Capítulo 3 Un toque de dulzura y sensatez

La suave brisa de la mañana vino acompañada de una fina capa de neblina que les sirvió para poder pasar entre las por el momento silenciosas calles del distrito, ya que el mismo cobraba vida una vez se escondía el sol para dar paso a la luna. Aún si esa era la práctica habitual, algunas casas también brindaban ciertos servicios que se limitaban más al arte propio de una Geisha, por lo que la danza y el toque de instrumentos también influían dentro de Yoshiwara

Por supuesto una Oiran también debía instruirse en dichas artes, por lo que la danza, la música, caligrafía, poesía y conversación eran cosas en que debían destacar y dominar, junto a cierto nivel intelectual, siendo algo muy esencial para mantener una conversación sofisticada. Todo esto venía según la experiencia de Oiran anteriores, quienes afirmaron que existen todo tipo de clientes y así mismo, no todos están interesados en el sexo

Muchos requieren una compañía, un consuelo, alguien que pueda escuchar sus problemas y brindarles paz, otros simplemente disfrutan de estar junto a una mujer hermosa, pero que también pueda ser inteligente y compartir sus pensamientos u opciones sobre la política y la historia. Por eso si las personas pensaban que ser una Oiran era algo sencillo, realmente solo podía significar que era unos completos ignorantes, incluida ella por supuesto

— Realmente está haciendo frío hoy —suspiró su acompañante— espero dentro sea más cálido o podríamos pescar un resfriado

— Karyū-Oiran...

— No, ese no es el nombre por el cual debes llamarme cuando estemos fuera —le corrigió la misma amable— ahora mismo no soy la Oiran de la casa Ogimoto, solo soy una joven que quiere tener un momento agradable ¿si?

— Si, Kanae-nee —respondió la joven soltando un suspiro— ¿realmente está bien que diga su nombre?

— Bueno, aunque es cierto que es mi nombre, cualquier otro pensaría que solo lo he tomado para pasar desapercibida —se limitó en responder Kanae— a veces la verdad puede llegar a ser tan obvia que por lo mismo no eres capaz de verla

— Tiene sentido... —coincidió mientras se apresuraba en abrir la puerta del local

— ¡Bienvenidas! —les saludó una mujer mayor muy alegre, ya les llevaba conociendo cerca de tres años— ha pasado un tiempo, ellas ya están arriba —les indicó

— ¡Ara, muchas gracias! —Kanae no esperó y se dirigió escaleras arriba hacia el salón privado en donde normalmente iban a "relajarse"

— ¡Espera, Kanae-nee!

El lugar, pese a estar dentro de Yoshiwara realmente era bastante agradable y acogedor, incluso sus dueños eran muy amables y no les juzgaban por pertenecer al distrito de las Flores, al contrario, ellos habían sido como unos padres que al menos una vez por semana les permitían ser como cualquier otra señorita de su edad. Kanae fue quien tuvo la idea de reunirse de esta forma y su joven aprendiz solo negó con la cabeza cuando al llegar al salón una hermosa mujer les recibió

De largo cabello rosa con un degradado a verde y ojos del mismo color, una joven que pese a ser mayor que ella, realmente tenía un aura suave como un dango, podría decirse que ese era su principal encanto. Pocos lo sabrían, pero esa misma chica que ahora se encontraba abrazando a Karyū Oiran "Kanae" realmente era la Oiran principal de la casa Kyogoku, Mitsuūra Oiran, en otras palabras la rival principal de la casa Ogimoto

— ¡Kya, Ruri estás más linda! —exclamó de repente sacándola de sus pensamientos para luego envolverla en un cálido abrazo— ¡realmente, cada semana que pasa es como si fueras una flor eterna!

— Gracias, Mitsuri-nee —respondió la peliverde— pero aunque diga eso, sigo pensando que no soy rival para Kanae-nee y usted

— También dices eso, incluso Shinobu-chan suele decir lo mismo a menudo —negó— ¡yo creo que ambas son muy lindas!

