6. Un camino de ida.

Jungkook POV



Me había follado al rubio, y yo ni si quiera pensaba que llegaría a eso, pero simplemente pasó. A decir verdad, demasiadas cosas pasaron aquella noche, empezando por el hecho de que yo sólo había ido a divertirme y no a meterme en todos los problemas en los que terminé metiéndome, pero daba igual.

Aquella noche me encaminé a la fiesta con Taehyung únicamente, ya que Yoongi estaba enfermo, se había pescado una gripe terrible por haber estado esperando bajo la lluvia a una chica que al final le dejó plantado. Con nuestro otro amigo nos reímos de él simplemente porque era bastante bajo para él el haberla esperado por tanto tiempo y mojándose. En fin, estuvo varios días en cama.

Cuando llegamos a la casa, Taehyung comenzó a saludar a gente y a hacer sociales, mientras yo fui a buscar alcohol como principal tarea de mi noche.

Todo iba igual que siempre, tomé todo lo que quise, pero los problemas comenzaron cuando me crucé con Soojin. Hacía un tiempo no la veía, no había aparecido por la universidad y tampoco en las fiestas como antes. Habían pasado semanas desde que me la había follado en la fiesta de Moonbyul.

Yo estaba tomando, y tenía en la mira a una chica que llevaba un pantalón súper apretado que resaltaba sus curvas, cabellera negra y larga. La observé un buen rato, clavándole la mirada. Ella era la novia de un chico llamado Shownu, compañero mío de algunas materias en relaciones empresariales. Ella era totalmente caliente y por suerte su novio no estaba allí, por lo tanto mi camino estaba más que libre, además, nadie tenía por qué enterarse.

Soojin apareció mirándome con una expresión que yo no sabía a qué se debía, tampoco me interesaba saber qué le sucedía, pero a diferencia de otras veces, no me sonrió, lo intentó, pero no lo hizo. Su cara de inocente y buena chica estaba opacada por unas ojeras y ojos enrojecidos.

- Hola, Kook – habló ella. Yo la saludé alzando mi mentón y seguí tomando de mi lata de cerveza mientras me enviaba miradas insinuantes con aquella chica que ya me había notado y respondía a mis señales de seducción - ¿P-puedo hablar contigo...? – preguntó cabizbaja y con una voz temblorosa. La miré frunciendo el ceño.

- ¿Hablar? – pregunté alzando una ceja – Ahora no Soojin, estoy ocupado – me acomodé, dándole la espalda y le sonreí a la chica que ahora se había puesto a bailar, moviendo lentamente el culo, ofreciéndome indirectamente su cuerpo.

- S-sólo será un segundo... necesito hablar conti- dejé de escucharla porque dejé mi posición para dirigirme a mi objetivo. Me acerqué a ella y sentí una mano tomarme del brazo con debilidad. Me giré a mirarla ya sintiéndome demasiado irritado.

- ¿Qué mierda quieres, Soojin? No jodas ahora – me solté de su agarre y observé a la chica quien me sonrió al ponerme a bailar con ella - ¿Está tu novio cerca? – pregunté dejando claras mis intenciones.

- Jungkook – volvió a agarrarme y me volteé el doble de enojado. Me estaba mirando con sus ojos llorosos. No sabía qué mierda le sucedía.

- Mira, Soojin, no me cabrees. No quiero follar contigo, vete y busca a alguien más para joderle la paciencia.

- Quiero decirte algo importante y tú no me escuchas...

- ¿Qué mierda quieres decirme? – alcé mi voz un poco más, ella se hizo hacia atrás, temiendo por mi temperamento.

- No puedo decírtelo aquí...

- Maldita sea...

La tomé del brazo con fuerza y la arrastré por la sala del departamento y salimos del lugar. Me dirigí a un lugar algo más apartado, aunque había gente por todas partes, pero al menos lejos de todo el barullo y cúmulo de gente.

- Me estás lastimando.

- Me importa una mierda – le respondí. Me detuve en la esquina de uno de los balcones y la miré - ¿Qué quieres? Espero sea importante porque no quieres que me enoje.

- Q-quería decirte algo... sobre la vez que lo hicimos... la última vez – comenzó a hablar, su voz temblaba y a mí eso me estaba exasperando.

- Habla rápido, no tengo tiempo para estupideces – me restregué el cabello impaciente.

- Yo... esa vez... lo hicimos sin condón y... - comenzó a hablar más entre cortado, poniendo su mano en su pecho en forma de puño – Yo... no me ha venido el período en este tiempo... y-

- ¿Qué? – no la dejé continuar. Aquello había sido suficiente para sacarme de mis casillas.

