Capítulo 6 La vida de una Cortesana

El bullicio en Yoshiwara aquella noche era aún más grande de lo normal, las calles estaban repletas de personas y hermosas cortesanas que habían salido para atraer nuevos clientes a su casa. Si bien Kanae no podía ver esto desde su balcón privado, la suave música y risas eran suficiente para dar a entender que todo estaba siendo un gran éxito, ya que en esa precisa noche nuevas cortesanas debutarían escogiendo su primer cliente para pasar la noche, por lo que era importante para las casas ver cual vendía más

Aquel pensamiento le llevó a recordar los días en que ella también era una aprendiz a Oiran y como su mentora, la anterior Oiran de la casa miraba con pesar desde su balcón privado mientras en su mano sostenía una hermosa camelia o "Tsubaki", misma que en pocos segundos dejó caer sobre la fina nieve. Kanae no comprendió aquel gesto, ni el porque las camelias estaban tan asociadas a la vida de una cortesana, era quizás muy joven, pero su antecesora no tardó en notar la duda brillar en sus ojos

— Kanae —le llamó, ella era la única que conocía su nombre real en aquel entonces— ¿sabes por qué las camelias son el símbolo de una cortesana?

— ...No lo sé, pero es precisamente lo que me cuestionaba ahora mismo

— Existe una leyenda ligada a esta flor, sin embargo difiere mucho de lo que representa para una cortesana o mujer en general. En Yoshiwara cuando las camelias caen, simbolizan algo nuevo o que ha renacido, en este caso que la joven muchacha que compartió el calor de un hombre ya no es una niña, sino una mujer, es su inocencia la que ha perecido

Siendo aún joven y sabiendo muy poco sobre el tema, Kanae no pudo evitar que sus mejillas se tiñeran de rojo al escuchar sobre lo que sucede entre un hombre y una mujer cuando las puertas se cierran, su mentora había sonreído suavemente al ver su reacción y acariciado su cabeza. En pocas palabras, la cortesana al perder su virginidad que simboliza su inocencia, renace o es vista ya como una mujer, por eso lo asocian con las camelias rojas que simbolizan la belleza y el poder de la seducción como la sensualidad

— Por eso dejó caer aquella flor antes, por las cortesanas que harán su debut esta noche ¿cierto?

— Si, además algún día tu también renacerás en los brazos del hombre que elijas, pero desgraciadamente... no porque eso suceda, quiere decir que serás amada y correspondida, por eso una cortesana no tiene la obligación de también entregar su corazón ¿lo entiendes?

— Si, lo he entendido bien

Ya pronto se cumplirían seis años desde esa noche y parecía como si hubiera ocurrido tan solo ayer, pero el tiempo siguió su cauce y Kanae dejó su nombre para ser conocida como Karyū y aunque nadie lo sabía, ella ya había florecido como una mujer, su camelia ya había caído y su corazón no fue correspondido. Aún así algo dentro de ella le decía que estas personas eran diferentes y Kanae sentía que Ruri debía conocer un amor antes de debutar como una cortesana

"Aunque es muy raro, una cortesana si puede amar y ser amada"

— Coff, coff —tosió su acompañante de repente captando su atención— perdón, ¿sucede algo?

— Ara, ara —rió Karyū elegantemente— lo siento, estaba pensando un poco sobre el pasado al ver lo que se lleva a cabo esta noche

— ¿Por eso las Tsubaki? —inquirió sorprendiéndola —inquirió al visualizar algunas de ellas sobre uno de los estantes

— ¿Acaso Shinazugawa-san sabe sobre el significado que tiene para una cortesana?

— Vagamente, mi madre me habló sobre ello cuando era más joven... —siguió hablando mientras sus ojos grises y afilados no dejaban de mirar la tasa de té frente a él— a veces me preguntaba porque las tsubaki se desprendían completas al marchitar, a diferencia de las otras flores en donde sus pétalos caen

"Él es un hombre sincero cuando se trata de su familia"

— Le molesta si le pregunto ¿qué fue lo que le dijo su madre en ese momento?

— Pues... dijo que es una flor que se atribuye a las parejas que desean compartir un momento romántico e intimo antes de que salga el sol —respondió levemente sonrojado

— Ara, entonces si le doy una camelia a Shinazugawa-san ¿significaría que estaríamos teniendo un momento romántico?

