20. Euforia
A pesar de que la noche estaba bastante calurosa, el agua estaba helada, Taehyung lo había sentido con sus pies y volvió rápidamente donde estaba el resto. Se habían tomado un rato para ver cómo el sol cada vez estaba más cerca del horizonte. Fue en ese momento donde a dos de los chicos se les ocurrió una brillante idea.
- Jiminie... – canturreó Taehyung, seguido de Jin. El nombrado se volteó a verlos, también llamo la atención del pelinegro. Jimin notó las miradas cómplices de sus dos amigos y alzó las cejas en alerta, aquella fue la señal que sus amigos tomaron para comenzar a correr hacia él y sin piedad quitarle su mochila para alzarlo. Taehyung le tenía de las piernas y Jin por debajo de los brazos.
- ¡Bájenme, malditos! – gritó, pero fue todo lo que pudo hacer. El resto se quedó observando la escena con diversión, viendo como los dos chicos corrían, llevando a su víctima hasta el mar.
- No te salvas, Jiminie – dijo entre risas Jin.
Se adentraron al agua y lanzaron a Jimin quien se hundió al caer pero rápidamente se puso de pie, quedando completamente empapado y frotando con sus manos su rostro para quitar el agua que chorreaba por este. El resto comenzó a aplaudir por la gran hazaña.
- Mierda... qué asco – dijo escupiendo agua salada. Los dos cómplices no perdieron tiempo de buscar una nueva víctima, quien fue Hoseok.
Por más que el chico corrió, gritó, pataleó y se quejó, terminó en el agua de la misma forma que su amigo pelirosa. Para ese momento Jimin ya se había acostumbrado a la temperatura del agua, sumergiéndose hasta el cuello y viendo cómo sus amigos comenzaban a batallar por ver quién era el siguiente en ser tirado al mar.
Namjoon también fue obligado a entrar, siendo lanzado, mientras que Yoongi prefirió sacrificarse por su cuenta, evitando que le alzaran y le tiraran, armando un espectáculo vergonzoso para él.
Por último, todos miraron hacia la orilla, el próximo y último objetivo era el pelinegro, quien abrió los ojos bien grandes, observando cómo sus amigos le miraban con tentación.
- Antes muerto, ni se les ocurra – advirtió apuntándoles con su dedo índice.
- Oh, no te podrás zafar de esta, Kook – dijo Jin.
- Todos estamos empapados – se excusó Namjoon. Jungkook negó con la cabeza, resistiéndose y alejándose al ver que Taehyung se acercaba.
- No me hagas utilizar la fuerza bruta, Tae – sonrió divertido – Soy más fuerte que tú.
- Esto no es cuestión de fuerza, Kookie, es cuestión de ser astuto – hizo un vaivén con sus cejas y miró hacia atrás – Jiminie, tráelo – le dijo al pelirosa, quien al principio se sorprendió, pero luego sonrió divertido por la idea, más al ver la mirada desconcertada de Jungkook, por lo que comenzó a caminar hacia él, saliendo del agua.
- Eso es jugar sucio – dijo dedicándole una mirada asesina a su amigo, quien estaba satisfecho por su gran idea.
Jungkook observó a Jimin acercarse con cuidado pero con confianza hacia él. Pasó saliva por la forma en que sus ojos estaban sobre él y sonreía abiertamente. Sintió un leve cosquilleo en su estómago y un destello de nerviosismo en la yema de sus dedos.
Inhaló profundo cuando las manos de Jimin le tomaron de sus muñecas, con delicadeza pero afirmando su agarre, y jalando de él comenzaron a caminar. Su sonrisa constante y juguetona le dejó embobado, tal y como si se tratara del flautista de Hamelin, como si sus ojos y su sonrisa fueran una melodía, no opuso resistencia y se dejó llevar. Así, ambos caminaron a pasos algo torpes, todos los estaban mirando, les sonreían, algunos sólo observaban mientras que otros les gritaban tonterías que a Jungkook le habían hecho poner aún más nervioso.
Jungkook llegó a tener el agua hasta la cintura, sintiendo cómo sus piernas se congelaban y soltando un fuerte suspiro, intentando tolerar la temperatura, Jimin no le había soltado aún. Sus miradas no se despegaron hasta que Namjoon y Taehyung no tardaron en barrer el agua con sus manos, empapando a su amigo de una vez por todas.