- Sí... yo-

- ¿Cómo que no te ha venido el período? – me restregué con ambas manos el rostro sin poder creerlo. Miré a mi alrededor como si pudiera encontrar a alguien que me dijera que era una broma.

- No me ha llegado... aún no le he dicho a nadie... tengo miedo y quería saber... si podrías ayudarme... no lo sé... decirle a mis padres y acompañarme a hacerme análisis y-

- ¿Ayudarte? – abrí los ojos como platos - Mira, sea lo que sea, no me interesa qué carajo hagas con tu vida... no me metas en tu mierda, esto está jodido... - el alcohol en mi sistema no me ayudaba a tomarme las cosas con más calma – Abórtalo – le dije. Ella me miró, ya estaba llorando.

- Es que... n-no sé...

- ¿No sabes qué? – me estaba colmando la paciencia – Abórtalo y ya, no planeo tener un hijo y no planeo ayudarte ni nada.

- Es que... no estoy segura si es tuyo... - la miré confundido, y por alguna razón ella estaba temblando terriblemente pero yo me sentía aliviado al saber eso.

- ¿No sabes si es mío, pero vienes y me dices esto? – pregunté indignado, luego reí - ¿Quién diría que te andabas acostando con otros? Y sin condón... qué tonta – me burlé – al parecer no eres tan santa como finges serlo.

- No es eso... – su llanto se volvió más fuerte y dificultoso.

- Bueno, como sea, esto es una molestia... no me metas en tus problemas, yo no soy padre de lo que sea que tengas allí adentro – giré sobre mis talones para irme y ella me detuvo tomándome de mi ropa.

- Necesito ayuda... - suplicó y a mí me estaba drenando la paciencia. Me solté de un tirón y me alejé de ella, pero alguien se me acercó sin que yo lo notara, poniéndose frente a mí.

- ¿Qué te sucede para tratar así a Soojin? – preguntó el chico que se había puesto en mi camino.

Le miré de arriba abajo, era Hyunjin, le conocía por ser del círculo de niños ricos y buenos, al igual que Soojin. Lo que me faltaba era que un niñato como él viniera a tocarme los cojones en un momento donde realmente no era el mejor para joder conmigo. No le presté atención, quise pasar de él, pero cuando lo intenté apoyó su mano en mi hombro y me obligó a girarme, encontrándome con su puño que fue directo a mi cara.

La gente que estaba allí se quedó mirándonos. Me toqué la mejilla y no dudé ni un segundo en devolverle el golpe. Soojin gritó, metiéndose en el medio y yendo a ayudar a su amigo, a quien le había dejado el labio sangrando.

- Idiota – le dije entre dientes, mientras él estaba agachado en el suelo y mirándome con cara de enojo. Soojin se quedó con él, por suerte, así no seguiría estorbándome.

Quise buscar de nuevo a la novia de Shownu pero no la encontré. Perfecto, me había cagado el polvo. Terminé por caminar entre medio de la gente, estaba buscando a Taehyung porque estaba seguro que conseguiría drogas tal y como me había prometido y simplemente me propuse encontrarlo.

Le envié un mensaje para poder dar con su paradero y me respondió luego de unos minutos.

De esa manera me dirigí a uno de los departamentos, la puerta estaba abierta porque había gente saliendo, por lo que sin dudarlo entré.

A penas entré miré a mi alrededor buscando a mi amigo, pero en cambio lo primero que vi fue a ese rubio mirándome. Observé con detenimiento la escena, parecía estar persiguiéndome como una pesadilla en mis sueños.

Estaba pegado a Yugyeom, quien no tenía reparos en tocarle absolutamente por todos lados. Tenía sus ojos entrecerrados, su mirada estaba perdida, supongo que era porque le estaba encantando que lo manosearan de esa manera, y gemía, aunque por la música no podía escucharle, su boca entreabierta me lo decía. 

Las manos de Yugyeom le recorrían por completo, le tocaban los muslos y la cintura, pero lo peor era que él no me quitaba los ojos de encima y eso me ponía de los nervios, su mirada era tan lujuriosa que podía notar que le excitaba que le estuviera mirando. Desvié mi mirada ya que mi amigo Taehyung me vio y me abrazó para luego invitarme a drogarme con él.

