algo juntos.

Acaricié su mejilla, esperando que se sintiera un poco mejor con el gesto.

- ¿Qué es exactamente lo que te preocupa? – indagué mientras llevaba un trozo de comida con mis palillos hacia mi boca.

- Sólo quiero que ambos estén bien.

- ¿Ambos? Me sorprende lo bueno que eres con Yugyeom... - solté sin esconder mi molestia.

- Sólo quiero que Wooyoung tenga a alguien.

- ¿Y crees que Yugyeom es el indicado? – solté un corta risa algo incrédula – Hay miles de hombres en el mundo.

- Lo sé... por momentos le detesto pero... él lo intenta – su mirada me hizo sentir curioso, había algo detrás de sus ojos, algo que mantenía guardado y no estaba compartiendo conmigo – No lo sé, siento que merecen una oportunidad, como nosotros.

Permanecí en silencio, intentando encontrar las palabras indicadas para expresar mi desacuerdo. Algo de ahí hacía ruido en mi cabeza, sobre todo viendo la mirada culposa de él, su postura cabizbaja y lo tan vacilantes que sonaban sus palabras.

- Ellos no son como nosotros, Kook. Yugyeom-

- ¿No tiene una oportunidad? – me cortó en seco. Me observó expectante, intrigado por saber qué pensaba.

- No se trata de si la tiene o no. Se trata de si la merece o no, y no creo que la merezca. Lo que hizo no tiene justificación ni perdón, tendría que haberlo pensado antes.

- Todos debimos de haber pensado antes lo que hacíamos...

- No es la misma situación. No cualquiera puede ir y abusar de alguien así como así, Jungkook.

Mi punto era, ¿Qué tan sano era permitirle a alguien como Yugyeom la oportunidad de ser una persona normal? ¿Realmente podía hacerlo? No importaba qué clase de relación tenía él con Jungkook y Wooyoung, indiscutiblemente él era un criminal, andaba detrás del tráfico de drogas y además había violado a alguien. Vaya a saber qué otras cosas había hecho.

Aun así, noté que había sido muy brusco cuando Jungkook bajó la mirada al plato de comida, el cual no había tocado aún. Solté el aire de mis pulmones, reprochándome internamente por ser tan impulsivo y no detenerme a pensar en cómo se estaba sintiendo él al respecto o del por qué intentaba ser tan compasivo con Yugyeom.

- Cariño... lo siento.

- No – negó con la cabeza – tienes razón. Supongo... que estoy tan mal que no puedo discernir entre lo que es correcto y lo que no – una sonrisa apenada se dibujó en sus labios y aquello me hizo sentir terrible.

- No es eso – tome sus manos con las mías, dándole pequeñas caricias con mis pulgares – No estás mal, eres muy bueno, Kook. Tienes un corazón muy grande por poder ver más allá del odio y el dolor... - me mordí el labio, sintiéndome mal por haberle hecho sentir equivocado – Soy yo quien no puede aceptarlo... pero no debes buscar sentirte diferente, si es lo que sientes y lo que piensas, en serio está bien – inhalé profundo y exhalé, en un intento por despejar mi cabeza – De todas formas, esto es algo que sólo Woo puede solucionar, él decidirá en algún momento qué quiere hacer al respecto.

Asintió con su cabeza, aún un poco quedado.

Me dejaba llevar por mi enojo, me cegaba con el odio que me invadía cada vez que pensaba en Yugyeom. Cada que le veía no podía evitar pensar en lo que le había hecho a Jungkook, la horrible fotografía que me había mostrado azotaba mi consciencia. Era algo que jamás podría digerir y tragar. No podía dejarlo ir, incluso a pesar de que quien había sido la víctima de tal atrocidad parecía haberlo dejado ir para permitirse sanar, y eso era, en realidad, lo mejor que podría haber hecho Jungkook.