Aquello inició una batalla campal en el agua bajo el color rojizo del atardecer. Todos comenzaron a empujarse, a tirarse agua mutuamente, riendo, gritando barbaridades, insultos y quejándose del sabor salado y amargo que había ahora en sus bocas.
Se divertían como niños, disfrutando de un momento que no vivían todos los días. Jungkook peinó su cabello y miró a Jimin, quien tenía la más brillante de todas las sonrisas allí, reía ruidosamente y se veía tan bien que no pudo evitar sonreírle. Se acercó a él, mientras Jimin le miraba ansioso, sintiendo su corazón palpitando como loco.
Repentinamente, algo llamó la atención del grupo de amigos. Unas sirenas sonaban y unas luces azules y rojas se acercaban por la orilla de la playa.
Inmediatamente, con sus cuerpos llenándose de adrenalina, todos comenzaron a correr en dirección a la orilla, saliendo del agua, apresurándose a tomar las mochilas que habían dejado allí. Corrieron entre risas y gritos, lo más rápido que sus piernas les permitían. La policía no podía atraparlos con alcohol en la playa, por lo que huyeron hacia los médanos para perderlos de vista. Corrieron como si el mundo se terminara.
En distintas direcciones, todos se adentraron a los arbustos y palmeras que había en los médanos. Jungkook miró a su alrededor, había quedado completamente solo, la vegetación entorpecía su vista. Sus ojos comenzaron a mirar hacia todos lados, se sentía ansioso y con su respiración agitada, anhelando encontrarlo. Salió de los médanos y pudo verlo a lo lejos, corriendo y mirando hacia todos lados, escapándose.
Comenzó a correr hacia él para alcanzarlo. Era ese el momento perfecto, el momento indicado. Le alcanzó, y tomándole desprevenido le empujó hacia dentro de los médanos nuevamente.
Cayeron al suelo, sintiendo la arena amortiguando la caída. Jungkook unió sus labios a Jimin en un beso necesitado, siendo correspondido sin duda alguna para comenzar a tocarse el uno al otro, sin segundas intenciones, solo estaban acariciándose.
Sus labios juguetearon y sintieron el sabor a mar en sus bocas, aquel sabor salado nunca había sabido tan bien. Jimin enredó sus dedos en el cabello mojado de Jungkook, despeinándole aún más, acercándole y comiéndole la boca, mordiendo sus labios con desespero y reclamando atención mientras las manos de Jungkook le recorrían. Sus cuerpos y ropas mojadas se llenaron de arena, pero a ellos no les importaba y no dejaron de inspeccionar sus cuerpos, disfrutando del momento único.
Poco a poco la luz rojiza del atardecer comenzó a descender, el sol cayendo al infinito, así como el beso que no querían que se terminara, ese momento donde un destello de afecto parecía finalmente unirles, la curiosidad de querer saber por qué sus corazones latían de esa manera.
Jungkook no sentía en ese momento ni una pizca de arrepentimiento o remordimiento. Era la primera vez que sentía algo así.
El beso fue interrumpido por las voces de sus amigos llamándoles. No se movieron pero sí se miraron un buen rato. Jungkook arriba de Jimin, y éste con su cabeza apoyada en la arena. Incluso aunque ambos estaban sucios, hechos un desastre, eso era lo que les hizo sonreírse mutuamente, sorprendidos de lo que habían sentido en ese momento, una conexión que daba miedo, era desconocida, era nueva, pero ambos querían descubrirla.
Se separaron, levantándose y sacudiendo sus ropas, los llamados de sus amigos eran cada vez más insistentes, no les quedó otra que hacerse ver, saliendo de los médanos y encontrándose con el resto nuevamente.
- ¡Ahí están! – dijo Hoseok al verles. Todos voltearon a mirarlos.
- ¡Miren! ¡Se ocultó el sol! – dijo Namjoon señalando al horizonte.
Todos se quedaron observando la gran puesta de sol, éste ocultándose detrás del mar. Les trajo calma, acompañado de un prolongado silencio, donde solo las olas del mar chocando podían oírse. Era un momento realmente especial porque todos estaban allí.
Jungkook y Jimin volvieron a adueñarse de sus mochilas que por suerte, entre la emoción e intento de huida, habían tirado entre los médanos pero pudieron encontrarlas rápidamente.
Continuaron la caminata, sus pies y piernas dolían un poco, pero estaban muy animados, la noche recién comenzaba.
Todos seguían caminando, conversando, mirando las aves que navegaban en el mar o volaban buscando pescar algún pez desafortunado. Yoongi y Hoseok se pusieron a juntar caracoles y rocas, rápidamente Taehyung se unió, intentando afianzar su relación con el chico que últimamente había vuelto a evitarlo.