Una vez el nombre real de la aprendiz de Mitsuūra "Mitsuri" salió de sus labios, Ruri no pudo evitar mirar la escena que se estaba llevando a cabo detrás de ellas. Shinobu miraba fijamente y con el ceño fruncido a Kanae, mientras que la misma parecía nerviosa y sin saber que decir, bueno en parte no podía culparla, ya que existe un tipo de desacuerdo entre ambas y para la peliverde, fue el primer caso en que con gran sorpresa supo que eran hermanas

¿Por qué Shinobu permanecía en la casa Kyogoku con Mitsuri y no con Kanae que era su hermana mayor? La verdad es que aún no tenía una respuesta para ello y las conversaciones de ambas eran tan vagas que tampoco le servían para intentar armar alguna teoría, siendo solo Mitsuūra, quien parecía conocer la situación de estas peculiares hermanas. Ruri al ver que sería lo mismo de siempre, se apresuró en socorrer a su superiora

La joven ante ella era sin duda también muy hermosa, de cabellos negros con mechones morados y ojos del mismo color, si la miraba fijamente podía encontrar similitudes con Kanae, sin embargo seguían siendo muy opuestas. Shinobu también le miraba con atención y al menos en sus primeros encuentros, Ruri llegó a temer el ser odiada por estar junto a su hermana mayor, pero no fue para nada el caso

Fue un completo alivio cuando luego de tener pequeñas conversaciones, pudieron desarrollar una amistad y también fue allí cuando la joven comprendió que Shinobu no odiaba a su hermana, al contrario, buscaba protegerla a su manera, pero debido a su personalidad orgullosa y testaruda la situación se mantenía de esa forma. Actualmente hoy era el día en que se reunían para conversar sobre lo ocurrido en su semana

Era muy probable que si todos en el distrito llegaran a enterarse que mientras que la casa Ogimoto y Kyogoku se peleaban por ser la mejor casa dentro de Yoshiwara, sus Oiran y principal ingreso se reunían una vez por semana a tomar té como buenas mejores amigas ¿irónico no? Sin embargo por lo mismo es que podían pasar más desapercibidas y pocos sospecharían, pues a esas horas era el momento en que las cortesanas podían obtener su merecido descanso, no había lugar para rumores

— ¡Me alegra ver que ambas se encuentren bien! Shinobu-chan y yo moríamos por verlas, en especial... ¡Kanae, tu desfile fue hermoso y elegante! —le elogió Mitsuri emocionada, tanto que Ruri podía ver incluso pequeños corazones a su alrededor— ¡estoy segura de que atrapaste a muchos hombres esa noche!

— No dudo de eso, Nee-san siempre fue elogiada por su belleza y elegancia —añadió la pelimorada orgullosa

— Ara, muchas gracias. Puedo decir que estoy satisfecha con los resultados, sin embargo ahora mismo tengo curiosidad es por otra cosa...

— ¿Qué cosa? —inquirió su "rival" y amiga

— Como deben saber, las personas de las que nos habló Uzui-san vinieron —ante la mención de esto, Ruri no pudo evitar fruncir el ceño, incluso temía que su postre se volviera amargo— ¿qué tal les fue a ustedes con ellos? —inquirió Kanae curiosa

Mitsuri y Shinobu guardaron silencio luego de la pregunta mientras se miraban entre ellas, antes de que la primera comenzara a reírse y la segunda se cruzara de brazos molesta ¿acaso les había ido mal también? Ruri comenzó a tener esperanza en que ella no era la única que no quería volver a verles ni en pintura, sin embargo había una ligera diferencia entre la reacción de ambas y eso en parte le desilusionó

— Sobre eso... en lo personal, pienso que fue muy divertido y algo nuevo, ya que me cuesta estar seria e ignorar al cliente durante las primeras reuniones

— La verdad, yo preferiría seguir ese camino —refutó Shinobu— si bien nos han instruido para servir y entretener, una Oiran no debería mendigar por la atención de un cliente, eso es algo inaceptable y en parte lastima el orgullo como cortesana y mujer

— ¡Estoy totalmente de acuerdo! —se unió Ruri chocando cinco con su amiga— es tan indignante que siendo tu primera experiencia se comporten como unos idiotas, creo que por lo mismo han sido incapaces de sentar cabeza

— Vamos, Ruri-chan no seas tan dura —le reprendió Kanae— sabes muy bien la situación, Uzui-san se molestó en explicarnos todo, por lo que no podemos solo juzgarles tan duramente, siguen siendo personas y también tienen dignidad y orgullo

— Me temo que él no pensó en mi dignidad y orgullo por como se comportó —se quejó la peliverde totalmente en desacuerdo— no, más bien debe pensar que por ser una cortesana no poseo nada de eso...

