CAPITULO 8 TODO ES DIFERENTE CONTIGO...
Antonia
Baje tan rápido como pude al sótano, busque afanosa el carro de Victoria, la encontré de la misma manera que hace seis años,-Amor, que pasa, le sucedió algo a Sebas, dime, ¿que paso? me tienes más que angustiada, llamaré a mi tia- tome el teléfono y la escuche ahogarse en su llanto, uno desesperado y doloroso. - Vicco por dios qué sucedió-.
Victoria
- Bella es Jin, es él-
PD.Bang
-Victoria, cálmate, él no sabe nada de Sebas-
Antonia
Ella nuevamente era presa del miedo y la angustia, la abrace, limpie sus lágrimas y la acomode en el asiento del copiloto, le pedí a PD.Bang que avisara que mi coche se quedara en el sótano de la empresa y salí de allí, otra vez abrazando la angustia de Victoria como mía. No sé por qué pero todo ello solo se me hizo duro, difícil, nuevamente, de asimilar.
Cuando llegamos, la ayude a bajar del coche, caminamos lento, se que en cualquier momento ella desfallecerá y sería una caída colosal, guardar todo lo que ella siente, ha de ser agotador, cuando llegamos al lobby, nos encontramos con Suga, Hobi y Tae, en ese momento Victoria se derrumbó, llorando tan agonizantemente que mi alma se destrozó con la de ella. Nos miraron con angustia y las puertas del ascensor se cerraron, llegamos a fuerza a nuestro apartamento y ella solo entró a su cuarto, a seguir llorando.
El timbre sonó y al abrir los encontré a los tres, me hice a un lado dejándolos entrar, Tae entró de último, dándome un beso en la frente, lo agradecí mirándolo a sus hermosos ojos, con eso, él supo el bien que me hacía.
Suga me pidió verla, a lo cual asentí, pidiéndole que me espere mientras la llamaba, cuando entre a su cuarto, no la vi en la cama, escuche la ducha y me dirigí al baño, comencé a llamarlos, pues la encontré abrazando sus piernas y su rostro lleno de lágrimas viendo caer el agua de la regadera, busque una toalla y la cubrí, mientras ellos me ayudaron a sacarla, no soporto verla así, maldito Jin. Les pedÏ que salieran, al cerrar la puerta, me acosté a su lado, pidiéndole que habláramos, que no debíamos volver a cerrarse por el pasado, me abrazo.
Tae
- Eso es depresión y está en un estado grave, que pudo ponerla en ese estado si estaba bien esta mañana, ella brillaba.
JHope
- No divagues, vamos por comida más bien-
Antonia
Cuando salí a la sala, me encontré con Suga, me dijo que quería verla.
No se si esta bien, pero lo encamine nuevamente a su cuarto y lo deje pasar. Él lo hará bien.
Tae
Le escribí a Antonia, quería que cenara conmigo, sé que lidiar con todo eso es difícil y no quiero que ella deje sus hábitos y enferme.
-Preciosa, te espero para cenar, no acepto un NO.-
Espere que contestara y empezaba a desesperarme después de tres minutos, cuando el timbre sonó, al abrir, vi esos ojos hermosos, le abrí los brazos y ella buscó refugio en mí, besé su frente, abrace su espalda y ella se perdió en mi pecho, tan pequeña, tan hermosa, solo quería que se quedara asi por mucho tiempo, por tanto tiempo, el que ella quisiera y necesitará.
-Hola preciosa- salió de mí, en un susurro, - ¿Estás bien? o a caso suspiras por que me extrañabas tanto como yo a tí- Levantó su mirada y sus ojitos cristalizados, casi a drenar sus lágrimas y con un lindo puchero, asintieron dándole la razón de que me extraño y que no estaba bien.
La alce de los muslos, ella se aferró a mí desde mi cuello y sus piernas a mi cintura, cerré la puerta con el píe, mientras caminaba a la cocina, la senté en la encimera y acerque la cena para dos que había pedido, empecé a alimentarla como una niña y ella me alimentaba como un niño, estaba tan cómodo con todo lo que sucedía a mi alrededor, que todo era familiar, tan de siempre. Al terminar, limpie su boca con una servilleta, después de eso, la volví a cargar y la lleve conmigo a la habitación.
La dejé en el suelo, mientras organizaba la cama, la tome de la mano y la acosté, me deslice hacia ella, buscando su calor, mi mano se ubicó en su cintura y la otra debajo de su cabeza, bese su frente nuevamente y suspire.
Antonia
Estoy en una burbuja tan cálida, tan pacífica, no se si es un cuento o un hermoso sueño, pero él solo piensa en cómo hacerme sentir bien, no ha buscado nada sexual conmigo y estoy en un estado de relajación que me enamora sin divagar, por que tiene que ser tan perfecto.
-Gracias- susurre mirando sus ojos bellos, me dio un tierno beso en mi frente. -Yo estoy bien, solo que la situación de Vicco, me deja igual de quebrada que ella.- lo abrace por la cintura con una de mis manos y la otra rozando su cuello,- Quiero contarte lo que pasa, por que es la forma que encuentro para poder desahogarme- Escuche como su respiración y sus músculos se tensaban y apretaba más mi espalda.
Me separé suavemente y me senté para mirarlo a los ojos.
Cuando me disponía a hablar, el se incorporo y tomo mi nuca para darme un beso, solo junto nuestros labio y me miró
Tae
-No me cuentes todavía, aún no, quiero tenerte para mi un tiempo mas, sin que nada del exterior nos afecte- tome sus manos para acercarla nuevamente a mí,- Ven preciosa, acurruquémonos hoy, mañana y los dias siguientes, despues quiero escuchar todo lo que quieres decir- la acoste nuevamente conmigo y la tape con el cobertor, - No creas que no quiero escuchar, es solo que hoy no estás bien, si hablas, estarás triste y hoy tu corazón necesita es calor- la bese suavemente, - Anda duerme- volví a besarla y ella se acomodo en mis brazos y su respiración se fue tranquilizando entre sollozos, hasta quedar dormida, profundamente dormida.
Ella es importante para mí, no quiero que esté triste, solo quiero protegerla, mimarla concentirla, ella es diferente a todas las que conocí.
Antonia
Él es diferente, me cuida, por primera vez alguien cuida de mí, de esa manera tan bonita, tan especial, estoy llorando mientras él me dice palabras bonitas, mi garganta siente un nudo y sus voz, sus caricias, sus besos me dan calma, me estoy enamorando perdidamente de este hermoso hombre, él hace mis días diferentes, dormiré a gusto junto a él.
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