Capítulo 1 La ley de Yoshiwara
La primavera había llegado y las flores de cerezo daban la bienvenida a este nuevo año con una grácil y elegante danza de aquellos pequeños pétalos al caer. El hombre no había podido evitar dibujar una sonrisa al notar uno de ellos en su té, mismo que sacó con cuidado para luego soplarlo, como si le diera un pequeño impulso de que siguiera danzando junto a la suave brisa, sin duda aquel gesto había arrancado más de un suspiro en las jovencitas que habían presenciado el momento
"¡Por supuesto que causo este impacto, soy un hombre varonil y extravagante!"
Uzui Tengen se regodeó en su popularidad y brindó una sonrisa coqueta a las presentes, quienes ahogaron un grito de emoción por tal bendecido momento, sin embargo aquello duró poco, ya que una vez terminara con su bebida, tendría que pensar en algún tipo de plan para salvar ese año o de lo contrario sería sin duda una catástrofe. Un suspiró terminó por salir de sus labios al sentir que esta nueva tarea tenía cierto grado de dificultad y lo peor de todo es que su orgullo como hombre no le permitía fallar
"¡Por favor, Uzui-san! ¡No me sorprendería si a este paso se convierte en un monje!"
Aquella había sido la súplica de la señorita Tsutako, hermana mayor de uno de sus amigos y conocidos; Tomioka Giyuu y lo cierto es que la sola idea le producía mucha gracia, ya que alguien tan silencioso como el ojiazul, quien siempre se cargaba una mirada de pocos amigos no le sentaría nada mal tomar aquel camino sagrado. Su papel allí era evitar eso o no podría mirar a los ojos a Tsutako, era claro que deseaba lo mejor para el idiota de su hermano menor
— No es mi único problema —masculló esta vez al pasar por un Dojo
"Uzui-san, me gustaría que les diera una mano a ambos, si no hacemos algo jamás podrán sentar cabeza"
Esas habían sido las palabras de la señora Rengoku Ruka, quien le expresó su gran preocupación por el futuro de su hijo mayor, Rengoku Kyojuro y así mismo por su tercer amigo, Iguro Obanai, este último no era hijo de aquella familia, pero le habían criado como uno, aunque actualmente ya se había independizado y vivía bastante cerca de ellos. Aquellos son eran sin duda polos opuestos en cuanto a personalidad, el uno tenía una lengua demasiado afilada como una serpiente y el otro era demasiado denso como para poder seguirle el hilo de la conversación
— Sin duda alguna, este será el más complicado —musitó con pesar al ver salir de aquel edificio a un peliblanco— ¡Hey, Shinazugawa!
"Mi hijo desde joven lo ha dado todo por nosotros, pero ahora mismo deseo que encuentre su propia felicidad. ¡Por favor, Uzui-san ayúdale con esto!"
¿Por qué todas las madres y hermana habían recurrido a él? ¿Acaso se habían olvidado que él era un hombre con tres esposas? Bueno, tal vez se les hacia raro eso, sin embargo viendo que su matrimonio iba de maravilla, quizás creyeron que él era el único en quien podían confiar, aunque si lo miraba desde otra perspectiva, sus amigos eran serios y enfocados en su vida, en cambio él tomaba todo a la ligera y le gustaba divertirse, siendo lo irónico que hasta el momento fuera el eunuco que había sentado cabeza
— ¿Qué haces allí parado? —inquirió Shinazugawa tronando sus dedos— ¿acaso no dormiste o algo?