— ¡¿Ah?! ¡¡Claro que no!! —exclamó ruborizado frunciendo el ceño— ¡¡solo dije lo que mi madre me contó!

— Puff —rió Kanae mostrando una sonrisa hermosa— era una broma, ya que nosotros solo compañeros, usted está aprendiendo a tratar con las mujeres para conseguir una buena esposa y yo estoy pagando un favor, así que no debe preocuparse Shinazugawa-san

— Lo sé, si no fuera por un favor entonces... —siguió hablando hasta apagar por completo su voz— no quiero gastar tanto tiempo, también tengo otras obligaciones, por eso... ¿qué es lo que haremos?

— Hum, para empezar es un poco extraño que sea yo quien deba enseñarle a conseguir la atención de una señorita, normalmente es al revés —negó Karyū al recordar su trabajo como Oiran— podría decirse que el intentar ganar la atención de una Oiran, es similar a intentar cortejar a una dama para ganar su corazón ¿no lo cree?

— Bueno, es cierto que es un poco similar...

— La gran diferencia es que al volverse cercano con la Oiran, es como si fueran una pareja casada, el contacto está permitido y en otros casos puede compartir la cama con el cliente —para Kanae explicar esto no era nada extraño, sin embargo Sanemi casi escupe el té que estaba tomando— en cambio con una señorita de familia puede conocerla de casualidad en algún paseo, pero para poder cortejarla debe primero pedir la autorización de los padres y una vez la obtenga, ahí si debe dar lo mejor de si para conquistar a la mujer que desea casarse

— Es un poco más complicado, a veces los padres se fijan mucho en la posición y las madres en que sea un hombre apuesto, bueno no es como si pudieran entregar a una hija que han criado preciosamente a un don nadie —declaró con una sonrisa amarga

— Es entendible que hay padres que desean realmente la mejor vida para sus hijas y otros que ven más por la reputación y estatus, sin embargo Shinazugawa-san no es un don nadie —negó Karyū captando la atención del peliblanco

— ¿Cómo puedes estar tan segura? Soy un policía y siempre la gente se asusta al verme

— No puede culparlos si pone una cara tan aterradora, debería controlar un poco su temperamento y así mismo relajar su expresión —le aconsejó mientras con sus manos imitaba una sonrisa— así y respondiendo a lo otro, ¿qué hay de malo en que sea un policía? Protege la seguridad de quienes viven en el pueblo e incluso cuida de nosotras, pese a ser cortesanas, no hace distinción, además sigue velando de su madre y hermanos menores ¿acaso no es eso un buen hombre?

— Tsk, incluso si soy decente en ese aspecto, no quita que doy "miedo"

— Hum, se puede trabajar en eso —le tranquilizó Karyū con una mirada indagadora— probablemente sea por las marcas en su rostro y brazos, normalmente suelen asociarse con una persona mala, sin embargo Shinazugawa-san debió obtenerlas al realizar su trabajo. Si vemos otros rasgos, tiene un lindo cabello gris cálido y ojos del mismo color, pero afilados, eso denota una personalidad fuerte, tiene hombros anchos y brazos atléticos, eso es encantador para una señorita que desea tener un hombre fuerte a su lado

Sanemi realmente se encontraba sin palabras y algo reacio a creer en todas las cosas positivas que aquella Oiran estaba diciendo su persona, después de todo la verdad es lo que menos suelen decir, sin embargo todo en ella indicaba que estaba siendo sincera, no percibía burla o cinismo, sino una admiración verdadera. Karyū era de las pocas Oiran que realmente hablaba con sus clientes más íntimos sin palabras falsas disfrazadas de dulzura, ella era una señorita tan buena que siempre podía encontrar lo positivo de cada persona que conociera

— Si sabe reconocer los buenos puntos que tiene como su fortaleza, entonces no será difícil que encuentre una buena esposa, por eso...

— ¡Karyū Oiran! —exclamó una de las pequeñas Kamuro interrumpiéndoles

— Ara, ara, niñas no deben olvidar ser un poco más cuidadosas o el señor podría regañarlas —les recordó apenada por la repentina aparición de las menores— ¿qué es lo que sucede?

— ¡Una cortesana ha venido a verla, dice que tiene algo que informarle a Koemi-chan! —respondió la segunda enseguida

— ¿Koemi? —repitió Kanae sin comprender— está bien, dile que pase

— ¡Si!

