16. Olvidemos a Jungkook
Jimin POV
Estaba con mi amigo Hoseok caminando hacia nuestras clases de danza, hacía dos días había vuelto de mis vacaciones y él me comentaba que le había hecho bastante falta. Quise saber qué había estado haciendo mientras yo había estado fuera pero al parecer las cosas habían estado muy aburridas. Se la pasó encerrado estudiando y practicando para la muestra que se avecinaba.
- Creí que irías a la fiesta de Johnny – comenté mientras tomaba un batido de chocolate que él me había comprado.
- No, no he tenido tiempo de ir, además ya sabes que si tu no estás no voy – explicó – Jin estaba de viaje con Namjoon, no había forma de que fuera solo.
- Hubieras ido con Taehyung, él feliz de acompañarte – me encogí de hombros y lo miré
- Ni loco.
- Creí que te estaba cayendo mejor.
- Sólo convivo, eso es todo – dejó de mirarme, le noté algo nervioso y me causó gracia porque él realmente entraba en pánico de tan sólo recordar que un chico gustaba de él - ¿Y tú? ¿Qué has hecho en tu casa?
- Oh... nada en especial – dije sin darle mucha importancia, sin querer recordar alguna de las cosas que había hecho, más bien no quería hablar de ello – Pasé tiempo con mis padres y salí a beber por allí.
- ¿Y has tenido acción? – me miró con una sonrisa pervertida, alzando sus cejas y golpeándole con el codo y yo reí por su insinuación.
- Casi nada.
- ¿Casi nada? Me extraña de ti, Jiminie – suspiré, preferí no decir nada al respecto – Bueno, me alegra que te hayas tomado un tiempo para ti.
Ambos continuamos hablando y caminando en el campus hasta que nos cruzamos con Namjoon y Jin. Nos pusimos a platicar ya que no nos habíamos visto en una semana y poco sabíamos de cómo habían pasado sus vacaciones. Al parecer todos habían tenido unas vacaciones bien tranquilas sin muchas novedades por comentar. Bueno, las vacaciones eran para descansar después de todo.
Yo no había logrado descansar mucho ya que luego de que eché a Jeon de mi casa me mantuve bastante nervioso esos días. Me sentía extraño y a la vez tonto por haber disfrutado el tiempo que pasé con él, el cual por cierto fue muy poco, pero sentí que por un momento me había permitido ver otra faceta de él, de su personalidad. Sentía que había muchas cosas que escondía, que no quería mostrar, y el hecho de haber podido compartir algo de tiempo con él me hizo sentir bien.
Pero todo eso era mierda, simplemente era imposible, lo volvía a confirmar. Jungkook no era una persona con quien pudiera mantener una buena conversación sin tener miedo de que dijera algo que cagara el buen ambiente. Por ello prefería volver a mi plan inicial, evitarle y seguir con mi vida.
Mientras con mis amigos seguíamos hablando antes de nuestras clases, la voz de Taehyung llamándonos a la distancia nos obligó a todos a voltearnos en su dirección. Le saludamos desde lejos mientras venía en nuestra dirección, claro, acompañado de Jeon y también de Yoongi.
- Chicos, yo me voy – dijo repentinamente Hobi – Jiminie, te veo en clase.
- Pero en un segundo vamos – quise detenerle pero él se fue sin volver a mirarnos. Me llamó la atención su apuro, pero pronto llegó Taehyung así que lo dejé pasar.
- ¿Hobi se fue? – preguntó desanimado mientras veía cómo mi amigo se alejaba cada vez más. Simplemente asentí sin darle mucha importancia, la presencia de Jungkook me había puesto nervioso a penas se acercó a nosotros. Intente no mirarle, aunque por la ranura de mi ojo podía notar que tenía su atención en mí.
- Hey, ¿Qué hicieron en estas vacaciones sin nosotros? – preguntó Namjoon a los recién llegados.
- Fiestas, igual que siempre – dijo Yoongi sin mucha emoción – Aunque se perdieron cómo calló la policía a la fiesta de Jackson.
- ¿Calló la policía? – Jin abrió los ojos y rió – Habrá sido épico.
- Sí lo fue, sobre todo porque Yoongi terminó saliendo desnudo del baño donde estaba con una chica y huimos como pudimos, él no encontró nunca más su ropa, la dejó atrás – contó Tae con gracia mientras el resto reímos al imaginar la escena.