— ¡Ah, no! No es nada de eso, es solo que tengo una misión muy dura por delante
— ¿Qué misión? No me mencionaron nada en la estación —si, Sanemi es un oficial de Policía y se encarga de mantener segura la zona
— No tiene nada que ver con eso, es más... con ustedes —mencionó esto último por lo bajo al ver que ya se estaban acercando al lugar acordado
La puerta de madera se deslizó con facilidad y el sonido de las campanillas anunció la llegado de un cliente, Uzui como de costumbre saludó a la dueña mientras en una de las mesas más alejadas, un joven bastante enérgico y de cabellos rubios levantaba su mano como queriendo decirle que estaban allí, aunque era imposible no verlos, si él en especial destacaba demasiado con su apariencia. Si había algo positivo es que todos habían sido bastante puntuales en cuanto a la cita
— ¡Ha pasado un tiempo, Uzui-san! —habló su amigo, quien le había saludado a lo lejos
— ¡Si, puedo ver que has estado bien, Rengoku! —claramente el joven seguía desbordando energía— ¿qué tal tu trabajo como instructor y heredero del Dojo? ¿Tu padre está satisfecho?
— ¡Lo está! Al principio fue un poco difícil, ya que yo aún sido puliendo el estilo, sin embargo todos los alumnos se mostraron satisfechos con mi guía ¡ha sido divertido!
— Eso es bueno ¿qué tal tu, Iguro? ¿Sigues asustando a quienes te visitaban con esa serpiente? —inquirió Uzui sarcástico
— ¿Acaso no tienes vista? Tu pregunta es demasiado tonta, incluso para Kaburamaru —se limitó en responder Obanai seco mientras acariciaba dicha serpiente
— Tan amable como siempre... ¿qué me dices tu, Tomioka? ¿Has logrado hacer más amigos aparte de nosotros?
— Yo... —respondió Giyuu neutral aunque su expresión podría interpretarse de otra forma— sigo trabajando en eso...
— Bueno, creo que todos lo han estado haciendo bastante bien en estos meses de ausencia —era algo por lo que Uzui se alegraba— no preguntaré por ti, Shinazugawa, ya que eres con quien más tengo contacto
— Entonces, dinos ¿por qué nos has citado a todos juntos? —cuestionó Sanemi tecleando la mesa con sus dedos— debe ser muy importante para que decidieras reunirnos no mucho después de tu llegada
— ¡Pienso igual! —se unió Kyojuro— ¡¿qué ha sucedido?! ¿Acaso tus esposas no se encuentran bien?
— Ellas están bien, llegarán en unos días, pero no son la razón, por la cual les he llamado —negó con una expresión seria— esto tiene que ver con ustedes
— ¿Qué? No entiendo lo que dices, sé más claro
— Shinazugawa ¿Qué edad tienes?
— veintidós ¿por qué?
— Iguro
— Veintitrés, ¿acaso ya estás borracho?
— Tomioka
— Veinte
— Y Rengoku
— ¡Diecinueve!
— Bueno, eres el más joven, por lo que no es tan grave
— ¿Qué andas siseando, Uzui? Deja de dar malditas vueltas y habla de una vez —Iguro sin duda ya estaba perdiendo la paciencia
— Ustedes... ¿cuándo piensan sentar cabeza? —inquirió rendido
— ¿Qué? —mascullaron todos al mismo tiempo, sin duda la pregunta les había tomado por sorpresa
— Lo que escucharon, ya todos ustedes pasaron la edad en que se supone debieron casarse con alguien y formar una familia, pero no, soy yo, quien con veinticuatro está casado con tres hermosas mujeres
— ¿Quién dijo que necesitamos una mujer ahora? —le devolvió Sanemi molesto— no puedo perder mi tiempo en tontas citas y de por si, siempre son ellas quienes se asustan
— Eso es porque las miras con cara de matón, les haces dudar si eres realmente un policía o alguien que debería estar tras las rejas
— ¡¿Ah?!
— Uzui, no creo que sea de tu incumbencia nuestra vida personal —se unió esta vez Iguro— esto me parece raro, dudo mucho que una de tus preocupaciones sea ver que sentemos cabeza
— Bueno, en parte tienen razón —Tengen no era bueno para dar rodeos, así que lo mejor era ser sincero, ya que tal vez si usaba la preocupación de sus madres, seguramente accederían— llegué aquí hace cinco días y desde el primero sus queridas madres me han hecho saber su preocupación en que ustedes nunca hayan salido a dar una vuelta con alguna señorita, ni siquiera amiga
El silencio se hizo presente luego de que Uzui soltara la verdad detrás de su repentino interés en cuanto a su vida amorosa y es que sabía de sobra que todos ellos pondrían trabas con respecto a buscar una pareja, ya que estaban demasiado cómodos con su rutina actual que simplemente no la cambiarían a no ser que cayeran enamorados de alguien, sin embargo los años han ido pasando y ellos siguen igual, simplemente nadie les atrae ¿acaso?