— Karyū Oiran —le saludó la muchacha con una reverencia— lamento interrumpirla mientras atiende a un cliente, pero es importante que Koemi-san esté al corriente

— Está bien, pero a la próxima intenten avisar las cosas con antelación, puede ser grosero para el cliente una interrupción ¿entendido?

— Si, lo comprendo

— Eso es bueno, ahora ¿qué querías decirle?

— Oh, pues la encargada de las habitaciones me pidió decirle a Koemi que no podrá utilizar la habitación que había pedido preparar para recibir a su cliente, esto debido a que todas las jóvenes cortesanas han escogido a un cliente, por lo que estamos un poco cortos de habitaciones

— Es así, es bueno saber que ninguna tuvo problemas con escoger a un hombre para acompañarle esta noche —Kanae no mentía, ya que si las cortesanas no se vendían en su debut, entonces el señor se enojaría y las degradaría de posición para ser enviadas a alguno de los burdeles más pobres en donde finalmente morirían de hambre o enfermas

— Si, yo también me siento feliz de que todas podrán dormir y asegurar su paga para sus familias. Entonces, por favor dígale a Koemi-san que por esta noche escoja una habitación cercana a la de la Oiran para atender a su cliente —con el mensaje transmitido y una fina reverencia la joven se marchó por donde vino dejándoles a solas y sumidos en silencio

— No entiendo porque no dijo nada —habló Sanemi confundido— su aprendiz y Rengoku hace como veinte minutos que ya se fueron hacia la habitación designada

— Hum, hay dos opciones. Bien puede ser que la cortesana y su cliente ya se encontraran en la habitación o también... —nuevamente el silencio se instaló en el ambiente, volviéndose preocupante e incómodo

— Creo que debería ir a checar ahora, puede que estén en aprietos

— ¡Espere, Shinazugawa-san! —le detuvo Kanae al verle abrir ligeramente la puerta— nosotras tenemos reglas, si sale de aquí tendrá que atenerse a ellas y en este caso, si una cortesana ya ha comenzado a trabajar, no podrá detenerse hasta que el cliente así lo desee o culmine el acto, no tenemos opción más que esperar

— Aún así, me preocupa Rengoku... es el que menos está familiarizado y sus valores como sentido del deber son muy fuertes, incluso si yo no hago un problema, él podría hacerlo sin desearlo

— Creo que está exagerando un poco, además no olvide que Koemi-chan está con él. Ella sin duda sabrá que hacer, tal vez ya lo haya solucionado y nosotros preocupándonos de más ¿no lo cree?

— Bueno, es cierto... las probabilidades de que quedes atrapado en una habitación son bastante bajas

Sanemi no se equivocaba, es cierto que las probabilidades de quedar atrapado en una situación bastante bochornosa pueden ser bajas, pero nunca imposibles, eso es algo que tanto Kyojuro como Koemi podrían asegurar y contar como experiencia por el resto de sus vidas, ya que escondidos detrás de un biombo que descansaba en la pequeña habitación que conectaba con la principal esperaban a que aquello terminara para poder irse. Era un tanto horrible ni siquiera poder cubrir sus oídos, pues debían estar atentos por si alguien entraba en la habitación

"¿Cómo es que terminamos aquí?"

La situación no podía ser peor para ambos y ni siquiera podían salir, ya que la habitación más pequeña no tenía puertas para salir, pues funcionaba como una especie de armario en donde telas, kimonos finos y demás eran guardados para el uso de la cortesana, por eso también había un biombo para que pudiera cambiarse, mismo que les había servido para que sus sombras no fueran a notarse en las finas puertas de bambú, sin embargo eso no les resolvía el problema y Ruri sintió que la pena se la tragaría viva, siendo por lo mismo que comienza a recordar el como terminaron en semejante embrollo

...

— El té realmente era amargo —soltó Rengoku finalmente mientras se acercaba peligrosamente a su rostro— ¿es acaso esta su venganza?

— Era lo último, ahora estamos a mano —rió la peliverde suavemente, deleitándole con el sonido de su risa— cuento con usted, Rengoku-san

¿Por qué sería? Cuando ella sonreía de esa manera, realmente resultaba encantadora para Rengoku, incluso él no podía resistirse en corresponder el gesto. Ahora tenía el sincero sentimiento de que podrían trabajar juntos, sin embargo una nueva duda surgió en su cabeza ¿estaría bien preguntar? No era algo que precisamente le molestara, pero fuera bueno si al igual que Sanemi y Karyū Oiran tuvieran un espacio determinado, ya que estar entre habitaciones donde otros pueden escuchar o supones cosas, realmente le hacia sentir un poco incómodo

— Koemi-san, tengo una pregunta...

