28. Primera cita
Jimin POV.
La comida de mi mamá era la mejor, jamás me cansaría de decirlo y de hacérselo saber. Apretó mis mejillas afectuosamente y se sentó en la mesa para almorzar con nosotros. Mi papá bromeó diciendo que debía de ir más seguido así mi mamá se esmeraba con la comida. Ella torció los ojos, recordándole que él tampoco solía cocinar mucho, reprochándole.
Me preguntaron cómo me iba en la universidad, cómo estaban mis amigos, qué tal estaba mi convivencia con Hoseok y de más cosas. Me dijeron que cuando hubiera una próxima muestra de baile que se los hiciera saber para que fueran a verme.
Siempre era grato verles, aunque ellos estuvieran ocupados con su trabajo, los fines de semana ambos estaban disponibles para pasar el rato conmigo.
Era sábado y yo había llegado por la mañana, por lo que pude almorzar con ellos. Hicimos planes por la tarde, decidimos ir de compras. Quería comprarme ropa nueva, estaba algo cansado de la ropa para salir que tenía.
Estuvimos como tres horas recorriendo locales y distintos lugares. Ellos aprovecharon a comprarse ropa para el trabajo. Mi padre invirtió dinero en dos trajes de lujo para una reunión importante de su empresa.
Al llegar a casa, apenas pasé la puerta, un mensaje llegó a mi celular. Dejé las bolsas en el piso mientras chequeaba de quién de trataba. Sonreí al ver que era Jungkook.
"En media hora llego a mi casa. Lo único que me gusta de esto es que voy a verte." Leí en la pantalla.
Un cosquilleo en mi estómago me hizo estremecer y sonreí como un tonto. Le respondí, preguntándole si nos veríamos esa noche.
"Sí. Secuestraré el auto de mi madre y te llevaré a un lugar".
Mi corazón latió fuerte. Al parecer Jungkook llegaría con planes, decidido a llevarme a algún lado, el cual desconocía. Sonaba a una cita de verdad, de esas que esperas con ansias porque el chico que te gusta te ha invitado. No pude borrar mi sonrisa por la emoción de querer verle.
Guardé mi celular luego de responder y traté de calmar aquel nerviosismo que comenzó a acrecentarse en mí de tan solo pensar en salir con él. Era la primera vez que saldríamos solos.
Volví a tomar las bolsas con la ropa que había comprado y al levantar mi vista pude ver a mi madre, dándome una mirada acusadora. Me quedé boquiabierto, como si me hubieran descubierto haciendo algo indebido.
- ¿A qué se debe esa sonrisa? – preguntó con obvia curiosidad.
- No es nada – negué y me apresuré para ir hacia las escaleras pero ella no me dejó escapar.
- A mí no me engañas, se trata de un chico – me apuntó con el dedo. Rodé los ojos - ¿Quién es?
- ¿Por qué eres tan chismosa?
- Soy tu madre, necesito saber con quién sale mi hijo – se acercó, peinándome el cabello de manera afectuosa, pero yo sabía que sólo era una táctica para hacerme ceder - ¿Es lindo?
- Sí... muy lindo – sonreí inconscientemente y ella me miró con ternura.
- ¿Cómo se llama?
- Ya, demasiadas preguntas – moví mi mano, como intentando distraer el tema y terminé por subir rápidamente las escaleras.
- ¡Tenemos una conversación pendiente, Park Jimin! - alzó la voz para asegurarse de que yo le escuchara.
¿Cómo iba a explicarle que el chico que me traía con esa boba sonrisa era el mismísimo Jeon Jungkook? Probablemente se pondría como loca. La última vez que ella vio a Jungkook fue en una situación totalmente incómoda y para nada grata. En ese tiempo nosotros ni si quiera nos llevábamos bien. Jungkook seguía tratándome ásperamente, con su humor de mierda, e incluso aquella vez mi mamá notó que habíamos tenido un leve altercado cuando Jungkook se puso nervioso al ver que su padre estaba en su casa.
Ella había sido clara con su postura. Para ella, Jungkook no era un chico para mí, y además, no le quería en nuestra casa.
Eso apestaba, porque aunque no fuéramos novios, era un hecho de que estábamos juntos, de alguna manera. No teníamos un título como tal, pero sí andábamos juntos, nos besábamos y teníamos relaciones. Además, ambos habíamos sido claros en la forma que llevaríamos aquello y ninguno de los dos estaba con otras personas.
