23. ¿Me olvidarás?
Jungkook no podía evitar confundirse por un instante al ver al rubio durmiendo a su lado. Le confundía el despertar y encontrarle allí, ya que por una milésima de segundo una sensación de familiaridad le invadía como un torbellino. Era una experiencia extraña, porque literalmente su cerebro creía que el tiempo no había pasado, que estaba despertando al lado de su novio como cualquiera de todos esos días comunes y corrientes en los que él se quedaba en su casa para luego ir a la universidad juntos, incluso las veces que fingían llegar por separado cuando lo de ellos no era de conocimiento público.
Pero en ese instante no era así, más sin embargo el pelinegro miraba a Jimin dormir y repentinamente sentía cómo su cerebro se sacudía por sí mismo, casi reprochándose el hecho de haber creído que todo era igual que siempre. Como un flashback que parecía tan real como si hubiera podido alcanzar las estrellas por un segundo.
Pero era eso, sólo un segundo.
Un segundo y la dulzura de aquel recuerdo se desvanecía frente a él, dejándole con el vacío de la nostalgia, de aquello que ya no estaba.
Era una ilusión, y si se ponía a pensar parecía mentira que hacía más de medio año él lo había tenido todo y no lo sabía.
Jungkook se dio cuenta cómo en la vida las personas iban quedando atrás como si fuesen espectros, eran sólo memorias que apenas podía recordar vívidamente.
Las personas habían quedado en el pasado y el mundo había seguido firmemente sin él. Quizás eran en realidad las personas las que le habían pasado por al lado, las que estaban viviendo el futuro, viviendo sus vidas mientras Jungkook se había quedado atrás con sus pies clavados en el suelo, atrapado en el tiempo.
Eso había sentido todos esos meses y era la gran causa de su innegable vacío.
Aún seguía siendo joven, y de todas formas sentía que la vida había pasado de él por completo, que se le había acabado el tiempo. A veces intentaba recordar y parecía ayer cuando era feliz con tan poco. Y en ese momento, en todo este tiempo, ya se encontraba demasiado lejos de allí.
Las memorias de los momentos vividos con Jimin y sus amigos parecían un sueño a esa altura, como si hubieran pasado en una sola noche, tan veloz e inalcanzables. El deseo de poder cerrar sus ojos y soñar con aquello se mantenía intacto.
Jungkook no sabía en qué momento había comenzado a querer recordar en vez de querer olvidar. Se percató de ello mirando detenidamente el rostro de Jimin a su lado.
¿Cómo podría olvidar los momentos que había vivido con él? Jungkook nunca se había sentido más auténtico en la vida. Eran justamente esas memorias las que mantenían su corazón latiendo, pero tardó en darse cuenta de ello.
Aun así, todo era demasiado abrumador en su cabeza, más el hecho de que la noche anterior planeaba que fuera la última, como siempre intentaba convencerse. Esas circunstancias que ambos habian generado no eran algo sano para ninguno de los dos y aun así lo seguían haciendo, cayendo en el otro inevitablemente como si no tuvieran otro camino para tomar, como si no hubiera otro lugar al cual pudieran volver para refugiarse.
Los sentimientos de felicidad y calma eran lejanos para Jungkook, sí. Las personas de su pasado eran fantasmas ahora, que se habían quedado con sus sentimientos, con su felicidad, con su vida y su juventud.
Pero allí estaba uno de ellos, uno de aquellos fantasmas que parecía guardar dentro suyo todo lo que Jungkook alguna vez había sido. Jimin parecía guardarlo con tanta dedicación y esmero, pero sólo Jungkook era consciente de eso, porque era suficiente con tan solo mirar al rubio para sentir que volvía a ser él mismo, quien siempre había querido ser. Después de todo Jimin le ayudaba, a pesar de las circunstancias, a sentirse como una mejor persona, porque ya lo había hecho en el pasado, le había enseñado a amar y a respetar.
Soltó el aire con molestia, su cabeza ya empezaba a dolerle por haber reunido tantos pensamientos a penas despertarse. Eran tan abrumadores e invasivos que le habían atacado sin previo aviso.
Aquella exhalación la hizo con el objetivo de dejar esa batalla de reflexiones de lado, al menos por el momento porque sabía que su cerebro no se la iba a hacer tan fácil.
Volvió, entonces, a simplemente prestar atención a quien tenía en frente.
