Cap.36 Bastian.

Maratón 7\7

Después de que Max dejará al resto en casa de Drew, pensaba en los últimos dos, Emily y el rubio del cual no recordaba el nombre. Ella seguía durmiendo apoderándose de todo el asiento trasero por completo, apoyando sus piernas sobre las de dicho chico.

—Cinco minutos más. —se quejó de manera adormilada cuando él la había movido sin querer asegurándose de haberle indicado correctamente el camino a Max por otra parte.

—Ya casi vamos a llegar. —murmuró suavemente acomodándola de nuevo sobre sus piernas, se dedicó a obsérvala en los segundos restantes algo pensativo.

Él había sido su pasado.

Eso lo sabía.

—Bien, pues... —Max se quedó unos segundos en silencio esperando que le dijese su nombre.

—Sebastián.

—Sí eso, Sebastián. —recordó un poco apenado estacionándose frente el lugar indicado por el tercero.— cuida bien a la pequeña Collins y suerte con Ethan en unas horas. —concluyó con una sonrisa divertida acomodándose en el asiento del auto mejor.— y con nosotros también.

Eso alertó al rubio por unos segundos por el temor que sintió, el cual se perdió cuando asintió mirando al castaño.

—No hay problema, Lewis. Tenlo por seguro. —fue lo único que respondió con calma ignorando su mirada de advertencia, dedicándose a caminar a su casa con Emily entre sus brazos.

Aún en ese estado pensativo busco las llaves de su casa dentro en su bolsillo derecho sujetando a la joven con su otro brazo, prácticamente haciendo malabares, hasta que las encontró antes de que la castaña terminase en el suelo. 

—Quiero chocolate... —ella se quejó bajo con los ojos cerrados aún, inevitablemente él se carcajeó ante ello centrándose en lograr abrir la puerta antes de que ambos se quedaran en el piso.

Empuja con su pie la puerta al abrirla y luego cerrarla con una pequeña patada.

—¡Tengo un sartén caliente a la mano... ¿joven McCarthy?, ¡por la madre de la papaya!, ¡que gran susto me ha dado, joven!

—¿Lulú?, ¿qué haces con ese cucharón en la mano?

—Mis armas en caso de intrusos, Bastian, son eso, niño. —se justificó la mujer mayor con una sonrisa nerviosa verificando el estado del rubio.— casi me hacías estamparte el sartén en toda la cara! —ella le reprochó con la mirada al mismo tiempo relajándose antes de fijarse mejor en esa señorita que se encontraba en sus brazos.

—Lo siento mucho, nana. No quería asustarte de esa forma, aunque un cucharón no...

—No, no, Bastian, no juzgues las cualidades de estas bellezas. —le interrumpió ella acercándose hasta donde él se encontraba.— ¡por todos los cielos!, ¿qué le sucedió a la señorita Emily?, ¿qué pasó?

En esos precisos momentos la misma joven parecía estar muerta aunque realmente estaba profundamente dormida, Sebastián miró a su nana con clara confusión elevando una ceja al mismo tiempo.

—Nana. —dijo con suavidad tanto como precaución.—está dormida, recuerdas cuando te mencioné que saldría con ella? —le habló tratando de no sonar grosero pero sí un poquito ofendido, ella asintió divertida suavizando su ceño.

—Sí, lo recuerdo, pero tampoco era para que la emborracharas de esta forma, mijo. —le regañó apuntándole con el cucharón haciendo que negase divertido ahora.

—Ay, nana. —negó más sonriente.—Luego hablaremos de eso, por los momentos iré a la habitación, creo que hoy nos levantaremos más que tarde, pensándolo bien por la hora... —confesó pensativo.— tienes todo el día libre, nana. —deposito un beso pequeño en su mejilla con cariño logrando que ella sonría, pero niegue a la vez recordando algo importante.

—Pero Bastian, y la comida?, la... —él la interrumpió con suavidad antes de que ella se estresara por esas cosas.

—No tienes porqué preocuparte, nana. Yo puedo cocinar, en verdad agradezco en estos momentos que me hayas enseñado y pues tú ve a descansar. —le regaló una dulce sonrisa sincera.

—¡Va!, esta bien. —ella batalló para no sonreír y mantenerse "disgustada" con aquel mandato pero aún así le regaló una mirada típica de ella.—pero igual luego vendré. —con los ojos entrecerrados se lo advirtió en tono que no aceptaba ningún tipo de reproche. Por lo cual él sintió un leve escalofrío empezando a subir las escaleras.— Vendré luego, Bastian.

