10. Una realidad paralela
Jimin POV
Me sentía tan feliz.
Aunque había intentado olvidarme de todo y seguir, algo dentro de mí estaba tan arraigado a él que no le quería dejar ir. Podía sentir el anhelo de tenerle conmigo nuevamente, que las cosas pudieran arreglarse. Había estado demasiado enojado pero la realidad era que no podía estar sin él, que le amaba demasiado, y que después de todo, parte de las cosas que habían sucedido eran mi culpa.
En ese momento, donde estaba abrazado a su cuerpo, con mi cabeza apoyada en su hombro, sentía que era lo único que necesitaba y que podría haberme quedado allí el resto de mi vida.
A pesar que habíamos tenido ese momento de intimidad y yo estaba abrazado a él, su actitud se había vuelto a tornar fría. Hasta hacía varios minutos él me había abrazado fuerte, me había besado y me había hecho el amor.
"No puedo dejar de pensar en ti". De tan sólo recordarlo una pequeña sonrisa se formaba en mis labios, me sentía tan risueño y también tan tonto, pero es que le había extrañado demasiado.
Pero incluso así, lo bueno dura poco, nos sobresaltamos cuando la puerta fue abierta, dejándome ver a aquel chico de pelo gris de antes. Él nos observó, algo sorprendido, y me sentí tan incómodo por esa situación que me removí agarrando las sábanas para taparme hasta el cuello y me alejé de Jungkook.
- Siento la interrupción – dijo entrando con unas bolsas en mano.
- Creí que vendrías más tarde... - dijo Jungkook, apresurándose a sentarse en la cama para ponerse sus bóxers.
- Por suerte terminé rápido – se encogió de hombros, soltando un tosco suspiro. Me sentí terriblemente mal al momento que Jungkook se acercó a él y posó su mano en su cuello, acariciándole mientras el chico de pelo gris hurgaba en las bolsas de compras.
- ¿Necesitas que te ayude en algo? – le oí preguntar, usaba un tono suave, demasiado íntimo para mi gusto. Sólo de verles sentía mi corazón encogiéndose más y más.
- No, está bien, ya pude comprar las cosas que necesitábamos – la mano que estaba en su cuello tomó unos cortos mechones de su nuca, acariciándolos entre sus dedos. Dejé de mirar, no podía seguir viendo algo como eso, me sentía como el mal tercio, y era estúpido, me sentí tan ajeno, tan sobrante, Jungkook parecía haberse olvidado de mi presencia rápidamente.
Fue entonces que comencé a cambiarme, e incluso a pesar de estar moviéndome Jungkook no se volteó a verme, siguió con lo suyo, yo le miraba de reojo, algo dentro de mí quería que él me dijera que no me fuera, pero en cambio parecía evitar el cruzar su mirada conmigo.
Terminé por ponerme mis pantalones y la remera que había llevado hasta que escuché la puerta nuevamente. Me quedé atónito cuando esta se abrió de repente y fue Yugyeom quien entró a la habitación como si nada, quedándose inmóvil al verme allí.
Pude suponer que le había sorprendido mi presencia, pero al instante mostró una sonrisa tan maliciosa que me dio hasta nauseas.
- ¿Qué demonios... hace él aquí? – pregunté, mirando a Jungkook con ojos bien abiertos. Fue en ese instante que me di cuenta que seguía sin saber nada de la situación actual de Jungkook, y el hecho de que Yugyeom estuviera ahí no sólo me hacía recordar el asunto que me había dado vueltas esos últimos días, sino que también seguía recordando cuando le vi con Jungkook en ese auto hacía tiempo - ¿Qué hace él aquí? – volví a preguntar, con un tono más demandante, exigiendo una respuesta. Jungkook me miró, desconcertado por mi actitud para con el otro.
- Yo debería ser quien te pregunte eso a ti – rió el más alto, como si la situación le causase alguna diversión. Se acercó a Jungkook, tomando su mentón y acariciándole con el pulgar – No pierdes el tiempo, eh... - le dijo de forma burlona.
- Aléjate de él – comencé a acercarme, sintiendo un impulso peligroso de querer tirarme encima de él estamparle mis puños en su cara.
