Cap. 1 ¡Nunca!
Tenía una vista tranquila desde la ventana, una de las pocas cosas que realmente me relajaban. El patio de nuestra casa siempre había sido mi refugio, con el césped verde, los árboles altos y las flores que mamá cuidaba con tanto esmero. Era un lugar donde podía escapar, donde sentía que todo estaba en su lugar. Pero hoy, algo era distinto.
Mamá y yo estábamos conversando de temas triviales, mientras ella tomaba un té hasta que decidió tocar un tema que prefería evitar: el amor.
Uno muy amargo para mí.
— ¡Mamá, por favor! —exclamé, apretando los labios mientras lavaba los platos—. Nunca voy a enamorarme —sentencié, sin atreverme a mirarla. Sabía que su expresión estaría cargada de esa mezcla de ternura y curiosidad que siempre me desarmaba.
Ella dejó su taza a un lado y empezó a ayudarme, pasándome los platos restantes. Sentía su mirada sobre mí, esa mirada que conocía bien, la que buscaba una fisura en mi firme negativa.
¿Enamorarme yo? Después de todo eso que pasé, eso no va a ocurrir.
—Emily, tienes que entender que no todos los hombres son iguales —expresó con cierta diversión y una suave sonrisa, firme en su acotación. Como si las palabras tuvieran poder para hacerme cambiar de opinión.
Sigo sin creerme que exista uno distinto.
Quizá exista alguien diferente, pero hasta ahora he conocido a más malos que buenos.
— Lo repito, mamá: nunca en mi vida me voy a enamorar. El amor es solo una farsa —suspiré algo irritada.— Yo sé lo que viene después; la chica se enamora, él la engaña, ella sufre, él vuelve, ella lo perdona... y el ciclo se repite.
El famoso círculo vicioso que mi progenitora aún no entendía.
— No todo es así, hija —dijo mamá con paciencia, como si no hubiera escuchado mi argumento mil veces antes.
Me perdí momentáneamente en una nube de pensamientos con el agua fría recorriendo mis manos como un recordatorio de la tranquilidad que la misma me transmitía.
¿Qué sentido tenía pensar en un sentimiento tan caótico?
— Mamá, por favor, no insistas. Nada ni nadie me hará cambiar de opinión —afirmé con más calma de la que realmente podía sentir en estos instantes.
—Ay, hija... —dijo con un suspiro resignado— Ya te veré dentro de unos años, pues aún no sabes lo qué es amar de verdad. La atracción y el amor nunca serán lo mismo, cariño, porque ese sentimiento que piensas que es amor... no lo es.
Hizo una pausa, su voz suavizándose con un toque de nostalgia al igual que su mirada perdida por pasto verde del patio.
— Sé que ahora no lo entiendes, pero cuando lo vivas, será algo único. No puedes seguir forzándote a ser una taza vacía o un robot para siempre. Algún día tendrás que permitirte sentir algo más.
Algo más sentí la última vez y no me fue bien.
¿Estaría dispuesta intentarlo?
—Es distinto, mamá. —ella negó, mamá solía tener una terquedad similar a la mía.
Mamá tomó su taza vacía y me la mostró.
— ¿Qué ves aquí?
— Nada —respondí, sin saber a dónde quería llegar— Solo un poco de té.
— No, cariño, mira mejor —dijo, abriendo el grifo y llenando lentamente la taza con agua—. Imagina que esta taza es una persona, llena de sentimientos. Pero cuando alguien la lastima... —dejó caer el agua de nuevo—, la persona cree que está vacía.
Ella me observó con atención y preguntó: —¿Qué es lo que ves ahora?
—¿Nada? ¿Unas gotas de agua?
—Cariño, no. Intenta de nuevo.
—¿Agua? —cuestione con confusión y ella negó sonriendo con dulzura antes de responder.
Señaló un par de gotas que quedaban en el fondo de la taza.
— Pero esas gotas siguen ahí. La persona piensa que está vacía, pero no se da cuenta de que aún queda algo. Y, con el tiempo, puede volver a llenarse.
Me quedé en silencio, procesando sus palabras mientras ella continuaba.
— A veces, creemos que estamos vacíos porque alguien nos ha lastimado, pero siempre hay algo dentro de nosotros que podemos recuperar. Lo importante es darnos la oportunidad de volver a llenarnos de algo mejor.
En varias ocasiones me preguntaba cómo mamá lograba hacer que cualquier ejemplo, por más simple que fuera, me dejara pensando. Aunque otras veces, me sentía más confundida que antes.
— Mamá...
— Shhh, escucha —pidió, dejando la taza en la isla—. Lo que trato de decir es que no importa cuánto trates de no sentir, todo sigue ahí, aunque no lo veas. La vida siempre te lleva a nuevos comienzos, y aunque encuentres lo malo, también verás lo bueno. Tú decides cómo equilibrar todo eso.
