La sala de menesteres
Después del momento tenso entre los líderes de las serpientes y los leones el gran comedor siguió con sus ruidos normales de estudiantes hambrientos en un domingo, claro, lo más tranquilo que se puede con una rana neurótica entrometiéndose y una guerra inminente a punto de arribar, los integrantes del ejército de Dumbledore se mantenían a la espera que el trío de oro dejara la zona; cosa que estaban tratando de alargar hasta que terminara la hora del desayuno, sin esperar que casi al momento en el que Harry hizo el primer movimiento la buscadora de Ravenclaw entró al gran comedor en medio de lágrimas siendo llevada de la mano por una compañera, la chica antes poseedora de un enigmático cabello negro y lacio que resaltaba sus rasgos asiáticos ahora se encontraba con una horripilante permanente risada de hebras rosas chillonas que parecían serpientes vivas por cómo se movían de un lado a otro con el más mínimo movimiento.
—¿Qué demonios? —Ronald como siempre mando al caño sus modales y agradeciendo que se encontraba en la esquina de la gran mesa se volteó lo suficiente para escupir el último trago que le había dado a su jugo de calabaza, antes de comenzar a soltar carcajadas entre la tos y el esfuerzo de respirar, Hermione aún impactada solo daba una que otra palmada sobre la espalda de Ron tratando de evitar que se ahogara.
—Cállate, Ron, no te burles. —Hermione trató de mantenerse seria, pero la risa de su novio era demasiado contagiosa y ya tenía gruesas lágrimas rodando por su mejilla, lo vio esforzándose por tomar aire y solo pudo levantar la ceja cuando notó que el pelirrojo levantó un pulgar en aprobación hacia Draco Malfoy, quien se había levantado de la mesa con gracia y una sonrisa antes de asentir hacia el Wesley.
Oh, había sido Draco Malfoy, no le había costado sumar que era muy probable que Ron le había contado al Slytherin sobre la húmeda mala experiencia de Harry con la chica y si su pareja tenía razón sobre que a él le gustaba Harry seguro que Malfoy estaba muy molesto.
Salió del análisis al ver a la chica asiática con la clara intención de acercarse a Harry a llorar por la situación, por lo que tomó cartas en el asunto y rodeo el bicep del azabache, quedando sorprendida cuando Luna hizo lo mismo con el otro brazo.
Harry, creo que debemos irnos ya, antes de que Umbridge comience con sus rondas personales. —Detuvo al chico que seguramente no por amor a la chica, pero sí por caballería se acercaría a ver si la Raven estaba bien.
—Oh cielos, Cho. Las hadas debieron hacerte una mala broma, seguro Madam Pomfrey te curará pronto. —La rubia soltó al Gryffindor, caminando hasta su compañera de casa tomando su mano para llevarla a la enfermería, la chica solo miró a Harry con ojos brillosos, pero el de ojos verde estaba ocupado con Draco Malfoy cerca, quien al tener su atención le hizo una seña de que lo siguiera discretamente.
—Luna tiene razón Cho, ve a la enfermería, Luna te ayudará a practicar después. —El niño que vivió ni siquiera la miró directamente, rodeo la mano de Hermione con suavidad en una muda solicitud de que lo soltara, salió del espacio entre la banca y la mesa golpeando a Ron en la espalda en una señal de que estuviera alerta y lo siguiera.
Ambos chicos salieron lo más rápido posible buscando la capa de frío que el Slytherin portaba, aunque lo primero que notó Harry al girar la esquina eran esos cabellos rubios que parecían brillar como plata en hebras, corrió siendo seguido por Ronald hasta que fueron halados por una mano pálida y su mejor amigo por una más oscura.
—Tranquilo Potty, no soy un Dementor. — El tradicional golpe en la cabeza llegó haciéndolo resoplar antes de llevar la mano a su nuca. —Bien, Wesley. Suelta la sopa, necesitan un acceso por el tercer piso, no sé dónde está su sala de reunión; pero Vicent, Greg y yo hemos logrado evitar que el sapo husmee en ese piso, y al ver que exitosamente no han sido atrapados creo que me doy el mérito. —Una tos le hizo chistar la boca en un gesto nada que ver con un educado sangre pura—y de Blaise que no se le despega al sapo rosa.
—Bueno, sí, es mérito de Draquito. —El moreno con toda la confianza del mundo recargo su brazo en el hombro de Ron, que era unos centímetros más bajo. — Encantó las insignias de la brigada inquisitorial, ahora sueltan una vibración que se enlaza con la varita cuando nos encontramos a unos metros de distancia, lo suficiente para crear una distracción o un ruido llamativo para alertar a los demás.
—También utilizamos palabras claves en forma de especies de serpientes, ella lo ha escuchado tanto que lo considera un juego de palabras entre Slytherin´s, como un saludo, pero siempre comparamos una especie venenosa con una inofensiva para decir si el sapo está cerca o si no hay moros en la costa. — Blaise en ese momento se abrazó dramáticamente al de piel más clara y llena de pecas. —Draco nos ha puesto a estudiar tanto, que nos amenazó con usar su Serpensortia otra vez si nos equivocamos, y Potter no puede salvarnos con su sensual Parsel otra vez.
