Cap.32 Esto lo disfrutaré.

—¿De verdad quieres ir a casa ahorita?

Asentí lentamente suspirando con notable cansancio ante la pregunta hecha por Caroline, en realidad necesitaba llegar a casa, no me gustaba ese escalofrío extraño en mi cuerpo.

—Sí, siento muchísimo cansancio.

—Pero, ¿puedes manejar en ese estado? —Soltó ahora Jasmine con un tono confundido en su voz.— no creo que sea conveniente que conduzcas sola.

—Voy a estar bien, chicas, no se preocupen.

—Lo único que podemos agradecer es que no tomaste en exageración. —Daniela secundó a la morena con alivio mirando a las chicas después. — igualmente no la dejaremos sola.

—Y eso lo tengo claro.

Veinte minutos después ya estaba subiéndome a mi auto notando al arrancar una camioneta lujosa negra de vidrios polarizados irse.

Me sentí como en una película de terror y mi cuerpo reaccionó al notable escalofrío que recorrió todo mi cuerpo.

—Es mi imaginación... —susurré relajándome al reconocer a las chicas en el auto detrás de mí.

— 2 meses después —

Después de aquella noche procuré no salir sin compañía o no volver a casa en la noche, estos dos meses habían sido buenos a pesar de esas pequeñas cosas que aún me ponían la piel de gallina, como el constante nombre del empresario anónimo "la sombra" y ese vago recuerdo del bar, las manos tatuadas de aquel hombre sólo aumentaban mi miedo, respirando profundo me concentré en los nuevos contratos para la empresa.

No tenía ningún tipo de quejas, es más, me divertía con el papeleo, miento, realmente no lo hacía, pero ya me estaba acostumbrando a mi nueva vida.

A mi madre, hermana y mejores amigos solía llamarlos una vez a la semana sí no tenía papeleo en exageración, en cuanto a mis conocidas, me llevaba excelente con ellas, en especial con Sky, Dest, Jazz y obviamente Daniela.

Caroline solía reservarse en varias ocasiones; dejando aquello de lado, el grupo de amigos de mi hermano era de lo mejor, claro, sacando del paquete a sus dos mejores amigos.

Cristian y Logan.

—¡Belleza! —la voz de Sebastián me sobresaltó al punto de que casi me caigo de espaldas en la misma silla, mirándolo mal con una mano en el pecho él se carcajeó divertido ante mi reacción.—venía a buscarte, ¡hoy tendremos una cita!

—¿Cita? —alce una ceja confundida por sus palabras tirándole un papel arrugado en toda la cara.— ¡deja de entrar así a mi oficina! —me quejé con ligera molestia por su sonrisa petulante.

—¿Cita?, quise decir, una salida de socios.

—No te irás hasta que acceda, ¿cierto?

—Estás en lo correcto. —añadió él con la misma sonrisa, una la cual quería borrar de su rostro con un golpe.

—¿Sí te saco de mi oficina...

—Igualmente te buscaré todo el día, tengo bastante que supervisar con mi padre hoy aquí.

—¡Que horror! —jadee abriendo los ojos por esas palabras, no quería que nadie me molestase hoy, necesitaba concentrarme en los contratos.

—Lo se, sería un horror que me fuera. —se burló él mirándome.— ¿vas a decir que sí?, es una salida de socios, tú la necesitas y yo quiero pasar tiempo contigo.

—En verdad que te faltó ser actor.

—Emily...

—¡Agh!, bien, sólo una salida, ¡ya no más de ahí!, ¿ok? —lo señalé con mi dedo y él tragó asintiendo.

—Ok. Entonces nos vemos, belleza. —tras decir eso, salió de mi oficina con una amplia sonrisa de haberse salido con la suya.

Es que lo mato.

Ahora tenía una salida en la noche cuando quería sólo pasar unas pocas horas viendo Netflix y durmiendo, hoy es el viernes perfecto para despecharme con películas.

Nah, igual podría disfrutar en esa salida que... "cita"

Vaya lío.

Claramente la Emily de hace años estaría totalmente emocionada en estos momentos por la invitación de Sebastián, no se habría negado por nada del mundo, aunque esa niña, dejo de existir tiempo atrás, la nueva Emily, era completamente distinta a la que él conoció hace años.

—Demasiadas emociones. —hice una mueca y me coloqué un audífono conectándolo al iPod para colocar a The Weeknd, específicamente, shameless.

Durante el resto de la tarde, adelanté un montón de papeles, chequee muchísimas cosas referentes a nuevos proyectos evitando cruzarme con el rubio nuevamente.

