14. Todos estamos jodidos
Jimin estaba recostado en la cama, con sus brazos cruzados detrás de su cabeza, descansándola de esa manera, mientras que a su lado, sentado y hablándole, estaba Wooyoung.
Para el rubio nunca le había parecido conocer una persona tan sociable, lo más cercano a eso era él mismo y su amigo Taehyung.
Al principio se le había hecho algo extraño hablar con el peligris, era incómodo porque se había sentido celoso de que fuera la actual pareja, o lo que fuere, de Jungkook. El saber que Jungkook finalmente se había decidido por los hombres, encontrarle ya rehaciendo su vida con un chico con quien tenía total confianza, era algo que le había movido cada pieza del cuerpo, una sensación para nada agradable, era tan amarga que parecía que le hubieran obligado a tragar tierra. Le había impactado.
Pero Jimin también era amable y sociable por naturaleza, y no podía odiar a Wooyoung cuando no tenía ni una sola razón para hacerlo, el chico le había tratado tan bien incluso a pesar de que claramente tenía sentimientos por Jungkook, porque lo notaba por cómo se preocupaba por él y por cómo hablaba del pelinegro.
Se sentía incluso culpable por haberse revolcado con Jungkook en su cama en aquel arrebato de necesidad. El chico había entrado, volviendo de hacer las compras, y les vio allí recostados en una escena íntima y comprometedora. Había notado que la expresión del peli gris había sido bastante seria, parecía como si hubiera intentado fingir que no le había generado sorpresa. Jimin no conocía bien a Wooyoung como para sacar una conclusión certera, pero pudo suponer que probablemente aquello no le había gustado del todo, quizás, muy probablemente, le había dolido algo.
Pero, así y todo, ahí estaba el chico hablándole con una gran y sincera sonrisa.
- Me imagino que debes bailar increíble... - dijo sonriendo, pensando en que quisiera ver a Jimin bailar alguna vez – Anda, báilame – le animó, acomodándose sobre la cama ansioso. El rubio soltó una risa bien ruidosa.
- Ni loco – se negó mientras se tapaba el rostro.
- ¿Por qué no? – le miró con sorpresa, esperándose otra respuesta.
- No bailaré aquí, es vergonzoso.
- Oh, lamento no poder darte un escenario, es una cama todo lo que puedo ofrecerte – hizo una mueca fingiendo estar ofendido, cosa que a Jimin le causó gracia.
- No pido eso, pero lo siento, no se puede bailar en una cama – negó mientras reía un poco. Wooyoung enarcó una ceja, mirándole de forma inquisitiva.
- ¿Quieres que te muestre cómo sí se puede bailar en una cama? – se acercó a él, inclinándose sobre su cuerpo.
- ¿Por qué eso suena sucio? – sonrió, sintiéndose algo inquieto por la cercanía de Wooyoung, aunque no le disgustaba.
- Porque es la idea – le sonrió sin quitar sus ojos de los contrarios.
No podía dejar de pensar en que Jimin era demasiado lindo, sus facciones le cautivaban, y más cuando se acercaba tanto. Podía entender todo lo que Jungkook había visto en él.
Se alejó un poco y se estiró a la mesita de noche a tomar su caja de cigarros. No olvidó ofrecerle uno a Jimin, quien aceptó con gusto y ambos comenzaron a fumar en la habitación para seguir conversando.
Jimin soltó el humo del cigarro y observó al contrario.
- ¿Puedo preguntarte algo? – se animó a tomar la iniciativa. Había tantas cosas rondando por su cabeza que incluso no le habían dejado dormir últimamente por no poder dejar de dar vueltas y vueltas. El chico alzó sus hombros.
- Claro – asintió sin problema.
- Yugyeom, Jungkook y tú... ¿Qué clase de relación tienen?
Él sentía que si no se quitaba aquella duda existencial de la cabeza, el seguir con su vida sería imposible, y no estaba exagerando.
