37. ¿Así es como debía terminar?
Jimin POV.
Las piernas me temblaron, en conjunto con los dedos de mis manos y luego mis labios. No sé cuál habría sido mi reacción desde afuera, pero mi amigo Hoseok se quedó mirándome con una preocupación tan palpable que parecía hasta haberse arrepentido de que hubiéramos preguntado a esos alumnos qué sucedía.
No era cierto, simplemente no podía ser cierto.
Sentí mi garganta anudarse, cerré los ojos por un momento intentando tragar la saliva que parecía como si estuviese intentando tragar arena; asfixiante.
Negué con mi cabeza, había quedado mirando al suelo por varios segundos, y cuando levanté mi mirada observé a mi alrededor.
Las personas me miraban. Las personas lloraban y susurraban cosas.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, abrí mi boca en un intento de obtener algo de aire.
- Jimin, por favor... no nos precipitemos, pueden estar diciendo cualquier cosa... - apoyó sus manos en mis hombros, intentando animarme o algo, pero yo sentí aquello como algo que me agobiaba aún más. Volví a negar con la cabeza - Jimin.
- Soojin... - murmuré con mis ojos sin parpadear y aguándose cada vez más - Ella... ella estaba muy mal - dije a penas mi cabeza fue invadida por flashbacks de las últimas veces que le había visto o hablado con ella - Jungkook me había dicho que se había acostado con ella... pero nunca... nunca dijo nada más...
- Por eso, Jimin... no podemos creer en lo que dicen algunos que puedan tenerle rencor a él, es Jungkook después de todo.
- Y ese es el problema... - apreté mis labios, ya sin poder evitar que mis lágrimas se manifestaran y salieran de mis ojos - Tengo el mal presentimiento... el mal presentimiento de que Jungkook sí hizo eso...
Mi amigo intentó sacar cualquier pensamiento negativo de mi mente, diciéndome que me estaba precipitando a suponer cosas o dejándome llevar por lo que decían, pero yo no podía quitarme del pecho esa punzada que me había estado torturando desde que Hoseok, enojado, encaró a unas chicas que estaban hablando por lo bajo de mí, mirándome y chismoseando. Fue cuando ellas le dijeron aquello.
"Soojin se suicidó y al parecer Jeon tuvo algo que ver"
Y entonces, los murmuros comenzaron a acosarme a medida que iba prestando atención al hecho de que efectivamente estaban hablando de Jungkook.
"¿Park Jimin sabe algo de eso?"
"¿Él conocía a Soojin? ¿Nunca hizo nada? Después de todo se trata de su novio"
"Sabía que Jeon Jungkook era alguien horrible".
Lo peor vino cuando me paré con mi vista al centro del campus. Una imagen terrible, tan pesada que quise apartar la mirada. Todo el mundo tenía los ojos en Jungkook, quien me miró con ojos llenos de pánico y su boca entreabierta. Pude darme cuenta que murmuró mi nombre al leer sus labios, pero estaba muy lejos de él.
Si pudiera hacer una analogía de lo que sentía en ese momento, era como si alguien me hubiera estado aplastando el corazón, estrujándolo entre sus dedos y arrancándomelo.
Mi garganta ya estaba seca, y me dolió ver que Jungkook hizo ademán de venir hacia mí, más no pude seguir mirándole, bajé la mirada, escondiéndome de sus ojos.
¿Qué debía hacer? ¿Qué debía pensar?
Hoseok tenía razón, tenía razón en que no debía dejarme llevar, pero ese presentimiento maldito estaba arrasando con toda mi cabeza, con todos mis recuerdos, removiéndolos y hurgando entre ellos como buscando alguna prueba, algún indicio de que eso fuera mentira o cierto.
Quería arrancarme la cabeza, porque ella sola había unido los puntos.
Algo estaba realmente mal.
Algo estaba realmente jodido ahí.
Y entonces escuché gritos, y volví a mirar al frente para ver cómo un grupo de chicos se habían abalanzado contra Jungkook.
No sé cómo hice para reaccionar, pero inmediatamente me dirigí hacia allí, aunque mi mejor amigo evitó que me metiera, no podía dejar que le hicieran eso. Mis lágrimas ya eran imposibles de esconder, mi rostro se había llenado de ellas y mientras Hoseok me sostenía grité que le dejaran en paz, les supliqué.
Y lo que más me dolió fue que Jungkook no se estaba defendiendo.