Podría decirse lo que teníamos iba en serio, y quizás no estaría muy seguro de ello antes, pero actualmente Jungkook se comportaba diferente, parecía disfrutar realmente de estar conmigo, me buscaba constantemente. Además me lo había dicho, él gustaba de mí.
Aún parecía como si hubiera estado soñando, me había hecho realmente feliz con eso.
Ahora no sentía inseguridad ni miedo estando con él, por el contrario, sentía ansias de verle, estaba emocionado por cuándo sería la próxima vez que nos veríamos, porque la pasaba bien con él, me gustaba cómo estaban resultando las cosas.
Pero nuevamente, mi madre conocía al antiguo Jungkook, aquel que era influenciado por su familia, quienes habían hablado mal de mí en varias ocasiones.
Intentaría, por el momento, no decirle nada, hasta que pudiera hallar la forma de decírselo de una manera que no le hiciera perder la cabeza.
Al fin había llegado el horario en el cual me encontraría con Jungkook.
Habíamos quedado en que yo le esperaría a dos cuadras de nuestras casas, ya que bajo ningún concepto iba a meterme a su auto como si nada con el riesgo de que su madre o la mía nos viesen.
Esperé allí, ansioso, hasta que vi su auto acercarse, estacionando justo frente a mí, desde adentro, abrió la puerta del copiloto, apenas le vi le sonreí, sin poder contener la emoción de estar por salir solos los dos.
Me respondió de igual manera, con esa sonrisa que me sacaba más de un suspiro.
Me invitó a entrar y así hice, sentándome a su lado y él inmediatamente se acercó a mí, dándome un beso en los labios. Aún no me acostumbraba a ello, pero sin dudas me encantaba que él fuera así.
Se puso en marcha, comenzando a conducir.
- ¿A dónde vamos? – pregunté impaciente.
- Si te digo pierde la gracia.
- Así que es una sorpresa... - le observé divertido. Tenía ambas manos al volante, su postura era relajada, se veía tan malditamente sexy conduciendo que no pude evitar morderme el labio - ¿Qué clase de lugar es? – alcé una ceja - ¿No me estarás llevando a un motel, cierto? – me reí al ver la expresión de Jungkook.
- Claro qué no, ese no es la clase de lugar para una primer cita – sentí que mi corazón iba a salirse de mi pecho. Aunque yo lo había pensado en mi mente, no esperaba que él fuera tan franco respecto a lo que estábamos haciendo. Sí, era una primera cita, con todas las letras.
- No sabía que eras del tipo romántico – dije con gracia, mirando al frente.
- No lo soy... - negó, pero pareció estar pensándoselo. Le observé fruncir el ceño – Sólo... quería hacer algo interesante... - por "interesante" entendí que se refería a algo especial. Sonreí para mí mismo al ver que utilizó un eufemismo para no sonar tan cursi.
- No puedo esperar a que lleguemos – me acomodé sobre el asiento, sintiéndome a gusto y feliz.
Recién estaba por anochecer, las luces de la calle eran anaranjadas y la playa se veía bellamente iluminada. Íbamos por la calle que separaba a la playa de la ciudad, por lo que la vista prometía mucho. Busan realmente era hermosa.
Jungkook había puesto algo de música en el auto, no tan alto para que pudiéramos conversar.
Le conté lo que había hecho ese día, que había ido de compras y que la comida de mi mamá estaba deliciosa. Él me contó que había podido terminar aquel trabajo a tiempo para enviárselo a su profesor, pero se tuvo que tomar parte del sábado para poder darle los últimos toques, por eso había llegado más tarde a su casa.
Le pregunté por su madre, y lo único que me dijo fue que era "molesta como siempre". Suspiró cansado luego de decir que le quedaban sólo dos días de paz antes de que su padre llegase.
Yo aún no sabía bien cómo tratar ese tema con él, me ponía triste que él se sintiera tan mal en su propia casa, por lo que haría lo posible para que mientras estuviera conmigo lo disfrutara y se olvidara de sus problemas.
No fue hasta que entramos en ese gran predio, que me di cuenta de qué trataba nuestra cita.
El lugar estaba cercado con alambrado únicamente, con un enorme letrero en la entrada, con luces y un estilo muy retro, que daba la bienvenida a aquel Car cinema.