Una línea fue suficiente para enviarme al paraíso y olvidarme del susto de la gran puta que me había dado Soojin con eso de su período. Lo que fuera que le estuviera sucediendo, era su culpa y su problema por no cuidar de a quién le dejaba meter su polla en ella.

Estaba hablando de cosas estúpidas con mi amigo, desvariando porque el alcohol y la droga nos dejaban en un estado donde nuestras neuronas funcionaban en sólo un 20 por ciento.

Volví a mirar a donde estaba el rubio y ahora éste estaba siendo manoseado por Jackson también. Los besos que se daban eran tan sucios que rozaban lo pornográfico. Vi a Jackson tocarle su entrepierna sin pudor mientras Yugyeom le tocaba el culo. Se apretaban ambos a su cuerpo, lo besaban y lamían por todos lados. 

Tragué duro. 

Mientras veía aquello me sentí extraño, no solo porque mi cuerpo se sentía como si fuera de sentirse liviano a sentirse pesado y así sucesivamente, sino que mi pecho comenzaba a sentirse caliente, mi respiración estaba agitada, estaba teniendo una descarga de adrenalina, y ésta al parecer llego a mi entrepierna. Me mordí el labio, maldiciéndome, porque me había quedado con las ganas de follar con la chica esa y el haber consumido droga no me ayudó en nada, tanto fue así que terminé poniéndome duro por mirar al rubio.

En un momento desconocido, entró un chico que comenzó a discutir con el rubio, y al parecer era ese tal Taemin.

Se dijeron un par de estupideces que al principio escuché y me parecía absurdo y desagradable cómo el rubio se arrastraba por el otro imbécil. No entendía por qué estaba tan arruinado por ese bueno para nada, ya le había olvidado y además le había metido los cuernos. Vaya imbécil que no se valoraba.

Perdí el rollo de su discusión ya que vi a la chica con la que quería follar antes. Ella al verme me sonrió y yo me paré de mi lugar para ir con ella.

Todo hubiera salido bien de no ser que cuando estuve con ella en el baño, en la bañera más específicamente, alguien entró y nos interrumpió. Yo hubiera seguido, pero ella no quiso, me empujó y se fue.

Cuando vi que era el rubio quien había entrado quería matarlo y luego matarme a mí. Todo iba de mal en peor. Estaba llorando al parecer, pero apenas me vio fingió estar bien.

En fin, mi polla estaba tan dura y dolía tanto que me lo follé. Me lo follé bien fuerte y el malnacido estaba tan estrecho que tuve un orgasmo de puta madre. Era la primera vez que tenía sexo anal, porque ni si quiera con mujeres lo había intentado, las veces que lo intenté ellas no habían querido y terminaban golpeándome por querer obligarlas.

Como nos llevábamos de la mierda, nos peleamos allí en el baño, me golpeó fuerte y me tiré sobre él, pero no pude hacerle más nada ya que para mi mala suerte había llegado Shownu y sus amigos para hacerme pagar por follarme a su novia.

Pasé el resto de la semana con unos moretones y cortes bien feos en mi cara, se me había hinchado parte del pómulo y mi ceja, esos malditos me habían hecho añicos, por suerte Taehyung y otros me ayudaron a librarme de ellos.

- Yo no puedo creer que te hayas metido con Irene – dijo incrédulo Yoongi mientras tomaba una medicina caliente para curar su gripe. Estaba en el sofá mientras yo me estaba poniendo hielo en mi cara. Estábamos desayunando aunque era de mediodía, pero Taehyung y yo teníamos una resaca de mil demonios que no nos había permitido levantarnos antes.

- ¿Qué querías que hiciera? Si está buena.

- Pero estaba Shownu allí, ¿Cómo tienes cara de hacer eso?

- No sabía que andaba por allí o que la muy zorra podía decirle – me encogí de hombros – en fin, al final no pude terminar de follármela, el imbécil de Park entró al baño y me interrumpió – abrió sus ojos grandes y luego rió – No es gracioso.

- No, lo gracioso es lo que viene después – dijo el estúpido de Taehyung frotando las palmas de sus manos y sonriendo.

- ¿Qué pasó?

- Nada.

- Jungkook se folló a Jimin – infló el pecho, como si estuviera contando algo que le enorgullecía, y yo quería matarlo.

- Me jodes, ¿cierto? – Yoongi no podía creerlo, aun así comenzó a reír y aplaudió – Oh, con permiso – tomó su celular.

- ¿Qué haces? – pregunté.

- Voy a llamar a Jiminie para decirle que le haré un monumento – comenzó a marcar su número pero yo me acerqué de inmediato y le quité su celular.