Taehyung y Namjoon le levantaron del suelo, pero él apenas podía ponerse de pie, sólo pudo hacerlo con ayuda de nuestros amigos. Tenía la cabeza a gachas, y escupió sangre al suelo.
- ¡Pedazo de mal parido! - gritó Hyunjin queriendo tirarse encima de él nuevamente, pero sus amigos tiraban de sus ropas para detenerle - ¡Maldito hijo de puta! ¡Mataste a Soojin!
- ¡Yo no hice eso! - fue cuando alzó su voz, al igual que su mirada. Sus ojos estaban rojos, uno completamente golpeado.
- ¡La abusaste!
Ahí estaba, esa mierda que había escuchado en los pasillos, y repentinamente tuve ganas de dejar de estar con los pies en la tierra.
- Yo no la abusé... - espetó con sus labios temblando.
- ¡Lo hiciste! Maldito bastardo... lo hiciste con todas, lo hiciste con todas las chicas que usabas y desechabas... - Hyunjin tenía su rostro también lleno de lágrimas y hablaba con su voz llena de odio. Él era el mejor amigo de Soojin - ¡Y luego de usarla la dejaste sola! ¡La dejaste sola y unos hijos de puta entraron y la violaron por tu culpa!
- ¡Cállate! ¡No tenía idea que había pasado eso! - se defendió.
- ¡Ella te lo dijo! ¡Ella quiso decírtelo! Ella... ¡ella estaba putamente embarazada! ¡Quiso decírtelo y no la escuchaste! - soltó en un grito gutural, casi quedándose sin voz.
Mi estómago se contrajo al escuchar eso. No entendía. No entendía toda la mierda que estaba pasando, no entendía qué era todo eso que Hyunjin estaba escupiendo como si esas palabras le quemaran en su boca.
La gente estaba amontonándose a nuestro alrededor, todos escuchando y viendo lo que ocurría. Nadie decía nada, ni si quiera Jungkook dijo algo.
Lo miré, esperando que negara todo lo que Hyunjin decía, esperando que dijera que no era así, pero no dijo nada. Apretó los labios y sus ojos se llenaron de lágrimas.
No podía ser jodidamente cierto.
No era Jungkook. No era Jungkook de quien estaba hablando Hyunjin. Eso era lo que me repetía en la cabeza.
Sentí ganas de tirarme al piso a llorar.
- Ella me pidió que no dijera nada... no creí... no pensé que ella no podría superarlo... no pensé que ella haría esto, ¡ella se mató por tu culpa!
- ¡Yo no la obligué a hacer nada!
- ¡Te la follaste y la dejaste sola! La trataste como si no valiera nada... eres un jodido abusador - aquello retorció mi estómago - Ella se acercó a ti... y le diste la espalda... te pidió ayuda, porque estuviste con ella esa noche, y ella... ella quería saber de quién mierda era su bebé... quería saberlo porque ella lo hubiera soportado si era tuyo... pero eres un hijo de perra...
- No puedes... no puedes culparme por esto... yo... yo no lo sabía.
- ¡Ella te lo dijo! - forcejeó para que sus amigos le soltasen pero no le dejaron.
- ¡No escuché! - gritó Jungkook, haciendo que todos se sobresaltaran - ¡No escuché! No pensé... no pensé que esto pasaría...
- No te importaba una mierda... - dijo con enojo, interrumpiéndole - Todos aquí saben cómo eres... puedes decir lo que quieras pero aquí todos lo sabemos... ellas están comenzando a hablar... porque por escorias como tú es que Soojin hoy no está - su voz tembló, su ceño se frunció y entrecerró los ojos mientras sus lágrimas volvían a caer - Muérete, Jeon. Morir es lo único que mereces.
Aquellos chicos se llevaron a Hyunjin a rastras para que no siguiera allí, estaba destrozado, y si hubiera podido hubiera matado a Jungkook a golpes allí mismo, pero le habían detenido.
El resto de personas siguieron con sus miradas acusatorias hacia Jungkook, aunque poco a poco se fueron alejando, pero aquellas miradas eran terriblemente acosadoras, llenas de repulsión y rencor. Incluso a mí me estaban sacando el aire y el poco control mental que me quedaba para no perder los estribos y quebrarme.
Sentí mi respiración demasiado pesada, pero empeoró cuando Jungkook me miró.
- Jimin... - me habló con su voz débil - Yo... puedo explicártelo...