Ambos estaban de costado y enfrentados. Jimin respiraba delicadamente, al parecer sumido en un profundo sueño del cual probablemente no tenía planes de despertar, después de todo era muy temprano y Jungkook se despertó porque así era su organismo, las horas de sueño que podía permitirse eran pocas, agradecía que Yugyeom le dejaba tomar media pastilla de oxicodona, sino probablemente no dormiría en 24 horas, sin exagerar.
Jimin tenía sus labios levemente abiertos, por donde se escuchaba el aire pasar con cada respiración, sin llegar a ser ronquidos.
Jungkook apretó sus labios haciendo una mueca que agradecía que nadie le estaba viendo, pero es que el tan solo mirar cómo el chico era tan adorable al dormir, le hacía querer removerse entre las sábanas como un tonto.
Se movió con cuidado de no despertarle, arrastrándose más cerca, tan cerca hasta que las puntas de sus narices se tocaron.
Entonces comenzó a respirar lentamente, a la par del contrario, cerrando los ojos por un rato.
La habitación estaba en completo silencio, la cama estaba calentita, aunque el clima ya no estaba frío pero las mañanas aún se mantenían algo frescas. El olor dulce de Jimin flotaba en la habitación, el bajito sonido de su respiración se entrelazaba con el de Jungkook.
Abrió sus ojos para volver a divisar la cara adormilada y adorable del rubio, y entonces acercó un centímetro más sus caras, tocando sus labios en un beso tan delicado como si hubiera besado el pétalo de una flor.
Pensó que eso pasaría desapercibido para Jimin, pero por el contrario éste inspiró un poco brusco y frunció el ceño aún dormido, volviendo luego a su expresión calma.
Una pequeña sonrisa se formó en los labios de Jungkook, quien se volvió a dejar llevar por el impulso y plantó otro beso igual de pequeño.
Sonrió un poco más amplio al ver nuevamente la expresión algo infantil del otro, soltando una pequeña queja que lo único que hizo fue derretir a Jungkook más que advertirle que podía despertarle.
Volvió a hacerlo, y no se esperó que Jimin arrugara la nariz y casi automáticamente se moviera en su dirección, pegándose contra su cuerpo, abrazándole con sus manos agarradas a su espalda y escondiendo su rostro en su cuello.
Los ojos de Jungkook casi se salieron de su lugar con aquello, todo su cuerpo se quedó tieso por lo imprevisto del comportamiento del mayor. Sin embargo, se dejó invadir por la cálida sensación que le daba el cuerpo de Jimin tiernamente aferrado al suyo.
Sus hebras rubias eran suaves mientras Jungkook acariciaba su cabeza y cuando giró un poco el rostro para olerle, tenía aquel olor dulce que tanto le gustaba. Tan adictivo y apetecible que no podía evitar cerrar los ojos e inhalar como si se tratase de las últimas moléculas de oxígeno en la Tierra.
Jimin solía siempre dormir como un bebé abrazado a él, por lo que dejarse invadir por su aroma era de las cosas más placenteras que Jungkook había descubierto de dormir con alguien. En su pasado lleno de polvos con mujeres sin importancia, jamás había tenido la experiencia de compartir algo tan simple pero tan íntimo como dormir en una misma cama con alguien.
De la misma manera había descubierto lo mucho que le gustaba ser mimado, ser acariciado y besado por todos lados por Jimin. Su pecho se sentía inmensamente lleno todas las veces que Jimin le mostraba su amor, como cuando le hablaba bajito sobre cosas de la universidad mientras tenía sus manos en su mentón y con las yemas de sus dedos le acariciaba suavemente. O como cuando era despertado con Jimin acostándose sobre su espalda para darle besos en sus hombros y hacerle masajes, o en ocasiones para simplemente quedarse dormido sobre él.
Y ahí estaba con la nariz de Jimin pegada a su cuello, sintiendo el aire caliente en la zona, haciéndole aquellas cosquillas leves y agradables. Era una sensación tan placentera por más simple que pareciese, pero era así porque era la única cosa que le demostraba que ese momento era real, que no estaba soñando o recordando algo. Era la prueba inquebrantable de que la calidez que sentía estaba ahí, que no era una simple ilusión.
Jimin se removió, parecía querer acomodar su cuerpo pero al final sólo se apretó aún más contra él, esta vez emitiendo sonidos como pequeños gruñidos contra el cuello de Jungkook. Movió su cabeza de lado, frotando su nariz contra su cuello.
