Antonia
Le envíe un mensaje a Vicco, no iba a estar con ella este fin de semana, lo pasaría con Tae, él me invitó a pasar estos días con él, quería que nos desconectamos de todo lo que en estos momentos nos rodea.
Acepte sin peros, él se ha convertido en alguien muy importante en mi vida, para mí, quiero estar con él todo el tiempo posible, no se cuanto pueda el soportar mi carácter, ojala y sea por mucho tiempo.
Ya termine mi día, solo quiero verlo, me está esperando en el sótano, voy en camino a sus brazos, a su calor, quiero verlo reír siempre.
- Hola mi amor lindo, me esperabas...- me acerque a él para besarle, cuando su teléfono empezó a sonar con miles de notificaciones, el lo miro y lo silencio guardándolo en su bolsillo. -¿Paso algo?, ¿Tienes que volver?- le pregunté pues estaba frunciendo su entrecejo - Si quieres lo dejamos para otro momento, si tienes que hacer algo no hay problema si lo hacemos después- Tomó mis manos mientras negaba con su cabeza, acercándose para abrazarme.
Tae
Este fin de semana se lo dedicare todo a Antonia, hace mucho no pasamos tiempo juntos y quiero que ella sepa cuánto amo que esté en mi vida, ya le envié el mensaje la estoy esperando en el sótano, viajaremos esta noche a un lugar para enamorarme mas de ella y espero que ella de mi.
Reviso mi teléfono antes de que ella llegue, me encuentro con los mensajes de mi manager, contándome cómo todo estaba saliendo de contexto por una publicación de una fan, realmente piensa que yo saldría con ella, es solo una conocida del medio artístico, es una locura, están haciendo todo por emparejarnos, lo que no me cuadra es la foto, el chico es parecido a mi, si tiene varios rasgos, pero no soy yo, no saldré a desmentir nada, por que no es verdad, pueden pensar lo que quieran.
Veo llegar a Antonia y mi ser se transforma por ella, estiro mi mano para poder acercarla a mi y besarle, pero justo en ese momento mi celular se bombardea con notificaciones, lo miro con enojo, lo pongo en silencio y vuelvo a mi mundo perfecto.
-Nada es más importante que mi tiempo contigo, esto puede esperar, te lo aseguro- Tome su mano y subimos a mi camioneta, me miró asombrada, sin más tomamos rumbo a nuestra cita de fin de semana.
Tome la carretera, una hermosa reservación nos estaba esperando, tengo preparado toda una serie de sorpresas, quiero que ella sepa cuánto me gusta y cuánto quiero estar con ella.
Viajamos unas seis horas, no quería que nadie nos interrumpiera, la voy a consentir y mimar, llegamos y aparcamos, bajamos nuestras cosas y la vi mirar con asombro pero gustosa, el lugar es hermoso, tiene todo para ser idílico.
Antonia
Realmente él supera mis expectativas, esto es hermoso y pasaremos todo el fin de semana juntos en este paraíso.
-Esto no me lo esperaba- dije mientras dejaba en el suelo mi equipaje, camine por todo el lugar y realmente es hermoso, la naturaleza, el espacio y la compañía, estoy segura que quiere que me enamore mas, estoy perdida, ahora si, me perdieron.
-Dime la verdad, ¿esto lo tienes planeado desde hace tiempo, ¿verdad?-
Tae
-Te dije que necesitaba pasar tiempo contigo, solo contigo- Sonreí y alcance esos bellos labios, acune su hermosa cara dándole besos por toda esta, mientras ella solo reía y me abrazaba desde la cintura, definitivamente ella es.
-Vamos a cenar, todo está listo ya- En el hermoso balcón del glamping, ya tenían el servicio puesto para cenar, todo iba perfecto, la tome de la mano y camine con ella, corrí la silla y la ayude a tomar asiento, después me dirigí a mi puesto y serví el vino -Brindo por ti, mi amor lindo, te has convertido en la mejor de mi vida, me tienes enamorado, como nunca pensé estarlo, gracias por venir, por estar conmigo, para mi, para los dos- estire mi mano para que nuestras copas chocaran suavemente, mi corazón se acelera con solo mirarla, su mirada se volvió cristalina.
Antonia
Mi corazón se agito, mis ojos contenían las lágrimas, mi enojo se desvaneció, ya no pensé más en los problemas de mi prima, solo estaba Tae, frente a mi, en un lugar maravilloso declarando que yo era lo mejor que había en su vida, si él supiera que él es mi vida, ¡Dios!, estoy enamorada, mucho.
Pase saliva, conteniendome -Amor lindo... por que eres tan maravilloso, estoy agradecida de encontrarte en mi vida, eres una maravillosa coincidencia, te has convertido en mi todo, y ... yo solo me enojo por ... nada que tiene que ver con nosotros...- una lágrima de disculpa se rodó por mi mejilla y sus ojos se abrieron - perdóname por no separar mis problemas familiares, bueno los de mi prima, involucrarte como si fueran tu culpa- sorbí mi nariz, baje mi mirada avergonzada, cuando lo sentí llegar a mi lado, su mano se acercó a mi cara y con su pulgar limpio la lagrima que me delataba -Sé que soy impulsiva y emocional, que mi carácter es de mierda, pongo como barrera mi familia como escudo, pero si te digo algo, tu sabes como saltar esa barrera- sonó una pequeña carcajada de su boca -no quiero dañar esto, no quiero que eso interfiera con lo que estamos construyendo, porque me gustas mucho, mas de lo que puedes imaginar, mas de lo que yo puedo creer, perdona mi impulso, en serio- levanté mi cara y su boca llego a la mía, suave, sutil, tierno, así fue su beso y yo me sentí gemir, derretirme ante su toque, su cálido aliento, su amor.
Tae
La bese, todo está atrás, todo quedó en el ayer, no es nuestro asunto, somos nosotros ahora y para el futuro, uno que me muero por vivir con ella.
-Amor, no es necesario pedir perdón, ya está todo atrás, solo quiero estar aquí y ahora contigo, solo tu y yo, ¿qué te parece?- asintió - Cenemos amor, aún la noche es joven y quiero disfrutarte, disfrutarla- reí y ella igual.
Terminamos nuestro vino, abrazados mirando las estrellas, porque el cielo se despejó para que los dos lo disfrutaramos, me levanté y encendí la chimenea que estaba en el domo y aliste el jacuzzi, con sales para relajarnos.
-Amor, desnúdate y tomemos un relajante baño- Se volvió a hacia mi con sus mejillas ruborizadas -no te preocupes, nadie nos observa aquí, es muy privado mi amor- su mirada se volvió lujuriosa y me encendió -¿te ayudo?- Sonreí maliciosamente y me acerque, paso a paso, mientras desabrochaba mi camisa -te dije que la noche es joven y que quiero disfrutarte, mucho-
Antonia
Estoy perdida.
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