- No - negué de inmediato. Desvié mi mirada, porque no podía soportar verle. Me sentía confundido, me sentía herido y traicionado. La gente me miraba, probablemente cuestionándose qué hacía yo con alguien como él, y no era que me importara, pero hicieron que me lo cuestionara yo mismo.
- Por favor... - suplicó, algo que terminó de destrozar mi corazón.
Bajé mi mirada a mis pies, las lágrimas desbordaban de mis ojos, ni si quiera podía ver bien el suelo. Escondí mi rostro tras una de mis manos y me permití llorar sonoramente, sin poder controlarme. Sorbí mi nariz inútilmente, sentí el amargor de mis lágrimas en mi garganta y mi pecho temblaba convulsionando por la tristeza.
Sentí una mano posarse en mi brazo.
- No - me alejé como si su tacto me dañara - No quiero que me toques.
- Jimin... por favor... déjame explicártelo... yo no quería que eso pasara... yo no lo hice apropósito... no quise...
- ¿Es cierto que ella te dijo que estaba embarazada de ti? - se me había hecho muy difícil decir aquello.
- Ella... ella dijo algo... de que no le había venido su período... y yo me puse nervioso... pero luego ella dijo algo de que no sabía si era mío... o de alguien más... - pasé mis manos por mi rostro, haciendo fuerzas por respirar calmadamente.
- ¿Y qué le dijiste?
- Yo... yo... no lo sé...
- ¿Qué le dijiste, Jungkook? - insistí. Sentí la desesperación carcomerme, en realidad no quería escucharlo. No quería saber cómo habían sido las cosas, cómo había terminado en esa situación.
- ... Le dije... le dije que no pensé que ella fuera así... que se acostara con cualquiera... - bajó su mirada, dándose cuenta de lo que estaba diciendo - Y... cuando quiso explicarme lo que le había sucedido, yo... yo no la escuché.
- Yo la vi llorar... - comencé, aún con el nudo en mi garganta que me hacía imposible hablar con comodidad - La vi llorar y la vi tan mal que estaba preocupado... ella... ella te pidió ayuda... ¿Es eso cierto? - pregunté, para quitarme todas las dudas de una vez. Él asintió - Ella era una buena chica, Jungkook...
- No quería... nunca fue mi intención lastimarla.
- ¿Estás seguro? - escuchamos una voz a nuestro costado. Me giré para ver quién era. Era una chica que estaba de brazos cruzados, acompañada de quienes supuse eran sus amigas. La mirada que le dedicaba a Jungkook claramente era recriminatoria - Soojin no fue la única a la que maltrataste. ¿A caso te gusta ir por ahí follándote chicas y golpeándolas? - cerré mis ojos, e inhalé con calma, como si pudiera evitar que las palabras de la chica entrasen a mi cabeza.
- Yo no hice eso... jamás le pegué a Soojin.
- Sabemos cómo has tratado a todas las chicas con las que has estado... no puedes negarlo, Jungkook. Nadie te creerá, todos saben cómo eres. Que ahora estés con un chico no cambia el hecho de lo mierda que eres.
- Cállate... no sabes nada de mí.
- ¿Qué no lo sé? - rió - También te acostaste conmigo. Terminé con unas terribles marcas en mis brazos cuando me forzaste - Jungkook entrecerró los ojos.
- Ni si quiera me acuerdo de ti - respondió.
- Porque estabas malditamente drogado, imbécil.
- Ya - dije más que nada para mí. Tomé mi cabeza entre mis manos por un segundo y me dispuse a alejarme de allí.
No podía. No podía escuchar más nada.
Tenía mi estómago hecho un revoltijo insoportable, con ganas de vomitar, incluso haciéndome sentir afiebrado, con un gran calor en mi nuca y mi frente, acompañado de sudor inminente.
Caminé alejándome de mis amigos pero lamentablemente Jungkook me alcanzó.
- Por favor no... - comenzó a llorar - por favor sólo escúchame...
- ¡No puedo! - respondí dándome la vuelta y encarándole - No puedo... no puedo escucharte... no quiero escuchar lo que tienes para contarme...
- No es tan malo como parece... yo... yo no soy así...
- Jungkook... - relamí mis labios, sintiendo su sequedad - Al principio... pensé que me tratabas de esa manera por ser gay... y que me odiabas por ello...
- No recuerdes eso... por favor.