Observé asombrado todo el lugar mientras ingresábamos. Jungkook le pagó a la mujer de la entrada y condujo dentro hasta encontrar un buen lugar para estacionar. Desde esa posición se veía perfectamente la gran pantalla. Estaba lleno de autos a nuestro alrededor. Jamás había estado en un lugar así, sólo lo había visto por medio de las películas.
Sonreí, sin poder ocultar lo contento que estaba se estar ahí, y que aquello había sido planeado por él.
- ¿Y? ¿Qué piensas? – me preguntó, sonriendo.
- Me encanta – reí, sintiéndome algo tonto por la emoción que sentía – Nunca vine a un lugar así – quizás no parecía la gran cosa, pero para mí realmente era especial. Le observé divertido - ¿A caso quieres impresionarme? – me tomé el atrevimiento de preguntar. Lo pensó un rato y respondió.
- De hecho, sí – se encogió de hombros – ¿Lo logré? – preguntó, esperando por mi respuesta. Suponía que mi reacción desde que habíamos entrado, mirando maravillado todo como si hubiera descubierto oro, ya era respuesta suficiente.
- Sí, lo lograste – me acerqué a él, acortando la distancia y dándole un beso prolongado, saboreando sus labios. Me separé un poco y le miré – Estoy impresionado.
Y lo estaba, de sobremanera. El pensar que Jungkook había pensado en un lugar tan singular con la idea de que sería nuestra primer cita, era algo que superaba mis expectativas y que no me hubiera atrevido si quiera a soñar. No era un lugar simple, había pensado en algo para que la ocasión no fuera simple. Jungkook dijo que quería fuera "interesante", Jungkook quería que fuera especial.
Estaba conmovido por la idea de un Jungkook queriendo impresionarme y queriendo hacer algo especial conmigo, como una pareja.
Podría haber saltado en mi lugar de la alegría si no me controlaba, aquello iba más allá de todo lo que creía posible con Jungkook. Los avances que habíamos hecho eran notorios y me hacían bien.
- ¿Vamos a buscar algo para comer? Antes de que comience la película – preguntó, desabrochando su cinturón de seguridad.
- Sí, claro – asentí.
Salimos del auto y caminamos hacia la tienda, la cual también lucía muy retro, donde vendían unos combos de hamburguesas que por lo que pude apreciar, se veían súper apetitosos.
La gente reunida en los autos eran, en su mayoría, parejas, por lo que había podido ver de aquellos que tenían los vidrios no polarizados y de los que andaban pidiendo comida.
En ese momento noté que por estar tan pasmado por la sorpresa de Jungkook, no le había preguntado qué película veríamos. "Lo sabrás cuando comience, aunque hoy es noche de clásicos, así que es una película especial", fue lo único que me dijo. Al parecer debería de aguantarme, aunque no faltaba mucho para que comenzara. De todas formas, me dijo que el nombre de la película estaba en la cartelera de la entrada, se rió de mí porque no lo había notado, bueno, ya era tarde.
Comenzamos a comer y las luces que estaban prendidas en el lugar se apagaron, dando por comenzada la función.
Mis ojos brillaron al ver que cuando la película comenzó, entendí de qué se trataba. Nuevamente me había quedado boquiabierto, se trataba de Moulin Rouge, mi película favorita.
- No jodas – miré la pantalla con mis ojos bien abiertos. Él me observó – Es mi película favorita – sonreí emocionado como un niño, removiéndome en mi lugar para ponerme cómodo – La miré tantas veces, podría verla mil veces más – hablé mientras comía de las papas fritas que habíamos comprado – Es tan hermosa y triste – me detuve al darme cuenta que estaba hablando de más – Lo siento, me emocioné – él soltó una risita.
- No pasa nada – sentí que me sonrojé por un momento. En ese instante algo me pareció extraño. ¿Qué hacía Jungkook viendo una película romántica?
- Dijiste... que no eras romántico, pero me invitas a ver una película romántica – le observé con mis ojos entrecerrados – ¿Te gustan éstas películas?
- No suelo verlas, pero ésta me gusta – explicó – aunque no la he visto tantas veces como tú, de eso seguro.
- Es increíble que justo hayamos venido y la estén pasando – dije sin creerlo aún.
