Armin salió de su habitación para escuchar una estrepitosa conversación —que parecía debía ser lo contrario—, entre sus padres.

Fue extraña para él la perspectiva de Matt y Gina Arlert discutiendo sobre cualquier tipo de tema, sin embargo, una vez que captó el hilo de la conversación, la realidad le pareció verdaderamente atemorizante.

----¡... Si estás insinuando que nuestro hijo hizo mal en no inscribirse en ese estúpido programa, voy a pedirte que te marches!

----¡Eso no es a lo que me refiero! Solo digo que sería más fácil para nosotros si lo estuviera ¡Pero a fin de cuentas no importa por qué esa era su decisión y no la nuestra...!

Armin se marchó del lugar, no quería seguir escuchando más.

Lo sabía, él lo sabía.
Tres meses atrás las vacantes a guerreros se habían abierto a cualquier niño Eldiano que deseara una mejor vida para su familia en son de servir a la nación de Marley.
Sus padres le sugirieron, él lo pensó, los otros niños de su edad iban a inscribirse sin dudarlo. Pero al final no pudo hacerlo.

Fue cobarde. O al menos Ben y Clay se habían encargado de recalcar que querer una vida tranquila era para cobardes.
La culpa de haberles negado a sus padres la oportunidad de una vida medianamente "mejor" nunca desaparecería.

Y ahora, todavía tres meses después, ellos discutían por el tema.

Pero estaba bien. Él solo necesitaba un poco de aire fresco de la tarde.