Notó que Wooyoung se había quedado pensativo, probablemente porque no esperaba que fuera tan directo al respecto, aunque tenía todo el derecho de preguntar. No le molestaba responder, para nada, no era algo que le incomodase, el problema era que no quería lastimar a Jimin con ello.
- Solamente follamos.
Respondió con simpleza. Su tono de voz había sonado bastante monótono, Jimin tuvo la impresión de que quería hacerlo sonar como algo poco importante, pero para él era demasiado, era Jungkook de quien estaban hablando. ¿Qué era eso? ¿Solamente follaban? Jimin sentía que había demasiado que se estaba perdiendo, porque el aura entre esos tres era espesa y extraña.
- Los tres... ¿los tres follan?
- ¿Quieres detalles? – Wooyoung se sorprendió y Jimin negó inmediatamente con la cabeza y moviendo sus manos.
- No, no – negó efusivamente – Es que no... no entiendo... no entiendo exactamente en qué situación está Jungkook con respecto a ustedes dos...
Jimin se estaba esforzando por mantenerse lo menos nervioso posible, el contrario podía notarlo, su voz temblaba un poco, probablemente era porque le ponía nervioso el tener que preguntar específicamente lo que quería saber, así que Wooyoung supo que al fin y al cabo era mejor ayudarle diciéndole él mismo cómo eran las cosas.
Wooyoung dio una pitada a su cigarro antes de continuar con la charla. Tiró la ceniza acumulada en la punta en el cenicero que amablemente había puesto en medio de la cama para ambos.
- Jungkook no es mi novio, no tenemos ninguna clase de compromiso, ni mucho menos es algo de Yugyeom. A eso me refiero cuando digo que sólo follamos. Jungkook y yo vivimos aquí, por lo que acostarnos juntos es inevitable, y nos hacemos compañía. Por otro lado, Yugyeom viene frecuentemente a ver cómo estamos y a chequear si necesitamos algo – "Para ver si alguno de nosotros dos no ha muerto aún", pensó, pero claro que no se lo diría así. Notó la mirada confundida del otro, su ceño fruncido y sus ojos recorriendo las manchas de humedad del techo como si intentara encontrar algo.
- Lo que no puedo acomodar en mi cabeza es... es el hecho de que Yugyeom esté aquí... quiero intentar entender pero se me hace prácticamente imposible... quiero saber qué mierda pasa por la cabeza de ese sujeto - el peligris soltó una corta risa, le pareció un tanto audaz el objetivo de Jimin.
- Aunque hagas el intento, no hay nadie que pueda saber lo que pasa por su cabeza – dijo con total honestidad – Ni si quiera yo lo sé, y le conozco de hace tiempo.
- ¿Cómo le conociste?
- Bueno... fue hace tres años – Jimin abrió sus ojos grandes, asombrado, porque al parecer era una relación que por más extraña que le pareciese ya tenía sus años de haber sido forjada. Wooyoung se acomodó en la cama, poniendo su vientre sobre el colchón, extendiendo su cuerpo y apoyándose sobre sus codos, justo al lado del mayor – Yo le conocí en ese entonces porque él era mi cliente...
- ¿Cliente? – cuestionó con duda, aquel término le había parecido extraño.
- Yo brindo servicios – respondió – servicios sexuales.
El silencio luego de eso fue un tanto incómodo, no para Wooyoung, porque era la reacción que se esperaba, pero sí por parte de Jimin. No esperaba eso, el chico parecía alguien tan fresco, a pesar de saber sobre su oscura adicción, pero jamás hubiera pensado que tuviera un trabajo de ese tipo, algo que le hizo sentir súbitamente muy triste.