- Por suerte estaba tan drogado que ni vergüenza me dio – dijo con orgullo.
Continuamos hablando un rato más, riendo porque Taehyung siempre tenía algo chistoso que contar de sus andanzas, mientras Jungkook, al igual que siempre, se mantenía en silencio.
Fue en un momento donde Yoongi comenzó a hablarme donde posé mis ojos en Jungkook notando que parecía interesado en nuestra conversación.
- Te he extrañado, Jiminie... - dijo fingiendo un tono meloso y acercándose a mí. Me carcajeé por lo bajo.
- Pues te has divertido mucho sin mí por lo que cuenta Taehyung... - apoyé mis manos en el cuello de su camisa, jugando a abrochar y desabrochar el botón superior.
- ¿Estás celoso? – sonrió con suficiencia, de manera fanfarrona, me causó gracia porque aunque se hiciera el seductor sabía que a mí no me gustaba realmente de esa manera. Aún así, le seguí el juego, saber que Jungkook estaba totalmente atento a lo que hacíamos me hizo querer tomar revancha por el mal sabor que me había dejado.
- Hmm... no lo sé – sonreí de manera provocativa – pero mientras estaba de vacaciones pensaba que hubiera sido divertido que estuvieras allí para pasar el rato – él rió.
- No juegues con mis sentimientos, Jiminie, nunca sabes cuándo pueda llegar a enamorarme de ti – se relamió los labios, observando los míos – Hoy, ¿Vienes después de clases? – preguntó. Mis ojos se dirigieron por un milisegundo a Jungkook e inmediatamente volví a mirar a Yoongi.
- Claro.
Los ojos penetrantes de Jungkook podrían haberme matado en ese instante si hubiera podido, estaba seguro de que en su mente rondaban mil y un insultos, varias barbaridades contra mi persona. Podía escuchar sus insultos llamándome perra y marica por estar descaradamente coqueteando con Yoongi como si nada. Yo me regocijé, caía en la misma mierda donde él parecía no soportar que ver que a un chico podía gustarle otro chico, pero si yo podía demostrarle que el mundo era mucho más grande fuera de su estúpida cabeza, entonces lo haría.
Antes de irme de la universidad, luego de mi última clase y del ensayo que había tenido. Me dirigí a los vestidores de aquel piso, donde estaban los estudiantes de un año inferior al mío. Nuestros vestidores estaban en remodelación, por lo que tuvimos que usar los del cuarto piso.
Me estaba cambiando, terminando de guardar mis cosas en mi bolso. Como siempre iba último, siempre me tardaba por una cosa u otra y todos se iban, por eso el silencio en la sala me hizo percatarme de un sonido algo extraño, algo que llamó mucho mi atención.
Salí del vestidor, mirando hacia mi alrededor y caminando con pasos cuidadosos. Alguien estaba llorando, o eso parecía. Sentía como unos leves sollozos, los fui siguiendo hasta llegar frente a la cortina de uno de los cubículos y me animé a asomarme para ver de quién se trataba.
Era una chica, sentada en el piso con su espalda contra la esquina del cubículo, con sus rodillas contra su pecho y escondiendo su rostro entre ellas. Era Soojin, compartí algunas clases con ella cuando unos pocos de mi año ayudamos a armar una de las muestras para los más chicos. Era una chica muy bonita que bailaba muy bien, con un talento envidiable para cualquiera y además las veces que había hablado con ella me pareció alguien muy agradable.
- Soojin... - me animé a hablarle. Se sobresaltó, levantando su rostro, el cual estaba rojo y lleno de lágrimas – Lo siento... es que escuché a alguien llorando y me preocupé...
- E-esta bien... - se secó las lágrimas rápidamente.
- No pareces estar bien... - la observé con detenimiento, algo afligido por verla en ese estado – ¿Necesitas algo?
- Oh, no – negó con la cabeza, poniéndose de pie – No es nada, en serio, estoy bien – se forzó a sonreír.
- ¿Quieres hablar al respecto? No puede simplemente no ser nada si te tiene de esta manera.
- Sólo son tonterías mías, no me hagas caso – sonrió y movió su mano, quitándole importancia.
- Bueno, no sé qué es lo que esté sucediendo, y sé que no soy quién para insistirte en que me cuentes, pero si necesitas hablar, puedes sentirte con la libertad de hacerlo.