- ¿Jimin...? – Jungkook no parecía estar enterado de nada tampoco. Claro, no tenía idea de quién me había dicho dónde él vivía, ni lo que le había pasado.
- ¿Qué hace él aquí, Jungkook? – reiteré, pero no esperé por una respuesta, porque al momento que Yugyeom pasó su mano por el cuello de Jungkook en un tacto tan provocativo y a la vez grotesco para mí, perdí los estribos.
En un rápido movimiento estrellé mi puño contra el rostro de Yugyeom, sintiendo el dolor del impacto en mis nudillos inmediatamente. Él no la había visto venir, y esa sonrisa venenosa se fue de su rostro para mostrar una expresión completamente efurecida.
Hizo ademán de acercarse a mí pero Jungkook se puso en el medio de ambos y le empujó.
- ¡¿Qué demonios les sucede?! – soltó en un grito, con sus manos alzadas, a la expectativa de si alguno de nosotros volvía a intentar golpear al otro.
- ¡Aléjate de Jungkook, bastardo! – grité, queriendo volver a golpearle pero sin éxito, Jungkook me empujó hacia atrás con su cuerpo cuando Yugyeom quiso acercarse.
- Yugyeom – el peligris intervino, tomándole del brazo.
- ¡Me ha golpeado! – se excusó – desgraciado – espetó entre dientes mientras me miraba con odio.
- ¿Por qué está aquí él?... – no podía entenderlo, y él parecía tan calmado, como si yo fuera el único que estuviera consciente de que todo eso era una locura - ¿Por qué le dejas acercarse luego de lo que te hizo?
Fue entonces cuando finalmente él se giró a verme, como si lo que yo había dicho le hubiera despertado. Pude ver cómo las preguntas se pasaban por su cabeza, sus ojos abiertos y sus cejas alzadas, probablemente preguntándose qué era lo que yo sabía y qué no.
- Eres un maldito idiota, Jimin – el azabache soltó una risa y restregó sus manos nerviosamente contra su rostro, mostrándose irritado, claramente porque yo había hablado de más.
- Te denunciaré – dije, era todo lo que quería hacer – Te denunciaré, hijo de puta.
- No tienes pruebas – sonrió con suficiencia. Me mordí los labios, sintiendo la furia dentro de mí. Jungkook volvió a mirar a Yugyeom.
- ¿Qué mierda le dijiste, Yugyeom? – le cuestionó en un tono serio y exigente.
- Quizás se me escapó algo.
- ¿Por qué no le denuncias, Jungkook? – me hice a un lado, para poder observarle cara a cara, mi rostro estaba desencajado, la situación superando toda lógica - ¡¿Por qué no le denuncias?! – pero nada, él no respondió nada, pero más bien pareció entender la situación finalmente. Volvió a mirar a Yugyeom, ahora con enojo pasmado en su cara.
- ¿Tú fuiste? – le observó incrédulo, acercándose a él - ¡¿Tú le contaste?! – repitió en voz alta y grave.
- El estúpido seguía repitiéndome que le habías engañado – bufó, mirándome y dedicándome una sonrisa ácida.
- Y le dijiste... le dijiste que fuiste tú... ¿estás demente? – Jungkook le empujó.
- ¿Quién crees que le dijo dónde estabas? – enarcó una ceja.
- Tienes que denunciarlo, Jungkook – intervine rápidamente.
- No te metas en esto, Jimin – soltó con un tono ofendido, algo que me molestó muchísimo.
- ¿Qué no me meta? – sentía mi mandíbula casi desprenderse del asombro, no podía creer lo que oía – Este hijo de puta te hizo eso... ¿Y le dejas entrar aquí como si nada? Y a mí me echas... me echas y dices que no quieres verme y él... – negué con mi cabeza, mi visión volviéndose borrosa, mis ojos sintiéndose calientes y húmedos – si tú no le denuncias yo lo haré.
- No tienes pruebas, nadie podrá saber lo que le hice.
Sentí una gran furia y decepción dentro de mí, además de la sensación nauseabunda rondando la boca de mi estómago frente a aquella situación tan surrealista. Hasta me sudaban las manos de los nervios.
