VIII
Naruto miró directamente a sus ojos, los cuales tenían deseo en su mirada, tragó saliva, ¿Por qué esto se estaba poniendo tan caliente?
— Sasuke, ¿Qué quieres decir?, Voy por tus supresores para que te sientas mejor.
— No quiero ningún supresor, es tan difícil pedir — habló enojado liberando de su prisión al rubio.
— Pero los necesitas, ¿Qué es lo que quieres?
— A ti, Naruto, te quiero a ti, quiero que me cojas, ¿Es tan difícil hacerlo para ti?, ¡Eh!
Sus ojos se abrieron en grande, ¿Qué acababa de decir?
— Sasuke, solo estás confundido, yo puedo ayudarte, iré por tus supresores, te sentirás mejor.
— ¡No!, ¿Por qué no lo entiendes?, Quiero que me hagas tuyo, solo eso funcionará.
— Pero...
— ¿Qué?, ¿No puedes?, O que es lo que... — se detuvo cuando su nariz captó un olor peculiar.
El rubio estaba confundido, pero Sasuke siguió olfateando su ropa.
— Este es el aroma de... ¡Sakura! — Naruto temió por su vida en ese preciso momento — ¿Estás con Sakura?, elegiste a esa zorra, ¿Por qué? — su aroma ya no era tan dulce, se volvió amargo y pesado.
— Tranquilo Sasuke, por favor déjame explicártelo — ¿Por qué tenía que explicarle eso a Sasuke? — Sakura no está conmigo, ella ya está enlazada con otro alfa, solo somos amigos, tengo su aroma porque antes de venir hasta acá, a ella le llegó su celo a mitad de la calle y le ayude a llegar a su casa, sus feromonas debieron quedarse en mi ropa por un tiempo, te juro que no somos nada, por favor, no me hagas nada — dijo cubriéndose su cara.
Sasuke supo que estaba siendo sincero, Sakura no andaría con él, nadie soporta a Naruto, solo él.
Pero otra duda surgió en su mente, si no está enlazado, si no tiene pareja...
— ¿Por qué sigues rechazándome? — su aroma cambio, ahora estaba triste, caminó hasta su cama y se sentó tomando sus piernas con sus brazos.
Naruto se sintió muy sobreprotector ante ese llamado, y rápidamente se acercó a Sasuke, tomando su mano.
— No es que te rechace Sasuke, es solo que es mucho más fácil para ti, tomar tus supresores, así cuando estés más consciente no te arrepentirás de nada — murmuró triste.
El azabache negó varias veces.
— No funciona, los supresores no funcionan en mí, lo he intentado varias veces, nunca hace efecto, mi cuerpo los rechaza, por favor, esto me duele, ayúdame.
Naruto no quería ceder, Sasuke al ver que no estaban llegando a ningún lado, decidió intentar una última vez.
Esto estaba sobrepasando sus límites, jamás se imaginó haciendo algo así, pero tenía que tomar medidas extremas, en definitiva, era su celo hablando.
Se separó de Naruto y se empezó a quitar su ropa, cada una de sus prendas fue retirada lenta y tortuosamente, Naruto se quedó mirando casi con la boca abierta.
Sasuke se quedó en ropa interior, se colocó en una posición bastante sugestiva, y luego lo miró.
— Naruto, por favor... Te necesito... — habló entre gemidos, su cara sonrojada, hacia juego con todo su cuerpo.
El Uzumaki tragó saliva, instintivamente aspiró el aroma que Sasuke estaba liberando, olía tan delicioso.
Auto control, auto control, se dijo a sí mismo, su alfa diciendo que se callará y tomara a su omega.
Sin poder contenerse más, se acercó a él, colocando su nariz en su cuello, en dónde ese delicioso aroma lo llamaba.
Sasuke gimió necesitado, Naruto había soltado sus feromonas, y ahora estaba más que excitado, su creciente erección lo confirmaba, lo bueno es que no era el único contento.
— Agmgh... Naruto... — gimió en su oído, pues lo tenía al alcance.
El rubio jamás en todas sus fantasías, se imaginó tener a Sasuke gimiendo su nombre, pero era lo mejor que le pudo haber pasado.