Disfruté de la película como nunca. Todas las veces que la había visto habían sido solo, por lo que estar compartiendo aquello con alguien lo hacía algo único, y más si ese alguien era Jungkook.
No sabía cuál era la probabilidad de que fuéramos a parar a aquel lugar y que de tantas películas que podían pasar, justo pasaran mi favorita. Sentía que era obra del destino, porque realmente amaba esa película. Como a alguien que le gustaba estar en el escenario y que le gustaba la música, esa película era perfecta para mí, además que la historia de amor entre los personajes principales era tan hermosa como trágica y no importaba cuántas veces la viera, siempre me hacía llorar conmovido.
Hice lo posible para aguantarme las lágrimas al final, sin mucho éxito. Mis ojos se aguaron y sequé mis lágrimas, intentando que Jungkook no lo notase.
Durante la película charlamos o hacíamos comentarios acerca de lo que veíamos. También nos perdimos entre unas cuantas caricias y algunos besos que no pudimos evitar al estar tan cerca y encerrados en el auto.
Realmente se había sentido como una cita y había sentido como si fuéramos una pareja de verdad. Disfrutando de algo como aquello, estando rodeado de personas pero a la vez sin que pudieran vernos. Era íntimo y me había gustado.
En una relación yo hubiera acostumbrado a salir con mi pareja de la mano por la calle, dar muestras de afecto en público y cosas por el estilo que cualquier pareja haría, aunque aún no me animaba a llamarnos pareja a mí y a Jungkook, pero estábamos bastante cerca. Lo estábamos intentando. Sin embargo, con él tenía que ser paciente y entender que no estaba en sus planes ser visto de la mano con un chico y menos besándose con uno.
No era algo que me fuera indiferente, pero podría soportarlo por el momento. El último tiempo con él me había hecho querer realmente apostar a esto.
Cuando fue tiempo de volver, sentí cierto vacío, no quería que esa noche terminara, quería seguir estando con él. La habíamos pasado tan bien que quería seguir platicando con él o seguir disfrutando de las muestras de afecto que nos dábamos.
Cuando estaba a punto de despedirme, a dos cuadras de mi casa, le di un beso lo suficientemente apasionado como para que el separarnos fuera más difícil de lo que sería normalmente.
Me sostuvo del borde de mi mandíbula en una leve caricia, profundizando el beso con su lengua dentro de mi boca, buscando a la mía. Sólo se escuchaba el chasquido de nuestros besos y el sonido de nuestras respiraciones.
- Follemos... - le dije sin separarme de sus labios, mi voz sonó desesperada, la de él igual al replicar.
- Sí, por favor...
Sin pensar mucho más me moví de mi lugar y me senté sobre él.
Sus manos recorrieron todo mi cuerpo mientras yo me movía sobre él con el objetivo de rozar mi trasero contra su entrepierna. Nos besábamos como desesperados, totalmente hormonales. Él no tardó en deshacerse de mi chaqueta y mi camisa, yo hice lo mismo quitándole las prendas que tapaban su increíble torso.
Besé su cuello, apoyando mis manos sobre su pecho y sintiéndolo inflarse. Sus manos masajeaban ahora mi trasero y luego se deslizaron hacia mi cintura y acarició mi espalda suavemente. Gimió cuando metí mi mano dentro de su pantalón. Íbamos rápido, necesitábamos saciarnos.
Comencé a masturbarle con movimientos lentos pero poderosos. Comenzó a desabrochar mi pantalón y yo me despegué un poco de él para poder bajármelo hasta mis muslos.
Él ya estaba lo suficientemente duro como para recibirme, por lo que no tardé mucho en prepararme con mis dedos. Los colé dentro de mi entrada, jugueteando un buen rato, mientras él atrapaba mis gemidos con su boca, besándome y mordiendo mis labios.
Alcé mi mentón y él chupó la piel de mi cuello, pasando su lengua por mi nuez.
Una vez estuve listo, me acomodé sobre su erección y me senté lentamente, sintiendo cómo entraba toda su longitud sin problemas.
Me moví con rapidez, desesperado por sentir le dentro de mí. Ambos no dejábamos de jadear y de empañar los vidrios con nuestros alientos llenos de calor.
Me moví sobre él, contrayendo mi interior para apretarle aún más. Se mordió el labio, soltando un gruñido que me excitó demasiado.
Le sonreí, besándole los labios, pasando a su mentón y luego a su cuello.