Yugyeom sonreía despreocupado, mofándose de su impunidad y de mi reacción. Estaba disfrutando de observarme en mis esfuerzos en vano por convencer a Jungkook de lo que debería hacer, pero claramente yo me estaba perdiendo de muchísimas cosas, y no podía comprenderlo, no podía entrar en mi cabeza el hecho de que Jungkook estuviera dentro de la misma habitación con una persona como él, con alguien que le había abusado y dejado como en aquella fotografía. Esa fotografía horrible y desgarradora.
- La foto... esa foto que tienes... - él soltó una carcajada.
- No podrás conseguirla.
- ¿Una fotografía? – Jungkook le miró con el ceño fruncido, desentendido de aquello también. Para mí todo era una maldita locura - ¿Le mostraste una puta fotografía, Yugyeom? – sólo ahí parecía haber vuelto a enojarse, a ponerse a la ofensiva con él, aunque en su lugar ya le hubiera destrozado la cara a golpes.
- ¿Quieres verla? – alzó sus cejas con un vaivén. Jungkook sólo permaneció mirándole, sin decirle absolutamente nada. Y entonces no pude evitar llorar.
- ¿Cómo puedes dejar que te trate así? – mis lágrimas mojaron mis mejillas, ya no podía retener la impotencia, la rabia que sentía - ¿Cómo puedes dejar que esté aquí?
- Ya, suficiente – dijo tomándome bruscamente del brazo y comenzando a dirigirse hacia la puerta, sacándome de allí a rastras, incluso haciéndome doler.
Me estaba echando, me estaba sacando de allí a mí y dejando a ese asqueroso bastardo dentro, permitiéndole quedarse en su habitación, permitiéndole tocarle con tanta confianza como si nunca le hubiera hecho algo tan horrible como lo de aquella noche.
Me empujó hacia fuera del lugar, saliendo hacia la calle.
- Vete, ya no puedes estar aquí. Sabía que era una mala idea – dijo sin mirarme, poniéndose nervioso y caminando de un lado a otro.
- ¿Planeas explicarme algo de todo lo que está sucediendo? ¿Qué demonios haces aquí metido con él? Realmente no entiendo – sequé mis lágrimas, intentando recobrar un poco la compostura - ¿Qué haces no denunciándole?
- ¿Crees que puedo ir y denunciarle así como así? – paró en seco, ahora prestándome atención – Eso está fuera de discusión. No te metas si no entiendes, Jimin.
- ¡¿Cómo voy a entenderlo?! – le cuestioné ofuscado – Me echas, me evitas, me dices que me vaya ¿pero a él le dejas entrar a tu habitación? ¡¿Qué mierda haces si quiera hablando con él y dejando que te toque?!
- ¡No lo entenderías! – me gritó. Alzó su voz, haciéndome dar un leve respingo - ¿Quieres que te explique cómo son las cosas? ¿Quieres saberlo todo? – había logrado enojarle de sobre manera, estaba a la defensiva, y aunque quería saber todo, en realidad tenía miedo - ¿Qué esperabas? ¿Qué fuera a la policía y les dijera lo que me había sucedido? ¿Crees que es tan fácil hacer eso? ¿Crees que él no haría nada para evitarlo? ¡Piensa un poco, Jimin! – golpeó sus cienes con sus dedos índice y medio.
- Pudiste al menos hablarlo... pudiste haber dicho algo y yo te hubiera ayudado...
- ¡¿Ayudado en qué?! Lo único que hiciste fue creerte el estúpido cuento de que yo te estaba engañando, porque no querías hablarme, ¡no querías verme! ¿Y ahora dices que me hubieras ayudado?
- ¡Te llamé porque quería hablar contigo! ¡Realmente iba a arreglarlo!
- ¡Fue tarde, Jimin! – llevó sus manos a su rostro, cubriéndoselo y frotándoselo con desánimo. Miró hacia un costado, observando la gente pasar – Fue demasiado tarde. Cuando realmente te necesité, no estuviste allí.
- Yo no... yo no sabía por lo que estabas pasando... - apreté mis labios, sintiendo el nudo en mi garganta y el habla ya se me hacía muy pesada.
- Lo hubieras sabido si no me hubieras dejado... si no me hubieras dado la espalda como todos – sus ojos me miraban con dolor y con reproche, hasta el momento no había pensado en lo mal que realmente podría haberle hecho aquello – Decidiste creer lo que todos ellos decían.