- Gracias, Jimin – agradeció con una leve sonrisa – Siempre eres muy amable con todos... ojalá todos los chicos fueran como tú – su tono y expresión mostraron cierto anhelo. Otras chicas y amigas me habían dicho lo mismo varias veces.
- Hm... ¿A caso se trata de un chico? – entrecerré los ojos, acercándome a ella, quien negó de inmediato, algo avergonzada.
- N-no... no es eso... - no había sonado muy convincente.
- Bueno, si tú lo dices – le sonreí de lado – Aunque doy fe de que hay chicos que son unos idiotas – suspiré – Te invisto un batido de chocolate, ¿Aceptas? – le pregunté y ella me miró con sorpresa – Mi mejor amigo siempre me invita uno cuando me siento mal – expliqué, y ella, algo más animada, sonrió un poco y aceptó.
Pasé unos veinte minutos con ella, no hablamos de cosas muy importantes, sólo sobre nuestra carrera, sobre lo mucho que nos gustaba la danza y sobre lo difícil que era a veces poder cumplir nuestras propias expectativas al ser tan autoexigentes, al parecer a ella le pasaba lo mismo que a mí.
Me pidió que le hiciera el favor de no contarle a nadie que la había visto llorando, que no quería preocupar a sus amigos ya que eran problemas familiares de los cuales no quería hablar. Yo estuve de acuerdo con ella y cuando un amigo se acercó para saludarla, yo me despedí de ella y me fui. Me quedé más tranquilo al ver que estaba acompañada y su rostro de angustia se había esfumado un poco, aunque aún la notaba triste.
Cuando salí del campus no tardé en caminar un par de cuadras hasta llegar a mi destino.
Fue así como terminé en la casa de Jungkook, no obviamente para verle a él, sino para acostarme con Yoongi. Taehyung no tardó en aparecerse y unirse a nosotros, porque estaba en su habitación estudiando y no podía soportar escucharnos y quedarse fuera de la diversión.
La sesión de sexo no fue larga, estaba muy cansado y a penas habíamos tomado alcohol. Les hice un par de mamadas, me hicieron venir dos veces y con eso yo ya estaba satisfecho.
Fue cuando me dirigí al baño que las cosas se pusieron interesantes. Jungkook salía de allí y al cruzarse conmigo en el pasillo me observó con esa cara de pocos amigos donde se notaba lo irritado que estaba.
- Podrías hacer menos ruido, ¿No crees? – preguntó amenazándome con su mirada.
- Sabes que no me gusta callarme cuando la estoy pasando tan bien – alcé mis hombros y le sonreí - ¿Te molestaría hacerte a un lado? Tengo que entrar al baño.
- ¿Es necesario que tengas que tirarte a mis amigos? – preguntó sin moverse de su lugar, aun bloqueando la puerta del baño.
- ¿Por qué no debería de hacerlo? Voy a tirarme a quien sea que me lo haga bien – me abrí paso, haciéndolo a un lado y entrando al baño – Y tus amigos lo hacen muy bien.
- Más bien me parece que te viene bien cualquiera – noté resentimiento en su voz. Le miré con una ceja alzada.
- ¿Cualquiera? Claro que no – negué riéndome – De hecho tengo mis preferencias – comenté - ¿Quieres saber cuáles son? – me recargué sobre el lavabo con una pose despreocupada, divirtiéndome por lo fruncido que tenía su entrecejo – Primero – alcé mi dedo meñique – viene Wonho, él es un Dios haciéndolo, si le ves los músculos que tiene, ni te imaginas cómo la tiene allá abajo – su mirada se intensificó aún más sobre mí, yo continué con gusto, contando con mis dedos – Luego viene Bangchan, joven, muy ágil, por algo es el capitán del equipo de básquet. Luego está Kai, también, buenos músculos, y le siguen Yoongi y Taehyung, realmente conectamos, ¿Sabes? – le miré con seriedad, pero con ganas de reírme en su cara – Es genial que podamos llevarnos bien para tener tríos.
- ¿Ya terminaste? – noté el leve jugueteo de su lengua dentro de su boca.