Jimin comenzó a sentir más fuerte aquel conocido perfume, y no era como si no lo hubiera notado, inconscientemente su cuerpo se movió en dirección a ese estímulo tan tentador. El cuerpo de Jimin buscaba no sólo el olor, sino también el calor ajeno. Sus brazos se habían casi adueñado del cuerpo del pelinegro por inercia, sin dudarlo ni un segundo, era lo que le hacía falta así que había ido a por ello. Estando dormido no podía hacerse cargo de sus acciones, su inconsciente hablaba por sí solo.
Pero al despertar, mientras frotaba su nariz contra aquel cuello y aspiraba profundo, abrió un poquito sus ojos, entendiendo que estaba aferrado a Jungkook como una garrapata.
Se quedó en silencio y quieto, fingiendo estar aún dormido para que no le sacasen de allí.
Pero Jungkook ya le conocía.
- ¿Jimin...? - le llamó con duda, en voz baja algo entumecida por estar somnoliento aún. El nombrado no se movió ni un centímetro, tampoco respondió - ¿Estás despierto...? - preguntó pero no obtuvo respuesta. Quiso alejarse para mirar al chico a la cara pero ni bien hizo el intento de alejarse al menos un centímetro, sintió aquel cuerpo volver a amoldarse al suyo con fuerza y determinación en no dejarle separarse - Jimin.
- Estoy dormido... - dijo con la voz ronca.
- Oh... no recordaba que hablaras dormido... - comentó enarcando una ceja, aunque el mayor no pudiera verle.
- Es una nueva afición...
- ¿Hábito, querrás decir? - inquirió con algo de gracia.
- Sí... eso - dijo para luego girar su rostro y terminar por poner sus labios contra el borde de la mandíbula de Jungkook, plantando un beso desvergonzado y haciendo que el contrario se estremeciera - Déjame ser feliz por unos minutos más... - susurró.
- Si fuera por ti sería por años... - bufó.
- Claro, pero sé que no me dejarás - aquello sonó triste a los oídos de Jungkook, pero era de esperarse.
Jungkook prefirió no decir nada más al respecto y simplemente cambiar de tema.
- ¿Hoy vas a la universidad? - preguntó.
- Mhm - soltó como un "sí" - ¿Irás a ver a tu mamá?
- Sí... ya que dentro de dos semanas ya no podré verla - suspiró, sintiéndose algo ansioso, su madre empezaría una nueva vida pero él estaría internado en la clínica con Wooyoung, por lo que no podría acompañarla en ello.
- Todo saldrá bien - dijo el mayor, finalmente alejándose un poco para que ambos se mirasen a los ojos - Yo seguiré visitándola, y aunque ella no pueda ir a verte podrá llamarte, además sabes que está bien acompañada - Jungkook quiso ignorar cómo los dedos de Jimin se movían delicadamente sobre su cabello mientras le miraba al hablar, pero se le hacía imposible - La están cuidando bien, a penas salga del hospital ya podrá ir a la clínica de rehabilitación y comenzará su tratamiento para poder caminar bien - le dedicó una sonrisa llena de ánimo - todo se acomoda de a poco.
- Sí... - asintió, estando de acuerdo, pero de todas maneras no era fácil asimilar todos esos cambios que estaban por acontecer.
- En algún momento todo terminará - dijo sin dejar de mirarle - y podrás rehacer tu vida. Woo también. Quien por cierto aún no vino... - resaltó, mirando hacia la puerta y finalmente alejándose un poco del pelinegro para posicionarse boca arriba y estirarse - Yugyeom invitándole a cenar... - se restregó los ojos para espabilarse mientras dejaba salir una exhalación brusca - este es el mundo del revés...
- Fui yo quien le animó a darle una oportunidad - acotó, llamando la atención de Jimin, quien giró su rostro para mirarle estupefacto.
- ¿Tú? - preguntó boquiabierto - Mira, prefiero que Wooyoung esté contigo antes que con él.
- Tienes razón, este es el mundo del revés - Jimin soltó una carcajada - ¿Le agarraste cariño? - le miró esperando la respuesta, igual que Jimin le miraba. Éste sonrió un poco y asintió.
- Claro que sí. Al principio le tenía celos pero... él te quiere tanto que no puedo molestarme por algo así...
