Cap.21 Sueño y él.
Respiro hondo disimuladamente tomando distancia y me recuesto en la cama, necesito calmar mis hormonas de persona ebria.
Amo el vino, pero tomarlo en aquella cantidad en lo que lo hice, me afectó mucho.
Podría cometer una locura, de la que claramente no me sentiría cómoda después.
No, cometer locuras de esa magnitud debe quedar en el pasado.
—Podría saber... ¿Por qué me trajiste a tu casa? —lo miro fijamente y él se encoge de hombros aún sonriente.
No puedo.
—Pues quedaba cerca y no quería dejarte así porque podrías pescar un resfriado. —me da una explicación algo razonable, afirmó con mi cabeza lentamente, pensando en que es la verdad y accedo a calmarme.
Sólo por el cansancio que siento sumando mis días sin descanso pasarme factura.
Estoy segura de que estaré bien aquí, por hoy.
—Vale... pues gracias por tu atención. —me adentro entre las sábanas cubriendo con estas todo mi cuerpo aunque ya tenga ropa y después removerme relamiendo mis labios resecos, respirando relajada.
Le escucho tragar saliva fuertemente, como sí se contuviera cuando se recuesta a mi lado.
Eso pasa cuando quieres jugar al inteligente.
Suspiro y él se acuesta por completo cubriéndose con otra manta, apaga las luces de las lámparas, decido hacerme la dormida siento como susurra algo y me atrae a él para abrazarme.
Suaves caricias van a mi cabello, logrando que me duerma en serio, sin poder entender que murmura antes.
Lindo hubiera sido sí no cediera.
Y el cansancio no me afectará hasta este punto.
Este chico...
Una noche lluviosa y estaba de regreso entre sus brazos.
[...]
Me despierto por besos húmedos sobre mi cuello y volteo a ver quién es el responsable de aquel cosquilleo.
Me encuentro con un sonriente pelirrubio quién aparte me mira pícaro.
Respira profundo.
Es lo primero que pienso.
Miro el reloj notando que marca las cinco y media de la mañana, es muy temprano.
—Bájale a dos sino quieres salir lastimado. —advertí con voz adormilada apretando sus mejillas suavemente.
¿Por qué me despertó?, estaba tan cómoda, lo jalo del brazo y lo acomodo a mi lado, como sí tuviéramos la confianza del mundo apoyó mi cabeza en su pecho.
—Em...
—Shh, loco que despierta a la gente a las cinco de la mañana sin razón alguna.
—Tenía mis razones. —respondió divertido.— pero no funcionaron, ahora vamos a dormir.
Estos deben de ser los efectos del sueño, me acaricia levemente un poco la espalda y me estremezco un poco al sentir su mano, hace pequeños movimientos circulares con mucha delicadeza y pues me termino durmiendo de nuevo al igual que él.
Ojalá esto no me traiga problemas.
Bastante tengo con haber roto todas mis reglas, cediéndole tanto permiso sobre mí.
Logan's POV
Apenas amanece, mi dolor de cabeza no se hace esperar, el sol me molesta en los ojos, pero cuando logró acostumbrarme entiendo que no estoy en casa, sino en un hotel, eso sólo podía significar una cosa.
Lo compruebo al ver a la rubia envuelta entre las sábanas, muerdo con fuerza mi labio para reprimir una queja que amenaza con salir desde lo más profundo de mi ser.
—Esto... —murmuró recordando cómo después de entrar por tercera vez al bar, bebí tanto que dejé que esa despampanante rubia bailara conmigo y acabáramos aquí.
No quería pensar en nada más, así que con rapidez me vestí notando como la rubia se despedía con una coqueta sonrisa abandonando la habitación al haberla despertado.
Masajee mis sienes calmándome por esta situación saliendo de la habitación, entré al ascensor a tiempo suspirando pensando en la llamada de mi asistente en ese instante.
"Los documentos de las finanzas al proyecto de Grecia desaparecieron."
Otro problema más que atender, un gruñido se escapó de mis labios a la par que abandonaba el ascensor y los recepcionistas se despedían de mí.
—Connor, tenemos un pequeño problema nuevamente. —fue lo primero que dije adentrándome en mi auto, en el asiento trasero mientras mi chofer empezaba a conducir.
—Define "pequeño", espero que sea algo menor de lo que imagino, amigo, ¡son las seis de la mañana!
Me reí ante su falso descontento cerrando los ojos por un segundo.
—Ojalá, pero no, ¿de qué te quejas si siempre estás despierto a esta hora?
—Nada perdía con hacerlo. —su tono burlón se perdió cuando carraspeó.— ¿Qué situación tenemos?
—Grecia, eso pasó. —refunfuñe mirando por la ventana.— te veo en mi departamento en una hora, debo atender unas cosas primero.
—Perfecto, revisaré el sistema en lo que resta de tiempo, ah, y Logan. Tienes buenas fotos en la primera página del diario con esa rubia. —se carcajea libremente.— me encargaré de eso, sólo porque soy tu amigo.
—No hablemos del tema. Te lo agradecería enormemente, nos vemos entonces, en una hora. —colgué la llamada bajándome del auto, con un asentimiento me despedí de mi chofer entrando a la casa.
Un vago recuerdo pasó por mi mente, ¿qué habrá sucedido con ese ángel que caminaba debajo de la lluvia?
¿Mi imaginación habría jugado conmigo?
—Señor Hale, el señor Collins llamó ayer pidiendo hablar con usted, dijo que era algo que quería tratar con tiempo.
—Gracias, Margarita. —asentí tomando el vaso de agua que ella me ofrecía junto a una pastilla.— era en serio en cuanto lo del día libre, así que tómenlo. —pedí con una pequeña sonrisa viendo a la señora mayor asentir con un deje de preocupación.— estaré bien, se lo prometo.
Ella me dejó solo en mi habitación después de una pequeña riña de su parte, por haber tomado tanto, pero en mi mente, ese ángel bajo la lluvia no dejaba de aparecer cuestionándome la realidad de las cosas.
Me duché rápidamente tomando otro vaso de agua, con la toalla envuelta únicamente en mi cadera, revisé la hora en mi celular suspirando hoy no podría hacer mi rutina de ejercicio, la reunión empezaría a las nueve de la mañana y ya eran las siete.
—Connor. —salude ya vestido entrando a la cocina, el rubio estaba preparándose un sándwich tranquilamente.— claro, si quieres también toma café. —ironicé y él se rió.
—Pues gracias. —se burló sirviéndose café señalando con su mirada una carpeta amarilla sobre la mesa.— la copia de seguridad sobre los informes de Grecia. —añadió mirando su taza de café.— hermano, la situación que tenemos no es para nada sencilla, siendo sincero, tengo a todo mi equipo investigando y... —tomó su teléfono y atendió la llamada.— Ethan. ¿Llegaron mis bolsos? —pregunto divertido y yo rodé los ojos.— ¿cómo?, ¿dónde la viste por última vez? —perdió su expresión divertida.— te informaré en unos minutos. —cuelga la llamada y nos despedimos, quedando en hablar con calma en unas horas.
Atiendo el teléfono cuando veo el nombre de Daniel en la pantalla, informándole que los veré a todos a las nueve y media.
Necesito entender que demonios me esta pasando.
*********
Ta ra ra.
Esto demuestra lo aburrida que estoy.
Tengan una muy buena semana de vacaciones!
los amoadoro un montón.
❤🍫
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top