Le admiraba, porque yo no poseía la misma capacidad de perdonar y tener piedad por quienes me habían lastimado o hecho cosas horribles. Al final, yo no perdonaba a Yugyeom y permanecería con la amargura y la pesadez en mi pecho por no poder dejar ir esa espina incrustada en mi corazón.

Jungkook necesitaba perdonarle, necesitaba poder dejar ir eso como un mal recuerdo que ya no tenía importancia en el presente. Quizás en algún momento yo pudiera aprender eso de él, porque en primer lugar fue mi rencor y odio cegador lo que me privó de la verdad por mucho tiempo y me alejó de Jungkook.

En fin, habían pasado sólo dos días desde que Jungkook me había sorprendido en la parada del bus que tomaría para ir a mis clases, diciéndome que me elegía, que decidía estar conmigo y dejar de lado todo lo malo que habíamos pasado, haciéndome saber que sus sentimientos por mí seguían allí.

Me sentí increíblemente feliz cuando sentí que él volvía a aceptarme, porque sentir que me había perdonado había sido mi salvación, me había vuelto la vida al cuerpo y había esfumado parte de mi dolor.

Y tenerle allí frente a mí, compartiendo un momento tan común y corriente como estar comiendo juntos era sin dudas algo que me llenaba de alegría.

Desde ese momento en adelante haríamos que todo valiese la pena, y por sobre todo habíamos prometido ser sinceros el uno con el otro, y lucharíamos frente a cualquier cosa que intentase separarnos.

Era un nuevo comienzo para ambos.

Seguíamos intentando resolver las cosas a las que aún no le habíamos hecho frente, y me encontré en el inevitable lugar de intentar que él mejorara en varios aspectos. Quería ayudarle y apoyarle en lo que me fuera posible.

Fue así como una mañana, desayunando juntos en un parque cercano a la pensión, decidí tocar un tema sensible pero que no podía seguir extendiendo por más tiempo la falta de plática al respecto.

Sabía que era lo correcto hablar de ello y que a como diera lugar Jungkook debía tomarlo con calma y entenderlo. Tenía la suficiente confianza como para animarme a dar un paso hacia delante y tomar cartas en el asunto, siempre y cuando diera el tiempo a Jungkook de asimilar las cosas, no quería agobiarle ni darle un peso demasiado grande para él, pero era un tópico que realmente me preocupaba.

Estábamos sentados sobre el césped de un parque comiendo unos sándwiches que habíamos comprado en un almacén, acompañándolos con algo de jugo de naranja.

- Cariño...

- ¿Hmm? – respondió con la boca llena. Parecía tan relajado y tranquilo que me sentí algo culpable por traer tal tema a colación. Él estaba compenetrado en devorarse el sándwich como el niño que era cada que se trataba de comida.

- ¿Puedo hablarte de algo? – llamé su atención de esa manera, así que dejó lo que estaba haciendo para verme e intentar interpretar mi mirada, que al parecer no le trasmitió demasiada seguridad.

- ¿Sucedió algo malo?

- No, no – hice una seña con las manos para que no pensara eso – Es sólo que hay algo que me preocupa y creo que es hora de hablarlo.

Limpió sus manos con una servilleta y dejó sus manos posadas sobre sus piernas cruzadas. Su rostro expresaba intriga y un indicio de preocupación. Sabía que la situación estaba medio extraña y que yo quería hablar de un tema serio, probablemente le carcomía la cabeza el pensar en qué podía ser.

- ¿Hace cuánto tiempo no te acuestas con Wooyoung y Yugyeom? - la pregunta pareció descolocarle y no era para menos, pareció recalcularlo unos segundos, pero luego respondió sin pretextos.

- Creo que... dos meses, un poco más quizás... - respondió vacilante.

- ¿Te has cuidado con ellos?

- Sólo las últimas veces...

- ¿Y lo has hecho con otros? – pregunté y recibí un asentimiento como respuesta - ¿Te cuidaste? – y una negación ahora. Suspiré, dándome el tiempo de pensar en lo siguiente que diría, pero él se apresuró.