Se acercó a su rostro dudando, todo podía ser parte del celo, si claro del celo, el azabache tomo su rostro y lo beso, recorriendo con su lengua, disfrutando de su sabor.
Naruto abrió los ojos en grande, al ser besado por Sasuke, se sentía tan increíble.
— Mhng... Sasuke... — gimió sobre sus labios.
— Me gustas Naruto, en serio me gustas mucho... — el celo era lo de menos, sus verdaderos sentimientos estaban saliendo a flote.
— Si... Claro Sasuke — su mente ocupada en otros asuntos.
— Es en serio — hablo seriamente — Siempre te he querido, he estado esperando por este momento tantas veces, así que no esperes más y hazme tuyo.
— Sasuke, tu... ¿Estás seguro?
El solo asintió lo mejor que pudo, al estar temblando por su propia excitación.
Esto podía ser real o solamente consecuencia de su estado, pero elegiría creer.
Con mucho cuidado lo recostó en la cama, ambos respirando agitados, comenzó besando sus labios, un beso profundo y hambriento, para luego ir bajando de lugar, su cuello recibió lamidas y besos, dejando marcas que serán difíciles de ocultar después, a ninguno le importo realmente.
Su pecho desnudo tuvo la misma suerte, siendo besado y acariciado con lujuria, sus botoncitos rosas no se quedaron atrás, Naruto se encargó de jugar con ellos también, succionándolos y mordiendo gentilmente, Sasuke estaba sobrepasando su nivel de placer, arqueando la espalda cada vez que una chispa de placer lo recorría.
Naruto bajó mucho más hasta su miembro ya húmedo de tanto juego, Sasuke era un mar de gemidos y él, no podía sentirse mejor, su alfa por fin podría disfrutar de su omega cómo se debe.
Lo tomó en sus manos, y comenzó a lamerlo, estimulando mucho más al azabache, si es que eso se podía, después de unos segundos, lo introdujo de lleno a su boca, el Uchiha realmente no le importaba el hecho de que lo escucharán, pues no sé molesto en ocultar sus gritos y gemidos, para Naruto eso era lo mejor, era como música para sus oídos.
Pronto el azabache empezó a sentir un calor en su abdomen bajo, señal de que estaba a punto de acabar, el rubio lo notó y aumentó su ritmo, acariciando con sus manos lo que podía alcanzar.
— Naru... Me voy a... — no alcanzó a terminar de hablar, la explosión de placer lo recorrió, gimiendo y arqueando su espalda, lágrimas saliendo de sus ojos, cayó rendido a la cama.
Naruto lo miró con una pequeña sonrisa, era un momento especial, pero no había acabado, aún quería más.
— Naruto... — intentó levantarse, pero solo consiguió sentarse, esperaba que las cosas siguieran, a pesar de que su cuerpo estaba cansado.
— ¿Mm?, ¿Qué haces?
— Más...
Naruto sonrió, esto estaba siendo tan asombroso.
Se acercó y beso sus labios, está vez de manera más tierna y dulce, por instinto llegó a su cuello, lamiendo y dando leves mordidas.
— Márcame — gimió al sentirlo tan cerca — Quiero que me marques.
Naruto no estaba pensando muy coherentemente las cosas, no a estas alturas, pero jamás haría algo de esa gravedad sin pensarlo dos veces.
Dio un beso en su cuello, y luego se alejó, para verlo directamente a la cara, el azabache no entendió, no lo estaba mordiendo.
— ¿Qué haces?, Márcame por favor...
— Mi amor, quiero que hagamos esto, cuando estés en tus cinco sentidos y hayamos hablado de esto, no ahora — dijo dando un beso en su frente, de manera protectora.
Sasuke hizo un pequeño puchero, pero sintió un calor recorrerle sus mejillas, ante el apodo que recibió.
La imagen de su azabache sentado sobre sus piernas y viendo hacía abajo por el sonrojo, derritió su corazón, casi se desmaya ahí mismo.
Lo abrazó amorosamente, y se acostaron en la cama, los ojos de Sasuke se cerraban por el cansancio.
Le dio un último beso, antes de cerrar sus ojos, Sasuke se acurrucó feliz y se quedó profundamente dormido.
Naruto solo se quedó pensando, esperaba que, a la mañana siguiente, no se arrepintiera de lo que hizo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top