— Hum, ¿qué tal si nos cuentan como les fue, Mitsuri-chan? —inquirió la pelinegra intentando aligerar el ambiente

— ¡Por supuesto! —se animó la misma— pues, para empezar...

La llegada de Uzui realmente les tomó de improvisto, pues el mismo apareció en su balcón privado, logrando también asustar a Shinobu. La razón detrás de esto, fue porque había surgido algo y debía ir a investigarlo, así que dejaba en sus manos a sus dos amigos, el primero llamado Iguro Obanai y el segundo Tomioka Giyuu, realmente unos nombres peculiares, pero al asomarse discretamente pudo notar que al aparecer ambos ya estaban en la entrada de la casa

No pasó mucho tiempo para que sus Kamuro les guiaran hasta la habitación en donde les recibirían. Mitsuri había intentado en lo posible mantenerse seria y elegante al recibirles, tal y como la pequeña Shinobu lo hacia, solo que ella incluso imponía una fuerte presencia, simplemente no podía pensar en intimidarla o hacerla retroceder, en parte eso era lo que le diferenciaba bastante de Kanae, si bien era hermanas, ambas eran su propio mundo y centro

Pronto las puertas se abrieron y ambos hombres se quedaron de pie y pasmados en la entrada, siendo a la final una de sus kamuro la que les indicó que pasaran. Mitsuri ya en su papel de Mitsuūra Oiran les recibió con una sonrisa cálida y dulce, creo que esto mismo terminó por sorprenderles a ambos o al menos eso es lo que indicaban sus expresiones, como si no pudieran creer que les estaba sonriendo cordialmente

— ¡Hum, un gusto conocerles! —exclamó Mitsuri sin poder controlar su emoción— ¡Uzui-san estuvo aquí antes, por eso pueden estar tranquilos!

Ni una palabra abandonó los labios de alguno de ellos, sino que más bien solo recibieron un asentimiento de cabeza mientras se sentaban bastante alejados de lo que normalmente era, Mitsuūra no pudo entender el porque de esto ¿acaso eran demasiado tímidos? Bastante curiosa se dedicó a mirar fijamente a cada uno, pero solo encontró que uno de ellos se mantenía bastante ausente, su expresión no decía nada

En cuanto al otro, por alguna razón cuando sus verdes ojos se posaron en los bicolores, la pobre tuvo que ahogar un pequeño grito de sorpresa al percibir aquella mirada tan pesada y feroz, incluso si no lo decía, podía sentir un aura oscura a su alrededor que le decía "ni se te ocurra molestarnos" Uzui les había hablado sobre sus peculiares personalidades, sin embargo ahora mismo ¿cómo debería lidiar con esta situación?

— P...Primero ¿podrían decirnos sus... nombres? —ya los sabían, sin embargo una presentación siempre era bienvenida, además aún no diferenciaban quien era quien

— Tomioka Giyuu, un gusto —habló primero el que menos esperaban que lo hiciera. De cabellos negros desordenados y unos profundos ojos azules, los cuales era difícil intentar descifrar que estaban pensando, pero su voz era calma y suave

— ¡Un gusto conocerle, Tomioka-san! —Mitsuri ya se sentía más en confianza al ver su apertura— como bien deben imaginar, yo soy Mitsuūra Oiran y ella es mi querida y hermosa aprendiz, Miyoharu-chan

"Lo hermosa no era necesario, Mitsuūra Oiran"

Shinobu, quien se había mantenido seria y en silencio hasta el momento, casi se resbala de su cojín al escuchar la "tierna" presentación con la que su superiora le había introducido a ambos hombres. Su profundos ojos morados les miraron con cierto recelo antes de también ejercer una corta y elegante reverencia, pero en resumen de esos cinco minutos, ninguno de los dos le agradaba. El primero tenía toda la cara de ser un tipo demasiado desconfiado y venenoso, mientras que el segundo le hacia dudar en que siquiera tuviera amigos, pues el que debía ser "Iguro" ni siquiera buscaba apoyo en su compañero