- ¡Lo sé! ¡Dios, lo sé! – solté con desespero, aceptando lo que él me decía, rompiendo en llanto – Pero estaba confundido... estaba dolido por Soojin... y por todo lo que decían de ti... y de repente recordé cómo eras al principio, cómo me maltratabas...
- Yo cambié por ti. Y tú mismo lo dijiste, que eso estaba en el puto pasado.
- ¡Pero aun así! No sabes lo tanto que me había dolido... la humillación que sentía, el dolor por sentir que me odiabas...
- Incluso después de todo, de decirte que yo te amaba y abrirme a ti, ¿Incluso así no fue suficiente para ti? – sus ojos se pusieron rojos al igual que su nariz, su labio temblaba, y podía darme cuenta de que estaba aguantando las lágrimas – Fui el puto rey del baile por ti, Jimin. Me expuse como tu novio ante todos, fui el hombre más feliz del mundo, ¿y aun así no fue suficiente para que creyeras en mí?
- Tenía miedo... tenía miedo de que me dejaras, que te dieras cuenta que no querías estar con un chico... que me dejaras porque te gustaban las chicas, estaba inseguro desde el principio – bajé mi cabeza, intentando llorar en silencio, secando mis lágrimas inútilmente – Tenía miedo que me dejaras como lo hizo Taemin...
- Yo no soy Taemin – pude sentir su mirada fría sobre mí, pero yo no quería levantar la mirada. Tenía razón, él jamás había sido como Taemin, y aunque eran cosas que me costaban superar, no tenía por qué darle a Jungkook el peso de mis inseguridades.
- Lo siento... lo siento mucho...
No había palabras que pudieran expresarle realmente cuánto me arrepentía de cómo habían resultado las cosas. Me arrepentía de haber sido tan inseguro, tan estúpido de dejarme influenciar por los demás y darle la espalda sin escuchar una explicación de su parte, sin dejarle hablar y contar su versión de la historia, sin dejarle defenderse.
Ambos nos sumimos en un profundo silencio, las emociones y pensamientos tragándonos por completo. Me preguntaba por qué las cosas habían tenido que salir de esa manera, por qué nos habíamos desencontrado así. Al principio parecía como si realmente hubiera algo especial, pero simplemente habíamos hecho todo demasiado mal.
- Ya no tiene sentido lamentarse... - suspiró. Yo levanté mi rostro para mirarle – No hay nada que hacer. Así que mejor vete, y no vuelvas por aquí.
- No... - negué, acercándome a él, quien me evadió dando un paso hacia atrás – Por favor, no hagas esto... sé que me lo merezco pero no me alejes de ti... me duele demasiado – le supliqué, porque en serio sentía que si me volvía a alejar de él mi vida se acabaría, terminaría cayendo en una espiral a un pozo sin fondo y no podría seguir sin él.
- Te necesité tanto... realmente quería que estuvieras allí – el dolor y la pesadumbre oscureciendo su mirada, sus ojos opacándose – Pero esto es lo que tengo que pagar por haber ignorado a Soojin cuando necesitó ayuda.
- No... no es lo mismo, yo estoy aquí y tú estás aquí, ya no estarás solo... no te dejaré – quise tomarle de las manos pero se soltó.
- ¿Solo? – preguntó – Ya estuve solo, Jimin, y como dije, no estuviste ahí. Tuve la esperanza de que en algún momento aparecerías. En mi mente yo aún te esperaba, pero nunca viniste por mí.
¿Cuánto más iba a recordarme mis errores? ¿Cuánto más iba a escupirme en la cara que yo le había fallado? Lo sabía. Mierda, sí que lo sabía. Era por eso que estaba sintiendo la desesperación dando vueltas con mi cabeza, volviéndome loco, porque la había cagado, lo había arruinado todo terriblemente. No había sido un simple error, había condenado a Jungkook a la agonía.
Pero lo sentía, lo sentía muchísimo y me arrepentía tanto que podría haberme tirado al suelo a suplicarle que me perdonara, que se apiadara de mí y me permitiera enmendar mis errores y poder acompañarle, ayudarle.