— Primero que todo... díganme de una vez si sus preferencias deben tener algo entre las piernas, me ahorrarían bastante trabajo de ser así
— ¡¿Acaso eres idiota?! ¡Por supuesto que no! —Sanemi por fin se había enojado
— Shinazugawa, calmate —intervino Kyojuro enseguida— ¡este no es el lugar para tener una discusión y también estoy seguro que Uzui-san bromeaba, no lo tomes tan a pecho!
— Tsk
— Miren chicos, sé que esto les resulta incómodo y molesto e incluso yo me pregunto porque tengo que estar metido en este embrollo, sin embargo no puedo ignorar el pedido de sus progenitoras —continuó Tengen empleando un tono más serio y sincero— estoy seguro de que no es la primera vez que este tema ha surgido ¿cierto?
— Bueno... Tsutako-nee quiere que yo también forme mi vida —confesó Giyuu, quien se había mantenido neutral hasta el momento, sin duda su hermana mayor influía bastante en él
— No me sorprende, ella ya es una mujer casada y está esperando su segundo bebé ¿no es así? —inquirió a lo que el ojiazul asintió rendido— ¿qué me dicen ustedes, Rengoku e Iguro?
— ¡Mi madre también desea que alguna vez lleve a alguna chica para presentarles! ¡Pero por alguna razón me cuesta seguirles el hilo de la conversación, siempre están llenas de pena que no sé que debo hacer!
"Intentan chantajearte, eso es todo"
— Ruka-san también me ha pedido lo mismo, siempre dice que se entristeció mucho cuando decidí mudarme, por eso ahora quiere que tenga una compañía, alguien que pueda apoyarse y recibirme —Iguro también se mostró algo triste, ya que respetaba mucho a la mujer que le crió como si fuera su madre
— Según la madre de este inadaptado —habló Uzui señalando a Sanemi— dice que ha hecho lo posible porque su hijo conozca a buenas señoritas, sin embargo siempre las termina espantando con esas expresiones tan únicas...
Shinazugawa bufó por lo bajo ante el comentario de su amigo, sin embargo sabía que no estaba mintiendo y era de igual manera para los demás, incluso Tomioka y Obanai parecían atrapados en sus propios pensamientos, aunque no sabía que opinar precisamente sobre Rengoku, sus expresiones eran algo difíciles de leer. Uzui por su parte nuevamente soltó un suspiro pesado, como si ya estuviera cansado de la gran labor que tenía por delante, era claro que no sería una tarea fácil hacer que una buena chica cayera del cielo para ser su esposa
— ¿Qué es lo que tienes en mente? —inquirió el peliblanco dándose por vencido— no quiero entristecer o preocupar más a mi madre, si sabes de una forma en que al menos pueda llegar a conocer a alguien, lo agradecería
— Bueno, creo que si al menos logro que conozcan a alguien con quien puedan aprender a relacionarse... no estaría mal —lo mejor sería escoger bien sus palabras
— Opino igual, no es precisamente mi prioridad, pero tampoco quiero preocupar más a mi hermana. Suficiente con que lleve su segundo embarazo —inesperadamente Giyuu también dio su aprobación para esto
— ¿Iguro? ¿Rengoku? —Uzui conocía perfectamente la situación del primero, quien siempre se había mantenido alejado y sin crear lazos con nadie, en especial con las mujeres, por lo que era comprensible su incomodidad ante esto y el segundo, bueno... no parecía tener ningún problema, excepto que una vez abría la boca todo se iba al traste— sé lo que les preocupa, pero descuiden, sé quienes pueden echarnos una mano
— ¿Qué quieres decir? —cuestionó Obanai confuso
— ¿Realmente creen que si los llevo ahora mismo a conocer a las chicas que actualmente están solteras, van a conseguir algo? Por supuesto que no, les echarían a patadas y quedarían vetados de momento
— ¿No crees que estás exagerando?