- Llámalo y yo te meteré tu celular en el culo – Taehyung comenzó a carcajearse.

- Ya, ya, cálmate, no lo llamaré – dijo alzando sus manos para que me calmara. Le devolví su celular y lo guardó.

- Ahora... Kookie, queremos detalles – Taehyung se sentó a mi lado y me rodeó el cuello con su brazo - ¿Qué se sintió meter tu polla en ese trasero tan delicioso? – rodé mis ojos y lo empujé para que me soltara.

- Es lo mismo que follar una vagina – me encogí de hombros, restándole importancia.

- Claro que no – negó Yoongi. Bueno, no admitiría frente a ellos que mi orgasmo fue destacablemente placentero – Primero, no es una vagina, y segundo, es Jimin, él se mueve como los mismísimos dioses.

- Sí, mierda. ¿Y lo has visto bailar? Se nota que sabe controlar su cuerpo, maldición, tendría que habérmelo tirado ayer – dijo Tae mirando a la nada, probablemente pensando en que había estado muy drogado como para buscar tener un polvo.

- No me parece la gran cosa – dije con expresión aburrida.

- No eres humano, Jungkook.

- Kook, espera a que te monte, y tocarás el puto cielo – reí secamente.

- No volveré a follármelo.

- Di lo que quieras, pero probar a Jimin es un camino de ida, no de vuelta – Taehyung me codeó las costillas.

Me daba igual cuánto me hablaran de Park, al final solo era un orificio donde meter mi polla. Su boca me servía igual, aunque haber probado su culo me había dejado con una ansia que cada vez que él venía a nuestra casa y follaba con mis amigos yo me encerraba en mi habitación porque ni si quiera quería verle para que me hiciera una mamada.

Estaba estudiando en mi habitación, concentrado y tranquilo después de la cursada. No noté cuándo la puerta de entrada fue abierta, porque me sorprendí al escuchar voces fuera de mi habitación. No le presté importancia hasta que pude identificar que además de Yoongi, había alguien allí, y su voz la pude reconocer luego de unos segundos.

Noté que entraron a la habitación de al lado, la de Yoongi. Estaba todo demasiado silencioso, cosa que me estaba molestando bastante y también inquietando. Por alguna razón el silencio hacía más difícil el que pudiera concentrarme. Exhalé una bocanada de aire con desgano y me senté en mi cama, la cual estaba pegada a la pared.

No sé si era curiosidad o qué, pero apenas comencé a escuchar sonidos del otro lado mi cuerpo se movió solo y pegué mi oreja a la pared. Podía escuchar que hablaban pero no podía escuchar exactamente qué decían. El silencio volvió a hacerse hasta que escuché que se tiraron en la cama por el sonido que hizo ésta contra la pared.

Fue en ese momento donde empecé a escuchar que se estaban besando, seguramente con desespero, y los gemidos del rubio se escapaban entre jadeos. No pasó mucho hasta que pude escuchar su voz casi pegada a mi oído, gemido tras gemido, con el sonido de la cama golpeando contra la pared. Le estaba follando y su voz me lo hacía saber, incluso podía escuchar perfectamente cuando le pedía que fuera más rápido, que quería más. Su voz erótica y rasposa se propagaba en mi cabeza, se hacía hasta más alta y me invadía.

Había pasado tiempo desde que me había hecho una mamada, desde que le había follado, y no pensé que eso fuera un problema, hasta ese momento donde me imaginé su boca engullendo mi polla y yo eyaculando en ella. Me imaginé embistiéndole y viniéndome dentro de él. Aquel pensamiento me preocupó, porque mi imaginación me hacía pensar en que quería estar en ese momento con mi polla dentro de él y eso jamás había sido algo que yo hubiera querido antes.

Me encontré con la mano dentro de mi pantalón, masturbándome con desesperación porque estaba tan duro que me dolía horrores y necesitaba quitarme esa sensación de mi interior, su voz del otro lado de la pared me desesperaba aún más. Yo estaba recargado con mi frente contra la pared y mi mano libre igual. 

Le escuché venirse en el mismo momento donde yo me corrí. Su gemido fue largo y agudo, mi cuerpo tembló levemente y jadeé por haber liberado finalmente la tensión que estaba sintiendo.

Definitivamente necesitaba follarme a una mujer para sacarme de mi organismo la sensación de haberlo follado a él.

Dejé nuestra casa, contacté a una de las tantas chicas con las cuales tenía polvos casuales para olvidar lo que acababa de suceder.

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