Jungkook POV

Las cosas que me dijo me tomaron con la guardia baja. Había ido a tener sexo, a sacarme de encima esa sensación que me picaba por dentro y el muy maldito se negó. Lo peor que podían hacerme era dejarme con las ganas, verle bailar me hacía pensar en tantas cosas sucias que me había puesto duro y me dejó de esa manera solo por sus caprichos de marica.

Había estado buscando que le follara, provocándome y luego se resistía, negándose a mí cuando yo sabía que en el fondo se moría porque se la metiera. Era un maldito hipócrita. Y no solo eso, no solo que de un momento para el otro me dijo que ya no quería follar conmigo, sino que también me gritó una sarta de idioteces, echándome la culpa de que yo le había hecho sentir mal.

Bien, me importaba una mierda, él podía hacer lo que quisiera, era su culpa si me provocaba y luego yo actuaba en consecuencia, me enfermaba que no se hiciera cargo de sus acciones.

Me sorprendí cuando alzó la voz, jamás le había visto cabreado, claramente había exagerado. Por un segundo creí que la había cagado, que quizás me había pasado. Creí que se iba a poner a llorar en cualquier momento, por suerte no lo hizo.

Luego me dijo que no era un hombre de verdad. "Já, ¿Quién se cree este?", pensé. Me sentí tan molesto que preferí no replicarle nada más, si él no quería tener sexo conmigo entonces bien, me buscaría a cualquier otra puta de quien podría disfrutar de su culo, no le necesitaba.

Me encerré en mí mismo, en mis pensamientos, y enojado me fui del vestidor.

No necesitaba a un marica que estuviera diciéndome cómo follar, que se buscara él a alguien que escuchara a sus caprichos e histeriqueos.

Me propuse a olvidar que alguna vez había estado con él y simplemente seguí con lo mío, yendo a fiestas e invitando a chicas a tener sexo. Había algunas que me gustaban porque no eran molestas como otras que me pedían fuera despacio o que no fuera tan bruto. Buscaba a aquellas a las que les gustaba el sexo salvaje, intentando evitar las que querían ligarse sentimentalmente conmigo.

Sexo, alcohol y drogas, nada de eso podía faltar en una fiesta, y si faltaba realmente apestaba. Intentaba mantenerme al margen de problemas como los que me había generado con Shownu, por lo que simplemente me acostaba con desconocidas, chicas que andaban de paso y me miraban esperando a que yo hiciera algún movimiento sobre ellas.

Las semanas pasaban y yo me debatía en qué iba a hacer para las vacaciones, porque realmente no quería ir a mi casa aunque mi madre quisiera verme. Era molesto, pero el que me pidiera que fuera me hacía dudarlo.

Mientras tanto mis amigos y yo seguíamos haciendo de las nuestras. Cada vez que ellos se juntaban y yo les seguía, veía al rubio y éste inmediatamente evitaba mirarme. No me hablaba. Bueno, no es como si hubiéramos hablado alguna vez, aunque al principio intentaba hablarme pero yo como siempre no le respondía o si lo hacía solo era para decirle algo que le ofendiera.

Era claro que le gustaba que le trataran mal, primero se arrastraba por ese estúpido de Taemin, y luego se metió conmigo un total masoquista. No sabía qué le había visto a ese marica de su novio, por qué estaba tan enamorado de él si le había humillado acostándose con otro, además vi cómo le había tratado en aquella fiesta cuando se pelearon. Se burlaba de él y Park lo único que hacía era suplicarle que hablara con él, se notaba que estaba perdidísimo por él. Me había parecido irritante la forma en la que le rogaba, me hacía recordar a mi madre.

Al principio creí que estaba acostumbrado a rogar, a ser sumiso y aceptar el maltrato, pero me sorprendió cuando me dijo que se había hartado de mí, no esperaba eso de él. Planeaba volver a forzarlo pero él simplemente siguió soltando toda su rabia hacia mí, me enfrentó. Me preguntaba cuál era la diferencia, por qué a Taemin no le había gritado y dicho toda la mierda que me dijo a mí. En mi mente intentaba entenderlo pero no podía encontrar una respuesta. A la mierda con él.

Seguí viéndolo en las fiestas, se besaba con otros, se le acercaban varios hombres durante la noche. Con algunos solo conversaba, con otros llegaba a besarlos, mientras que con algunos desaparecía y ya no podía ubicar su paradero.