No supe qué decir. Sus palabras, como siempre, me habían dejado pensando más de lo que estaba dispuesta a admitir.
—Mamá de qué es...
—Me refiero a que no importa cuánto vayas a forzarte a no sentir absolutamente nada, todo seguirá ahí, no hay sentimiento fácil de obviar cuando conozcas a esa persona especial. —explicó sonriente.
Mi espalda sintió el escalofrío que recorrió toda mi espina dorsal por tal mención.
— Mamá, ya faltan tres días para que me vaya —dije de repente, intentando cambiar de tema. La conversación estaba empezando a revolver cosas que prefería dejar intactas, un recuerdo que necesitaba bajo llave.
— Lo sé... —su voz sonaba melancólica, y cuando gire a verle, noté esa misma tristeza en sus ojos que ya conocía. Me envolvió en un abrazo, y cerré el grifo del lavaplatos.
Por un momento, solo nos quedamos así, en silencio, dejando que el peso de la despedida se asentara.
—Me harás mucha falta, hija. —susurró con sentimiento, sin soltarme.
— Tú a mí también, mamá, pero tendrás a la enana —intenté animarla, refiriéndome a mi hermana menor, Samantha.
—Sí... —ella sonríe divertida por mi respuesta hasta que cae en la parte adicional de mi respuesta, y su ceño se frunce.—No le digas enana a tu hermana, Emily. —me reprocha y suelta una pequeña risa.
—Tranquila ma'. —una sonrisa divertida se asoma por mis labios al igual que el tono de mi voz, levantó mis manos en son de paz, añadiendo un factor importante.—Papá me cuidara, recuerda que ahí está mi hermano también.
Básicamente le recuerdo aquello, para que ella entienda que no estaré sola, porque piensa que me iré no lo sé, al otro lado del mundo.
—Lo sé, querida... es sólo que el hecho de que te vayas lejos no es lo mismo.—ella me mira triste.
—Mamá, iré a los Ángeles no a China.—bromeé, esperando que se riera. El nudo en mi garganta se hacía más grande, pero no quería que ambas termináramos llorando.— además vendré a visitarte. —ella ríe por mi comentario anterior, pero asiente con una sonrisa dulce.
Se limpia esa pequeña lágrima que se le ha escapado tomando mis mejillas con delicadeza.
—Está bien, mi amor, solo prométeme que no harás travesuras —dijo, esta vez con una sonrisa más cálida.
Oh vamos, no hago bromas.
Pero sí pienso en esto para no llorar por la separación que me toca ahora.
—Madre... ¿Travesuras yo? —exclamé, llevándome la mano al pecho con exageración—. Soy un angelito. —Mamá me miró con una ceja levantada, claramente sin creerme, y no pude evitar reírme. — Bueno... tal vez no del todo —admití, antes de que pudiera decir nada.
Ella ríe levemente al escuchar lo que digo, sé que quiere reírse a carcajadas, pues predije lo que diría.
—Menos mal que no hace falta decirlo. —una mirada divertida abarca sus iris azules, ella sonríe ahora mismo y eso me hace querer reír, pero no puedo porque estoy "indignada".
Ambas reímos, compartiendo ese último momento de complicidad antes de que el reloj me recordara que estaba atrasada.
—Bueno, mamá. —concluí antes de detenerme más.—Tengo que irme a alistar, o Dana me matará si no llego a tiempo —dije mientras subía las escaleras a toda prisa.
Estoy demasiado atrasada, confundida y algo alegre.
Ya era suficiente. Dejé los recuerdos amargos atrás y me concentré en lo inmediato: escoger qué ponerme. Pero, aun así, un pensamiento seguía rondando mi mente.
El amor de pareja está hecho para destruir.
Quizás no...
Quizás me estoy equivocando un poco.
*********
¡Hola!
•Nueva historia•
Bienvenidxs a este mundo de locura, síp
Sí es la primera vez que estás aquí o en una de mis historias aunque te intereso está jeje
(Voz de comerciante)
Pues bienvenidx
Quiero darte un pequeño spam;
Te aseguro que disfrutarás esta historia tanto como yo lo hago cuando la escribo, Logan Hale puede llegar a ser tu crush 🌚 bueno muchos de los personajes pueden ser tus crush
(Luke beio y hermoso 🌚😻)
En fin, sólo me queda decirte, disfruta mucho leyendo y pues sí encuentras un error ortográfico pues (estoy en proceso de edición con eso 🥴)
P.s. por acá aviso, los personajes están al criterio de su imaginación, ellos pueden ser cómo ustedes se lo imaginen, lo del reparto son los que a mí me parecieron más similares por así decirlo xD.
Ahora sí, disfruten su lectura;
Arepitas. ❤️
Gracias por apoyarme siempre en mis historias.
Los amoadoro
Nos vemos chamxs.
•||E D I T A D O||•
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