- No te sientas mal – le sonrió, para demostrarle que estaba bien, que no era la gran cosa, pero el pecho de Jimin aun pesaba y lo seguiría haciendo – Conocí a Yugyeom por ello, él comenzó a ser un cliente bastante frecuente, y con el tiempo seguimos follando, pero yo dejé de cobrarle dinero luego de un año, saliendo de esa relación de prostituto-cliente. Él me consiguió este lugar cuando le dije que había tenido problemas con los dueños del motel donde vivía, así que me ayudó a quedarme aquí. Yo no tenía dinero para quedarme, pero él accedió a ayudarme de todas formas. Quizás porque él tomaba como una paga el tener mi cuerpo, le devolvía el favor de esa manera, no lo sé – miró el cenicero y golpeteó levemente el cigarro, viendo la ceniza caer. Jimin apagó su cigarro abollándolo contra la superficie del contenedor de metal.
- Bueno... al menos sé cómo llegaste aquí – suspiró, poco a poco dejando que las cosas se acomodasen por sí solas en su cabeza, uniendo puntos, atando cabos - ¿Y Jungkook? ¿Cómo llegó aquí?
- Bueno, de un día al otro, como si nada, Yugyeom llega con él y me dice "A partir de ahora vivirás con él, pórtate bien" – soltó una carcajada – Ni si quiera me dijo su nombre, por un momento pensé que Yugyeom tenía un mal hábito de recoger gente de la calle, como cuando te encuentras un cachorro perdido y quieres darle un hogar. Me pareció curioso, pero claramente no sabía lo que él le había hecho a Jungkook.
- ¿Cómo estaba Jungkook?
- Vino aquí una semana luego de lo de su madre, se quedó con Yugyeom por ese tiempo hasta que lo trajo – mientras el peli gris hablaba con calma, pausadamente, Jimin le escuchaba con atención e interés, y obviamente, preocupación. Le afligía el imaginarse por todo lo que había pasado el pelinegro en ese entonces – Cuando le vi pensé "¿Qué sucede con este chico?", aunque pensé en que era realmente atractivo, su estado era lo que más resaltaba. Estaba tembloroso, se veía nervioso y sus ojos estaban completamente enrojecidos, tenía un terrible hábito de rascarse el cuello y morderse los labios, sus manos le temblaban y sus hombros estaban tensos. Tuve la leve sospecha de lo que le había pasado, pero eso era sólo la punta del iceberg.
Wooyoung le explicó que había visto eso muchas veces. Chicos que habían sido abusados o pasado por situaciones traumáticas tenían ese tipo de comportamiento, eran secuelas muy difíciles de borrar y algo que detestaba ver.
Yugyeom le había llevado con Wooyoung para que Jungkook se calmara. El peligris lo supo un tiempo después.
"¿Qué demonios sucede con él? Si vas a hacer que viva conmigo al menos dame una explicación". Era extraño que Wooyoung se enojara, pero Yugyeom le sacaba de sus casillas a veces, porque su comportamiento era tan ambiguo que tenía que andar descifrándole como si fuera un enigma.
Supo entonces que Yugyeom había hecho algo terrible, y que no sólo él, sino otras personas habían estado detrás de todo eso. Wooyoung había estado terriblemente enojado.
Jungkook había quedado solo, y había sido despojado de todos sus derechos por elegir una vida. Le habían obligado a dejar su ciudad, a dejar su universidad, le habían quitado a su madre, su casa, su dinero y su dignidad.
Yugyeom ya no lo había soportado, no importaba si le follara bajo su consentimiento, si Jungkook a veces parecía estar bien con ello, porque así era hasta que algo dentro de su mente se disparaba y le hacía temblar sin control alguno, le hacía sudar y retorcerse escondiendo su rostro entre sus manos.
Lloraba por las noches, sollozaba y balbuceaba cosas que Yugyeom ni si quiera comprendía. A él no le hubiera importado aquello de no ser que sin darse cuenta había terminado más involucrado con Jungkook de lo que hubiera querido, porque de no haber sido así ni si quiera le hubiera recibido en su casa por empezar.
Jungkook había sido ese cachorro abandonado que Yugyeom ya no era capaz de seguir cuidando. El pelinegro necesitaba alguien que realmente le cuidara y curara sus heridas al menos un poco.