- Me has golpeado... y me haz forzado... y no sé si es porque yo era un hombre o qué... que no permití que fuera a mayores pero no quiero ni imaginar... no quiero ni imaginar lo que le has hecho a esas chicas... a Soojin...
- Sabes que no soy así ahora... sabes que siento mucho lo que te hice... y si no lo seguí haciendo fue porque quise cambiar... quise cambiar por ti - explicó, pero a mí aquello me sabía tan amargo y doloroso que realmente me era difícil de comprender - Era un hijo de puta... lo reconozco... pero mierda, sabes que no soy así, sabes que cambié, sabes que te amo y-
- No digas que me amas - pedí, en un intento por mantenerme con la mente en frío, porque ya bastante mal me hacía verle llorando - Por favor... no juegues conmigo.
- No estoy jugando contigo... por favor, tienes que creerme...
- Necesito tiempo - me atreví a decir.
- ¿Qué?
- Necesito pensar... - eso era, necesitaba alejarme de todo y pensar - Necesito estar solo, así que por favor, no insistas... ahora mismo, en este momento... no quiero verte...
Me alejé y vi que él me llamó pero Hoseok fue a con él, probablemente a decirle que me dejara tranquilo.
Había sido una mierda y no podía aún caer en cuenta de que todo aquello realmente estaba pasando.
Tenía los nervios de punta, mi cuerpo exhausto y completamente tenso durante todos esos días. Hoseok ni si quiera insistió demasiado en que saliera de mi cama, porque entendía que no estaba de humor para hacerlo y aunque intentara levantarme los ánimos no lo lograría, quizás sólo lograría que le echara a patadas y le dijera que no quería verle más, porque eso sentía, sentía que quería que todos se fueran, que todos se alejaran, quería estar solo mientras me dejaba consumir por todo lo que sentía.
No dejaba de llorar, pensando en Jungkook y en cómo mi corazón se destrozaba por todo el amor que le tenía, el cual rápidamente era azotado por una infalible ola de decepción y desesperanza.
Y no era únicamente eso, también sentía culpa, la culpa de no haber podido hacer nada por Soojin, de no haber notado que estaba mal y no haber podido llegar al fondo del asunto con respecto a lo que le había ocurrido.
Se veía tan mal, su estado era nefasto y en sus ojos rondaba una sombra de tristeza y marchitez que era preocupante para quien fuera que la conociera y supiera lo buena chica que era, lo alegre y energética que siempre había sido.
Además de todo, me dolía el darme cuenta que todo ese tiempo no había sabido nada de lo que Jungkook solía hacer antes de estar conmigo. Si bien sabía que se metía en problemas y peleas, sólo un par de veces sospeché de la probabilidad de que él hubiera golpeado a alguna mujer, incluso en una fiesta había sucedido eso y habíamos discutido, pero él había dicho que no volvería a pasar algo así, que iba a cambiar.
Era cierto que él había cambiado, pero esa pesadez que me colmaba por dentro no podía evitarla, esa angustia que me recordaba que una de las chicas más queridas de la universidad se había quitado la vida y que mi novio había estado involucrado en ello.
Sentía que el chico dulce que Jungkook había llegado a ser conmigo se había deformado por completo, totalmente desfigurado. Me daba incluso miedo, escalofríos el pensar el seguir con él como si nada hubiera ocurrido, porque aunque fuera parte de su pasado, sentía que no podía estar con alguien que había llevado al límite de la muerte a una persona.
Por eso no quise verle todos esos días, no quería ver sus ojos y darme cuenta que en vez de pensar en todo lo que le amaba, lo único que podría pensar sería en él forzando a Soojin, en él siendo violento con ella como lo había sido conmigo al principio.
Recapitulando la vez que había visto a Soojin en los vestidores, llorando en un rincón sobre el suelo, entendí que así era como se veía una persona que sufría en silencio.
Soojin había querido pedir ayuda pero nadie pudo salvarla, nadie la escuchó.
No quise pensar mucho más en ello, aunque mi cerebro no ayudaba, parecía como si mis neuronas estuvieran el doble de activas, buscando atosigarme y castigarme con pensamientos que lo único que hacían era lograr dejar a Jungkook en un lugar bastante desfavorable. Sólo podía encontrar razones que me hacían estar más convencido de que él no era una persona sana.
No podía dejar de llorar cada vez que pensaba en la posibilidad de que él, en realidad, fuera una mala persona.
