☕Capítulo 3❤

Después del incidente de la chaqueta, el alfa - que obviamente había ido al día siguiente a recuperar su chaqueta - y el omega, habían entablado una relación un poco más estrecha y mucho menos formal... se podría decir que dejaron el "ssi" de un lado, y de vez en cuando se sacaban motes un poco peculiares y graciosos.

No habían ni podían parar de mensajearse o enviarse audios, siendo esto lo primero que hacían al despertar y lo último antes de dormir... porque nada más bonito que despertar con un "Que tengas un genial día❤" o "¡Buenos días! Espero verte hoy❤". E irse a dormir con un; "Buenas noches, descanza❤" o "Sueña con los angelitos, buenas noches🌙❤".

Lo que ninguno sabía y que pretendía mantener en secreto cada que sucedía, era que cuando alguno enviaba "Sueña con los angelitos" el otro terminaba soñando con el emisor del mensaje.

Se habían encontrado - espontáneamente - caminando por el parque, y claro que no habían desaprovechado la oportunidad y fueron a por un café. Hubiera sido una malteada o un helado, pero el frío estaba empezando a hacerse presente.

Tal era la química entre estos dos, que hasta sus amigos - a pesar de no decir nada sobre el tema - se habían dado cuenta de que ahí "había gato encerrado".

Pero a quien engañamos, sus 6 amigos (incluyendo a la pareja alfa-beta) estaban desesperados porque dejarán de hacerte los ciegos y despertaran, que se dieran cuenta de que ambos sentían muchísimas cosas por el otro. Cosas que las personas no sentirían por sus amigos.

Y es que la manera en la que la hermosa mirada del omega se iluminaba dandole aires encantadores de lobo enamorado, les hacía creer a todos que toda aquella situación era irreal.

Similitudes ocurrían con NamJoon, sus labios se curvaban en una sonrisa dejando marcar sus adorables hoyuelos, dejando a sus amigos satisfechos por saber que en el algún momento, la pareja que ya habían idealizado se confirmaría. "Namjin", Le llamaban.

De hecho, entre todos - y a escondidas de NamJoon y Seokjin - habían realizado una elaborada cita, para que por fin estos dos dieran el "siguiente paso".

Y ahí se encontraba, el alfa Kim NamJoon frente a la puerta de entrada de la casa de Jin, pensando en si tocar o no.

Si no lo hacía, su lobo empezaría una revolución por perder tiempo junto al que ya reclamaba como SU omega, y Seokjin pensaría que no quería pasar tiempo juntos.

Pero por otro lado, si lo hacía los nervios terminarían carcomiendolo como las otras veces a solas con el pelirosado.

Definitivamente elegiría la primera opción, el simple precio era sentir unos malditos e insignificantes nervios, nada del otro mundo.

Ya ambos, tanto Jin como NamJoon estaban enterados de que sus amigos no habían podido ir a la supuesta "salida entre amigos", reduciendolos a sólo dos personas.

Eso no era un problema, en realidad no había ninguno.

Ambos congeniaban perfectamente, tan perfectamente cual piezas de un mismo rompecabezas.

Habían logrado llegar a un puesto importante en la vida del otro en tan sólo 3 meses... 3 meses de no ser desconocidos.

Pero siempre existiría esa chispita de dudas en ambos.

¿Y si se nos acaban los temas de conversación?.

¿Y si hago el ridículo de cualquier manera?.

¿Y si todo resulta ser un desastre?.

¿Y si el no siente lo mismo?.

¿Y si sólo me ve como un bicho raro?.

¿Y si no soy correspondido?.

Muchas más eran las dudas en las cabezas de los dos. Porque que decirte de uno sólo, los dos pensaban eso.

No era que no se apreciaran a si mismos, ellos tenían mucho amor hacia su propia persona. Pero estar al lado de la persona con la que - inconsciente e inevitablemente - ya imagínaste un pedacito o el resto de tu vida a su lado, te hace dudar en algunos aspectos.

Pero ellos siempre encontraban la seguridad y el confort justo en un mismo lugar.

¿Cuál era?

Justo al lado del otro.

Ding Dong

El corazón del pelirosado comenzó a latir como el aleteo de una libélula al escuchar desde su cuarto el sonido del timbre. Mismo ritmo al cual latía el corazón del peliplateado al otro lado de la puerta de madera.

Jin no puedo evitar mirarse en el espejo y asegurarse que estuviera lo mejor posible para luego abrir la puerta.