Cuando sus manos temblaban y todo su cuerpo sudaba, Wooyoung se acercaba a él y tomaba sus manos fuertemente, sosteniéndolas, haciéndole saber que él estaba allí y que no estaba solo. Y Jungkook podía volver a respirar por esos momentos.
Jimin no pudo evitar que las lágrimas aflorasen desde el centro de su pecho hasta aguar sus ojos. Secó sus lágrimas y sorbió por su nariz. Se sentía terrible. Aquel relato lo único que había hecho era traerle imágenes desgarradoras a su mente, de un Jungkook totalmente desamparado. Pero también le había ayudado a comprender muchas cosas, cómo habían sucedido ciertos hechos.
- Jungkook tiene una relación... complicada con Yugyeom... como ya te dije, ambos follan, y Jungkook a veces está bien con ello, pero otras veces no.
- ¿Cómo demonios pasó eso? – la idea seguiría haciendo un ruido demasiado molesto en Jimin, podía entender que Jungkook estaba tan mal que incluso no podía discernir en lo que estaba haciendo.
- Bueno, Jungkook estaba solo... y odiaba su vida y a sí mismo, así que estar con Yugyeom no era realmente la gran cosa después de todo, supongo el calor humano era necesario para él, aunque eso sólo ayudase a aumentar su auto-desprecio.
- No puedo creer... que todo esto haya pasado por mi culpa.
- Jimin, no – le cortó en seco, mirándole con seriedad - ¿Sabes? Esta mierda sucede, le sucede a muchos, y ¿sabes qué es peor? – cuestionó, y Jimin con sus cejas juntas en una expresión afligida negó con su cabeza – Que hay gente a quien ni le importa. Nadie se preocupa por ellos. Pero tú te preocupas por Jungkook, aunque cometieras errores, estás aquí intentando ayudarle.
- No creo que sea suficiente.
- Somos humanos, Jimin – estiró su brazo y acarició los mechones rubios del contrario, sonriendo suavemente – Hemos venido a este mundo a cagarla, hemos hecho todo mal, ¿Pero quién tiene el derecho de juzgarnos por ello? Mírame, vendo mi cuerpo hace cuatro años, soy adicto a la heroína hace uno, y estoy encerrado bajo este techo gracias a un ex cliente que resultó ser un psicópata con complejo de Robin Hood, quien trajo a alguien completamente destrozado como si fuera un niño que rompió un vaso de vidrio sin querer. Estamos todos malditamente jodidos pero... – un manto delgado de lágrimas cubrió las obres del peligris. Bajó su mirada y rió apenado – pero seguimos viviendo, ¿no? A veces me pregunto por qué.
Si las emociones pudieran ser equiparadas a algo tangible, sería quizás al peso de una bola de demolición. Tan pesadas y macizas, imposibles de detener.
Jimin las sentía golpearle por dentro, pero estaba seguro que aquellas pesaban aún más en Wooyoung, quien incluso bajo esa sonrisa no pudo evitar que sus ojos se empañaran en lágrimas que de todas maneras no permitió caer.
Era increíble, las cosas que una persona podía soportar. Y lo peor era que Wooyoung ni si quiera sabía por qué las seguía soportando. Y eso dolía.
Había personas que vivían incluso sin tener un motivo claro en sus vidas, y parecía que Jungkook era una de ellas también.
Jimin prefirió no preguntar más nada al respecto, pero no pudo evitar acercarse a Wooyoung y abrazarle fuerte.
- No me trates así, Jimin... lo único que me falta es enamorarme de ti... y terminaré de estar jodido – Jimin rió contra su cuello, haciéndole cosquillas con su aliento.
- Lo siento, por haberte hecho hablar sobre estas cosas...
- Ya deja de disculparte – se quejó. Ambos se separaron, justo a tiempo para cuando la puerta se abrió.
A Jungkook no le había quedado alternativa más que posar su vista en los dos chicos sobre la cama, porque desde la puerta era lo primero que cualquiera vería al entrar.