Namjoon y Jin caminaban abrazados, diciéndose cosas al oído y sacándose las típicas fotos de parejas.
Finalmente estaban por otro lado Jimin y Jungkook, ambos caminaban mirando sus pies, se sentían algo extraños en aquella situación, era extraño haber tenido un encuentro como ese donde simplemente disfrutaron de besos y caricias, claro que el deseo había brotado de ellos y si les daban unos minutos más no hubieran dudado en tener sexo en la playa, pero estuvieron bien solo con eso, fue suficiente, y eso era lo especial.
Jimin estaba anonadado con la actitud del pelinegro. Había un brillo en sus ojos que nunca había visto, sonreía más de lo normal, incluso intentaba ocultar su sonrisa en ocasiones o reprimirla. Le parecía adorable, no podía negarlo, le gustaba ese Jungkook.
Se sentía lleno y más que satisfecho. Observó a sus amigos y agradeció estar allí con tan buena compañía.
Jungkook, por su lado, estaba teniendo por primera vez una experiencia donde sentía ese cosquilleo constante en su estómago, su sonrisa le hacía sentir tonto pero no podía controlarlo. Jimin hablaba y decía tonterías. No había notado nunca cuan hablador era, le gustaba verle hablar y notar todas las pequeñas muecas y gestos que hacía.
Tenía un tic que consistía en relamerse los labios bastante seguido al hablar de algo, pero más que tic, a Jungkook le parecía un arma de seducción inconsciente. También solía hacer un mohín cuando algo le molestaba o quejaba cuando Taehyung le hacía algún chiste.
No pudo evitar notar que tenía una relación peculiar con Taehyung. Se llevaban demasiado bien, tenían una forma de tratarse demasiado amigable para su gusto, ya comenzaba a notar los celos hacerse presente y también algo de envidia. Taehyung era llamativo, y sabiendo que Jimin había follado con él incontables veces, eso le hacía sentirse intranquilo.
- Fue... realmente vergonzoso – negó con la cabeza.
- No me imagino que me pase algo así, creo que es el miedo más grande de todo adolescente el ser atrapado viendo porno – comentó Jungkook, caminando con cuidado entre los caracoles de la orilla.
- Sí, creo que mi madre se horrorizó un poco – rió al recordar su reacción. Jungkook tenía una duda latente que no pudo evitar expresar frente a Jimin. El ambiente estaba bien y se había generado cierta confianza que le hizo sentir que estaba bien hablar de ello.
- ¿Cómo fue que... supiste que te gustaban los hombres? – el pelirosa le miró algo asombrado por la pregunta.
- Bueno... siempre lo supe – se encogió de hombros – Cuando estaba en el kínder, me besé con un niño, escondidos en los toboganes – recordó con gracia.
- ¿Besaste a un niño a esa edad? – preguntó sorprendido.
- Bueno, fue algo simple, claro, solo tocamos nuestros labios y ya, pero no lo había hecho con niñas, con ellas solía llevarme bien pero siempre miraba a los niños de manera especial.
- Y luego simplemente lo confirmaste... - habló dando el puntapié para que continuara con su historia.
- A los once años me besé con un chico en la escuela, yo ya sabía que buscaba eso, fue mi primer beso, sin contar el que me di con el niño del kínder – hizo un gesto con su mano – Ahí comenzó toda la mierda – rió, llamando la atención de Jungkook cuando lo dijo – Una profesora nos vio y se escandalizó. Hizo lo que menos quería, me amonestó y llamó a mis padres, contándoles todo y diciéndoles que no podía estar "besuqueándome" con nadie en pleno colegio.
- Así que allí fue cuando tus padres lo supieron – pensó en voz alta.
- Sí, y la situación en casa estuvo terriblemente tensa.
- ¿Si? – preguntó con el ceño fruncido – Creí que ellos lo habían aceptado.
- Sí, luego de dos años.
- ¿Dos años? – alzó sus cejas sorprendido. Jimin lanzó una carcajada.
- Y tú pensabas que mis padres eran perfectos.
- Es sólo que siempre supe que ellos estaban bien con ello... es decir, se veían bien – se encogió de hombros – tenías catorce y eras abierto con tu sexualidad, tus padres parecían orgullosos – a Jimin le pareció curioso cómo Jungkook parecía haber prestado especial atención a su vida en aquel entonces. Ladeó su cabeza, preguntándose cómo sabía tanto.