En su campo de vista apareció un NamJoon vestido con unos jeans negros rotos en las rodillas, una camisa blanca y la misma chaqueta de cuero color negro que NamJoon había olvidado en el auto de Jin, y unas gafas que hacían resaltar su alto intelecto, con un pequeño aunque significativo ramo de rosas violetas en las manos.

Y es que NamJoon no vestía así por mera casualidad. Durante los 3 meses que llevaban conociéndose, el peliplateado había notado que a Jin le encantaba como le lucía la chaqueta, misma situación que con los lentes.

Nam se había dado cuenta de aquello, pues en las pocas ocasiones que portaba alguno de estas dos prendas, Jin entraba en una pequeña ensoñación, a tal punto que en una de ellas - inconsciente - salió por su boca el comentario de que "amaba como se veía el moreno con los lentes y la chaqueta".

Ese era motivo suficiente para que Nam llevará puesto eso.

Y si bien el alfa pensó en comprar rosas rosadas por ser este el color favorito del omega, decidió comprar rosas color violeta, pues estas significan... "Un amor a primera vista". Más sin embargo, el significado de ellas todavía no sería revelado.

Un sonrojo apareció en las mejillas de Seokjin al ver tal escena, obligándolo a bajar la cabeza.

Y a pesar de que el omega ocultaba su rostro, Nam pudo admirar la hermosura que sus ojos portaban.

Los rosados labios brillantes del pelirosado le mostraron a el alfa una linda y blanquecina dentadura, pues estos se curvarón en una hermosa y pequeña sonrisa, y Nam estuvo seguro de algo al verla.

Esa era la sonrisa que quería ver el resto de su vida...

-"Jin... te ves... - Y una larga pausa hiso alterarse a los nervios del omega, e incluso haciendo que el lobo de este parará de mover su colita del lado al otro, bajará su cabeza y orejas y se sentara - precioso".

-"Te aseguro que tu te ves mejor - el pelirosado se sorprendió a si mismo por hablar sin ninguna traba de por medio - ¿A dónde iremos? - continúo el mayor intentando evitar el detalle del ramo de rosas.

-"Será una sorpresa, pero antes... - sus manos se retiraron tendiendole el obsequio.

-"G-Gracias, Nam... i-iré a ponerlas en agua y luego regreso".

Ambos lobos presentían que algo importante iba a pasar hoy.

Pero mientras esperaban, el pelirosado y el peliplateado intentaban regular sus nervios.

Si alguien los viera diría que estaban ocultando el secretosobre un asesinato y estuvieran a punto de ser interrogados.

Cuando Jin salió de la casa, vio algo que - extrañamente - le resultaba adorable.

NamJoon estaba luchando por quitarse de encima un destrozado adorno de puerta que antes colgaba de la misma. Esta se había adherido a su cuerpo.

Si cualquier otra persona hubiera roto ese preciado objeto que fue el regalo de su sobrinita en su cumpleaños pasado, lo más probable es que esa misma persona haya terminado con un muy fuerte grito y 500 wons menos.

Pero con NamJoon fue la excepción.

Le resultaba muy adorable la naturaleza destructora del menor. El poder que el peliplateado tenía para romper todo lo que tocaba era innato. Ese poder que el omega había descubierto

Pero tanto el moreno como su lobo, estaban un tanto avergonzados por hacer que su omega los viera así. Pero ese sentimiento se esfumó al sentir al pelirosado tomando el objeto entre sus manos para meterlo a su casa y luego tomar sus mejillas y decirle...

-"¿Cómo puedes romper todo lo que tocas y verte tan adorable?" - preguntó Jin, avergonzando al menor.

-"Y-yo... ¡no soy adorable!".

-"Como tu digas, Nammie... - ambos quedaron sorprendidos por el reciente apodo del moreno. Un apodo muy íntimo y cariñoso - ¿nos vamos?".

Y así, la - inconfirmada - pareja, salió al centro comercial para llegar al cine.

Claro que, el alfa, a pesar de su alto intelecto, no pensó en que ese lugar sería un lugar muy cliché para una primera cita.

Ni tampoco que no sería el mejor lugar para estar con la persona que te gusta.

Estaría oscuro y no podrías ver su carita todo piciosa.

No podrían hablar mucho por qué se supone que que tendría que haber silencio.

Estarían rodeados de personas porque... era un cine.

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

La película "After" se reproducía en la gran pantalla.

Muchos pensarán que el ambiente de nuestros protagonistas era tenso o incómodo, pero la verdad que entre ellos todo iba normal.

Más sin embargo, en cada toma el la que pasaba algo romántico, todas las personas a su alrededor - que en su totalidad eran parejas - empezaban a darse muestras de afecto. Incomodando a Jin y Nam.