Quiso evitar que su rostro de transformase en alguna mueca de sorpresa, confusión y molestia, pero no era muy ducho en controlar cómo se sentía. Más bien había demostrado más de lo que hubiera querido, ya que las bolsas en sus manos se cayeron al piso instantáneamente por la sorpresa.
Jimin se sentó en la cama, acomodándose un poco al sentirse ansioso por ver al pelinegro allí.
- ¿Qué... hacen? – preguntó, aún mirándoles con atención. Wooyoung le miró desentendiéndose completamente.
- ¿Qué hacemos? – repitió la pregunta al aire – Platicamos – el tono con que lo dijo irritó a Jungkook.
- ¿Es necesario que platiquen aquí dentro? Y en la cama...
- ¿Qué? ¿Estás celoso? – Jungkook arrugó la nariz.
- Claro que no – negó, bufando por la actitud del otro. Tomó sus bolsas del piso, finalmente haciendo algo con ellas y apoyándolas sobre la mesa, provocando bastante ruido.
- Romperás algo - le advirtió.
- Cállate – respondió refunfuñando.
Wooyoung reprimió una risa y miró a Jimin, sonriéndole con diversión, a lo que el rubio negó con la cabeza, se sentía mal por el hecho de que Jungkook estuviera molesto con su presencia, aunque no le sorprendía, era lo que esperaba. Pero al parecer el peligris tenía la brillante idea de molestar al pelinegro, quien ya estaba muy molesto sacando las cosas de las bolsas, paquetes de arroz, cereales, rameyon insantáneo y otras cosas.
El peligris se acercó a Jimin, quien permanecía sentado, e inclinando un poco su cabeza posó sus suaves labios sobre la mejilla del rubio en un beso que hizo un chasquido que sonó bastante húmedo. Se alejó rápidamente a penas Jungkook se giró a verlos.
- ¿Qué fue eso? – los ojos de Jungkook se dirigían a ambos chicos de manera penetrante.
- ¿Qué cosa?
- Ese ruido.
- Yo no escuché nada – negó con la cabeza, mostrando una expresión inocente. Para ese entonces, incluso a Jimin le había parecido graciosa la situación.
Jungkook entrecerró sus ojos, manteniéndose en silencio, analizando las expresiones de su compañero de cuarto, quien parecía desentenderse del mundo.
Volvió a lo suyo, soltando una exhalación llena de frustración, intentando buscar algo de paz mental.
Escuchó cierto movimiento en la cama y aquel sonido de chasquido volvió a retumbar en sus oídos. Suave y húmedo.
Se volteó, para ver a Wooyoung frente a Jimin, desde aquel ángulo, Jungkook no podía ver al rubio para nada, pero podía darse cuenta que ambos tenían sus caras demasiado cercas, probablemente pegadas, por medio de sus labios.
- Wooyoung – el tono áspero y firme salió en conjunto con el movimiento rápido del cuerpo de Jungkook hacia la cama. No tardó en tomar al chico del brazo – Ven conmigo – le dijo, sin darle opción más que dejarse llevar en dirección a la puerta.
- No puedes sacarme así... estoy hablando con Jiminie...
- Ahora hablarás conmigo – sentenció, saliendo de la habitación. Jimin suspiró algo rendido, sonriendo muy levemente para sí mismo.
Jungkook caminó por el pasillo para apartarse de la puerta cerrada de la habitación, y justo en la esquina, donde el pasillo doblaba a la izquierda, él se detuvo y miró al otro chico con una expresión que mostraba su descontento con la situación.
- ¿Qué demonios hace él aquí?
- Yo le invité, no entiendo por qué estás tan molesto – se apoyó contra la pared en una postura relajada, todo lo contrario al pelinegro.
- No me jodas, Wooyoung, ¿Qué tramas? ¿Qué fue eso recién? ¿Le besaste?
- ¿Por qué te interesa saber? – alzó el mentón y sonrió – ¿Celos?
- Ya te dije que no – se cruzó de brazos, mirando hacia otro lado.
