Cap. 59 Bodas.
—Cásate conmigo, Emily.
Mis ojos se abrieron ampliamente al verlo tan serio con aquellas palabras, estaba nerviosa no sabía qué responder, mi pulso era rápido.
Su mirada nunca perdió aquel brillo con el que me veía, mientras sujetaba mis manos con suavidad.
—Sólo di que sí... —susurro.
—Logan. —iba a darle mi respuesta pero empezó a repetir mi nombre varias veces, el lugar en el que estábamos se desvanecía en un parpadeo, él ya no sonreía.
—Emily.
—¿Qué...
—¡Emilyyyyyyyyy!
El golpe contra el suelo fue lo primero que sentí cuando me caí de la silla giratoria de mi escritorio, exaltada por el último llamado, abriendo los ojos confundida.
¿Por qué había soñado con algo como eso?, ¿era un posible futuro?, ¿algo relacionado con lo que tenía o quería con Logan?, pues sí ese era el caso, la respuesta era un sí.
—Tierra llamando a la mejor amiga más loca de este mundo.
Hice una mueca pero del dolor que ahora sentía en mi trasero cerrando los ojos.
—¡Luke!
—Tu mundo.
—Luke, pero qué... ¡¿Qué sucede contigo?! —coloque una mano en mi pecho, sintiendo mi pulso acelerado, mientras él se acercaba a ayudarme a levantarme del suelo, al igual que recogía algunos papeles regados del trabajo.
—Es increíble como roncas, en fin. Te había despertado por el simple hecho de que... —se quedó en un silencio dramático, sonriente.— quería avisarte, tu mamá llamo y me pidió que te comunicarás con ella apenas despertarás.
Asentí levemente humedeciendo mis labios, recordando que estaba al lado de mi escritorio, tomé el primer cojín que vi cercano del mueble lanzándoselo.
—Tonto, casi me muero del susto.
Lo miré mal y él me guiñó un ojo descaradamente.
—Ese era el punto, pequeña saltamontes.
Una sonrisa coqueta se posó en sus labios y antes que le lanzara algo más, salió de la habitación rápidamente, riéndose a carcajadas, marqué el número de mi mamá y al tercer tono respondió.
—¡Al fin me llamas, pequeña desaparecida!
Reí bajo escuchando el dramatismo de mi madre, tal vez exageraba un poco, pero era algo que ya le caracterizaba.
—Lo siento mamá, sabes que esto del trabajo me ha tenido ocupada y estresada. —me disculpe jugueteando con un lapicero sentándome en el sofá cercano a la ventana.— ¿Qué sucede?, ¿cómo has estado?
—Entiendo, hija. No tienes que preocuparte más de lo que ya estás. —aseguró ella comprensivamente.— Pues sólo quería saber cómo estabas y contarte algo interesante.
El suspenso me estaba matando sin duda y ella sabía lo curiosa que era, por lo cuál le tendría un cuestionario preparado en segundos.
—¿Mi hermana tiene novio?
Ella jadeó con sorpresa y negó.
—No. —su respuesta fue inmediata y sin duda, así que eso no debía ser lo que quería decirme.— en realidad, se trata de tu padre. —me quedé muda por su respuesta, creando miles de escenarios en mi mente por el hecho de que mi papá estuviese involucrado, pero cuando ella continúo me dejó helada.— ¡nos vamos a casar! —soltó alegremente, mientras yo me quedaba el doble de sorprendida.
¿Acababa de decir lo que yo creía?
—F-felicidades, mamá. —murmuré atropelladamente, parpadeando varias veces.
¿Estaba soñando de nuevo?
—Estoy tan emocionada y contenta, hija. —ella seguía hablando emocionada y yo apenas estaba procesando la noticia.
No era algo que me esperaba.
—Lo estoy notando. —intenté que mi tono sonara entusiasmado y lo logré, definitivamente esta noticia no me la esperaba.
Ahora entendía el mensaje de mi hermana en la mañana sobre aquel asunto del que quería hablarme con urgencia, sumando la desaparición de mi querido hermano mayor hoy, en todo el día.
Todo tenía sentido.
—Cariño, te llamo luego para contarte todo acerca de la boda, iré a comprar unas cosas para la cena. —su tono dulce me saco de mis pensamientos, asentí aunque ella no pudiese verme.— te quiero, pequeña.
—Yo a ti, mamá. Te llamaré luego, creo que ya te está buscando tu cupido. —reí bromeando escuchando la voz de mi progenitor de fondo, llamándola para ir por aquella compra. Ella también dejó escapar una risa, por lo que había dicho.