— ¿Qué sucede?

— ¿Siempre se deben rotar así las habitaciones? Lo digo porque Karyū Oiran y Shinazugawa-san permanecen en el mismo lugar, se siente un poco más privado

— Hum, eso es porque Karyū es la Oiran de la casa, en si la mujer más hermosa y que aporta más dinero y reconocimiento. Gracias a eso, todas aquí pueden vestir y comer bien, así que es normal que una persona así tenga su propio espacio para recibir a sus clientes más íntimos —le explicó sin problemas

— ¡Entiendo! —asintió Kyojuro con una sonrisa y Koemi estuvo a punto de decir algo, pero de repente una esencia en el ambiente captó su atención, girandose así para evaluar la habitación que había pedido

Era extraño, ¿acaso se trataría de un error? Ella había pedido una habitación modesta y con unos dulces para acompañar con el té, sin embargo había estado tan centrada en molestar a Rengoku que poco se preocupó por revisar antes de entrar. En el centro de la habitación reposaba una pequeña mesa con sake, un plato de sashimi y una discreta botellita con lazo rojo. Cerca de la ventana se hallaba un quemador de incienso que le daba ese aroma dulce a la habitación y por último el futón no muy lejos de la mesa

— Hum, Koemi-san ¿acaso va a enseñarme a dormir? —inquirió el joven de repente sorprendiéndola, sin embargo en su voz o mirada no había ni un rastro de lujuriosa o deseo, no lo había dicho con mala intención

— Lo siento, Rengoku-san —se disculpó Ruri enseguida tomando su mano para arrastrarle hacia la salida— esto no es lo que pedí, tal vez hubo un error

— ¿Por qué dice eso? —inquirió Kyojuro preocupado de que hubiera dicho algo que le hubiera molesta

— Debemos irnos ¿si?

— ¿Hice algo malo? ¡No era mi intención incomodarla!

— ¡Rengoku-san! —le llamó— esta habitación ha sido preparada para que una cortesana reciba a su cliente

— ¿Y yo no soy su cliente?

"...¿Es o se hace?"

— Creo que entiendo porque no se ha casado —pensó para si misma— no quiero decir eso, sino-

— ¡Espere, parece que alguien viene! —le alertó colocando un dedo sobre sus labios para que se abstuviera de decir alguna palabra

— Por aquí, mi señor —escucharon ambos una voz dulce y cantarina acercarse— ya la habitación ha sido alistada a su gusto, seguramente el sake le sabrá delicioso con el sashimi que se ha preparado

"¡¡Oh, no!! ¡Esto es grave!!"

— ¡No haga ruido y venga por aquí! —le instó Koemi en voz baja antes de jalarle sin tiempo de preguntar o decir algo

Unas puertas corredizas resonaron ligeramente al cerrarse, para luego escucharse un sutil movimiento, alguien había llegado a la habitación, sus pasos eran suaves en comparación de la persona que le acompañaba, se percibían más pesados y menos discretos. La peor situación finalmente había ocurrido y Koemi en un intento de ocultarse arrastró a Rengoku hacia una habitación interior que funcionaba como ropero, allí se guardaban telas y kimonos para cualquier ocasión, sin embargo la preocupación comenzó a crecer al escuchar las voces bastante cerca mientras la luz se apagaba, quedando únicamente las velas que alumbraban tenuemente el lugar

— ¡Se lo pido, no se mueva ni haga un solo ruido! —volvió a decir Ruri mientras rápido se dirigían detrás de un biombo para ocultar sus sombras lo mayor posible y prácticamente acuclillarse

— ¿Podría explicar que sucede? —inquirió Kyojuro cerca de su oído causándole un escalofrío

— ¡Sh! ¡Su tono de voz sigue siendo alto! Creo que sería mejor si no hablara —masculló por lo bajo al sentir que ya tenía demasiados problemas— una cortesana está atendiendo a su cliente, no podemos salir o sería un desastre

Una de las reglas más importantes era respetar la privacidad de cada cortesana y cliente, si la pareja ya había entrado en la habitación, nadie podía interrumpir hasta que el cliente así lo deseara o estuviera complacido, de lo contrario eso generaría su furia y la cortesana caería en desgracia por no haber cumplido su deber en satisfacerle. Aún así ¿cómo es que sucedió esto? Ella había preparado por si acaso la habitación con bastante antelación, entonces ¿por qué?