—¡Belleza!

Cante victoria antes de tiempo.

—¿Por qué? —miré al techo elevando los brazos con pucheros en mis labios, guardando mi iPod en mi bolso.

—Y decías que yo era el dramático.

—Voy a morir con esto. —susurré con total exageración y él rió rodando los ojos.

—Tienes muchos años por vivir, para ir pensando en a muerte tan temprano, belleza. —dijo con cierta seriedad rodeando mis hombros con su brazo.— te estaba buscando, hoy encontré el lugar perfecto para salir.

—¿No iríamos a un café o algo así?

—Para nada, pequeña. Iremos a Inferno.

—¿El club? —fruncí el ceño pensando en Drake quién había mencionado algo acerca de ello.

—Bueno, eso quería hacer, pero... iremos a otro, así que ponte preciosa y pasó por ti a las nueve.

—¿Está bien? —respondí dudosa viéndolo irse con la misma sonrisa petulante de la tarde.

En verdad no creo que fuese tan malo.

Ya fuera de la empresa de mi padre, Ethan me había pedido que lo esperara en el estacionamiento, donde justamente estaba ahora, ¿por qué estos lugares tenían que ser tan de película de terror?

Suspiré cerrando mis ojos y abriéndolos al mismo tiempo concentrándome en el sonido de mis tacones hasta llegar a donde mi hermano había aparcado su deportivo.

—¿Qué se siente pasear sola?

¡Es mi imaginación!, me grité mentalmente aterrada cuando esa voz que jamás olvidaría se escuchó en estacionamiento, apresuré mi paso sacando el celular marcándole a mi hermano, tenía las llaves sí, pero él dueño aún no había llegado.

—Nos veremos pronto, Emily. —fue lo último que escuché antes de entrar al deportivo con desespero, colocándome las manos sobre la cara en un claro gesto de miedo.

—El número que usted marcó... —colgué el celular reteniendo la respiración hasta que lo vi caminando relajado hasta donde estaba su auto.

¡Ethan!, no, quédate ahí.

Los recuerdos sólo fueron una gran ola que golpeó mi mente en el momento menos indicado.

Confiar en el mismo diablo...

—¡Hermanita! —grite aterrada alejándome de mi hermano mirándolo mal, él me sonrió ajeno a toda la situación que recién había vivido, le abrí la puerta sin pensar cambiándome de asiento aún con el corazón en la palma de la mano.— ¿qué sucedió?

—Esto... no, nada, es sólo que tengo mucho cansancio y, ¿podemos irnos ya?

—¿Segura, pequeña? —él sin seguir insistiendo empezó a manejar relajando sus facciones al escuchar el sí mío.

—Completamente.

Afirme.

—Oye, pequeña.

—¿Eh?

—¿Conoces a Logan Hale?

—¿Tu mejor amigo?

—Sí, ese mismo.

—Lo recuerdo, ¿qué sucede con él?

—¿Ha ligado contigo?

—Que yo sepa, apenas lo saludo. Así que, no. —arrugue mi ceño con clara confusión por ese nuevo arrebato de pregunta.— ¿Por qué?

—No, sólo... no caigas en sus trucos, enana, es mi mejor amigo, pero es un total mujeriego, algo que también él reconoce.

—¿Piensas que voy a hablarle más de lo necesario?, por favor, hermano.

—Sólo, te lo digo en serio, no caigas en las redes de Hale, eres mi hermana menor y no quiero que él te rompa el corazón.

—Esa es la estupidez más grande que te he escuchado decir, Et. No estoy en lo absoluto interesada en ese chico.

Mentirosa.

Ignore la voz en mi mente concentrándome en el resto del camino pensando mejor en la salida de hoy, eso me haría mejor.

—Emily. —mi hermano sujetó mi mano antes de salir del auto después que él aparcara.

—¿Qué sucede?

—Recuerda lo que hablamos, pequeña. No caigas en las redes de Hale ni mucho menos con...

—¡Que bueno que llega niña Emily! — soltó nana con una amplia sonrisa saliendo de la casa.— le preparé unos brownies exquisitos. —añadió enganchando su brazo con el mío después de saludar a mi hermano mayor con el mismo entusiasmo.

A los segundos estábamos las dos en la cocina.

—¿Los de tu receta especial? —mordí otro pedazo de aquella delicia de chocolate suspirando con una sonrisa.— tenías razón con lo de deliciosos. —reí leve, revisando mi celular en el momento saltaba una notificación en la pantalla.

El tiempo se me estaba acabando.