— ¿Exagerando yo? A ver, primero tenemos a un tipo que da la vida por su familia, es perfecto en ese aspecto, pero todo un cascarrabias y lleno de marcas que dan miedo. En segundo lugar tenemos a un hombre que te fulmina cada vez que le miras, en especial a la mujeres y todo esto mientras se pasea con una serpiente. Seguimos con el tipo de hombre que no dirá ni una palabra, aburriendo así por completo a su acompañante, ya que si no dices nada esto se interpretará como falta de interés y en una mujer eso es mortal —todos iban palideciendo conforme Uzui les exponía en sus defectos y el porque seguían solteros
— Me temo que nuestras madres deberían irse resignando
— Aún no termino —interrumpió esta vez mirando a Kyojuro— tu, a primera vista pareces buen partido, pero eres demasiado denso y excéntrico. Si no miras a una mujer a los ojos, pensaran que las estás ignorando o tomando por tontas
— Incluso Rengoku está en la lista negra —comentó Iguro por lo bajo
— Bueno, como ya deben haber notado, todos ustedes ahora están muy lejos de poder cortejar a una dama. Es más probable que los golpeen con sus abanicos o sombrillas
— ¿Podrías dejar de dar tantos rodeos estúpidos y decirnos tu plan de una vez? —por las venas que se marcaban en las manos y rostro de Shinazugawa, era claro que se estaba conteniendo
— Conozco a unas señoritas de confianza, ellas podrán ayudarles con esto y a su vez podrán decirles a sus madres que están conociendo a alguien de momento. Con eso se quedarán tranquilas hasta que ustedes pueden conocer a alguna dama soltera
— Perfecto ¿quiénes son?
— Tendrán que venir conmigo para conocerlas
— ¿Ahora? —inquirió Giyuu extrañado ya que pronto anochecería
— Ahora, ya aparté todo para que pudieran recibirles
— No creo que sea lo correcto...
— ¿Quieren seguir preocupando a sus madres o tener una solución de una vez por todas? Si pierden esta oportunidad, tomará mucho para que llegue otra y ustedes ya han gastado bastante paciencia de sus progenitoras
Lo que decía Uzui era completamente cierto, por lo que cualquier excusa o argumento en contra terminó completamente anulado cuando el mismo les recordó la preocupación de sus madres y el como no podían seguir aplazando este hecho. Resultaba demasiado irónico pensar que la malas noches y oraciones de sus progenitoras, no eran por ser malos hijos, sino por no sentar cabeza, siendo incluso peor que alguien como Tengen ya estuviera casado y con tres esposas ¡tres! Aquel hecho seguía sorprendiendo a Rengoku
La noche finalmente llegó y las lámparas de aceite eran lo único que alumbraba su camino, sin embargo conforme iban avanzando pudieron ver a lo lejos una gran ciudad llena de luces, además de toparse con otros hombres, ya fueran jóvenes o mayores. Un gran arco se abría antes ellos y la vida nocturna como las luces rojas daban la sensación de que estuvieran en un festival, pero hasta allí duró la calma junto al sonido sordo de la lampara al impactarse contra el suelo y hacerse pedazos
— Oi, Uzui —habló Sanemi empleando un tono amenazante— esto tiene que ser una jodida broma ¡¿verdad?!
— ¡Shinazugawa detente! —exclamó Kyojuro al ver como su amigo parecía listo para molerse a golpes— ¿por qué estás tan molesto?
— ¡¿Acaso eres ciego, Rengoku?! ¡Este idiota nos ha traído al distrito rojo!
— ¿Qué? —masculló Iguro igual de confundido
— ¡Esto es Yoshiwara!