- Él también te quiere, y también sé que le gustas - reprimió una risa, pensando en lo tanto que se le notaba eso al peligris. Hablaba de Jimin como si tuviera una gran fascinación por él, como si hubiese descubierto algo asombroso, y cuando estaban juntos toda su atención giraba en torno a él.
- Bueno... nadie puede resistirse a mis encantos.
Jungkook sonrió de medio lado, con una sonrisa algo vaga, al igual que su mirada perdida en la expresión juguetona del otro.
Sí, ese parecía ser el mundo del revés, porque era donde las cosas más locas e insólitas tenían lugar. Cosas como el hecho de que los sentimientos de aquellos cuatro chicos estuvieran tan revueltos hasta el punto que sus acciones eran a veces confusas, como si no supieran qué hacer exactamente con aquellas emociones en su interior.
El pelinegro suponía que era porque realmente no sabían cómo afrontar los problemas, pero de lo que sí estaba seguro era que todo eso eran las consecuencias de sus intentos desesperados por no estar solos.
- Jimin - le llamó de repente. El contrario le miró, alzando sus cejas y esperando escucharle - ¿Por qué dejaste a Wonho? - la pregunta claramente tomó desprevenido al rubio quien se hizo la pregunta en su cabeza sobre cómo era que Jungkook lo sabía, pero pronto entendió que seguramente Wooyoung le había contado. No es que fuera un secreto de todas maneras.
- Porque no quería estar con él, sentía que no era correcto - se encogió de hombros. Se giró sobre su espalda para nuevamente posicionarse mirando hacia el techo - Lo dejé después de que fuiste internado... - recordó con pesar aquella vez - No me sentía bien como para seguir con él.
- ¿Le dejaste por mí? - Jungkook estaba sorprendido con la idea, porque ni si quiera sabía cuándo Jimin había tomado esa decisión, había sido hacía bastante tiempo.
- Un poco... - apretó sus labios en una mueca un tanto incómoda - La verdad es que estaba con él por las razones equivocadas, y no hacía más que hacerme sentir culpable, tanto por él como por ti. Estar con él simplemente pasó pero sé que busqué la situación porque estaba... desesperado y enojado.
- ¿Lo hiciste por despecho?
- No - negó de inmediato - Estaba enojado con todo, estaba enojado conmigo porque no podía olvidarte - hizo una pequeña pausa, Jungkook le permitió el silencio. Jimin miraba las marcas en la pintura del techo mientras que en su cabeza pensaba en lo que diría, en las palabras que daban vueltas en su mente hacía ya mucho tiempo - Sé que no volverás conmigo, que no podremos estar juntos otra vez, pero no quiero estar con Wonho así, no quiero usarle para olvidarte. Prefiero olvidarte por mis propios medios...
Jungkook pensaba que a Jimin realmente le gustaba aquel chico, siempre le había echado el ojo, sin mencionar que se lo había follado antes que ellos dos comenzaran a salir, pero escuchar que era consciente de que había salido con él como parte de una "estrategia" para olvidarse de su persona era algo que le había sorprendido.
Cuando le vio con el chico en navidad, no sólo pensó en qué tan fácil había sido para Jimin seguir adelante, sino también en qué tan fácil había sido reemplazarle, encontrar a alguien que ocupara su lugar.
Mientras Jungkook pensaba que no habría nadie que podría ocupar el lugar de Jimin, porque era el único, su chico especial, se había sentido tonto y traicionado al ver con sus propios ojos cómo Jimin había encontrado a alguien sin problemas. Le había soltado la mano y le había dejado atrás, como si fuera un completo extraño.
Eso era lo que había creído en ese momento, el dolor que había pulsado en su pecho con una fuerza desgarradora aquella desastrosa navidad había sido simplemente por eso. El dolor de la traición, el dolor de haber sido enviado directo a las penumbras del olvido y fue lo que mantuvo a Jungkook con el dolor y rencor estancado en su pecho todo ese tiempo.
Él pensó que no había significado nada importante para Jimin en realidad.
Pero ahí estaba el rubio, contándole que evidentemente a pesar de haber estado con Wonho, no había sido más que una simple herramienta para lograr olvidarle. Y no sólo eso, sino que por como el rubio estaba expresándose, parecía no haberlo logrado aún.