"Uzui-san, dudo también si realmente estos dos son tus amigos"

— Como Mitsuūra Oiran ha dicho antes, soy su aprendiz Miyoharu y también estaré presente para ayudarles, aunque aún queda decidir quien será mi acompañante —Shinobu no tenía paciencia para explicarles las cosas con la misma delicadeza y amor que Mitsuri, quizás un poco de dureza les hacia espabilar

— Ya veo. —respondió el ojiazul y la joven tuvo que esforzarse en no borrar su sonrisa y aventarle algo

"¿En serio? ¡¿Solo eso?!"

— Hum, ¿podría usted también presentarse? —insistió esta vez al primero— hasta el momento solo su amigo ha sido comunicativo o quizás... ¿no pueda hablar? Ara, ara que pena...

— ¿Qué clase de tonterías estás balbuceando con esa boca floja? —le devolvió el mismo de manera venenosa y fría— Iguro Obanai y no estoy interesado en hablar sobre mi con ustedes, todo esto es solo una tontería de ese idiota desvergonzado

"Bueno, no se equivoca en lo último"

Shinobu ya sabía de sobra quien era la persona con la que menos deseaba trabajar y miró a Mitsuri como queriendo transmitirle su mensaje, sin embargo ¿podría alguien tan dulce y torpe como ella lidiar con un tipo así? Las preocupaciones solo aumentaban y cuando la pelimorada estuvo lista para sacrificarse por su mentora, grata fue su sorpresa al notar que la misma le observaba fijamente, incluso podía decir que parecía preocupada por el tipo grosero

— Le pido disculpas si nuestras palabras le han parecido molestas, Iguro-san —habló Mitsuri sorprendiendo a ambos— nosotras solo queremos devolver un favor que en su momento terminamos debiendo a Uzui-san, no pensamos ir más allá de nuestra principal intención que es ayudar

Todos en la habitación sabían de sobra que las palabras dichas por aquella chica estaban llenas de sinceridad, junto a aquel aura de ternura e inocencia extrema. Normalmente se corría el rumor de que una Oiran o cortesana jamás te diría la verdad y realmente era algo cierto y que desde primeras te lo inculcaban. Dentro de Yoshiwara las dulces mentiras susurradas en los oídos de un hombre desesperado por el calor de una mujer, era la única forma en que la misma pudiera sobrevivir

Shinobu guardaba una muy pesada mentira consigo, su hermana Kanae igual, respecto a Ruri, no sabría decirlo con certeza, ya que la misma tenía un gran orgullo y odiaba ser una cortesana, sin embargo al menos una mentira piadosa tuvo que haber salido de sus labios, sin embargo Mitsuri no era así, ella no tenía una máscara de complacencia y es probable que eso le diferenciara de la mayoría de cortesanas. Por lo mismo costaba creer que alguien así hubiera escalado a la posición de una Oiran cuando su arma no era la sensualidad o los halagos falsos

Así mismo había aprendido que los clientes que frecuentaban a su mentora, eran hombres que habían llegado a la vejez con solo la soledad de su lado, hombres que habían perdido a la mujer que más amaban, hombres con gran pasión por el arte como la pintura y escritura, hombres que disfrutaban de detalles como el sabor de su té o verle comer sus dulces favoritos y por último, aquellos hombres que iban llenos de lujuria, pero al ver la ingenuidad brillar en aquellos ojos les hacia retroceder

Fue debido a ello y algunas experiencias de Kanae que Shinobu comprendió que, pese a la baja reputación de Yoshiwara, no todos los hombres iban para saciar sus deseos carnales más bajos, sin embargo a veces sentía algo de envidia al ver como ambas tenían ese tipo de encanto y belleza que la mayoría de hombres pagarían millones de yenes con tal de solo verlas sonreír o tomar su mano, algo que claramente no pasaba con la mayoría, incluida ella misma, por supuesto