—Claro que sí, te hablo luego, hija. Besos. —ella había colgado y yo seguía procesando la noticia, manteniendo el teléfono en mi mano.
En serio me alegraba por mis padres.
Pero admitía que me impresionaba, era increíble el hecho de que a pesar de esa vez que se divorciaron, jamás dejaron de amarse.
¿Acaso toda mi vida me he confundido con aquello?
Ellos estaban felices juntos de nuevo e iban a casarse.
Deja vu.
¿Ese sueño había sido un presentimiento?
Mi celular me saco de mis pensamientos y sin ver contesté, mirando por la ventana las pocas nubes que quedaban del atardecer.
—Belleza.
Cuando escuché su voz, sonreí por unos segundos, relajándome, mi día había estado lleno de sorpresas, desde aquella confesión de Logan, mis padres, Ethan y la llegada de él.
—Hey Sebs, ¿qué tal? —salude animadamente.
—Oh, pues todo excelente ahora que escucho tu voz. —bromeó con coquetería, riéndose conmigo.— ¿tú cómo estás?, ¿sigues estresada por el trabajo?
—Claro, señor coqueto. Sí ese fue un "te extrañé ", pues yo también te extrañé. Estoy bien, bueno, tú sabes cómo soy con el trabajo. —reí y él afirmó cortamente.
—Señorita Collins alias ocupada, puedo comprenderte completamente. —volvió a reírse, suspirando y me lo imaginé sonriendo.— belleza, tengo que contarte algo muy importante.
—Dime.
—Me voy a casar. —lo soltó tan rápido pero pude entenderle perfectamente.
Dejé de respirar, pellizcando mi brazo levemente. Tragué con dureza al comprobar que de nuevo no estaba soñando, ignorando el nudo que se formó en mi pecho por sus palabras.
¿Por qué me sentía de esa forma?, ¿la fiebre de casarse estaba en el aire ahora?
Posiblemente sí.
—Vaya... pues felicidades. —murmuré saliendo de mi conmoción cuando escuché que dijo mi nombre con preocupación.
—Gracias, belleza. Pero no sé cómo sentirme, esto es... —le escuché suspirar pero esta vez con cierto pesar, el cual se desvaneció rápidamente.— puede parecerte loco, pero con quien voy a casarme es con Caroline. —su risa nerviosa fue extraña, pero lo comprendí.
¡Quién ha escrito mi vida me adora mucho!
Vaya que deben de burlarse allá arriba.
—Pues el doble de felicitaciones, chico. —reí leve demostrando mi aprobación aunque mi corazón dijera otra cosa.
Él agradeció de nuevo alegre y empezó a contarme cómo había sucedido todo, no pasó ningún detalle de largo.
Masoquista que estaba siendo.
Cuando fue la hora de despedirnos le dije que me estaba llamando Dana y colgué rápidamente, apoyando mi mano en el escritorio, al estar de pie, frente a este, mirando los papeles desordenados que había dejado, pensativa.
—Debería de concentrarme en esto mejor.
El ruido de la puerta abriéndose captó mi atención por completo, quien estaba parado ahí, era un Logan con el ceño fruncido.
Mátenme ahora.
Esto es demasiado.
—¿Estás bien? —preguntó mirándome fijamente con lo que podía detectar como ¿preocupación?
•••
Apoye mi cabeza sobre su pecho cerrando los ojos levemente, los dos estábamos sobre mi cama, viendo el reflejo de la luna, cuya luz se filtraba por la ventana, mientras west coast se escuchaba de fondo en un volumen bajo.
Luke había salido con Dana desde que me había avisado de la llamada de mi madre.
Y yo estaba en casa sola con él.
Ninguno hablaba, pero sí estábamos en una tranquilidad increíble, donde las palabras sobraban de por sí.
¿En qué momento cambio tan drásticamente mi vida?
Había sido invitada a dos bodas, él había aparecido de nuevo en mi vida buscándome y ahora Logan había hecho una confesión con la que me sentía confundida.
Pero algo que no salía de mi mente era el recuerdo de él y su visita.
———• flashback.
Decidida, baje de mi auto, ignorando lo abrumada que me sentía, con Hale en la casa, todo podía pasar o quizás me estaba adelantando a lo inesperado. Pero me preocupaba la llegada de esa otra persona que ya había visto antes de lejos.