- No tramo nada, me gusta Jimin, eso es todo – Jungkook volvió a mirarle. El contrario tenía una expresión tranquila, inmutable, y eso parecía mantener viva la llama de "irritación" dentro del pelinegro – En serio, eres un idiota, Kook. Pudiendo tener a alguien como él a tu lado, vas y le desprecias.
- Eso es asunto mío.
- Bien, entonces lo que yo haga con Jimin también es asunto mío – dijo encogiéndose de hombros. Jungkook abrió sus ojos con asombro, la actitud del contrario siendo bastante confrontativa para con él.
- ¿Ahora estás en mi contra? Creí que me entendías, que sabías cuánto me duele todo esto.
- Y lo hago, Jungkook, créeme que sí – afirmo, ahora mirándole con algo más de calidez. Wooyoung estaba enojado, le molestaba lo tan estúpidamente que se comportaba Jungkook, quería que abriera los ojos, que entendiera – pero no puedes estar haciendo esto, lastimándole con tus actitudes evasivas cuando él está aquí por ti.
- Ya no quiero nada de él, Wooyoung. ¿No lo entiendes? Él me lastimó, me dejó cuando le necesité.
- ¿Y por un error no le darás otra oportunidad? Se equivocó y lo sabe, y está aquí para remediarlo, pero tú no le dejas.
Jungkook ni si quiera sabía si tenía sentido seguir hablando. Claramente ambos veían todo de una manera muy diferente. Para él, en realidad Wooyoung no parecía comprender que el dolor no podía quitárselo con nada, que el vacío que todo le había dejado estaba ahí tan latente que era inamovible.
Porque las imágenes de él siendo rechazado por todo el mundo, sintiéndose mal y solo, y Jimin dándole la espalda, jamás le dejarían de atormentar. El hecho de que Jimin pensara que él le había engañado acostándose con alguien más, el hecho de que no hubiera dudado ni un poco de lo que estaba pasando, que no hubiera confiado en él ni por un segundo, aquello le había hecho pensar que todo lo que había pasado con Jimin no había valido para nada.
Pero aún así Jungkook amaba mucho a Jimin, pero luego de verle llevar a Wonho a su casa para la cena de navidad su corazón se había comenzado a marchitar.
- ¿Quieres que te recuerde quién la había cagado al principio pero recibió más de una oportunidad? – volvió a hablar el peligris – Tú – le señaló con el dedo en su pecho.
Wooyoung conocía la historia perfectamente. Una vez, semanas después de haber conocido a Jungkook, el pelinegro había tomado tanto que se emborrachó y entre lágrimas no hizo más que escupir una tras otra las cosas que le habían pasado. Hablando de más, contando toda su historia con Jimin. El peligris no había pensado que Jungkook pudiese terminar así, como libro abierto frente a él, soltando todo lo que le angustiaba y le tenía tan deprimido.
- No actúes como si tú no le hubieras dañado alguna vez.
- A penas estábamos empezando – se excusó, cosa que no valió nada para el otro.
- Pero a él eso le dolía, Jungkook. Él te alejaba porque le dolía, como lo haces tú ahora, y así y todo él te recibió todas las veces que volviste a él. Y ni si quiera eran novios como para que él te tuviera esa consideración.
- Lo que pasó es muy injusto, Wooyoung.
- ¡Lo sé! Lo sé y es una mierda. Pero, ¿sabes qué es más injusto? Que haya personas que tengan la posibilidad de amar y la dejen pasar. Que haya personas que pueden emendar esos errores y de todas formas deciden seguir arruinándolo todo. Porque podrías tenerlo todo, maldición – se peinó el cabello con frustración.
- Yo quiero tenerlo todo contigo.
- ¡No, Jungkook! No es así. No quieres eso y lo sabes. Deja de mentirte a ti mismo, y deja de mentirme a mí.
- ¿Por qué demonios te niegas a que pase algo entre nosotros? ¿Por qué estás tan empecinado con que vuelva con él?