El silencio fue evidente, ya que si bien Kyojuro, Iguro y Giyuu nunca habían transitado ese lugar, si habían escuchado varios rumores sobre Yoshiwara, un lugar en donde la bebida, el placer y entretenimiento era pan de cada día, pero también era muy bien sabido que aquellos que visitaran ese lugar eran considerados la peor escoria, hombres llenos de lujuria y deseos bajos, sin honor ¿realmente su amigo les había llevado a ese tipo de lugar?
— Uzui-san ¿es cierto lo que dice Shinazugawa? —inquirió Kyojuro serio
— Es correcto, esto es Yoshiwara
— Maldito ¿crees que esto realmente va a ayudar en algo? —Iguro estaba furioso, ya que estar en un lugar así le asqueaba
— A ver, sé muy bien que opinan sobre Yoshiwara y si... es cierto que la mayoría de los rumores si pueden ser ciertos, pero las malas lenguas han denigrado demasiado a las pobres mujeres de este lugar
— ¿Pobres mujeres? —soltó Obanai sarcástico— es bien sabido que una mujer, en especial una Oiran tiene la posición más alta, solo aceptan a los clientes más adinerados para quitarles toda su fortuna, les susurran promesas falsas de amor y luego los desechan, mientras que las demás... ni siquiera quiero mencionarlo
— Como dije antes, Yoshiwara es un lugar que si está lleno de muchos de los rumores que han escuchado, sin embargo Iguro muchas de las mujeres que viven en este lugar lo perdieron todo para luego ser abandonadas o vendidas, perdiendo incluso su libertad —Tengen no se había tomado para nada bien la opinión de su amigo, era claro que esas palabras también llevaban odio— esa es la situación de casi todas las mujeres que viven en este distrito y ahora mismo estás insultando a las tres mil mujeres que trabajan aquí, así que, por favor piénsalo un poco más antes de hablar
— ¿Qué? —no podía decir nada en su defensa, su resentimiento le había controlado y ahora estaba avergonzado
— Di lo que quieras, Uzui, pero no pienso entrar en tu juego —soltó Sanemi con la intención de irse
— ¡No es un juego! Conozco a unas señoritas aquí, ya les he explicado la situación y ellas podrán ayudarles, son buenas chicas, les conozco desde ya algunos años
— ¡No pienso gastar un solo centavo en este maldito lugar! ¿qué crees que diría mi madre si se enterara que estoy aquí? ¡Sería un insulto, no solo para ella, sino también una falta de honor para mi!
— ¡No te traje para que hagas algo malo, solo hablarán! ¡O les dan una oportunidad que les va a servir para hallar una esposa o lo dejan aquí y cada uno resuelve como calmar la preocupación de sus madres y hermana!
Ninguno dijo nada al respecto, pero por las expresiones en sus rostros, Tengen sabía que estaban molestos, pero si pusieron un pie y cruzaron aquel arco fue porque aprecian a sus madres y hermana demasiado como para entristecerlas. No conocían nada de Yoshiwara más allá de los rumores maliciosos ¿realmente podían haber buenas personas en un lugar así? Sanemi era el más dispuesto a dar marcha atrás y volver a casa, sin embargo el sonido de las campanas captó por completo su atención
Todas las personas que transitaban por las calles del distrito se detuvieron para ver la procesión que se estaba llevando a cabo, la suave música llegaba a sus oídos y los colores tan vibrantes y extravagantes que parecían opacar las luces del lugar, sin embargo ¿quién hubiera pensando que en el momento en que aquellos ojos grisáceos se posaran sobre la hermosa mujer que caminaba bajo la sombrilla sellaría su destino?
Sus pasos y caminar eran elegantes, al igual que su mirada y sonrisa, podía ver serenidad en aquellos ojos lila, todo en ella eran tan perfecto, como si fuera una reina de algún país lejano. Los hombres a su alrededor también se quedaron maravillados ante su presencia y encanto ¿exactamente de dónde había salido aquella mujer? Sanemi sintió como su respiración se volvía pesada al verla acercarse y su pobre corazón terminó por saltar en su pecho cuando ella le miró y brindó una sonrisa
"¿Quién eres? ¿Por qué siendo tan hermosa te ves tan triste?"