Si bien era una aprendiz de Oiran y no podía ofrecer servicios sexuales, ya se había llevado algunas malas experiencias, desde hombres que al pasar deslizaban su mano para palpar su trasero, otros que al momento de servirles el té o llevar una conversación lo conducían a temas que involucraban imaginarla a ella en la intimidad, además de prometer ser fieles para el momento en que debutara como una cortesana pedir por ella. El solo recordar todas esas situaciones le removía el estómago

Ese tipo de cosas probablemente ni Kanae o Mitsuri podrían entenderlas, ya que su tipo de belleza era diferente, mientras las mismas poseían un encanto como de un hada, Shinobu era calificada como una joven de carácter fuerte y decidido, su mirada era afilada y eso "encendía" a los clientes, querían una mujer que destilara ese tipo de energía sensual y orgullosa, siendo en este caso solo su amiga Ruri, quien podía comprenderla al hallarse en una situación similar

Shinobu nunca olvidaría el primer momento en que la vio, era sin duda una jovencita hermosa y su mirada reflejaba su fortaleza y que no iba a doblegarse nunca, pero seguía habiendo una fina línea que las diferenciaba. La pelimorada estaba dispuesta a ponerse aquella máscara de complacencia, no le importaba usar a quien sea para lograr su objetivo y poder marcharse, sin embargo Ruri si bien podía ser amable, jamás aguantar todo tipo de cosas con tal de complacer la perversión de tipo

Por lo mismo era que los clientes habituales cuidaban sus modales al tratar con ella, pero los nuevos se terminaban llevando alguna mala experiencia. Tal y como la de aquel día en la noche en que Ruri salió a ayudar a las muchachas para atraer clientes, Shinobu observaba todos sus movimientos desde el balcón privado y grata fue su sorpresa, hasta el punto de casi caerse del barandal al ver como un tipo palmeaba el trasero de la misma levemente y en solo una fracción de segundo, la peliverde ya le estaba persiguiendo con el cartel en mano mientras le propinaba algunos golpes

Esa fue la primera vez desde la llegada de Shinobu al distrito en que se soltó a carcajadas y sonrió sinceramente, aunque le costó detenerse al ver como el dueño salía para tomar como saco de papas a su amiga y como si no hubiera sido suficiente, Ruri se quitó una de sus getas para lanzarla con todas sus fuerzas a aquel pervertido, todo terminó con el tipo desmayado y Ruri castigada en limpiar los baños una semana. Desde ese momento, Shinobu supo que podría confiarle a su querida "Nee-san"

"Ah, otra vez me quedé pensando"

De vuelta a la realidad, no mucho había cambiado, era más bien como si cada uno hubiera decidido enfocarse en sus propios pensamientos, sin embargo al echar un rápido vistazo, Shinobu pudo notar que Mitsuri estaba roja y con rastros de lágrimas ¿acaso estaba a punto de llorar debido a que no sabía que hacer? Bueno, no podía culparla si Uzui les hizo el gran favor de dejarlas con aquellos tipos raros, gracias a eso resultaba atractiva la idea de darles algún paralizante y luego dormirles, aquello sin duda no llevaría a nada lindo

— Entonces ¿Qué vamos a hacer? ¿Solo quedarnos así? —inquirió Shinobu hastiada, ni siquiera le daban ganas de ser amable— ya dejamos muy en claro que no vamos a hacer nada más que ayudarles, si es así ¿no creen que podrían ser un poco más colaborativos?

— Miyoharu-chan...

— Nosotras solo queremos devolver el favor a Uzui-san, no es para nada mi interés tratar de seducir a alguno, he visto mejores y más atentos clientes

"Claramente nos está insultando"

Iguro y Giyuu compartían la misma conclusión y el primero estaba casi listo para levantarse e irse, mientras que el segundo admiraba de cierta forma la valentía de la aprendiz, ya que desde siempre le habían dicho que por su falta de expresiones resultaba intimidante, sin embargo aquellos ojos morados le miraban sin titubear. Volver así solo les dejaría mal, realmente no les costaba esforzarse un poco y seguir la conversación, pero una vez se acabaran las preguntas ¿qué harían?

Un extraño movimiento en los hombros de joven de mirada bicolor captó la atención de ambas mujeres y no pasó mucho para que Shinobu diera un salto en su lugar y se alejara hasta quedar al lado de Mitsuri, quien en cambio observaba bastante curiosa los movimientos del bicho blanco, si, la pelimorada no tardó en pensar un apodo para referirse a aquel peligro que ese chico imprudente se había atrevido a llevar consigo ¿acaso nadie lo había notado?