- Eres el único con el que lo he hecho este último tiempo...

- Kook, entiendes que no puedes estar sin saber si alguien te contagió algo, ¿cierto?

No respondió nada a eso, su postura cabizbaja ya me hacía saber suficiente. Él sabía que era una situación complicada y que debía tomarse con responsabilidad. Era necesario que pudiera hacerse estudios para quitarse la duda, porque por lo que yo sabía él había tenido sexo con otros hombres en repetidas ocasiones y sin protección, y eso sólo podía significar un alto riesgo de contraer una enfermedad.

Aunque la simple idea me hacía sentir mal porque me dolía el imaginarle estando con otra persona, más me afectaba lo tanto que se había descuidado a sí mismo, a tal punto de no importarle su salud en lo absoluto.

- Yo estoy... dispuesto a acompañarte a hacer una consulta clínica – con decir aquello me alarmé al notar su expresión de miedo y lo primero que pensé en hacer fue en transmitirle tranquilidad – No es la gran cosa, en serio, las pruebas no son complicadas, y-

- ¿Qué sucede si tengo algo?

- Hay tratamientos, Kook, los doctores sabrán asesorarte, no tienes que tener miedo, no llevas demasiado tiempo haciendo esto así.

- Pero... - iba a objetar algo, pero se quedó callado mientras su mirada perdida se iba más allá de donde yo estaba por unos segundos.

- ¿Pero...?

- Yo... no me cuidé siempre, exactamente... con las mujeres tampoco... ¿Cómo sé que... no te pasé nada a ti antes? – su voz quedada y ojos angustiados mostraban su súbita preocupación.

- Me hice un test hace un tiempo – aquello pareció sorprenderle – Ya me había hecho uno en el pasado. Ahora, en este momento, sé que no tengo nada – sus facciones se relajaron, encontrándose un poco más calmado – Pero debes hacerlo, cariño. Quedan días para que entres a rehabilitación y eso será otra historia – él asintió con tranquilidad, aceptando lo que le decía y eso me hizo sentir más tranquilo – Y Woo también debería venir con nosotros.

- Eso díselo tú, a ti te hará caso – sonreí por eso, y asentí en respuesta.

Fue así que a la mañana del día siguiente Wooyoung, Jungkook y yo, estábamos a la espera de ser atendidos en la sala de estar de la misma clínica que íbamos siempre por la madre de Jungkook, sólo que estábamos en otra parte del edificio, donde se encontraban los laboratorios de diagnóstico.

Me las había ingeniado para poder llevar a esos dos lo más rápido posible, dependiendo de las pruebas que fueran a hacerles, podían tardar minutos, horas, o días en darles los resultado. Quería cerciorarme de que ambos pudieran entrar en rehabilitación sin tener cuentas pendientes.

Ambos estaban nerviosos, lo podía notar por lo callados que se encontraban. El estar en una sala de espera nunca era demasiado grato, la ansiedad le atacaría a cualquiera, pero peor era en una situación tan determinante como la de esperar resultados por un diagnóstico positivo o negativo.

Sostuve las manos de ambos mientras permanecíamos sentados, incluso aunque sudaban, no se las soltaba. Yo estaba tan nervioso como ellos, lo único que podía hacer era implorarle al universo que ambos estuvieran sanos.

Ni si quiera habían sido atendidos aun, así que nos restaba un tiempo indefinido por delante, a los tres nos carcomía la cabeza, ni si quiera podíamos hablar de nada.

A pesar de que la experiencia no era agradable, estaba tranquilo de que al menos habíamos dado un paso adelante. Wooyoung no se había resistido, aceptó sin decir nada, pero le había generado bastante incomodidad la situación cuando se la planteé.

- Yo... generalmente es una regla en mi trabajo, supuestamente todos los clientes deberían usar condón con nosotros... pero algunos pagan una gran cantidad extra para tener el paso libre a hacerlo sin condón. Eso no lo decido yo.

