• Flashback •

Emily's POV

•A los siete años•

Estaba jugando con mis muñecas favoritas hasta que repentinamente escuché que tocaron la puerta lo que me hizo dejar de mirar los pequeños accesorios de estas.

—Pase —respondí mientras le hacía un vestido a unas de las muñecas así concentrándome de nuevo en lo que estaba haciendo antes.

Cuando levante la mirada curiosa por saber quién era vi que se trataba de mi hermano mayor, Ethan el cuál tiene nueve años, mamá dice que algún día podré ser así de grande como él.

El recién nombrado se tiro sobre mi cama bufando con un total descontento, lo cuál me hizo sentir curiosidad.

—¿Qué sucede, Ethan? —pregunté levantándome del suelo, dejando las cosas que tenía en mis manos de lado, tomé asiento a su lado mirándolo curiosa por su forma de actuar.

—Verás, leoncita, hay vecinos nuevos y pues mamá  quiere que los conozcamos —murmura en total desaprobación aún acostado manteniendo su mirada fija en el techo, mi hermano tiende a ponerme apodos siempre, pero el que más le gusta es "leoncita" me dice así ya que no me agrada peinarme.

—¿Y cuál es el problema? —pregunté alzando una ceja en forma de confusión, los chicos de su edad tendían a quejarse por todo.

Era curioso.

—Que... sencillamente no quiero ir, Em. —me explica.— hoy quería ir a jugar con Cristian, pero no puedo porque mamá quiere que vaya a conocer a los nuevos vecinos. —dice en un tono cansado, casi irritado como papá cuando las personas de su trabajo no lo escuchan.

—¡Ay Et!, vamos ni que fueran monstruos o algo así, además sera divertido tener nuevos amigos. —le sonreí viendo cómo este se sentaba y colocaba una mano en su mentón pensando.

—Tienes razón, enana. —me da una amplia sonrisa dejando de estar de mal humor— ¿Qué haría sin ti?

—¡No me digas enana!—me quejé haciendo un puchero. —probablemente ser un amargado como el tío Hill. —este ríe negando y me despeina el cabello.

—Vale tranquila, leoncita; Arreglate para que salgamos a conocer a los nuevos, entonces.—su humor cambia drásticamente a estar alegre y entusiasmado, pero cuando está por salir de la habitación se queda quieto.—Ah, sí, vendrán a cenar —me informa antes de cerrar la puerta.

Como sí fuese un resorte salto de mi cama entrando a mi armario, termino encontrando un vestido color celeste pastel simple pero algo elegante como lo llamaba mamá, más unas zapatillas doradas.

Mamá siempre decía que debía estar presentable, pues era una princesa, la cual tenía que estar siempre por lo menos con un buen peinado y lo que quisiera de ropa.

Antes de seguir con mi búsqueda de cosas de que más usar, la puerta de mi habitación es abierta de nuevo, salgo del armario.

—¿Hemana? —Escuchó una voz pequeña, me giro terminando de cerrar el cierre de mi vestido y veo a mi hermana menor, ella aún no sabia pronunciar la "r" bien. 

Pues seguía siendo bebé.

—¡Sammy! —Le salude sonriendo acomodando las correas de mis zapatillas.

—¿Por qué vamos a conoce locos? —me pregunta con su pequeño ceño fruncido haciendo que ría un poco negando.

Mi hermano mayor está loco.

—Sam, no vamos a conocer locos, vamos a hacer nuevos amigos.—abre la boca en forma de confusión y sonríe dulcemente.— ¿Quieres qué te ayude a buscar tu ropa?—le doy una sonrisa a lo que ella asiente.

—Sí, pofa—Toma mi mano empezando a guiarme fuera de mi habitación.

—Está bien, yo te sigo. —le digo dejando que me guíe hasta llegar a su habitación.

Era como una mini adolescente.

Eso solía decir mi tía Amber.

[...]

—¿Leoncita, Sammy ya están listas?—escucho la voz gruesa de mi papá justo cuando termino de peinarle el cabello a mi hermana.

Lo intenté hacer similar a cómo mamá me había estado enseñando.

Ella se había ofrecido a ayudarnos a terminarnos de vestir en un principio pero me negué porque como niña grande ya podía arreglarme sola, aunque sé que vendrá a terminar de arreglarnos igualmente.