Pero Jungkook no quería ayuda.
- ¿Sabes por qué estoy aquí? – preguntó de repente. Levanté mi mirada, él estaba serio, inmutable – Porque cuando me quedé sin dinero y sin techo, Yugyeom fue el único que me ayudó a conseguir un lugar donde quedarme. Porque mi madre está en prisión, y mi padre no me pasa ni un puto won porque no va a reconocer a un marica como hijo – hizo una leve pausa, probablemente observando que yo estaba pasmado. Mis manos temblando al escuchar lo que me estaba confesando – Porque no pude elegir ni una puta mierda de mi vida, porque no me dejaron quedarme a vivir donde estaba porque en primer lugar fui amenazado si me quedaba en la universidad y viviendo donde estaba. Porque la familia de Soojin me quiere lejos de sus vidas y la forma de ellos de poder hacer justicia fue enviando a un desgraciado a que abusara de mí y martirizara todas las semanas con visitas esporádicas mientras todos ustedes lo único que hacían era darme la puta espalda – mi pecho se estrujó, sus palabras estaban cargadas de rencor, y no podía ser para menos. No tenía idea de lo que había estado pasando todo ese tiempo.
- Yo-
- ¡Déjame hablar! – alzó la voz, asustándome y haciéndome temblar – Me obligaron a colaborar en el caso de Soojin, tal resulta que Hyunjin dijo mierda de mí apropósito, porque ella nunca le dijo que yo la violé, sólo que yo no le había escuchado y que había estado conmigo esa noche. Los que la violaron fueron otros, y no pudieron dar con ellos. Hyunjin se desquitó conmigo, siempre me odió por saber que yo no trataba bien a Soojin, cosa de la cual no me enorgullezco, pero ella me buscaba porque gustaba de mí, jamás la obligué a acostarse conmigo.
Lo único que hice fue permanecer en silencio, sin dejar de mirarle, con mis ojos bien abiertos y llenándose de lágrimas otra vez. La verdad dolía, realmente era un golpe demasiado fuerte, más de lo que hubiera imaginado.
- Sé que soy responsable de que ella hubiera estado mal y hubiera sufrido en silencio, pero Hyunjin lo sabía y no hizo nada hasta que ella se quitó la vida y me inculpó porque siempre me odió. Gracias a eso el hermano de Soojin no dudó en amedrentarme enviando a Yugyeom a hacer lo que ya sabes. Le pagó, y él me drogó y me violó, me dejó inconsciente por dos horas en el medio de la nada bajo el sol, y luego fue a buscarme y me obligó a entrar al auto con él mientras yo me asfixiaba de la ansiedad. Me visitó en mi casa, y me amenazó todas las veces que fueron necesarias para que yo cooperara con lo que la familia de Soojin quería que hiciera una vez se supo que ella no estaba embarazada de mí.
- No puedo creer que hayan hecho eso... - fue todo lo que alcancé a poder pronunciar.
- Me fui a casa de mi madre, con la idea de no volver, como había sido el trato, y dejé la universidad definitivamente, aunque fue mejor, ya no quería volver a ese lugar de mierda – era obvio, Jungkook ahora odiaba aquel lugar donde todos le habían acusado injustamente. Aunque su reputación era mala y aquello no le había ayudado, no merecía pasar por todo eso, no realmente, no cuando él había cambiado y ya no era ese tipo de persona, pero incluso yo no lo había visto así en ese momento – Mi madre terminó arrestada, me dio algo de dinero para poder valerme por mí mismo, pero no es suficiente porque nuestro padre ya no nos da nada. Yugyeom hizo que conociera este lugar, que conociera a Wooyoung, y no tengo que pagar por quedarme aquí, ese fue el trato. Así que, si te preguntas que mierda hace Yugyeom aquí, es obviamente porque él fue el único que me ayudó al final.
- Pero no puedes... ¿cómo puedes convivir con él?
- Él estuvo ahí cuando tú no lo hiciste, Jimin.
- ¿Vas a decirme que a él le perdonas lo que te hizo pero a mí no?
- Necesitaba a alguien con quien descargar mi mierda, alguien que supiera todo lo que estaba pasando o terminaría ahogándome solo. Fue la única persona en quien me pude refugiar – soltó una risa seca, sarcástica – Es triste, ¿cierto? La única persona en quien pude confiar fue en quien abusó de mí.