En serio me había enamorado. Quizás me había enamorado tan ciegamente de él que no había logrado ver la realidad, que había terminado por ignorar lo innegable de su naturaleza abusiva, y era en esos momentos que recordaba todos los malos tratos, las veces que me había golpeado, las primeras veces que venía a los vestidores a forzarme dejarle entrar a mi cuerpo cuando me dolía terriblemente, cuando no me gustaba cómo habían resultado las cosas, y él simplemente me usaba hasta sentirse satisfecho y luego me dejaba solo.
Era así, así solía ser Jungkook.
Entonces, no había nada que pudiera encontrar para defenderle, sólo el único hecho de que aquello era parte de su pasado, y por cómo me había hablado y por sus ojos, podía suponer que se sentía mal al respecto, pero para mí eso no bastaba, al menos no de momento. Sentía que aquello era algo muy pesado, algo imperdonable, porque no era necesario, no había razones por las cuales se justificara que él le hubiera hecho algo así a Soojin.
Aunque no salía mucho, y tomaba sólo algunas clases para no echarlas a perder, me armé de valor para ir al funeral, y aunque Jin y Hoseok me dijeron que lo mejor sería que no fuera, que aquello me haría peor, yo quise ir.
Y sí, todo había sido peor.
Ver a su familia y a sus seres queridos llorando desconsoladamente era algo que no me hizo nada bien. Quizás era mi manera de hacerme pagar por haber ignorado todo lo que había estado sucediendo, por ser el novio de uno de los que habían dado razones suficientes a Soojin para quitarse la vida.
Todos estaban destrozados, y los días que hice fuerzas por ir a mis clases para no perderlas, podía ver cómo todos estaban afectados por la pérdida. Todos dejaban flores en un stand que había en uno de los pasillos, lleno de cartas y mensajes para ella, junto a una foto de cuando ella aún sonreía. Todo era demasiado doloroso e insoportable, tanto que evité ese pasillo todo ese tiempo.
En cuanto a Jungkook, realmente no quería verlo, sólo lo veía por casualidad a lo lejos, y había notado que generalmente estaba acompañado de sus amigos de siempre, de Tae y Yoongi, pero a la vez que Jungkook mantenía su cabeza hacia el suelo todo el tiempo, el resto de los estudiantes no dejaban de mirarle constantemente, le repudiaban y se lo hacían saber con sus miradas.
Había recibido llamadas por su parte, pero sólo llegaron como llamadas perdidas en los momentos que yo encendía mi celular. Lo mantenía apagado porque no quería realmente escuchar el sonido de los mensajes y llamadas de Jungkook, la presión que él ponía para que hablásemos sólo me inhabilitaba más y más, me ponía nervioso y me impedía pensar con claridad.
Me tomé toda esa semana para pensar, tomando unas pocas clases y evitando lo más posible cruzarme con él. No había si quiera vuelto a hablar con Yoongi o Tae, tampoco con Namjoon, ya que ellos eran sus mejores amigos. Hoseok solía preguntarme cómo estaba, pero yo repetía que no quería hablar del tema, aunque él me decía que no podía seguir escapando, que tenía que hablar de aquello con Jungkook para decidir si iba a ponerle un fin de una vez por todas a nuestra relación, o si decidía seguir con él pese a todo.
Fue entonces que una noche de esas estaba tomando aire en el campus de la universidad, estaba bastante ventoso, la temperatura había enfriado aquellos días, ya el invierno comenzaría a traer aquel frío crudo que lo caracterizaba.
Estaba inquieto y llevaba días pensando en todo y ahogándome en mi propia cabeza, sintiéndome tan confundido y tan indeciso sobre cómo continuar, era como si mi vida hubiera llegado a un punto muerto. El poder seguir parecía una tarea imposible de realizar, al menos en ese momento.
Tomé mi celular con mis frías manos, mirando a aquella parte del campus que estaba fuera de los dormitorios, con unas pocas luces encendidas y todo muy silencioso.
Me armé de valor para marcar su número y llevé el artefacto a mi oreja.
Por un instante pensé que lo que necesitaba era escuchar su voz, que necesitaba sujetarme a la esperanza de que todo eso pudiera solucionarse de alguna manera, porque yo le amaba, le amaba terriblemente y realmente quería que hubiera una solución que nos permitiera continuar.