Fuera de todo eso, era perfecto.

De vez en cuando Jin - quien había leído varios libros de romance, daba su opinión de cómo influía la obra "Orgullo y prejuicio" en la película.

De un momento a otro, ninguno se encontraba cómodo por más que buscaran cualquier posición, y esto empezaba a abrumarlos.

Nam comenzó a sentir calor e intentó quitarse su chaqueta, pero con lo que no contó era con que el cierre de esta se engancharia con su camisa y le fuera difícil soltarlo.

Jin, al ver esto, quiso ayudarlo. Más bien necesitó hacerlo.

Sin previo aviso puso sus manos en el cierre de la chaqueta, más o menos por el abdomen de NamJoon y con un par de movimientos logró desengancharlo. Pero, sus manos no dejaron de tocar exactamente a NamJoon.

Tanto Jin como su lobo quedaron sorprendidos por lo tersa que la piel cubierta por la tela se sentía. Tanto a si que sus manos fueron a parar al pecho del alfa, buscando tocar más allá.

De un momento a otro, Jin terminó con su cabeza arrecostada en el hombro de Nam mientras sus brazos tocaban - en lo que cabía - el pecho del contrario. Y Nam con su cabeza recostada en la de Jin y sus brazos rodeando el cuerpo del mismo.

En un rápido movimiento de ambos, sus labios quedaron a tan solo unos centímetros.

Sus respiraciones podían sentirse.

Los ojos de ambos habían tomado un brillo esencial en ese momento.

Sus lobos habían tomado posesión de sus cuerpos por unos cuantos segundos, siendo capaces de pronunciar dos palabras cada uno.

-Mi alfa...

-Mi omega...

Y para cuando ambos volvieron en sí... no dejaron que sus impulsos los controlaran.

Pues lo único que ocurrió fue un toque de frentes y cierre de ojos.

¿Suficiente para transmitir amor?.

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Nada había cambiado mucho, excepto en un gran avance.

Los dos se encontraban caminando con nada más y nada menos que sus manos entrelazadas.

No pronunciaban palabra alguna por miedo a romper el como silencio que se había formado.

Pero a cambio de eso miradas coquetas e indiscretas eran lanzadas a el otro.

Y en un abrir y cerrar de ojos se encontraban al frente de la puerta de la casa del omega.

Un beso de despedida tampoco estaría mal... ¿no?.

El alfa, sin pronunciar palabra alguna abrazo fuertemente al omega, no queriendo separarse de el, y dejándole impregnado su aroma.

-"Cuidate mucho, Jinnie".

-"Tu igual, Nammie... - luego de pensarlo por un momento, finalmente le pregunto - ¿Quie-quieres venir mañana por aquí?... en la pastelería hicieron pasteles, y sobraron algunos... podríamos pasar la tarde comiendo un poco de pastel... ¿j-juntos?.

- Y así aprovecharías para decirme de una vez que me amas. Alfa tonto.

Pensó descaradamente el lobo del omega.

Jin se preguntaba si estaba siendo muy lanzado, apenas acababan de terminar su primera salida a solas, y ya lo estaba invitando a pasar la tarde juntos. Y ya estaba pensando en que le diga que lo amaba.

Cualquiera que viera a Seokjin en ese momento, diría que quería hacerle competencia a un tomate, pero no... eso pasaba por naturalidad al intentar proponerle algo a la persona a la que su lobo llamaba... el alfa indicado.

-"Sería como... ¿una cita?" - preguntó el moreno.

-"¡Si!... - y al instante, el peligroso se arrepintió de contestar tan rápido y sin pensar - di-digo n..no. ¡solo si quieres!".

A el más alto le pareció súper tierna la forma de actuar de su mayor. Pues se dió cuenta del cambio de actitudes que tenía este.

Cuando estaba con alguno de sus amigos solía actuar con un ego elevado, muy sobreprotector y algo indiferente.

Pero cuando estaba presente el peliplateado, el omega se volvía más dulce, sensible, adorable y tímido. Y en algunos momentos sacaba a flote su lado sumiso.

Y no es que lo considerara como una persona falsa, pero era algo característico de los omegas cuando estaban en presencia de alguien que les llamara la atención, o en casos extremos, alguien del quien estuvieran enamorados.

Solo que este dato no estaba al alcance de ninguno de los dos.


-"Me encantaría tener una segunda cita contigo, Seokjin" - dijo NamJoon ganándose la confusión del mayor.

-"¿S..segunda?" - la pregunta que Jin se hacía era... ¿en qué momento habían tenido una primera cita que ni se enteró?.

-"Pues si... justamente hoy tuvimos la primera".

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