Era inevitable la sensación ácida detrás de mi garganta y la impotencia que corroía mis huesos con el simple hecho de pensar en las cosas que Wooyoung y otros chicos pasaban. Se me hacía imposible de comprender cómo había personas capaces de utilizar el cuerpo de alguien más a su antojo, como si fuesen simples objetos que podían utilizar y luego desechar.

No eran objetos, eran vidas humanas y con sentimientos. Pero a nadie parecía importarle, por lo que Wooyoung contaba, su jefe se mofaba de que "Ésta es la decisión de mis chicos, aquí nadie les obliga a hacer nada". Me dolía que Wooyoung estuviera de acuerdo con eso, porque nadie le daba el derecho a otros de hacer lo que quisieran con él hasta el punto de poner en riesgo su salud física, y ni hablar de la mental.

- ¿Y qué hay de las agujas? – pregunté, ya que aquello aumentaba el riesgo en comparación con Jungkook.

- No suelo compartir agujas pero... en algún momento lo habré hecho, por estar desesperado...

Su situación me preocupaba, los riesgos en su caso eran altos, no sólo tenía sexo sin protección en ocasiones con desconocidos en su trabajo, sino que también había compartido jeringas con otros adictos en alguna ocasión.

Wooyoung sabía que estaba jodido, y por eso su cara estaba casi blanca. A sus labios se les había ido todo el color y tenía unas ojeras tan marcadas que eran la evidencia de que no había podido pegar ni un ojo en toda la noche. Jungkook estaba casi igual, cansado y abatido por la situación.

De cierta manera me sentía culpable por obligarles a pasar por tal situación pero era lo mejor para ellos. Era algo necesario.

Luego de estar sumidos en silencio por un largo tiempo, me dispuse a hablar para decirles algo importante.

- Cuando entren, no sólo les tomarán muestras de sangre sino que también les harán preguntas bastante personales – les hablé con un tono calmo para que no se pusieran nerviosos – Por favor, no omitan detalles, respondan con sinceridad ¿Si? Serán médicos los que les atiendan, no van a juzgarles, ellos atienden a muchísimas personas todos los días – ambos asintieron a la vez con sus miradas clavadas en el suelo – Sólo respondan con calma, no se presionen. Todo saldrá bien.

Fue entonces que nos sorprendió el ruido de las puertas del laboratorio frente a nosotros cuando se abrieron de par en par, corredizas hacia los costados. Dejando ver a una mujer con bata de laboratorio blanca, al igual que sus pantalones.

Unas personas salieron a su lado, pacientes que ya habían terminado su turno, y en cuanto ella miró la planilla que tenía en sus manos, fue el instante donde leyó en voz alta los nombres de mis dos acompañantes.

Los tres nos pusimos de pie, y antes de irse me miraron con la preocupación plantada en sus rostros y yo sólo les sonreí sutilmente para darles algo de confianza. Se encaminaron entonces hacia donde se encontraba la mujer de blanco y entraron a los laboratorios, cerrándose las puertas sin dejarme ver más.

Estuve allí quizás unos diez minutos, comiéndome las uñas y sintiendo que en cualquier momento tendría el estúpido impulso de entrar allí a preguntar cómo iba todo. Sabía que estas cosas tomaban su tiempo, pero yo no podía más de estar pensando en cómo ellos debían estar sintiéndose.

Mientras estaba intentando controlar los nervios y el dolor de estómago, alguien se sentó a mi lado y volteé mi rostro para verle.

- Increíble las cosas que logras, Park – volví mi rostro hacia el frente nuevamente, sintiéndome irritado con tan solo escuchar su voz y tenerle cerca – Haces que incluso los más cabezotas entren en razón. Yo hubiera tardado una eternidad en intentar convencer a Wooyoung de hacerse las putas pruebas.

- Me pregunto por qué será – solté con obvio sarcasmo. Se me hacía imposible comportarme de otra manera con él.