Algo hizo click en su momento, lo había olvidado por completo al estar preocupada por su posición y la posible llegada de Rengoku, otro grave error, ya que esa noche era el debut de las cortesanas que habían alcanzado la mayoría de edad, en otras palabras habrían más clientes y por ende, habitaciones ocupadas. De todas formas alguien debió avisarle antes, pues ahora estaba atrapada en una de las peores situaciones posibles, ni siquiera podían salir por alguno de los extremos

— ¡Eres preciosa, Harumi! Sin duda fuiste mi mejor compra, nada como pasar la noche con un hombre como yo ¿no? —inquirió antes de romper en risas y Koemi al escuchar esto sintió pena por la muchacha

— ¡Que cosas dice, mi señor! —exclamó la joven riendo grácilmente— tiene razón, poder yacer en su brazos es sin duda realmente una gran suerte —añadió

"Ya comenzaron las mentiras"

— ¿Verdad? ¡Ahora! Creo que ya he esperado mucho ¿tienes idea de cuán encanto quedé al verte? Fue difícil ganarte, ya que otros dos también querían asegurarse de obtener una flor pura esta noche

— ¿Qué es lo que desea que haga por usted, mi señor?

— Eso es obvio ¡desnúdate! —le ordenó mientras los oyentes se quedaban fríos ante esto

— Entonces ¿podría darme un momento? Este kimono es muy costoso, así que debo ir a dejarlo detrás del biombo, no tomará mucho tiempo —le explicó mientras el hombre se dirigía hacia el futón que estaba cerca de la ventana

— Está bien, pero solo dejarás el kimono y vuelves, deseo ver como te quitas el resto ¿entendido?

— Si, no demoraré —con esto Harumi deslizó la pequeña puerta para luego cerrarla y proceder a desatar el fino obi

Estaba asustada ¿qué edad tendría ese hombre? Físicamente no estaba mal, sin embargo ¿cómo podría desnudarse de la nada ante él? Su cuerpo estaba temblando y si no se esforzaba en respirar profundo, probablemente las lágrimas saldrían, no podía llorar, no estaba bien en una cortesana y también su madre y hermanos dependían del dinero que ganaba, así que esa noche solo aseguraría la vida de su familia. Hubiera seguido, sin embargo pronto divisó una tela de kimono conocida a los pies del biombo y sin dudarlo se encaminó hasta este para toparse con una gran sorpresa

— ¡Koemi-san! —exclamó Harumi un poco alto antes de apresurarse a tapar su boca con sus manos

— ¿Ah? ¡Harumi! ¿qué sucede? —exclamó el hombre desde la otra habitación

— ¡No! ¡No es nada, solo vi que habían dejado algunos kimonos que pertenecen a otra habitación!

— ...Bien, apresurate

— ¡Si, un momento!

¿Realmente era posible algo como esto? Harumi no podía creer que la aprendiz de la Oiran de la casa y su cliente estuvieran escondidos detrás del biombo como ratones, sin embargo seguía siendo raro, no era para nada algo que Koemi haría y así mismo, ella aún no había hecho su debut, por lo que no podía vender sexo. Lo más seguro es que hubiera algún malentendido de por medio, no podía decir nada o sería el fin no solo de ellos dos, sino también de ella como cortesana que ni siquiera había debutado

— No sé como es que terminaron aquí, pero no puedo permitir que les descubran —habló Harumi encaminándose rápido hacia el armario en donde se guardaban los kimonos, sin embargo abrió el de abajo que iba en horizontal, por lo que tendría que estar recostados, pero era el lugar en donde menos sospecharían

— Lo siento tanto, hubo un error con la distribución de habitaciones y ya no pudimos salir —se apresuró en explicarle Koemi mientras nuevamente arrastraba a Kyojuro consigo— justo llegaron y bueno...

— Está bien, solo quédense allí hasta que sea seguro salir —les indicó mientras le daba un ligero empujón a Rengoku para que entrara

— Harumi-san —le llamó Koemi tomando su mano— ¿se encuentra bien? —sus manos estaban algo frías y por como la había visto antes...