—Por... nana, tengo que correr a arreglarme. —ella me regaló una sonrisa dulce asintiendo y después de darle las gracias subí corriendo las escaleras hasta mi habitación.

Sólo esperaba que no fuese un restaurante o sitio romántico.

Sujete con fuerza la toalla enredada contra mi cuerpo pensando en todo lo que había pasado hoy, quedándome a medio camino de tomar un vestido color gris.

Sacudiendo de mi mente esos pensamientos volví mi vista a la cama, el vestido era perfecto de un color verde militar, el escote en forma de corazón con tiras, ceñido a mi figura, al imaginarlo puesto se me expandió la sonrisa, era algo corto más o menos abajo de los muslos, pero no le daba mucha importancia.

Igual, ya me estaba empezando a soltar con este tipo de cortes en los vestidos e incluso escotes, cambié la toalla por el albornoz mientras me arreglaba el cabello, en cuanto al maquillaje; sólo escogí un labial rojo suave pero oscuro de los que Sam me había regalado, lo suficiente para resaltar mis labios y un poco de máscara para pestañas.

Ya con el vestido enfundado terminé de acomodarme los tacones negros que había escogido.

Me miré en el espejo contemplándome en el mismo con una sonrisa, las ondas en mi cabello le daban todo el toque a todo.

—¿Sí? —conteste algo apresurada buscando un abrigo, sin siquiera mirar la pantalla.

—Hija.

—¿Papá?, ¿está todo bien?

—Sí, todo bien. Sólo quería saludar. —dejé de mirar dentro de mi armario prestándole atención a la llamada.

—¿Seguro?

Me senté en la cama esperando su respuesta sintiéndome nerviosa al respecto.

—Yo... hija, sé que no hemos tenido tiempo para compartir cómo debería ser... eh, ¿sí te esta yendo bien con todo?

—¿Estás bien de verdad, papá?

—Discutí con tu mamá hace rato. —eso tenía todas las respuestas que quería saber.— yo sólo quiero decirte lo mucho que te quiero y... disfruta salir hoy, cuídate hija.

Sin darle más pasó a nada colgó la llamada quedándome más confundida de lo que ya me sentía.

El sonido del timbre me saco de mis pensamientos, lo que me llevo a ponerme mi abrigo centrándome en el ahora del momento.

Baje las escaleras obligándome a dejar de pensar más, encontrándome con Sebastián al inicio de las mismas, quién me miraba intensamente.

Con una sonrisa ladina chasquee mis dedos frente sus ojos para sacarlo del trance.

—Dicen que cuando la mujer que te acompaña es hermosa, pues esa es la indicada para todo, porque una vez que te encuentra te enamora con su físico y mentalidad.—terminó su argumento haciéndome sonreír y negar al mismo tiempo.

—Interesante dato, Sherlock. Gracias por el ¿cumplido?

—Lo sé, soy impresionante. —fue su respuesta para después reírse conmigo.— ¿vamos?

—No puedo negarme a último momento. —me reí haciéndolo sonreír.— quizás sí.

—Ya verás que la pasarás genial.

—Enséñame qué tal. —el tono divertido de mi voz lo hizo reírse y luego guiñarme un ojo, otra acción distinta.

Nos adentramos a su auto minutos después, él empezaba a conducir, estaba sonando una muy buena canción paris de the Chainsmokers.

No tenía ni tanto tiempo de haber sonado por primera vez y ya me encantaba, estaba tarareando la canción cuando no pude evitarlo más, me deje llevar por la música y empecé a cantar sin importarme más, Sebastián reía cuando me veía dar pasos raros en un claro intento de bailar sentada, en especial tenía que mantener más la mirada en la carretera.

—¡Esa sí que es música! —le aplaudí totalmente alegre.

[...]

Cuando aparco en el estacionamiento más cercano, ambos nos bajamos llegando a la entrada dónde tendríamos que hacer la fila, aunque las ventajas de algo fueron que cuando Sebastián saludo al fortachón nos dejaron pasar.

Al entrar lo primero que pude percibir fue el olor del alcohol, sudor y el tabaco, lo típico de los clubes; la música era fuerte y ensordecedora, aún así me sentía animada, él tomó mi mano guiándome, mejor dicho, jalándome hasta la sala V.I.P.

Ya en dicha sala nos sentamos en los sillones y tras una risa al ver nuestras propias expresiones, empezamos a hablar con calma, no había sido tan malo venir.

Sabía algo principalmente, y era qué...

Esta noche la disfrutaría a lo máximo.

***********

One direction y las nuevas ediciones en los capítulos... pega juerte. 😂:(

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top