—¿Qué podríamos prometer? —preguntó sonriendo un poco, sin dejar de verme fijamente.

Estaba algo intranquila, su mirada era algo, intensa.

—¿Salir de este juego extraño?

Me ponía los nervios de punta, de pronto sentí mi garganta seca, sujeté mejor mi vaso con gaseosa y de un trago me la tomé, se me vino una canción a la mente.

Summertime sadness.

Kiss me hard before you go...

Sacudí mi cabeza sacando aquellos pensamientos y suspiré.

No más Logan.

Ahora juegos.

Y cuando uno salga lastimado, vas a arrepentirte.

Definitivamente Connor no haría que cambiara de opinión según lo que yo ya pensaba y mucho menos mi conciencia.

—¡Emily!, venga a divertirnos, tía. —Daniela se acercó riendo hasta mi lado sonriendo ampliamente, me dediqué a tratar de devolverle una sonrisa pero mi mente parecía estar en otro planeta con lo que me dijo anteriormente el rubio.

—¿Eh?

Ahora que hablaba de rubios... Sebastián tenía un de tiempo de haberse ido a Washington, pues al parecer haría negocios en Seattle, por otro lado mejor dicho volviendo a la realidad.

—Logan. —saludó ella  y enganchó su brazo con el mío guiándome hasta la fila dónde se encontraban mi hermano tanto como mi mejor amiga.

Me alegraba que la rubia me hubiera salvado de aquella extraña e incómoda situación, no me habría gustado charlar con Hale.

Aún.

Ethan paso su brazo alrededor de mis hombros alejándome un poco de los demás, estaba sonriendo, su humor tan carismático me sorprendió por completo.

—¿Ya no estás en modo gruñón? —pregunté divertida mirándolo desde donde estaba, en respuesta él se rió y rodó los ojos.

¿Acaso mi hermano podía estar feliz durante todo un día?, posiblemente sí, la pequeña Morgan tenía que ver con eso.

—Ethan, hermanito, te va mejor ser feliz que amargado cada día. —añadí sincera y él sonrió ladino besando mi frente.

—Sé qué... te gusta, ese chico rubio que vino a verte la otra vez.

—¿Chico rubio?

Me quede hecha piedra, mi respiración se estancó, mi cerebro aún no procesaba lo que acababa de escuchar, sólo quería saber qué conocimiento tenía mi hermano acerca de él. Antes que pudiese siquiera responder Destiny me llamo dándome la bola para poder derribar los pinos, ya era mi turno y por segunda vez agradecía aquellas cosas que me habían salvado, por otro lado cuándo quise concentrarme vi a Connor hablando con Logan, este se veía muy abatido, pero creo que en parte era bueno ya que no se daba cuenta de los melosos Nicolas y Sky en una esquina.

Mi expresión demostró la total confusión que sentí en esos momentos, la palmadita de Dana en mi hombro me hizo volver a la realidad, lancé aquella bola sin pensar en más nadie, cerré los ojos al mismo tiempo que realicé dicha acción sintiendo como un pequeño peso se desprendía de mí en esos minutos.

—¡SIIIIIIIIIIII¡ —el grito emocionado de Nick fue lo único que escuché primero, él, Dana, Drew y yo le habíamos ganado al equipo de mi hermano en la segunda ronda, ahora seguía volver a ganarles de nuevo.

—Niki, ¿viste eso?, más puntos para nosotros y la cena gratis. —chilló emocionado Drew empezando a bailar alrededor de mi hermano burlonamente.

Entre tanto alboroto no me fijé que mi torpeza me hizo llegar a los brazos de Logan, estuve a nada de caerme sino fuese por él, que me sujeto rápidamente. Y no me incomodaba en ningún momento mantenerme junto a él en esos instantes, me quedé embelesada por sus orbes sonriéndole.

—Vaya.—murmuró con desdén.— volviste a mis brazos.

—Shh... no fue mi intención caer casi sobre ti.

—Emily. —alzó una ceja dándome a entender que no quería que le reprochara, rodé mis ojos e intente alejarme un poco de él.

—Logan.

—Me gusta cómo suena mi nombre en tus labios. —su voz aterciopelada me saco de mis pequeños y momentáneos pensamientos, me había hechizado y yo sin siquiera saberlo.

—Eh...

—Sólo ven aquí, se mía.

—Logan. —mis mejillas se sonrojaron ante tal propuesta, su sonrisa coqueta se ensanchó y su mirada pareció brillar.

—Emily, llevo esperando desde que llegue a qué estuvieras sola... quiero hablarte.

El repentino cambió de tema me hizo salir de mi mundo paralelo, acaso quería intentar ligar conmigo, ¿era eso?

Un suspiro involuntario se me escapó, deseaba hablar con él pero a la vez no, todavía no era el momento.

Quisiera que pudiéramos estar como una pareja normal, juntos, sin miedo a nada. Aunque resulta que este era el mundo real, uno dónde tenía miedo de que me lastimaran de nuevo.

Por eso no quería involucrar sentimientos.

Pero ya sonaba tan malditamente cansado que me siguiera reprochando algo que no tenía sentido.

Dante no era nada más que mi amigo, sí tenía lo suyo, pero no podía mover tanto mi piso cómo lo hacía el hombre frente a mí, mi deslumbramiento por Hale superaba hasta mis propios pensamientos en contra.

—Hoy no, Logan. —murmuré en voz baja cerrando los ojos brevemente. — quiero disfrutar de lo que queda de la noche y sería buena sí ambos sólo fingiéramos que nada ocurrió.

Vi una emoción rápida cruzar su rostro, decepción, supongo que también había sentido lo que yo al decirlo.

No se sentía nada bien.

Luke me lo había asegurado, sí él volvía, mis sentimientos se nublarían al igual que mis pensamientos sólo se dedicarían al pasado.

Connor se acercó a nosotros sonriendo no dándole tiempo a el castaño de responder siquiera.

—Bien, así qué... el equipo ha ganado. Ethan se ve extremadamente... wow, ¿qué? —pareció sorprendido igual nosotros hasta que nos dimos cuenta porqué, mi hermano y Daniela estaban besándose en dónde habíamos estado sentados anteriormente.

Eso era loco, pero cierto.

El amor llegaba en el momento en que menos se lo esperaba.

Era como un día soleado con una repentina lluvia de momento inesperado.

—Quizás cupido flechó a todos hoy, pero es una lástima que el amor sea sólo una ilusión. —comentó el ojiazul ajeno a nuestras reacciones alejándose a la barra.

Cuándo vi al castaño que aún sujetaba mi cintura directo a los ojos sentí que todo a mi alrededor se congeló, mis pensamientos se estancaron, todo en mí.

—Quizás el siempre y el nunca son muy sobrevalorados, pero nunca dejarás de llamar mi atención, pequeña gruñona.

Así llegue a una conclusión;

Estaba empezando a sentir cosas inexplicables por Logan.

Y estás eran algo fuertes.

Él sabía lo que hacía con esa sonrisa que ahora me regalaba mientras tomaba de su botella de agua, él sabía lo que podía causar.

En mí sobretodo.

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Los amo, arepitas.

Saludos a la belleza que ha comentado en los capítulos anteriores, este capítulo va para ti, sí sí, te mando miles de arepas. 💕🤞🏻

Nos leemos en el próximo capítulo, hermosuras.

—Em.