— Estaré bien, soy una cortesana, no puedo tirarme atrás ahora —negó la muchacha con una sonrisa— aún así, gracias —añadió quitándose el kimono para luego colgarlo— deséame suerte —y con eso volvió a salir de la pequeña habitación

La impotencia que sintió Ruri en ese momento era enorme, sus ojos ardían e incluso se sentía dispuesta de salir para hacer algo, cualquier cosa, incluso si luego era castigada, pero lamentablemente no sería la única afectada, más que ser una ayuda, sería es un estorbo. De repente sintió una cálidez filtrarse por su mano que había estado apretando con fuerza, sus verdes ojos vieron la preocupación sincera brillar en aquella mirada dorada con detalles en rojo y resignándose a la situación, se apresuró en meterse en aquel pequeño espacio para luego correr la puerta, dejando únicamente una pequeña abertura

— ¿Tienes suficiente espacio? —inquirió Kyojuro a su espalda, su aliento golpeando su nunca mientras el calor de ambos cuerpos se filtraba por la cercanía

— Estoy bien, solo no respires tan cerca... —le pidió volteándose levemente y debido a la escasa luz, Rengoku solo podía apreciar un ligero brillo en estos verdes ojos— es que... me da cosquillas

La suave luz de la habitación les permitía contemplarse, sin embargo los sonidos de besos y suspiros llegaban a sus oídos, mientras la sensación de algo prohibido calaba sus sentidos. El placer de probar el calor de un hombre o una mujer en una pequeña habitación era siempre una gran tentación, por eso con el pasar de los minutos la ropa cedía y caía sobre el tatami, mientras cortas palabras escapaban de los labios de los amantes, pero ¿siquiera podían ser llamados de esa forma?

Pronto las exclamaciones de placer de la fémina evidenciaron el acto que estaban llevando a cabo, junto al sonido de los cuerpos al chocar y las sombras que se dibujaban por las finas paredes de bambú ¿acaso necesitaban más pruebas? Esa noche una flor de Tsubaki había caído como prueba de que una cortesana había hecho su debut en brazos de un hombre, aún así lo único que podía existir entre ellos era el placer que estaban sintiendo al unir sus cuerpos, no había amor, ya que eso era nada más que una noche que se borraría a la mañana siguiente de la memoria del hombre

Los ojos verdes temblaron levemente mientras apretaba sus manos con fuerza, sus mejillas reflejaban un fuerte color carmín, mismo que se encendió aún más al conectar con aquella mirada dorada con detalles en rojo, las palabras no salían, solo llegaban a sus oídos los suspiros y "quejidos" al son de las figuras reflejadas por la luz de vela ¿debían sorprenderse que las cosas tomaran ese rumbo? No, porque esto es Yoshiwara, un lugar en donde el placer y la lujuria gobiernan

— Lo siento, por mi descuido... —habló Koemi intentando ignorar los sonidos que se filtraban hacia ellos— perdón, Rengoku-san

— Está bien, yo no estoy escuchando nada —respondió con sus ojos cerrados para luego abrirlos suavemente, fijos en ella— estoy recordando ese té amargo y tu sonrisa discreta al ver que había caído

"Es alguien... amable"

— Yo no puedo hacer lo mismo que usted —rió Ruri apenada— aunque he vivido aquí mucho tiempo, aún no me acostumbro...

— Es normal que un hombre y una mujer compartan intimidad, es así como nace una nueva vida, sin embargo no sé si esta sea realmente la manera correcta. No se entregan por voluntad propia, sino porque tienen una familia por detrás que proteger —reflexionó Kyojuro soltando un corto suspiro— jamás pensé ver tan de cerca una realidad tan dura como la de Yoshiwara

— Gracias... es el primer hombre que escucho decir esas cosas —siguió hablando la joven, sin embargo la habitación volvió a inundarse de sonidos más fuertes

— Disculpeme —pidió mientras tomaba con cuidado su mano y la colocaba en su muñeca buscando algo, Ruri no comprendió su acción hasta que sintió un ritmo suave y continuo— trata de percibir mi pulso ¿lo encontraste?

— Si, está más tranquilo y es fuerte —respondió con una sonrisa

— Muy bien, solo céntrate en eso. Si te concentras lo suficiente, puede que incluso sientas que puedes escucharlo más claro —le indicó

Ruri respiró profundo cerrando sus ojos e intentó hacer lo que él le indicaba, su mano era bastante cálida y fuerte ¿por la espada? No eran suaves como las de una chica, ni pequeñas, su respiración así mismo era profunda y los ojos verdes se abrieron levemente al percibir los latidos golpetear sus oídos y realmente fue capaz de ignorar lo que estaba pasando en la habitación contigua, pues en ese pequeño espacio apenas iluminado por la luz de la vela, solo existían ellos concentrados en la respiración y latir del otro

"Pronto va a terminar..."

