CAPITULO 6 COMO DORMISTE BEBÉ...
Tae
Me levanté con el sol en mi cara, desnudo y agotado, extrañamente feliz, hasta que no la vi en mi cama, ¿A donde fué?.
Me levanté de la cama y fui al baño, intentaba orinar pero no podía aún estaba exitado y si que es incomodo orinar asi, me metí a la ducha y me bañe, quería verla de nuevo, así que me aliste y pedí un desayuno para dos, organice el desorden que había en mi cuarto y en la sala donde todavía estaban las copas de vino y los cojines en el suelo.
Lleve todo a la cocina y lave todo, cuando tome las copas ví en una de ellas impresos sus labios, recordé todo lo que hicimos, inconscientemente quería volver a verla, tenía la necesidad de hacerla parte de mi vida.
Sonó el timbre de la puerta, sacándome de mi imaginación, abrí y recibí mi pedido, el olor era delicioso, organice todo en una bandeja y le tome una foto para enviarla.
Me sorprendió lo rápido que contestó, pero me gustó más su respuesta, ABREME, por favor no tiene que decírmelo dos veces, sonreí como niño, encaminando me a abrir la puerta para esperarla.
Estaba apoyado en el marco de la puerta cuando sonó el timbre del ascensor, lo miraba mientras cruzaba mis brazos sobre mi pecho, las puertas se abrieron y allí estaba ella, con un suéter gris y unos jeans desgastados y tenis blancos, esta hermosa, le sonreí conforme se acercaba a mi.
Antonia
-Hola-
Tae
-Tu... -
Estire mi mano para tomar su hermoso cuello y acercarla a mi, la bese suavemente, tan suave que sentí todo su ser estremecerse.
-Por que saliste sin despedirte, te quería un poco más conmigo al despertar- Se ruborizó y sonrió para mi, mientras entrabamos a mi apartamento de nuevo, cerré la puerta y la abrace por la espalda.
-Quiero que pases conmigo este domingo, ¿Puedes quedarte conmigo hoy?- Le pregunté mientras rozaba su lóbulo con mis labios y la abrazaba más a mi.
Me gusta que se atreva conmigo, sus manos tocaban mi cabello, mientras le daba besos en su mejilla.
-Entonces, ¿es un si?-
Antonia
Estaba embelesada con esta bella forma de ser tratada, me sentía en otra época, donde hacer sentir importante a la persona que te gusta o que más valía más, claro que deseo quedarme con él todo el tiempo posible, me gusta mucho.
-Es un sí- Me di la vuelta para verlo a la cara, me tomó poco tiempo darme cuenta que lo quiero en mis días, en mi vida, en mi cama.
-¿Y?... vamos a desayunar o qué planes tienes, Tae- ladeé mi cabeza para mirarlo mientras el lamia sus hermosos labios, me miraba de los ojos a la boca y viceversa, arrugue mi nariz y creo que fue más que suficiente para que el me levantara por las caderas, dándome besos y apretando mis nalgas.
Tae
-Estás preciosa hoy, pero te verias mas hermosa sin ropa en mi cama, ven, te ayudo-
Antonia
Me dejó nuevamente en el piso, mientras quitaba mi suéter, dejándolo sobre el sofá, después quito mis jeans, dejándolo al lado, vio mi camiseta negra, mis tangas y solo me vio con ojos iluminados.
Tae
- Asi estas perfecta, ven preciosa, desayunamos- La tome de la mano y la lleve conmigo a la alcoba, donde nos esperaba el desayuno, la ayude a subir a la cama, mientras acercaba la bandeja. -Espero sea de tu gusto, la... la verdad no sabia que pedir, así que... pedí algo casual- Dije esperando su respuesta, lo cual fue más hermoso todavía, pues sin mas me dio la primera tajada de fruta, para después comer ella.
Esto es, como si hace años nos conocieramos, es algo que me gusta, todo en ella empieza a gustarme.
-Qué te parece, ¿te gusta?-
Antonia
-Esta delicioso- Comí un poco más de fruta, mientras él me contaba cosas sobre la comida, yo le respondía y también le contaba cosas similares, como las comidas de las dos culturas eran diferentes pero deliciosas, reímos, mientras tomábamos jugo o té.
Al terminar, tomó la bandeja y fue a la cocina, me levanté, para ver la vista desde la ventana, tenía una panorámica hermosa, desde nuestro apartamento, el que comparto con Victoria, no se ve tan espectacular como en este último piso, miraba concentrada el tránsito de Seúl, cuando sentí que me abrazaba nuevamente por la espalda, dándome calor, ese calor con el que no contaba, el que su cuerpo me brindaba, supe entonces que hoy sería un excelente dia, no me voy a privar de disfrutar de esto.
-Tae, gracias por el desayuno- Por invitarme, pensé, por querer estar conmigo. No se si interpreto mis pensamientos, pero me beso en la mejilla, mientras seguía abrazado a mi.
Tae
-Hoy tengo planes contigo, una cita, algo así como si siempre fuéramos tú y yo, ¿Qué dices?- Solo movió su cabeza afirmando que sería genial, sin mas, le di la vuelta y alzandola, tomándola de esas hermosas caderas, que me estaban volviendo loco, la bese, mis manos amasaron sus nalgas, escuchaba como sus suspiros llenaban mis oídos y mi erección no tardó en presionar contra su vagina, su mirada dilatada me dio la bienvenida para dejarla en mi cama, mientras ella reposaba su hermoso cuerpo, yo quitaba sus tangas negras, ella quitó su camiseta y yo, yo ya estaba desnudo, subiendo sobre su cuerpo, armonioso, esculpido, trabajado y bronceado, solo deseo estar dentro de ella, ella lo sabe y eso es lo que más me motiva a seguir acomodando entre sus piernas, porque allí está la gloria, sin duda alguna, este deseo me tiene al borde.
La bese, mientras mis manos jugaban con su cabello y la otra con sus pechos, sus pezones duros, sentía como se mojaba mas mientras mas la penetraba, lo hacia lento, con gusto de disfrutarla y ella, oh dios, ella también lo disfrutaba, fue suave y mientras más la besaba más deseosa estaba, no tardamos en llegar a la gloria y con eso supe que si, ella es la persona que quiero en mis dias, en mis noche, en mi cama.
Antonia
Me llevo a la gloria, no quiero bajarme de esta nube, me gusta esto que estoy sintiendo, me hizo el amor, no fue sexo, uno sabe cuando es, esto es distinto me hizo el amor y me entregue por que es nuevo pero delicioso y no quiero apartarme de el.
Lo abrace, me acomode en su pecho, mientras nuestra respiración se regulaba, lo mire, con una sonrisa, pues él sonreía para mi también.
-Ahora si, como dormiste bebé- Su risa inundó la habitación, volviéndose para besarme.
Tae
-Amor, ahora mismo estoy en el paraíso, creo que no he despertado, tampoco quiero hacerlo, si esto es un sueño... pero si no lo es...Antonia dormi, dormiré muy bien.-
La abrace fuertemente, la cubrí con la colcha de mi cama, le di dos besos en los ojos y le dije -Duerme conmigo, ahora comemos y seguiré amándote hasta que digas no mas-
Así es... dormiré con ella esta mañana, cuando despierte, espero aun tenerla conmigo, quiero vivir este sueño.
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