- No es así... nos tienes a nosotros... siempre estuvimos para ti... tu no nos dijiste nada...
- ¿Es mi culpa? – arqueó una ceja, torciendo algo el cuello - ¿Crees que luego de que me miraran con decepción iba a tener ganas de decirles que me habían violado? – se me congeló la sangre cuando soltó una risa sínica – Si alguien se enteraba de eso, no sólo Yugyeom iba a terminar de destrozarme, sino que todos iban a estar regocijándose de satisfacción por saber que había obtenido mi merecido.
- Yo jamás podría pensar que merecías algo así... jamás te hubiera deseado eso.
- Pero lo merecía, y ya pagué. Maltraté a Soojin y obtuve mi merecido. Ignoré sus pedidos de ayuda, y los demás ignoraron los míos. Así son las cosas, Jimin, así debían ser, y ahora ya no quiero recordar más nada, no quiero recordar ninguna mierda, y prefiero vivir así, porque ¿Cuál es la diferencia entre Yugyeom y aquellos que me dieron la espalda? Ninguna.
- ¿Y planeas seguir aquí? ¿Te quedarás aquí con él? – para mí no tenía ni puto sentido, no tenía sentido que él quisiera quedarse en ese lugar – No perteneces aquí, Jungkook.
- ¿Dónde pertenezco? – preguntó, cruzándose de brazos y apoyándose contra la pared.
- Perteneces conmigo... - respondí, pero todo lo que él hizo fue soltar una risa amargada y floja - ¿Qué pasa con nosotros?
- Ya no hay un nosotros – negó – Yo cambié, mi vida cambió, ya no soy el mismo y jamás lo seré. Ya no soy para ti ni tú para mí. Esto es todo lo que hay ahora – no podía escuchar eso, no podía dejar que dijera esas palabras con tanta convicción. No podía aceptarlo, no podía aceptar que le había perdido.
- Por favor... dame una oportunidad... haré lo que sea...
- No te hagas esto, Jimin.
- ¿Por qué no podemos volver a intentarlo?
- Porque no quiero – respondió a secas. El rechazo jamás se había sentido tan dolorosamente venenoso – Porque esta es mi vida ahora, y porque no planeo dejar a Wooyoung solo.
- ¿Le amas?
- Eso no te incumbe.
Jungkook ya había decidido, ya había elegido.
Y aunque me fuera difícil de comprender, era justamente eso de lo que me perdía. El dolor de Jungkook, las cosas por las que había pasado, cómo había vivido aquellos últimos meses, era todo eso lo que le había convertido en la persona que tenía frente a mí en ese momento. Y no podía culparle.
Pero me dolía demasiado, me dolía el saber que yo era parte de su sufrimiento, parte de lo que le había hecho sentir tan triste y abandonado. Era quien se suponía le daría apoyo incondicional, amor y compañía, pero terminé por dejarle solo.
"En mi mente yo aún te esperaba, pero nunca viniste por mí."
Le había fallado.
Y esa sensación tan acojonante en mi interior, que me hacía sentir tan incómodo y angustiado, era esa misma sensación que había sentido cuando me enteré de que Soojin ya no estaba. Al final había vuelto a hacer lo mismo, a darle la espalda a alguien, a ignorar a quien me necesitaba. Pero no había sido cualquier persona, había sido Jungkook, a quien yo amaba con locura, pero en cambio deseché nuestro amor y nuestra historia por mis inseguridades y la mierda que otros decían. Le había destrozado.
Jungkook tenía razón, no había diferencia.
Al fin y al cabo yo era igual que Yugyeom.
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Buen sábado, gente bella.✨
Tengan paciencia con todo esto, Jimin a penas se está encontrando con la verdad detrás de todo lo que pasó, con las razones que llevaron a Jungkook a estar donde está ahora. Y éste ha intentado sobrevivir como pudo, por lo que tener a Jimin nuevamente a su alrededor solo vuelve todo más caótico para él.
Sólo es cuestión de tiempo para que las cosas se acomoden en sus mentes. No desesperen.
Gracias por leerme! ♡
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