— ¡T...Tú! ¡¿En qué estabas pensando al traer eso contigo?! —exclamó sobreprotectora— ¡ese animal no debería estar aquí!

— ¿Ah? ¿Animal? —las venas marcadas en el rostro del mismo, eran un indicio de que estaba enojado— Kaburamaru estará siempre a donde sea que vaya

— ¡¿Acaso está usted loco?! ¡Es una serpiente! —Shinobu de repente dudaba incluso del sentido común de ambos ¿exactamente de donde rayos Uzui les había sacado? ¿Alguna especie de jungla o selva?

— Kaburamaru no te hará daño a menos que seas grosera y molesta.

— ¿Qué clase de respuesta tranquilizante es esa? —le devolvió cortante

— Deberías estar agradecida de al menos conocer su nombre —se quejó Iguro acariciando la blanca piel del animal

— ¿Me parece que usted no sabe cual es la causa principal de las muertes hoy en día o si? —inquirió irónica— le doy una pista... ¡algo muy similar al bicho blanco que lleva cruzado en el cuello!

— Grosera, Kaburamaru debería morderte esa lengua

— No, gracias. Me limitaré a observar como adorna su cuello como una bufanda hasta ponerse morado

— ¡Ba...Basta...! —les detuvo Mitsuri enseguida— ¡por favor, no pueden pelear!

— ¡El peligroso es Iguro-san!

— ¡Tu eres la grosera!

— Miyoharu-chan, por favor —pidió su superiora con una expresión de ruego— ¿puedes llevarte a Tomioka-san? Yo me quedaré con Iguro-san

"¡¿Qué?! ¡No, no!"

— Es una orden, no puedes negarte —le detuvo al saber cuales eran sus intenciones

"Si la Oiran lo dice, debe hacerse"

— Bien... —murmuró la pelimorada a regañadientes mientras se dirigía hacia la puerta— ¿no viene, señor? —inquirió dirigiéndose a Tomioka

La ira era palpable en Shinobu, quien incluso no estaba caminando de manera tan delicada como normalmente lo haría, mientras que las miradas curiosas de algunas de sus compañeras les observaban desde un rincón de sus habitaciones. ¿Qué tanto querían ver? ¿Cuál era el gran descubrimiento? La pelimorada giró molesta, sin embargo se quedó anonada al ver como todas miraban con inmensa devoción a su acompañante, siendo muy posible que si alguna se anima en pedírselo, ella se los entregara sin demora

— Es por aquí —le indicó al haber llegado a una habitación bonita, pero más sencilla que la de la Oiran— ¿quisiera tomar algo?

— ...

"Sin palabras ¿eh?"

Shinobu soltó un suspiro mientras de reojo le veía tomar asiento a su acompañante, sus ojos de un azul profundo se clavaron en ella provocándole un ligero escalofrío, pero ella jamás se dejaría amedrentar, ni pediría por la atención del mismo, ese no era el papel de una aprendiz a Oiran y sin duda Uzui le escucharía la próxima vez. Al no recibir ningún tipo de respuesta, la joven se terminó por sentarse en un cojín cercano y cruzarse de brazos mientras un cruce de miradas se llevaba a cabo

No había palabras, ni el más mínimo sonido, solo el choque de azul y morado al encontrarse, siendo un lado impasible y el otro lleno de indiferencia. Giyuu al sentir tal presión venir de aquella jovencita, terminó por desviar la mirada, le dolía el cuello y seguía sin saber que decir al respecto, no era tan fácil como Uzui lo pintaba y al parecer ya había hecho enojar a su compañera, pues no daba señales de que fuera a dar el primer paso en ayudarle, entonces ¿qué? ¿Solo debía quedarse así? ¿Tal vez de esa forma funcionaban los primeros encuentros con una señorita?