Tomé mejor las llaves de la puerta principal abriéndola con rapidez, nana estaba saliendo de la cocina con una bandeja repleta de galletas, le sonreí con nerviosismo y ella me hizo una seña para que acercara, después de saludarme dulcemente.
Me apresuré llegando a su lado sin meditarlo más.
—Nana... tú sabes sí...? —dude en preguntar, pero ella me entendió sin necesidad de terminar toda la pregunta. Ella negó con rapidez, con complicidad.
Claramente agradecía haberme esperado dos horas en mi auto, casi como una cobarde.
—El señor Logan no está aquí, niña Emily. Ethan se lo llevo cuando lo vió hace más de dos horas, pero hace unos minutos llegó un señor el cuál el joven Daniel dijo que quería conversar con usted, aparte de que la necesitaba en una reunión.
Asentí confundida.
—Su padre está en videollamada en la oficina, por eso también me pidieron que le avisara.
Mi confusión había llegado al límite, pero terminé yendo a la oficina, cuando toque la puerta escuché a Daniel decir un "pase".
Él estaba aquí.
Sentí como el aire me hizo falta y simplemente no sabía sí agradecerle a mi hermano por llevarse a Logan o el simple hecho de que esto me estaba causando mal.
Su presencia era asfixiante.
—Emily. —mi padre hablo a través de la pantalla con una sonrisa, cortando el contacto visual que mantenía con aquel hombre.
—Buenas tardes. —salude formal evitando su intensa mirada.
—Emily, él es...
—Joe Cardigan. —completo el pelinegro observándome fijamente, aún, había interrumpido a Daniel y no sólo eso, se acordaba de mí.
¿Dónde estaba Luke?, justo ahora necesitaba que apareciera y lo sacara de aquí a patadas, porque yo no me sentía capaz de siquiera enfrentarlo a solas.
—Un gusto. —me esforcé en decir aquello y tomé asiento incómoda.
Más de diez minutos de sufrimiento tratando sobre un contrato acerca de un edificio nuevo y este azabache de mirada intensa.
Daniel noto mi incomodidad cuando Joe intento rozar su mano en el momento que anotaba unos puntos importantes que consideraba con mi padre en una hoja.
Suspiré no sabía sí de incomodidad o algo, Joe, era ese chico que me había engañado aquella vez cuando Luke me había encontrado en la biblioteca, era aquel chico que me había roto el corazón de la peor manera posible, quién se encontraba justo a mi lado tratando de llamar mi atención a pesar de la conversación de mi padre.
Él.
Lloraría sí no salía de la oficina, por aquellos viejos recuerdos que estaban inundando mi mente, por más que intentara mantenerme profesional.
Pero entonces ocurrió, Logan hizo notar su presencia cuando abrió la puerta acercándose y sentándose a mi lado tomando mi mano con posesividad.
No, eso no pasó, Logan nunca estuvo en la oficina, estaba sola y Joe no paraba de tratar de hablar conmigo después que la reunión terminará.
Mi mente divagó en qué en serio necesitaba a Logan justo ahora, sin importar cuan confundida estuviera y que Ethan lo matará.
Ethan aún aseguraba aquella advertencia de hermano mayor sobreprotector sobre él.
Definitivamente, repetía lo mismo, sí había alguien quién escribiera mi vida, entonces se estaba burlando, porqué esto parecía una pesadilla.
Mi ex no tenía ninguna intención de dejarme en paz.
*****
Muy buenas/os tardes/noches/días, arepitas.
A la hora que estén leyendo este capítulo, je, pues primero que nada quiero agradecerles muchísimo a todos ustedes que han leído este cliché raro (sí se puede llamar así, jeje)
A los que comentan y dejan sus estrellitas o los que simplemente leen esta trama.
Quiero que sepan lo mucho que los aprecio, pues son ese motor de fuerza que me impulsa seguir escribiendo en serio, aunque a veces es más como para divertirme o llorar con lo que escriba, je :,) *sinceridad on*, ahre.
Casi faltan muy pocos capítulos para saber qué sucederá con lady bipolar y el troglodita enamorado.
Bueno, llegamos a los...
¡24k!
Apenas vi las vistas esta mañana... lo primero que se me vino a la mente fue Bruno Mars.
✨
En fin; espero que tengan una buena noche, disfruten siempre al máximo su día a día y busquen lo más positivo entre esa densa tormenta de cosas negativas.
Pues, la vida es un carnaval, dijo Celia Cruz. 💅🏻
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