Al principio Jungkook pensaba que Jimin había sentido lástima por él y que la culpa le había carcomido la consciencia a tal punto que estaba allí ayudándole en cierta medida para sentirse un poco mejor consigo mismo, pero al parecer nunca le había olvidado en realidad. Y Jungkook sintió algo de alivio por eso. Jimin le había dicho que le extrañaba y le quería, pero él no quería creerle, su confianza estaba hecha trizas, pero en ese momento sintió que las cosas habían cambiado, Jimin realmente lo sentía.
Sin embargo, no se sintió para nada orgulloso de sentir alivio.
Su subconsciente habló.
- ¿Me olvidarás? - le salió preguntar. Quizás hacía un mes atrás hubiera pensado que eso era lo mejor, pero escuchar a Jimin decir que le olvidaría de manera tan segura, ciertamente había generado algo en él.
Jimin sonrió con algo de tristeza, aún sin mirarle, a diferencia del menor que le observaba con una mirada preocupada a esas alturas.
- Jamás podría hacerlo... pero no lo sé... - suspiró - tengo la pequeña esperanza de en algún momento poder ser libre para amar a alguien más...
Y fue aquello lo que llenó el corazón de Jungkook de una sensación tan punzante, tan afilada, que no recordaba que el miedo se sintiera así antes. Tan frío y paralizante.
El hecho de que Jimin ni si quiera le mirara le hizo sentir aún más ajeno y solo.
No se dio cuenta cuándo Jimin se había puesto de pie para comenzar a calzarse su ropa.
Jungkook se había perdido en la infinidad dentro de su cráneo, siendo ahogado por las palabras del contrario.
¿Qué se suponía que quería de Jimin? ¿Qué fuese un eterno esclavo de aquel amor que no había podido ser?
Quería decirlo, quería pensarlo; "Es mejor así", como tantas veces había intentado convencerse. ¿Pero por qué dolía tanto en ese momento? Como si nunca se hubiese separado de Jimin en realidad.
Parecía haber perdido la capacidad de hablar, y ya no sabía si era por lo que Jimin había dicho o por la sorpresa de estar afectado por ello.
Jimin no iba a estar enamorado de él toda la vida, ¿cierto? Pensó que lo sabía, que era obvio, entonces ¿En qué momento su corazón creyó lo contrario? Porque claramente ese dolor le estaba matando y era por algo.
Permaneció sin palabras, y a penas respondiendo a su entorno, porque Jimin había terminado de vestirse y Jungkook quería decir unas simples palabras pero estas no saldrían de su boca, las tenía atoradas y no pudo hacer más que mantenerse en profundo silencio, aunque Jimin sí hablaba. Algo había entendido de que debía prepararse para irse a cursar.
- Kook - el nombrado despegó sus ojos de aquel punto perdido en el aire y miró a quien le llamó.
- ¿Qué? - cuestionó algo perdido.
- Que si quieres que pasemos por el hospital antes. Yo me tomaré el bus para la universidad cuando lleguemos - se sentó en la cama, esperando por una respuesta.
- Sí... - su voz sonó quedada, o más bien desanimada - Sí... ahora me visto - asintió, más para sí mismo que para Jimin. Tenía que despertarse de ese trance en el que había entrado e ir a ver a su madre.
Pero no pudo. No pudo simplemente olvidarse de eso, incluso cuando saludó a Jimin y entró al hospital para ver a su madre un rato, quien le preguntó qué le ocurría pero él sólo había dicho que estaba cansado.
En esas pocas semanas su principal preocupación había sido su rehabilitación y sus problemas de abstinencia. Sólo pensaba en eso porque era lo que más ansioso le ponía, le mantenía caminando por las paredes porque la incertidumbre de su futuro le volvía loco la mayor parte del tiempo, pero sin embargo, faltaban dos semanas para que Jungkook y Wooyoung entraran a la clínica de rehabilitación para adictos a sustancias estupefacientes, y Jungkook repentinamente había dejado de preocuparse por ello. Claro que su ansiedad no disminuía, la necesidad de parar con aquella sensación que le picaba en las manos y se las hacía temblar, la sudoración excesiva y fría, todo eso seguía estando y era malditamente molesto, pero Jimin se mantuvo ocupando su cabeza todos esos días.
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Hola, gente bella! Acá con otro cap.
La reflexión de Jimin hizo también repensar muchas cosas a Jungkook.
Jimin claramente espera que el tiempo le permita encontrar el amor otra vez en el futuro, y eso lo único que hizo fue alertar a Jungkook.
¿Está dispuesto a dejar ir a Jimin para siempre?
Veremos.
Gracias por su apoyo siempre 🌈
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