Grave error, Tomioka terminó aceptando aquello como lo correcto y mantuvo su boca cerrada el resto de la hora, incluso se mostraba orgulloso de haberse mantenido erguido y en silencio mientras solo se limitaba en observar ocasionalmente a su compañera. Sin duda ella debía ser más joven que él, sin embargo la mirada seria que mostraba de vez en cuando le recordaba a Tsutako y su preocupación porque encuentre una chica que le ame y forme una familia, justo en ese momento la curiosidad en Giyuu creció de repente

Si había algo que debía conocer es que ambas jóvenes que les ayudaban eran hermosas, por lo tanto era normal que resaltaran entre los demás, pero ¿por qué habían terminado en ese lugar? ¿qué les llevo a escoger Yoshiwara? ¿qué es lo que harían a futuro? ¿También se enamorarían y marcharían para hacer su vida? Sin embargo había escuchado tantos rumores e historias tristes sobre la belleza y encanto fugaz de una cortesana u Oiran que realmente dudaba de que ellas conocieran un final feliz, no cuando la sociedad era su enemiga y ella residían en la categoría más baja

— Tu...-

— Ya es hora —le cortó Shinobu fría y distante— debemos volver señor, por aquí

— ...Si

El regreso se le hizo como un parpadeo, sin embargo ambos fueron capaces de escuchar algunas risas provenir del interés, nuevamente la curiosidad despertó en ambos y Shinobu se apresuró en abrir las puertas solo para encontrarse con una escena algo ¿inesperada? Más que eso, parecía que su alma abandonaría su cuerpo en cualquier momento ante lo pálida que estaba. En una fracción de segundo, el pequeño cuerpo de la misma se tambaleó y Giyuu se apresuró en sostenerla para que no cayera

— ...¿Se encuentra bien?

— S...Si, lo siento

— ¡Miyoharu-chan! —exclamó Mitsuri con el bicho blanco entre sus hombros mientras la lengua del mismo ¿lamía su rostro? O ¿quizás estaba probando su cena?— Kaburamaru-kun es muy lindo ¿no crees?

"No, no lo es"

— Mitsuūra Oiran, por favor deje eso —le pidió Shinobu— puede ser peligroso...

¿Por qué nadie más decía nada? La pelimorada se giró en busca de ayuda, pero solo se topó con un inservible mudo que parecía tratar de decirle algo a su compañero que si bien había relajado su expresión, ahora parecía perdido en la nebulosa ¿acaso la serpiente le había picado y dejado paralizado? Bueno, uno menos realmente no les afectaba ¿no podría el bicho blanco también morder al otro? Ya había tenido suficiente por esa tortuosa hora, por lo que solo podía pedir que Uzui pasara a llevarse a sus "amigos" y nunca más verles

— Iguro ¿te encuentras bien? —inquirió Giyuu a su lado al ver su expresión que era una mezcla de confusión y sorpresa

— Es Kaburamaru... —balbuceó en un hilo de voz mientras señalaba la cálida escena de su pequeño amigo y la Oiran

— Si, parece haberle tomado cariño —para Tomioka resultaba lo más común del mundo, pero para el dueño no, en lo absoluto

— No, no es eso... —negó aún sin poder salir de su aturdimiento

"Kaburamaru... él jamás se ha dejado tocar por alguien que no fuera yo"

Obanai miraba con asombro a la doncella de brillantes colores ante él y jamás pensó que una muchacha educada para ser hermosa y seducir a sus clientes pudiera verse tan delicada y cálida al jugar con su pequeño compañero. No había incomodidad ni asco brillando en sus ojos, solo una inmensa curiosidad, eran los ojos de un niño al descubrir algo nuevo y esa sensación caló profundamente, sin embargo las rápidas escenas de una mujer sin rostro cubrieron su mente, embarrando los colores que ella poseía

"Ella es una mujer, es como ella..."