- Es por eso, Kook, porque es putamente injusto. Es injusto que tengas la oportunidad de ser feliz, pero eres tan estúpidamente orgulloso que prefieres dejarte hundir en la mierda.
Jungkook se preguntaba cuándo las personas dejarían de meterse en su vida, cuándo dejarían de opinar sobre ella, sobre sus decisiones, sobre todo.
Sabía que su compañero estaba preocupado por él y hacía lo posible por ayudarle, pero no era como si para él fuera fácil volver a lo mismo de antes cuando la confianza de ambos estaba totalmente quebrada.
Ambos no quisieron volver a hablar al respecto. El peligris ya había terminado de enojarse, y sólo le dijo a Jimin que le siguiera el juego. Tan rápido como Yugyeom llegó al lugar, Wooyoung se llevó a Jimin bajo la atenta mirada de Jungkook.
Completamente ofuscado, Jungkook se tiró en la cama, tapando su rostro con sus brazos y exhalando con fuerza en forma de queja.
No pasó mucho tiempo hasta que sintió el peso de un cuerpo ajeno sobre el suyo.
Jungkook respiró con dificultad ante la sensación de esos labios sobre la piel de su cuello, a la altura de su nuez. Los sintió bajar lentamente hasta sus clavículas, moviéndose con calma.
- ¿Estás enojado porque Wooyoung se llevó a tu chico?
- No es mi chico... - respondió, descubriéndose el rostro y mirando cómo el contrario levantaba su remera para descubrir su abdomen, dejando besos y mordidas sobre su piel para luego proseguir a deshacer los botones del pantalón.
- Dices eso... pero le piensas constantemente... y hasta no hace mucho te lo follaste – dio un tirón a la ropa de Jungkook, deslizando sus pantalones y bóxers por sus piernas y poco a poco se los sacó. Llevó dos dedos a su boca, Jungkook solamente observó cómo los mojaba para luego llevarlos directo entre sus glúteos.
- Fue... un momento de debilidad... - soltó la respiración retenida al sentir los dedos de Yugyeom dentro suyo.
- ¿Y se sintió bien? – movió con mucha lentitud sus dedos, y los impulsó aún más profundo. Jungkook suspiró.
- Sí... - respondió con sus ojos cerrados.
- ¿Mejor que una pastilla de oxicodona?
- Sí... mejor... - susurró, perdido en la sensación de aquel momento, mientras Yugyeom se encargaba de desabrochar su propio pantalón. Rió mientras negaba con la cabeza y observaba las manos de Jungkook sujetándose a las sábanas.
- Eres... un terrible tonto – musitó.
Para Yugyeom, Jungkook tenía todas las soluciones a toda su ansiedad, a toda su pesadez, pero incluso así se resistía, continuaba tomando el camino equivocado, pero no era él el encargado de hacérselo entender. Disfrutaría del cuerpo de Jungkook cuando éste necesitase liberar tensiones y dejar de pensar, porque la dosis de oxicodona se había disminuido a una más pequeña, y había comenzado a tomar otros calmantes no tan fuertes.
Jungkook estaba más despierto y también más consciente de su alrededor y de su pasado, la inquietud volvía, los temblores también.
Al terminar de estar con Yugyeom, retomando su aliento desparramado en la cama, sintió el sonido de su viejo celular sonando, era una llamada, y le sorprendió que era de la penitenciaría.
Su madre saldría más pronto de lo que pensaba.
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Y otro! (Los tenía ya en borradores así que van como premio por aguantarse todo el sufrimiento (?)
Espero que este cap les haya ayudado a comprender un poco más la situación de Jungkook y qué fue lo que le llevó a relacionarse con Wooyoung y seguir con Yugyeom.
El tiempo simplemente transcurrió y Yugyeom terminó ayudando a Jungkook, la relación entre ambos fue mutando, aunque Yugyeom tuvo una razón determinada para cambiar de comportamiento y eso se sabrá más adelante.
Tengan buena semana 🌈
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