Le veía bailar, incluso con mis amigos. Yoongi parecía volver siempre a él. Había estado saliendo con chicas pero de todas formas siempre buscaba a Park, quien cada vez que venía a nuestra casa se metía directamente con Yoongi a su habitación o a la de Taehyung ya que seguían haciendo tríos. Varias veces pensé en mandar todo a la mierda y entrar a la habitación donde fuera que se encontraran y tomar Park para follar pero me controlaba porque no planeaba que se pusiera en difícil y me dejara en ridículo frente a mis amigos.

Allí estaba, besándose con Yoongi en esa fiesta. Mi amigo metía mano donde podía, recorriendo el cuerpo de Park por debajo de su remera. Éste lo besaba ferozmente e incluso se sonreían el uno al otro cuando Yoongi apretó su pierna contra la entrepierna del rubio. Vi su expresión, y la forma en la que se movía contra mi amigo y sabía que no tardarían mucho más en desaparecer e ir a revolcarse por algún lugar.

Aquella fiesta había sido hecha en la casa de Mark, una mansión igual de grande que la de su novia. Las habitaciones estaban llenas de gente drogándose, bebiendo, incluso vomitando o tirados en el piso. Otros bailaban y se descontrolaban, había chicas con sus remeras mojadas por el alcohol que un grupo de chicos les habían tirado encima, se les transparentaba todo y se les veían los senos perfectamente.

Caminé pasando por los pasillos mientras tomaba de una botella de whisky que le había robado a Namjoon. Me detuve al mirar hacia una de las habitaciones donde también había gente bailando o en sus propios asuntos. La luz era poca, como en toda la casa, solo se veían luces de colores, pero aun así pude divisar al rubio. Para mi sorpresa, él no estaba con Yoongi, sino con otro chico, uno musculoso, pude notar que era Wonho, el del equipo de rugby.

Me quedé estático observándoles, por lo que me apoyé sobre el marco de la puerta mientras seguía bebiendo de la botella. 

Estaban follando.

Park jamás había puesto esa cara orgásmica conmigo. Wonho le mantenía alzado, con sus manos en su culo mientras Park tenía sus piernas alrededor de su cintura, sujetándose con fuerza, su espalda estaba contra la pared y Wonho le besaba el cuello, por lo que podía ver a la perfección las expresiones de Park. Su boca estaba abierta, formando una "o", mientras su cuerpo era empujado con fuerza pero pausadamente por quien le penetraba. Su cara de placer me hacía saber lo bien que la estaba pasando, lo tan alto que se estaba sintiendo y en ese mismo instante quise quitar a Wonho de allí y ser yo quien se empujara dentro de él.

Sentí una necesidad desenfrenada de ir allí y embestirle, realmente quería meter mi polla dentro suyo, sentir lo apretada que estaba su entrada y llegar a lo más profundo. Si él quería tener un orgasmo entonces se lo daría, le penetraría tanto hasta que temblara y gritara mi nombre.

Para cuando quise darme cuenta yo ya estaba terriblemente duro, y lo único que hacía era estar allí sin poder despegar mis ojos del rubio mientras me imaginaba el sonido de sus gemidos saliendo de su boca.

Sólo le había visto unas pocas veces su expresión mientras estaba con mis amigos, pero las veces que habíamos tenido sexo yo siempre le daba por detrás porque no quería ver su rostro, tampoco quería ver su polla, pero en ese instante su rostro me había excitado tanto como cuando le miraba mientras me la mamaba.

No era una opción meterme con Wonho para hacer que soltara a Park, si quería podía meterme una piña que me volaría el cerebro y no estaba de humor para ninguna pelea. Me mordí el labio mientras les miraba follar y el rubio llegaba al climax, siendo besado por Wonho de manera obscena.

Me apuré a salir de allí y busqué a alguna chica para quitarme las ganas, no era realmente la primera vez que quedaba con mi pene palpitando por culpa de Park y que tenía que terminar acudiendo a alguna mujer para olvidarme de mi problema, cuando no podía follarlo a él, claro.

Pude tener un buen polvo, rápido, con una chica con la que usualmente tenía polvos cuando arreglábamos para vernos. Una vez terminé mi cometido me despedí de ella y seguí con lo mío.