— ¡Hey, Shinazugawa! —el llamado de Uzui logró traerlo a la realidad— ¿qué te sucede?
— ¿Qué fue eso...? ¿Quién era ella?
— ¿Hum? ¡Oh, eso fue una procesión de Oiran! Y a la hermosa señorita que viste es nada más y nada menos que Karyū Oiran
— Karyū Oiran...
— Es de las más populares, en si es una pelea bastante fuerte entre las dos casas, pero hoy no habrá desfile de Mitsuūra Oiran
— ¿Quién es esa?
— La rival de Karyū —se limitó en responder Uzui— bueno ¿qué harás? ¿Aún piensas irte?
— Tsk, no lo sé
— ¡Bueno, caminaremos hasta que lo descubras...!
El grupo continuó su camino, aunque parecía más como si Uzui les hubiera secuestrado y arrastrado hasta allí, pero si miraba cuidadosamente no era difícil notar que el mal humor de Shinazugawa se había calmado un poco, sin duda estaría muy sorprendido luego, en cuanto a Iguro y Tomioka, ambos se mantenían sumidos en silencio, ni siquiera se esforzaban en mirar a su alrededor, claramente estaban incomodos, sin embargo el menos inesperado era el que le preocupaba más
Rengoku parecía estar muy tenso, sus brazos se mantenían cruzados sobre su pecho y su mirada era todo menos amigable, por lo que las jovencitas que habían salido en busca de clientes prácticamente lo evitaban ¿qué es lo que estaría pensando? Desde que supo que estaban en Yoshiwara se había mantenido ausente y apartado y eso es lo que más le preocupaba a Tengen, quien solo podía pedir porque las cosas salieran bien
La procesión había terminado y una curiosa señorita observaba lo que quedaba de la procesión desde su balcón privado, sin duda había sido un espectáculo maravilloso, por lo que la sonrisa en su rostro era una forma de decir que estaba orgullosa de su "rival" pronto también sería su turno, por lo que se estiró algo perezosa y y acomodó un mechón rebelde de su peculiar cabello rosa que iba en un degradado a verde, debido a eso algunos de sus clientes le decían que parecía un Sakura mochi
— Mitsuūra Oiran —habló una voz a sus espaldas— los clientes llegarán pronto, debería estar lista o la señora se enfadara
— ¡Miyoharu-chan! —exclamó la joven con una sonrisa tan dulce y encantadora que la contraria no pudo evitar sonrojarse— ¡¿lo viste?! ¡Karyū-chan estuvo genial! ¡Si fuera un hombre también me esforzaría por ser uno de sus preferidos!
— Nee-san es hermosa, por supuesto que todo lo que haga es perfecto y hermoso —respondió la menor, quien parecía una pequeña muñeca de cabellos negros con mechones morados
— ¡Si, eso es cierto! Pero...
— ¿Qué sucede?
— No vi para nada a Koemi-chan en la procesión junto a las demás aprendices de Oiran y se supone que ella es la única aprendiz de Karyū-chan ¿habrá sucedido algo? Estoy segura que si hubiera asistido, habría resaltado mucho y conseguido futuros clientes
— Creo que me hago una idea de que pudo haber pasado, Koemi no se perdería una oportunidad así, por más que no fuera de su agrado
— Mitsuūra Oiran, los clientes que esperaba han llegado —le comunicó una de sus pequeñas kamuro
— ¡Si, iremos enseguida! —respondió levantándose— ¿estás lista Miyoharu-chan? Este será tu primer cliente, recuerda que debemos dar lo mejor para ayudar a Uzui-san ¿si?