- Pues te digo, a los 11 ellos lo descubrieron, y a los 13 lo aceptaron. Fue un largo proceso, comencé a intentar que me gustaran las chicas, pero no funcionó. Mi madre se informó al respecto y también hizo que mi padre lo entendiera. Ellos... - hizo una leve pausa para beber de la botella que Hoseok le había alcanzado en cierto momento – se pelearon por mí, casi se divorcian por los problemas que estábamos teniendo.
- Vaya... - expresó incrédulo. Jimin le miró con una ceja alzada y una expresión de "Te lo dije".
- Cuando te dije que podía entender la mierda de que tu madre se acueste con otro tipo, fue porque mi madre también lo hizo, fueron tiempos oscuros.
- ¿Y tus padres siguen juntos? Increíble.
- Pudieron superar los problemas, con mucho esfuerzo, pero se pudo. A mí también me ayudaron mucho y nuestra relación mejoró. Y bueno – tomó otro sorbo y le tendió la botella, dedicándole una sonrisa – Así salí del closet.
Ambos continuaron caminando, Jungkook daba vueltas a la reciente conversación con el pelirosa, al hecho de que sus padres habían tenido problemas para poder aceptarle como era, que incluso había intentado "corregirse", eso le hizo recordar a las cosas que había escuchado salir de la boca de su propio padre.
Los homosexuales, según el señor Jeon, debían de esforzarse por corregirse o de lo contrario serían marginados de la sociedad, simplemente por no encajar en lo que la sociedad exigía y requería, hombres "fuertes" y capaces de resolver problemas y enfrentar adversidades. Él veía a los homosexuales como personas débiles que no estaban a la altura de las circunstancias, tenía un concepto donde veía a los hombres homosexuales como hombres altamente sensibles, con ideas y deseos superficiales, poco serviciales, terriblemente emocionales como las mujeres, incapaces de ser líderes o ejercer desde un puesto de trabajo de importancia.
Los "hombres de bien" eran los que llevarían al mundo hacia el futuro, en sus hombros recaía la responsabilidad de tomar decisiones importantes y prácticas, y para ello los sentimientos sobraban.
Jungkook daba vueltas a ese concepto en su cabeza, siendo consciente de que era el concepto que le habían inculcado y en el cual había creído toda su vida, en parte porque le obligaron a creer en ello, y también porque era su única manera de sobrevivir a su padre.
Pensaba en lo libre que se veía Jimin por cómo era, lo confiado de sus ideales y de sus gustos, su personalidad mostraba ser fuerte a pesar de lo que él solía creer antes de interesarse por conocerlo. Parecía como si en su mente no existieran las dudas, parecía preciso con cada cosa que expresaba, porque aunque al principio le detestaba y no se llevaban bien, jamás había quitado sus ojos de él. Le veía, le escuchaba hablar, prestaba atención a las conversaciones que tenía con sus amigos y otras cosas.
Jimin se veía muy distinto a lo que él había pensado, y a lo que su padre creía de un homosexual, sin mencionar que todos sus amigos eran así y también podía decir, aunque no lo admitiera, que su padre estaba altamente equivocado.
Jimin parecía tan seguro de todo que no podía si quiera imaginarse a un Jimin de once años obligándose a que le gustaran las chicas. Se mostraba orgulloso se ser gay como si lo hubiera aceptado toda la vida mientras que en realidad no había sido nada fácil para él.
La playa se había oscurecido por completo, el mar se veía negro y algo iluminado por la luz de la luna y las estrellas que acompañaban esa noche. La arena en sus pies ya estaba fría y el ambiente se había vuelto algo ventoso, por lo que todos comenzaron ponerse sus chaquetas para evitar pescar un resfriado.
Llegaron a un paradero donde había música y personas bailando, con meseros que iban de aquí para allá entregando comida, tragos y otras bebidas. Había mesas y sillas a un costado con personas bebiendo, conversando y pasándola bien. Las palmeras estaban decoradas con luces de colores.
- Hey, paremos aquí – dijo Jin suspirando – me matan los pies – comentó acercándose donde estaba el tumulto de personas.
- Bien, descansemos un rato – le apoyó Hoseok. Todos siguieron a Jin, estando de acuerdo con su idea y tomando posesión de unas mesas y reposeras que había a un lado de la "pista de baile" que se había formado en el medio del lugar.
- Hobi, baila conmigo – dijo Taehyung pasando su brazo por sobre los hombros del chico. El nombrado torció los ojos.