Me crucé con Yoongi, quien estaba solo fumando un cigarro de marihuana, me miró y me sonrió, llamándome con un gesto de su mano. Me acerqué a él y me tendió su cigarro, lo tomé con gusto y le di una calada.

- ¿Cuántas llevas hasta ahora? – preguntó divertido.

- Sólo una – solté el humo – No estoy muy inspirado – sus ojos se abrieron con asombro.

- ¿No estás inspirado? Tú siempre lo estás.

- Bueno, hoy no.

- ¿Tu apetito disminuyó? – rió.

- Más bien no me interesa ninguna de todas las zorras de siempre.

- ¿Te has aburrido? Creí que jamás pasaría.

- ¿Y tú? ¿Cuántas llevas? – pregunté para cambiar el tema.

- Sólo una.

- Hm – musité – Creí que ibas a follarte a Park – fumé y le miré de reojo, interesado en qué respondería.

- Oh, estaba a punto, pero me dejó por Wonho – rió apenado - y como soy bueno, simplemente lo dejé, pero me la dejó debiendo y lo sabe. De hecho... - miró a su alrededor - ¿Lo has visto? Si ya terminó puede ser mi turno – sonrió con perversidad, pero sentí una pequeña molestia dentro mío.

- No, no le he visto – mentí, fingiendo desinterés en el asunto.

- Mira que dejarme por Wonho... - se puso a pensar - ¿Es porque soy flaco? – chasqueó su lengua y luego rió, negando con la cabeza – Bien, amigo – me quitó el cigarro de la mano, y antes de irse me miró dando una pitada y sosteniendo el humo – Iré a cobrarle ese polvo que me debe, nos vemos.

Lo vi irse, en la dirección contraria a donde sabía que había estado Park, sin embargo, me invadió una sensación de adrenalina que me hizo dejar mi lugar y comenzar a caminar en dirección contraria a Yoongi. 

Miré en la habitación donde había estado con Wonho y no le vi allí, pero sí estaba el estúpido musculoso con sus amigos fumando marihuana. 

Seguí mi camino hasta ir a la gran sala del fondo, donde le vi bailando con un chico. No perdía el tiempo el muy maldito.

Bailaba y le sonreía al chico mientras éste se le acercaba y buscaba pegarlo a su cuerpo.

Me acerqué sin dudarlo y cuando llegué a él le tomé del brazo. Él me miró con confusión, mientras el chico quiso hacerme frente pero apenas le dije que se fuera a la mierda no dijo nada y se alejó.

- ¿Qué haces? – preguntó soltándose de mi agarre.

- Vamos a follar – volví a agarrarle del brazo para comenzar a caminar pero volvió a soltarse.

- ¿Qué? – cuestionó para luego soltar una corta risa – Estás loco, ¿cierto?

- ¿Qué te parece gracioso de eso? – le cuestioné molesto.

- Pues que te dejé bien en claro que no quiero follar contigo, ve a buscarte a alguien más, a alguna de tus chicas con enormes senos.

- Ya lo he hecho, pero ahora no se me antoja – tironeé de su brazo para arrastrarlo conmigo.

- ¡Suéltame! – me gritó y yo me detuve, soltándole. Le miré y sus ojos mostraban un gran enojo, algo que nunca había visto - ¿No lo entiendes? No quiero follar contigo... no quiero estar contigo... - dijo como si nada. No pude evitar sentirme cabreado, porque él podía follar con todo el mundo sin resistirse, sin ningún problema, pero conmigo no quería follar.

- Te acuestas con cualquiera siempre, ¿Ahora vienes a hacerte el selectivo?

- No me acostaré con nadie que no me haga sentir bien, ya te lo he dicho, no soportaré más tus maltratos, no soportaré más tu egoísmo – repitió algo de lo que ya anteriormente me había dicho – Eres un idiota, Jungkook.

Fue suficiente con que me rechazara nuevamente para simplemente dejar de insistir. Se alejó de mí sin volver a mirarme, no sé a dónde se había ido pero seguramente terminaría acostándose con Yoongi una vez éste le encontrara.

Me había llamado idiota y jamás me había importado el sin fin de insultos que recibí en mi vida por mis acciones, pero no quería escucharlo de él.

Me quedé allí parado por unos minutos hasta que decidí buscar a alguno de mis amigos para tomar o drogarme y dejar de lado que el idiota de Park me había vuelto a rechazar.

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