- Jimin... - jadeó con su voz rasposa – ya no puedo... - llevó su mano a mi erección y comenzó a masturbarme.
- Aahh... - gemí, sin poder obtener el suficiente aire para poder mantenerme erguido. Movió su mano tan rápido como yo me movía sobre él, con urgencia, con necesidad. Llenamos el auto de gemidos hasta que finalmente acabamos.
Me quedé en aquella posición por un rato, ambos respiramos lo necesario para recuperar nuestros alientos. Me sentí realizado, aunque no habían pasado muchos días desde la última vez que habíamos follado, no podía evitar querer su cuerpo cuando lo tenía cerca.
Acarició los costados de mi cuerpo con sus delicadas manos y chupó mi cuello.
Me alejé un poco para verle y le sonreí instantáneamente.
- De alguna manera sentí como si hubiera sido mi cumpleaños, demasiadas sorpresas – él rió, sin dejar de mirarme – Gracias, la pasé muy bien.
- Yo igual – me observó en silencio, con una leve sonrisa en sus labios.
- Ya es tiempo de que me vaya – suspiré y volví a besarle, esta vez sí para despedirme definitivamente.
Acomodé mi ropa, no sin antes limpiarme, al igual que él. Tomé mis cosas y bajé del auto, moviendo mi mano para saludarle desde afuera.
Caminé aquellas dos cuadras hasta mi casa, deteniéndome en la puerta, buscando mis llaves y le vi estacionar el auto en la vereda de su casa.
Nos miramos desde la distancia, ambos en nuestros porches y nos sonreímos antes de entrar cada uno a su casa.
Cuando estaba por acostarme a dormir, respondí un mensaje que Hobi me había enviado, diciéndole que ya había vuelto de mi cita con Jeon.
Respondió, inesperadamente, con un mensaje que me dejó atónito.
"¿Qué tal estuvo Moulin Rouge?"
Tardé un tiempo en reaccionar y darme cuenta que no, no había sido coincidencia.
La pregunta era, ¿Cuál era la probabilidad de que fuéramos a un car cinema donde justo pasaran mi película favorita?
No era coincidencia, Jungkook lo sabía, sabía que pasarían esa película esa noche, y la única razón por la que fuimos allí era más clara que el agua, de otra forma, ¿cómo sabía Hobi que habíamos visto esa película si no había llegado a decirle de qué iba nuestra cita? Él era el único, además de Jin, que sabía que yo amaba esa película como a ninguna otra.
Jungkook quiso llevarme allí porque él sabía que pasarían esa película y porque sabía que era mi favorita.
Al percatarme de aquello mi pecho se sintió extraño, un leve dolor dentro me hizo estremecerme cuando mi corazón latió rápido. Había estado realmente emocionado por haber estado allí, en esa situación, disfrutando de la mejor película y con él a mi lado. Ahora estaba aún más emocionado porque aquello había sucedido sólo porque Jungkook lo había querido así. Había sucedido porque Jungkook había pensado en mí, en querer darme una sorpresa, un momento especial.
Jungkook, él había hecho todo eso para mí.
Pensaba que lo especial era que fuéramos a ver una película a ese lugar, pero en realidad había sido aquella película lo que era la frutilla del postre. Jamás imaginé a Jungkook pensando de esa manera, era algo romántico aunque él dijera que no. Se había pasado.
Sentía que luego de tanto las cosas estaban saliendo bien, y ya no sentía que me había equivocado al dejarle entrar a mi vida. Jungkook era alguien muy distinto a mí sin dudas, pero de alguna manera habíamos logrado congeniar de forma que aprendimos cómo ser con el otro.
Me había impresionado, sí, porque me demostró que las personas merecen segundas oportunidades. Me sentí aliviado y feliz al haberle permitido mostrarme ese lado de él, un lado que desconocía por completo.
Aquello fue una de las cosas más lindas que alguien había hecho por mí y para mí en un largo tiempo, y nunca hubiera pensado que recibiría tal cosa de él.
Me removí entre mis sábanas, tapándome hasta la cabeza. Tenía ganas de llorar, me sentía como un tonto por ponerme así de sentimental por algo como eso, pero es que significaba demasiado para mí.
Era tiempo de comenzar a creer en todo eso que estaba ocurriendo.
.
.
.
.
.
.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top