El sonido repentino y brusco de las puertas al abrirse les alertó, alguien había entrado en la habitación, las luces también estaban encendidas y los pasos se acercaron peligrosamente hasta el guardarropa. Ambos se esforzaron por contener la respiración, pero una mano se posó desde el otro lado y de un momento a otro la puerta se corrió permitiendo que las luz ingresara, nadie dijo nada y la habitación se vio vuelta en silencio, Ruri algo nerviosa se atrevió a mirar por el rabillo de su ojo para solo encontrar a su compañera de antes observarles con una sonrisa cómplice

— ¿Harumi-san? —soltó Koemi sintiendo que el alma le volvía al cuerpo

— Vaya, no sabía que la pequeña y rebelde Koemi-chan fuera tan cercena con su primer cliente — rió la joven pues a sus ojos, ambos se abrazaban apasionadamente, aunque más bien parecía que el hombre intentaba protegerla

— ¡¿Ah?! —iba a quejarse, pero con solo echar un vistazo se dio cuenta de que estaba abrazando a Kyojuro— ¡oh, dios! —exclamó alejándose lo más que pudo, aunque eso era un poco difícil— ¡lo siento, realmente no me di cuenta!

— ¡Está bien! ¡Yo también me acerqué en caso de que debiera bloquear algún golpe!

— ¿Golpe? ¿Acaso pensaron que ese hombre había entrado?

— Es que sus pasos sonaban algo pesados

— ¡Oh, eso! Es que me duele un poco el cuerpo, así que se me olvidó actuar elegantemente

— ...¿Te sientes bien? —inquirió Ruri ya fuera del lugar, Kyojuro también se apresuró en salir

— Bueno, aunque intentara retrasarlo, tarde o temprano sucedería —negó Harumi soltando un suspiro— además pude calmarme gracias al ungüento que me dio una de mis compañeras

— ¿Qué ungüento?

— ¡Ho, ho! ¿Quieres saber? —inquirió sacando de una de las mangas de su kimono morado una pequeña cajita redonda roja— es normal que las cortesanas lo usen, te ayudará a calentar tu cuerpo y así no será tan horrible

"Un tipo de afrodisiaco"

— Si Harumi-san no lo pasó mal o lloró, entonces estoy bien con eso —comentó Koemi con una sonrisa triste— pero no olvides que también debes descansar ¿si?

— Está bien, pequeña cuidadora. Lamento que ambos se hubieran visto atrapados en esta situación, di lo mejor para que terminara rápido y pudiera salir

— ¿Él ya se fue?

— Así es, ya había escuchado que la mayoría son así. Solo vienen a satisfacer sus bajos deseos y luego se van sin decir una palabra, probablemente no lo vuelva a ver

— Incluso si pasa eso, no sufrirás ¿verdad?

— Claro que no, solo entregué mi cuerpo, no mi corazón

— Si, es así como vive una cortesana —reflexionó Ruri mientras Kyojuro le observaba a su espalda

— Aún así para una Oiran es diferente, no te preocupes por eso Koemi-chan —le animó Harumi, aunque la peliverde no comprendió— una Oiran puede escoger a quien dejar entrar como un cliente íntimo y normalmente son hombres que están encantados con la belleza de la Oiran, precisamente como este hombre ¿no?

— ¿Eh?

— ¿Hum?

— Es que Koemi-chan aún no alcanza la mayoría de edad, ni hace su debut como cortesana y ya tiene a un hombre muy varonil a su lado —añadió esta vez mirando a Rengoku— probablemente está esperando a que llegue ese día, quizás al ser el primero tenga el honor de que una futura Oiran como Koemi-chan desate su obi

— Eso... yo, actualmente me siento cómodo en compañía de Koemi-san —habló Kyojuro un poco azorado por lo que escuchaba— aún es joven y sería muy malo de mi parte verla de esa forma siendo aún una niña