- Realmente no se puede hablar contigo.

- Ah, ¿Y contigo sí? – enarqué una ceja, volviendo mis ojos hacia él.

- ¿Sabes?... te pareces mucho a Wooyoung... justiciero e irritablemente altruista – le miré extrañado, preguntándome qué significaba aquello para él – ¿Por qué le ayudas? Desde el principio sabes que está enamorado de Jungkook.

- ¿Por qué no le ayudaría?

- ¿No sientes celos? ¿Enojo o ira? – ladeé mi cabeza, aquellas palabras entrando a mi cabeza poco a poco.

- Quiero a Wooyoung, no puedo enojarme con él por estar enamorado de la misma persona que yo. Es... absurdo, él se preocupa por Jungkook, y eso es lo que me hace quererle.

Aquella había sido la conversación más larga y "profunda" que había tenido con Yugyeom sin insultarnos o pelearnos. No tenía energías para pelear, y al parecer él tampoco, más bien estaba en una especie de estado pensativo, el hecho que me preguntara cómo me sentía respecto de los sentimientos de Wooyoung por Jungkook me había sorprendido.

Realmente, jamás entendería qué pasaba por su cabeza.

- Y tú, ¿sientes celos de Jungkook? ¿Le odias por tener lo que tú no tienes? – debo admitir que aquello lo había dicho con clara saña. Para mí el hecho de que Wooyoung no le quisiera era el precio que él merecía pagar.

- No le odio, sólo le envidio – respondió inmutado – Él ni si quiera se esforzó para que Wooyoung se enamorase de él.

- ¿Qué demonios quieres con todo esto, Yugyeom? ¿Quieres que te diga por qué nunca nadie podría enamorarse de ti?

Silencio nuevamente.

Sentí una gran rabia dentro de mí, el verle tan tranquilo y a la vez con esa mirada pesada, como si tuviese el derecho de sentirse mal porque sus sentimientos no eran correspondidos. Él no merecía que lo fueran.

- No eres humano, Yugyeom – espeté con todo el resentimiento que guardaba hacia él – Wooyoung jamás va a amarte. Y eso es lo único que merece alguien como tú.

Esperé en todo ese momento por una respuesta, o al menos una mirada, pero nada. No sabía qué había pasado con mis palabras, quizás simplemente le habían entrado por un oído y salido por el otro, pasado desapercibidas sin generar nada en él. Estaba inexpresivo. Probablemente no le importaba lo que le había dicho.

Se puso de pie y sin mirarme volvió a hablar.

- Dile a Wooyoung que me llame cuando salga.

Se alejó, caminando hacia uno de los pasillos hasta que desapareció completamente de mi rango de visión.

Si Jungkook o Wooyoung hubiesen escuchado lo que le había dicho, seguramente me lo reprocharían.

Había dicho que me parecía a Wooyoung, pero estaba seguro que Wooyoung jamás hubiese dicho algo así en su vida, él era alguien realmente compasivo y empático, me lo decía el hecho de que intentaba con todas sus fuerzas el estar con Yugyeom sin que el rencor le atacase. Siempre intentaba comprender a todos.

Pero en cuanto a mí, el dolor y el rencor siempre me ganaban.

Por momentos me preguntaba si estaba haciendo lo correcto.

.

.

.

.

.

.

.

.

Hola, gente bella! 

Acá les traigo un cap un poco tenso, entre las peleas, las discusiones, y este tema de las pruebas de laboratorio, es bastante turbulento. 

Hay algo rondando con Wooyoung y Yugyeom, algo de su historia. Creo que dije hace unos capítulos que ya se sabría algo más de Yugyeom, y eso también conlleva saber algunas cosas más de Wooyoung y la relación de ambos.

Jimin no puede tranquilizar sus sentimientos respecto a Yugyeom, mientras que por otro lado vemos a Jungkook siendo más piadoso. ¿Ustedes qué piensan?

Gracias por leerme y dejarme sus votos! 🌈

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top