—Hasta luego, nana.

—Adiós mi niño, me saludas a Emily de mi parte. —se pierde nuevamente en la cocina terminando lo que había empezado a preparar para después ir por sus cosas y así salir unas horas.

Por otro lado, Bastian, entrando en su propia habitación por mantener las demás ocupadas con los nuevos muebles sin organizar, la recostó con cuidado sobre el colchón quitándole los tacones cuando sintió sus brazos nuevamente.

Con una última mirada, decidió quitarle los accesorios colocándolos en la mesa de noche de su lado antes de que ella lo patee aún adormilada.

—No te sacaré más de quicio. —prometió sobándose la espalda divertido antes de cubrirla con las mantas, ni siquiera se molestaría en desvestirla porque sabía que no era correcto.

—Mmm. —fue el último quejido que escuchó de su parte antes de entrar al baño riéndose para colocarse su típica pijama, más que todo ropa cómoda, un pantalón de chandal, una camisa y listo.

Aunque esta vez optó por no dormir con dicha prenda dejando su torso al desnudo antes de acostarse perezosamente del otro lado de su cama.

—Tal vez podría jugar con fuego. —murmuró antes de atraerla con cuidado y recostar su cabeza contra su pecho teniendo más espacio para poder abrazarla.

Así mismo durmiéndose después, perdido en sus propios sueños lejanos por completo a la realidad.

Logan's POV.

—¿Qué dices?

—Buenos días a ti también, foca brillante. —se quejó mi hermana con ironía antes de lanzarme un cojín en el rostro. — ¿Podrías dejarme dormir tranquilamente?

—No. Se puede saber por qué vienes llegando a estas horas de la mañana? —me crucé de brazos con una mirada seria al igual que mis palabras, pues seguía siendo mi hermana pequeña igualmente.

—Papá no está aquí, fastidiosooooo. —volvió a quejarse y esquivé el cojín ahora sí agarrándolo en el aire.

—Sigo siendo tu hermano mayor, Bloom. —utilicé su segundo nombre aunque lo odiará con su ser, cosa que la hizo reaccionar porque me prestó atención entrecerrando sus ojos.— prácticamente forzaste la entrada al edificio, amenazaste a mi seguridad y le tiraste tu bolso en la cara a mi guardia personal. Incluyendo que también gritaste que alguien pagaría tus zapatos y tiraste varios cojines por la ventana.

—¿Qué hice que? —eso sí llamó su atención, porque se alarmó y se sentó sobre la cama mirándome algo alterada.

—Por suerte los cojines no lastimaron a nadie fuera del edificio, pero... lo que quiero saber es qué ocurrió exactamente para llevarte a ese tipo de arranque.

—Fui a Olympus, esperaba encontrarme con las chicas o alguien conocido, entonces un idiota me vomitó mis tacones, no sólo eso, bueno ahora que lo recuerdo no los vomitó... pero el punto es que, ¡agh!, no podrías entenderlo, hermano mayor. —se cruzó de brazos cerrando sus ojos antes de acostarse mejor en la cama de invitados.— ahora déjame dormir.

Rodé los ojos atendiendo la llamada de Connor saliendo de la habitación sin mirar a mi hermana.

—Sí realmente te gusta ella, deberías usar más tu inteligencia, porque créeme que ligues jamás le faltarán.

—¿Hablamos de lo mismo o estás ebrio?

—Eso no importa ahora, Hale. Hermano de mi alma.

—Definitivamente estás ebrio. —me burlé por su tono de voz. — ella no me gusta. Es más ni siquiera sé de quién estamos hablando... espera, Ethan me llamó anoche para preguntarme algo, así que, ¿dónde está ella?

—Loco amigo borracho, perdiste en esta ocasióoooooooon, ¡compadreeeeee pasa otra!, ¡no quiero dormir!, noooooo, déjame tomar.

Tras eso se colgó la llamada antes de que yo pudiese entender a mi loco amigo, el único que podía controlarse con el mismo trago.

¿Y ella?

¿Estaba dispuesto a tanto por una mujer?

No, yo lo sabía.

**********

Logaaaannn, más mentiras no existen que esa. 😂

—Em.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top