Lo único que podía pensar era en todos los buenos momentos que había vivido gracias a él todos esos últimos meses. Los momentos especiales y únicos, el cómo habíamos avanzado juntos. Las veces que me decía que le gustaba, las veces que me buscaba constantemente con la mirada. Cuando me abrazaba y me besaba. Pensaba en eso y en las citas que él mismo se había encargado de que ambos tuviéramos, como si fuéramos una pareja, mostrándome que quería que lo nuestro llegara a algún lugar.
Recordé la felicidad que sentí cuando vi mi película favorita con él, la adrenalina que sentí cuando me besó en la playa, y la emoción de las mariposas en mi estómago cuando me besó en el parque de diversiones. Recordé cuando él enfrentó a su padre, y cuando me dijo que estaba enamorado de mí en el baile.
Realmente no podía ser todo mentira, no podíamos rendirnos a todo aquello que habíamos pasado. Al amor que había surgido entre nosotros.
Quería que me explicara las cosas, quería que él me hablara y me dijera lo que pasaba por su cabeza en esos momentos, porque no le había permitido el defenderse, el decir nada. No debía de ser fácil para él el tener los ojos de media universidad puestos en él, el que todos hablasen de él y de las cosas que había hecho.
Había escuchado cada vez más historias, cada vez más chicas que habían dicho cosas sobre cómo las había tratado, hablando de malas situaciones que habían vivido y yo sólo quería saber si él realmente había cambiado, si él se arrepentía de todo eso, si entendía que lo que había hecho estaba mal.
Estar en una especie de guerra fría me estaba matando.
Mi corazón latió demasiado ansioso al escuchar que había atendido la llamada. Me erguí en mi lugar, inquieto, el aire volvía a cortarse.
- Ju-Jungkook... - me armé de valor para hablar aunque la voz me temblaba. No era nada fácil sentir todo aquello, esa ansiedad y miedo, esa incertidumbre, era como si no tuviera nada bajo mis pies que me permitiera salvarme de la caída libre en la que me encontraba - Jungkook... quiero hablar contigo... en serio... lamento no haberte habl-
Me detuve apenas fui interrumpido por un ruido extraño al otro lado de la línea.
- ¿Jungkook? - pregunté, frunciendo mi ceño y sujetando más fuerte el celular en mi mano cuando escuché una respiración agitada, seguida de algunos quejidos. Eso eran... ¿Gemidos?
A los pocos segundos pude escuchar perfectamente aquellos sonidos, gemidos y jadeos, y era también bastante claro a quién le pertenecían. Eran de él, de Jungkook.
Mi celular cayó al piso, porque mis manos no pudieron sostenerlo más. La pantalla se estalló y dejó de funcionar, volviéndose completamente negra.
Esa era la respuesta.
¿Saben?, llega un momento donde nuestro cerebro comprende que hay cosas que nunca debieron de pasar en realidad.
Y simplemente no sabes cómo terminaste así, con alguien que no es quien pensaste, con alguien que al final te mantuvo en una relación que más que sana, era tóxica y manipulativa, porque jamás supiste quién era esa persona en verdad.
Pero sucede, y un día sólo piensas que ya has tenido suficiente. Y te alejas, para nunca más volver.
Había sido un estúpido por pensar que él cambiaría por mí, porque él no era capaz de interesarse por nadie más, porque no sentía cariño ni aprecio por nadie, y porque ni si quiera le gustaban los hombres.
Quizás no me había enamorado de él, sino de una fantasía que yo mismo me había creado en mi cabeza para no aceptar que era dependiente de él.
Porque no podía confiar en alguien que me decía que me amaba cuando siempre había sido todo lo contrario. No podía confiar en alguien que había maltratado a tanta gente sin sentir ni una pizca de remordimiento.
Jungkook nunca había dejado de ser quien solía ser y probablemente nunca dejaría de serlo.
Solté mis lágrimas y tragué mis sollozos, agradeciendo que mi celular se había hecho añicos, porque no quería seguir escuchando nada más.
Y mi corazón también se había hecho añicos, pero incluso así podía seguir escuchándolo latir, lleno de dolor.
.
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Fin de primera parte.
Bueno, gente, espero que les haya gustado toda esta primer parte.
La segunda parte está en proceso, tengo que hacerle algunas ediciones antes de empezar a subirla.
Y advierto, todo va a ponerse de cabeza.
Gracias por leerme y votar 💕 Toda muestra de apoyo me motiva a seguir escribiendo para ustedes.
Que tengan un gran día 🌈
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