- Bueno, ese es mi top 5 – llevé mi mano a mi mentón, fingiendo estar pensando – Supongo luego le vienen el ace del equipo de baseball y el catcher, esos de tercer año. También, el chico ese de arquería de quien siempre me olvido su nombre, pero bueno, la lista es muy larga – reí. Le había cabreado sin dudas, porque se acercó a mí, acortando la distancia y haciéndome echar hacia atrás contra el lavabo.
- Estás jodiéndome, ¿Cierto? – preguntó entre dientes. Sentí el calor de su aliento sobre mis labios – Lo haces a propósito.
- ¿A propósito? Claro que no – negué divertido – Oh... - le miré con ojos bien abiertos, en una falsa expresión de sorpresa – No me digas... ¿Esperabas que te nombrara a ti?
- Sería de suponer luego de haberte hecho gritar las otras noches, ¿No lo crees? – sonrió con sorna.
- Pues lo obvio para ti no lo es para mí, Jungkookie... aprende que en esta vida no todo gira alrededor de tu polla.
- O quizás deba recordarte cómo se siente – se acercó más a mí y estaba a punto de tocar mis labios con los suyos, pero inmediatamente lo alejé de mí apoyando mis manos en su pecho, empujándolo.
- Prefiero olvidar el hecho de que volví a darle una oportunidad a alguien tan idiota y cretino como tú.
- ¿Qué mierda te sucede? – me cuestionó con clara indignación.
- Me sucede que estoy cansado de los hombres como tú que por ser heterosexuales se piensan que pueden tratar como mierda a quienes no lo somos – expliqué cortante – Vete del baño, voy a orinar.
Le empujé hasta sacarlo y cerré la puerta inmediatamente. Respiré profundo para intentar recobrar mis sentidos, estar cerca de él realmente me volvía débil, me hacía dudar. Cuando sentí sus labios tan cerca de los míos había querido tanto su contacto que de haber perdido mi autocontrol, le hubiera besado y le hubiera dejado hacer lo que fuera.
No sé de dónde saqué las fuerzas suficientes para rechazar su cercanía y echarle del baño, del cual una vez que salí él ya no estaba.
Pasé todos esos días sin poder dejar de pensar en Jeon, más porque siempre que podía se las ingeniaba para cruzar palabras conmigo, pero siempre terminábamos molestándonos, insultándonos, empujándonos y mandándonos al demonio.
A pesar de eso, todo iba bien, medianamente bien. Mi amigo Hobi andaba actuando extraño, evadía estar presente cuando estábamos todos juntos. Siempre que aparecía Taehyung se alejaba con alguna excusa. Yo le seguía en ocasiones y le preguntaba qué era lo que le sucedía pero él simplemente no me decía nada.
Mi amigo Jin tampoco sabía qué le ocurría, él además siempre estaba ocupado así que solía llegar tarde a todos los chismes. Namjoon siempre absorbía su poco tiempo libre, pero era mejor así desde que Jin había dejado de estar en una relación tóxica hacía ya algo más de medio año. Namjoon había llegado a su vida para mejorar las cosas y por eso con Hobi le queríamos, era un buen chico, a pesar de ser amigo de Tae, Yoongi y Jungkook, quienes eran los que tenían la peor reputación.
Tuve que usar todos mis encantos para convencer a mi mejor amigo de que fuera a la fiesta que Moonbyul organizaría ese fin de semana. Estaba negado con querer ir a fiestas, pero finamente aceptó, bajo la condición de que no tomaría alcohol ni se drogaría, porque hacia estupideces cuando estaba bajo los efectos de sustancias. Pues sí, todos hacíamos estupideces, pero él parecía estar hablando demasiado en serio esta vez.
En fin, lo bueno fue que pude convencerlo, incluso a pesar de que me tomaron horas del mismo día de la fiesta para que finalmente cediera, aunque Jin también tuvo crédito en ello, Namjoon no iba a poder ir, por lo que Jin se quedaría con Hobi toda la noche haciendo de las suyas, claro, porque en mí no podía confiar ya que siempre me terminaba perdiendo, yéndome con algún chico para tirar.
Estaba ansioso por esa noche, sabía que si la quería pasar bien iba a tener que encontrar una buena forma de distraerme porque estando el tonto de Jeon por allí seguramente me pondría nervioso y estaría mirándole toda la noche y buscando pelearme con él como habíamos estado haciendo últimamente.
Esa noche iba a ser otra noche muy interesante.
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Capítulo sorpresa 🎉
Tenganle paciencia a este Jungkook 😅
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