- No bailaré contigo, búscate a alguien más – Le empujó levemente y Taehyung le soltó.
- Pero yo quiero bailar contigo – hizo un puchero pero con su "amigo" no serviría de nada. Jimin los observaba divertido. Hoseok se apuró a sentarse al lado de Jin mientras los demás se acomodaban.
- Ya, deja de acosarlo – dijo el pelirosa dándole leves palmaditas de consuelo.
Todos se acomodaron y permanecieron allí conversando, no sin antes pedir algo para comer, unas hamburguesas bien grandes eran lo que más se les antojaba en ese momento, por lo que no perdieron la oportunidad de darse ese lujo.
La música era relajada, la típica que pasarían en la playa, algo de reggae que te daban ánimos de bailar tomando un sorbo de piña colada sintiendo la arena bajo tus pies y percibir el olor a mar con tu olfato.
Estuvieron un buen rato descansando ya que al llegar las hamburguesas se dedicaron a llenar sus estómagos y beber. Nunca faltaban las risas y los chistes, incluso con la boca llena Taehyung y Yoongi se las ingeniaban para hablar más de la cuenta o pelearse como ocasionalmente hacían. Namjoon intentaba calmarlos, mientras Jin, Hoseok y Jimin lanzaban carcajadas y Jungkook echaba leña al fuego, porque ver a esos dos pelearse y decirse insultos era demasiado entretenido.
Luego de un rato, Taehyung quiso levantarse a bailar un rato, las copas que acababa de tomarse estaba haciendo su efecto y no podía estarse quieto mucho tiempo. Preguntó quién quería bailar con él pero todos se negaron, Jimin terminó siendo su víctima ya que le insistió hasta tener que obligarle a levantarse.
Taehyung arrastró al pelirosa hasta unos cuatro metros alejados de sus amigos y le obligó a bailar con él mientras se le acercaba al oído para hablarle.
- ¿Qué te traes con mi amigo? – le preguntó con picardía, alzó las cejas, esperando la respuesta del más bajo.
- Nada – respondió mirando hacia otro lado y Taehyung rio.
- Vi cómo te acorraló y desaparecieron en los médanos, a mi no me engañas, Jiminie...
- ¿Y qué quieres que te diga? No me traigo nada con él... él simplemente hizo eso de la nada.
- Y te gustó – insinuó, alzando una ceja y tomándole de la mano y haciendo que de una vuelta, lo cual Jimin le siguió sin más.
- Claro que me gustó – se encogió de hombros.
- Me sorprendió que hiciera eso.
- A mí también... - se quedó pensativo – Está actuando extraño.
- Es porque le gustas.
- Sólo está confundido...
- Aun así, conozco a Kook desde hace años, jamás se comportó así con nadie – siguieron bailando mientras charlaban. Tae miró a su amigo pelinegro, quien estaba atento a ellos – No deja de mirarte en ningún momento, da hasta miedo – rió - ¿Qué harás con él?
- No lo sé, estar en esta situación es complicado... - suspiró cansado – Estar así con un heterosexual confundido es complicado.
- Ni me lo digas – hizo una mueca desanimada, mirando a Hoseok, quien hablaba y reía con el resto – Nunca le gustaré.
- Yo aún no puedo creer que se hayan besado, y menos que él te haya correspondido.
- Estábamos muy borrachos, y estuvimos toda la noche juntos, creí que había hecho un avance pero nada – se encogió de hombros y ésta vez fue Jimin quien le hizo dar un giro.
- Luego de que Jungkook haya estado conmigo, realmente ya no creo que debas rendirte con Hobi – su amigo le miró con una luz de esperanza en sus ojos – No lo sé, de alguna manera terminaste cayéndole bien a él y creo que el hecho de que te evite ahora es porque se siente avergonzado.
- Puede ser.
- Además, no puedo creer que parezca gustarte alguien en serio – dijo con diversión.
- Ni yo, es la primera vez.
Tanto Taehyung y Jimin se sentían algo anonadados por las nuevas situaciones y sensaciones que se les estaban presentando, nunca lo hubieran imaginado. Jimin finalmente estaba consiguiendo una respuesta positiva por parte de Jungkook y Taehyung había podido romper la barrera que Hoseok había generado, aunque ahora estuviera luchando contra el orgullo del chico una vez más, pero al menos sabía que en el fondo a Hoseok le agradaba al menos un poquito.
.
.
.
.
.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top