— Por supuesto, haré y superaré lo que sea si con eso puedo sacar a Nee-san de este lugar
"Ambas tenemos que volver a casa"
Eso era un deseo que para una mujer en Yoshiwara podía representar únicamente un sueño imposible, pero cada una de ellas se esforzaba por sobrevivir cada día para que su historia no terminara en una flor hermosa que poco a poco se marchitó hasta desaparecer entre las parejas del distrito. Por lo mismo es que era muy raro conseguir amistades reales, ya que en un lugar donde comes o eres comido, debes decidir cual vas a ser, es la ley de supervivencia de este distrito
— Todo eso es una tontería, peor si son muchas contra una —susurró una voz femenina entre la oscuridad, su cuerpo temblaba por la brisa fría que se filtraba por algunos agujeros, pero por más que había gritado, nadie contestó a su llamado— odio este lugar...
— ¿Koemi-chan? —habló una voz desde el exterior y a los pocos segundos la pesada puerta se abrió— ¡¿estás bien?! ¿Por qué estás en este lugar?
— Karyū Oiran... —susurró con la voz rota, sin embargo no lloraría por nada del mundo— ¿no es eso obvio? Solo me encerraron aquí para que no pudiera asistir a la procesión
— ¡No te preocupes, no será la única! —intentó animarle su maestra— primero regresemos a la habitación, debes entrar en calor y peinar tu cabello
Karyū se sentía culpable, ya que debido a ciertas circunstancias tomó a una única aprendiz y esa fue Koemi, quien desde ese momento se vio intimidada por sus hermanas mayores celosas de su situación, siempre buscaban opacarla, pero ella como mentora sabía que eso sería imposible, ya que su alumna tenía demasiados puntos buenos a favor, toda una belleza que valía la pena mirar
— Ya no estés triste ¿si? —pidió la pelinegra mientras peinaba el largo cabello verde con puntas negras— eres muy hermosa y tienes un gran futuro por delante como Oiran, es por eso que están celosas —añadió mientras una de las kamuro pintaba sus labios de rojo que solo ayudaba a resaltar su bonitos ojos verdes
— Es irónico, ya que cuando pienso que los hombres de este lugar son mis enemigos, resulta que mis propias hermanas mayores también lo son, no hay piedad, ni respeto ¡es tan injusto!
— Tu ya sabías esto, Koemi, es lo que significa en parte vivir como una cortesana ¿entiendes?
— Si. ¿Aún vendrán los clientes que mencionó Uzui-san?
— ¡Cierto! Lo había olvidado por un momento, pero si, claro que vendrán —le aseguró— es más, les vi en la calle y debo decir que todos parecen buenas personas
— No hay que juzgar a una persona únicamente por su apariencia, Karyū-neesan
— Y espero tu tampoco seas muy dura con ellos ¿si? Sabes que el motivo por el que están aquí es diferente al usual, nosotras solo debemos ayudarles y además uno de ellos será tu primer "cliente" si quieres aspirar a la posición más alta, desde ya debes dar lo mejor
— Haré lo mejor que pueda, ya que no pienso quedarme a morir en Yoshiwara
Pensamientos y convicciones diferentes, este será el comienzo en que una mujer y hombre se encuentren entre los muros de Yoshiwara, donde el placer y el entretenimiento son parte de la vida nocturna ¿cuál será la historia de cada una de estás mujeres? ¿Cómo lo llevaran los hombres que se han visto forzados a pisar un lugar tan bajo como lo es el distrito de las flores? El orgullo y el honor serán puestos en juegos cuando el amor comience a florecer en un lugar donde se supone no debe existir y muy pronto todos ellos se conocerán dando inicio al juego sucio
"Esta es la ley de Yoshiwara en donde comes o eres comido"
¡Hola a todas! ¿qué les ha parecido? ¿Lograron identificar a cada una? Estoy realmente emocionada, por lo que si pueden dejen su respuesta en los comentarios ^^ esta historia en general estará más centrada en dar a conocer la vida de una Oiran y aprendiz de la misma, además de la no tan brillante vida que se cree llevaban estas pobres mujeres en donde cada una tiene una historia por contar, gracias por el apoyo en mis otras historias y espero disfruten de esta que tendrá de todo un poco, un beso para todas y nos vemos en el próximo ¡bye!
Andysakurai15
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