— ¡Kya, que corazón más lindo! —exclamó Harumi de repente sorprendiéndoles— ¡no se preocupe ni sea tímido! Además entiendo que estén conociéndose, pero Koemi-chan pronto se volverá una adulta, creo que el término de "niña" no es tampoco correcto, además ¿puede realmente un hombre ordenar a su mente y corazón el ignorar a una mujer tan hermosa? Solo diré que el cuerpo no miente

La pregunta quedó flotando en el aire y con una corta reverencia, Kyojuro y Koemi marcharon escaleras arriba hacia los aposentos de la Oiran, no faltaba mucho para que la reunión llegara a su fin, ninguno decía nada pues aún seguía esa sensación de pena en ellos. Rengoku no lo había dicho, pero realmente fue difícil pasar por esa experiencia, sin embargo cuando vio el rostro de la joven, quiso al menos ser un apoyo, gracias a eso ambos habían logrado borrar de su mente los sonidos del exterior y centrarse solo en encontrar un punto medio de calma

Aún así las palabras de aquella muchacha seguían rondando por su mente y esa pregunta... si tienes control sobre tu mente, entonces puedes anular cualquier molestia de tu alrededor, pero Kyojuro no tenía mucho conocimiento sobre el corazón ¿acaso podía llegar a ser tan superficial? Bueno, era claro que la mayoría de hombres que visitaban Yoshiwara, lo hacían por las mujeres hermosas que vivían allí ¿él escogió por eso a Koemi? No, es cierto que era muy hermosa, pero esa mirada fuerte y decidida tenía algo que le invitaba a seguir mirando, no era alguien de espíritu débil, al contrario

"Solo quiero que Koemi sea una amiga y compañera en esto"

Era un hombre de honor y palabra, por lo que no se permitiría perder su juicio, ni titubear en sus sentimientos, solo tenía una misión por delante y en Yoshiwara no podía nunca cumplirla, por eso esas palabras no tienen un mayor significado, ya que algún día no muy lejano esta travesía inesperada llegaría a su fin y sus caminos nuevamente se separarían, por lo que solo podía pedir que ella no sufriera, ni fuera degradada por ningún hombre. Inesperadamente la curiosidad volvió y Kyojuro cayó en cuenta de que no sabía casi nada de ella

— Mi intención original era explicarle como se manejan las reuniones con una Oiran, así la próxima reunión tendría una mejor idea sobre que hacer —habló la peliverde rompiendo el silencio— pero debido a este inconveniente, me temo que solo podré entregarle un pequeño libro que preparé con todas las indicaciones, por favor no olvide leerlo

"Koemi"

— ¿Si? —aquellos verdes ojos voltearon en busca de la persona que había llamado por ese nombre, algo dentro de ella pareció moverse

¿Ese es tu verdadero nombre?





¡¡Hola a todas!! Buenas noches UuU dios, este capítulo ha sido todo un sube y baja de emociones, las reuniones entre Sanemi y Kanae se sienten más maduras y calmadas, sin embargo ¿permanecerá de esta manera? Por otro lado ¡Kyojuro y Ruri son un lío de emociones! Me encanta como se devuelven estos dos, aunque la situación que vivieron sin duda la recordaran por el resto de su vida ¡pobres! Aún así bien dicen que en los momentos menos inesperados, puede surgir una cercanía y es algo que pasó con ellos al intentar ignorar la situación de afuera, pero... creo que la mayoría se alocó cuando leyeron el final del capítulo anterior y yo viendo todo arder desde mi cama muajajaja ¡cayeron! Esperaba que la mayoría pensaran que Kyojuro y Ruri mandaran todo alv, pero no! Si vuelven a leer, notaran que no está narrando la perspectiva de ellos ¡al contrario! Desde su lado es como si fueran únicamente espectadores y creo que solo una personita se dio cuenta ¡Estrellita para ella! Otro detalle es que han surgido preguntas sobre algunos nombres que se han ido mencionando y aquí aprovecho para aclarar que de vez en cuando se mencionaran ciertos personajes dentro de la historia, pero no pertenecen a KNY es únicamente como un apoyo para el escenario en donde se encuentran que es Yoshiwara, aún así, únicamente los que tienen un nombre quiere decir que aparecerán en cualquier otro momento y eso! Ahora, sin nada más que decir me despido y disculpen por andar lenta con FDP, pero quiero que todo quede cerrado y explicado, así que si es posible tal vez actualice este fin de semana o el lunes, pues así mismo tengo otra noticia que comentarles, entonces nos vemos la próxima ¡bye!

Andysakurai15 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top