— ...Sigue siendo lo mismo, siempre será eso —comentó en voz baja para si mismo, mientras apretaba sus manos en forma de puño con fuerza, se sentía estúpido por haberse dejado llevar unos segundos— Kaburamaru, ven aquí —su voz fue decisiva y directa

La pequeña serpiente hizo caso ante su llamado y abandonó rápidamente los hombros de la hermosa Oiran que también se mostró triste ante su partida, Kaburamaru pronto se halló en los brazos de su dueño mientras Shinobu respiraba más tranquila, el tiempo de la reunión había llegado a su fin y había sido sin duda de lo más horrible, por lo que grande fue el alivio que sintió la misma al escuchar que Uzui había llegado a recogerles. No hubieron precisamente palabras de despedida, sino reverencias y miradas cargadas de sentimientos que no podían expresar sin sonar raros y fue así como su primer encuentro finalizó

— ¿Sin ninguna palabra? —inquirió Kanae sorprendida al escuchar el final del relato

— Iguro-san no dijo casi nada luego de que Tomioka-san y Shinobu-chan se marcharan —negó Mitsuri algo triste— realmente lo intenté, pero él solo esquivaba mi mirada, como si... le desagradara, solo pude ver una expresión diferente en el momento que Kaburamaru-kun vino a mi

— Uzui-san nos lo dijo antes, que probablemente el más difícil de tratar sería Iguro-san —le recordó la pelinegra intentando animar a su amiga— no dio tantos detalles, pero dejó claro que tenía una especie de odio-desconfianza hacia las mujeres

— ¿Eso no me pone por completo en desventaja? —lloriqueó Mitsuri abrazando a Kanae

— En cambio Tomioka-san... —se aventuró a decir Ruri

— Ese idiota... —masculló Shinobu molesta de solo recordarlo— de nada le sirve tener una cara simpática, si cualquier podría confundirlo con un mudo ¿realmente alguien así será capaz de casarse? Incluso si sucediera, su esposa podría terminar engañándole

— Shinobu, no seas tan dura —le regañó levemente su hermana mayor— nosotras sabíamos desde un principio que no sería algo fácil

— ¿Qué hay sobre ti, Kanae? ¿Cómo te fue con Shinazugawa-san?

— Ara, él estuvo bien

— ¿Solo dirás eso? —inquirió con un puchero su amiga— ¡detalles, queremos saber todo!

— En un principio no fue muy diferente de como a ustedes le fue, pero me di cuenta por el olor de sus manos y ropa que parecía ser un hombre hogareño —rió Kanae— Uzui-san dijo que todos necesitan casarse, por lo que eso me llevo a intuir que debía tratarse del hermano mayor, así que comencé a preguntarle su familia y eventualmente la conversación surgió

— ¡Como era de esperarse de Kanae-chan! ¡Tan genial! —si bien Shinobu no dijo nada, si asintió con la cabeza repetidas veces dando a entender que estaba más que de acuerdo

— No es así, es solo que con el tiempo se aprende a que con solo ver puedas saber algo sobre la persona. Podría decirse que solo fue un pequeño golpe de suerte, ya que también podría haberme equivocado

— Oh y ¿qué hay de Ruri-chan? —inquirió Mitsuri con sus ojos brillantes, mientras la mencionada se atragantaba con su agua

— ¿Estás bien? —Shinobu se apresuró en pasarle un pañuelo para que se secara

— S...Si —rió nerviosamente la peliverde— ¿no creen que hace un lindo día? —añadió esta vez ante la confusión de ambas, mientras Kanae se reía de su torpeza

— Ruri-chan fue sin duda muy diferente con su cliente — declaró su mentora guiñándole un ojo

— ¡¿Qué?! ¡Quiero saber!

— Eso, bueno...

— ¡Kanae-nee!

— Su primer cliente se fue muy molesto, luego de que ella en pocas palabras le dijera que era como un "eunuco" —suspiró apenada de solo recordarlo

— ¡Oh, ya veo! —rió Mitsuri antes de procesar lo dicho y dejar ver como tanto el rostro de su aprendiz como el de ella se iban tornando pálidos— ¡¿eh?! ¡¿Ruri-chan hizo qué?!

"Tierra, trágame antes de que la vergüenza lo haga" 



¡Hola a todas! me disculpo por la ausencia, pero como mencioné en FDP, Febrero no fue para nada mi mes debido a la exigencia y presión en mi trabajo, terminé con falta de tiempo y un bloqueo, pero por fin cerré el ciclo y puedo tener un descanso, igual ya me tomé una semana libre para despejar y volver con mucha energía a mis historias. Gracias por su paciencia y seguir apoyando mis locas ideas, espero ambos capítulos sean de su agrado y sin nada más que decir me despido con un beso y abrazo. ¡Bye! 

Andysakurai15

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