Mamá suele querer siempre vestirnos y arreglarnos como cuando éramos bebés, le emocionaba vernos crecer. Y yo me contagiaba siempre de su entusiasmo.

—¡Sí! —Terminé de acomodar el pequeño listón en el cabello de Sam, el cual al ser rizado como el de mi mamá lucía muy bien sin peinar por completo.

Papá abrió la puerta lentamente y sonrió al vernos, atrás de él escuche los tacones de mi mamá.

—Están hermosas mis dos princesas.—papá nos abrazo dejando un beso en la mejilla de cada una.

—Mis pequeñas ya crecieron —Mamá nos miró orgullosa pero se le cristalizaron los ojos, ella se aireó con las manos respirando profundo.

—No lloles mami. —Sam se acercó a ella en pequeños pasos.

—¡Ay princesita!, Están hermosas mis bebés. —le sonríe tomando a Sam entre sus brazos y papá a mí.

—Bajemos, ya que los invitados van a llegar —aviso papá haciéndonos sonreír a las tres.

—¿Dónde esta Etan?—Sam apenas estaba aprendiendo a hablar mucho mejor solo que me daba risa como le decía a nuestro hermano mayor.

—Es Ethan, bebé, y ya esta abajo jugando con Cris. —le respondió mamá en lo que bajábamos las escaleras.

Hoy iba a ser muy interesante el hacer nuevos amigos.

Espero que no se portaran mal como lo habían hecho las hijas de los amigos de papá, en especial Halley, que siempre hacía berrinches por no jugar a lo que ella quería.

[...]

—¡Mamá!, Ethan dice que hay monstuos en la cocina. —Sam corre asustada hasta mi mamá y ella niega frunciendo el ceño.

—Will, ¿podrías abrir la puerta? —mi madre mira a papá mientras ella va a la cocina con Sam de la mano, obviamente eso fue obra de los chicos.

—Esta bien, cariño. —le responde mi padre tomando dirección hacía la puerta.

Escucho varios pasos venir y me levanto del sofá de la sala de estar mirando con curiosidad las nuevas caras.

—Bienvenidos, señores Andersson—dice mi padre de forma cordial.—ella es mi hermosa esposa Selene y estos son mis hijos. Mi hija Emily, mi hijo mayor Ethan y mi hija menor Samantha —dijo presentándonos a los tres en el orden en que estábamos parados y luego a los señores Luthier que son los padres de Cristian saludaron. 

—Mucho gusto señores Collins, Ella es mi esposa Elisa y ellos son mis hijos, Luke el mayor, Orion el de en medio y mi hija menor Claralisse. —les sonrío a todos al igual que los nombrados.— Oh claro, y yo soy Justin.

—Mucho gusto señor Andersson y señora Andersson.—saludo mi madre sonriendo amable.

—Oh querida, por favor dime Elisa. —dijo la señorita Andersson.

Es muy amable.

—Vale Elisa, tú puedes decirme Selene.—le respondió mi mami de forma amable.

Oh vaya... hoy era un día perfecto!, Hasta que este niño llego.

—Bien, niños vayan a jugar. —Nos alentaron los adultos, Sam, Claralisse y Orion se fueron a jugar dejándome a solas con Luke.

  Genial, ¿no?

—Yo no juego con las niñas—se queja el recién nombrado y mi hermano se acerca junto a su mejor amigo.

—Juega con nosotros. —le ofrece Cris y él asiente dejándome sola.

¡Yo quería jugar videojuegos!

[...]

Y aquí estamos reunidos todos en el comedor junto los demás vecinos. 

Los señores Evans son muy amables y buenos.

La señorita Melissa es muy genial  y su esposo el señor Jhon también aunque es gracioso, pero no diría lo mismo de su hijo menor, Ivan.

Por otro lado su hermano mayor es lindo, se llama Brandon y tiene la misma edad de mi hermano.

Los señores thompson también son geniales.

Ellos se llaman Alex y Drew, tienen dos hijos y al fin hay una niña de mi edad, el chico se llama Nick y es de la misma edad que mi hermano, mientras que su hermana tiene mi misma edad, ella se llama Dana y es muy divertida, no le da importancia a los dos niños odiosos de Luke e Ivan.

Esos niños no hicieron una broma hace unos minutos.

¡Agh!, ya me caen pésimo.

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Los quiero💖
—Moon.