—Cállate Blaise, eres un deshonor para la casa de las serpientes si no te gustara el animal que nos representa.—El rubio se cruzó de los brazos mirando a su compañero y luego a su némesis.—Las serpientes son más dóciles que los leones si los comprendes, ¿No crees Potty-Potty?
Harry Potter sonrió hacia los chicos de la casa verde y plateada, tomó la mano de Malfoy dejando una moneda en ella, Draco lo miró ofendido, cosa que lo hizo reír mientras afirmaba sus dedos en rodear la mano más pálida, obligándola a presionar con sus dedos el galeón
—Aquí la hora y la coordenada, trae a los Slytherin en los que confíes, Malfoy—Draco observo por un segundo las manos de color más trigueño sobre su piel pálida, permitiéndose un segundo disfrutar el calor que le envolvió. —Entenderás que tendré que pedir una especie de garantía.
—Si te tranquiliza podemos hacer un juramento inquebrantable. —Blaise y Ron se miraron intercambiando gestos con los ojos, el mejor amigo del Gryffindor pudo confirmar con el mejor amigo del Slytherin que inevitablemente ambos se tenían unas vibras curiosas.
—Eh, no seas extremo Malfollado, tenemos nuestro propio método, y créeme, no te gustará como quedaría tu cara si nos traicionas. —Ronald río al ver el pánico del sangre pura que se llevó las manos a su rostro como si repentinamente se diera cuenta de a que se refiere el pelirrojo. —Mi existencia más preciada nunca, ahora váyanse que si el anfibio los está buscando empezará a sospechar al no encontrarlos, Potter entenderás si en algún momento debo fingir atraparte y que te den un castigo ¿verdad?
Creo que podemos planear una estrategia, Draco Malfoy. Zanbini, nos retiramos. —Harry tomo la muñeca de Ron comenzando su camino hacia la salida a un paso rápido, pero el de mayor altura se soltó un poco haciendo seña al pelinegro que saliera primero.—Malfollado necesito que me enseñes el hechizo que usaste en Cho Chan, la familia Wesley te lo agradecerá.
—Si los gemelos lo comienzan a usar para vender, voy a pedir la patente, Comadreja. Disfruta los galeones extra y compra unos jodidos chocolates para Granger.
—Oh, cállate serpiente celosa, por cierto, ¿Te molesta si le cuento a Ginny sobre tu gusto en ya sabes, elegidos? A ella tampoco le agrada Cho, así que está tratando de emparejar a Harry hasta con Luna. — Cuando vio la cara de Draco no dudo en levantar las manos pidiéndole tranquilidad.— Seguro que igual que yo te va a preferir a ti, ya me ha dicho que ustedes tienen demasiada tensión sexual acumulada.
Ronald solo río al ver las mejillas del rubio sonrojarse y a Blaise doblarse de la risa por su comentario, tomó el silencio como una muda respuesta y salió por la puerta corriendo a la sala común de Gryffindor.
Después de la cena los gemelos Wesley por indicaciones de Harry y Ron habían provocado un incidente en las mazmorras, los Slytherin habían sido sobre avisados, así que evitaron estar cuando los chicos llenaron de una masa similar al chicle las entradas, haciendo que la atención del profesorado se fuera a esa situación.
Los jefes de casa se habían aliado de una manera silenciosa con el alumnado, todos ellos ni siquiera se esforzaban en buscar un hechizo que desapareciera los efectos, solo las serpientes y alguno que otro alumno bueno en pociones podría descubrir que hasta Severus Snape mezcló algunas pociones en la masa para darle peores efectos, incluso pareció que los cuatro se aliaron en fingir que tenían que buscar una solución en sus despachos sobre todo cuando Dolores Umbridge quedó pegada en aquella masa rosa chillón que parecía del mismo tono de su ropa, dejándola ahí sin su varita para usar magia y con la brigada lejos en una supuesta ignorancia del evento.
Cuando la puerta de la sala de menesteres se abrió francesamente tarde, todo el ejército de Dumbledore quedó en un silencio sepulcral que continuó al ver entrar distintas cabezas con los colores de Slytherin en alguna prenda, pues era domingo y ninguno portaba el uniforme, pero era bien claro a qué casa pertenecían.
Draco Malfoy guiaba la caravana de serpientes con un gesto superior y una mirada segura conforme avanzaba hasta detenerse cuando escuchó la puerta cerrándose, en una silenciosa señal de que todos los Slytherin habían llegado.
Harry Potter bajó de la tarima con un fuerte pisotón, todo aquel que se había perdido la mañana en el gran comedor y no sabía de la tregua de los dos príncipes temía que una batalla se desatara, algunos incautos levantaron la varita, Draco resopló con disgusto cuando notó a la chica con parches rosas en el pelo hacerse la valiente, pero no se movió hasta que el príncipe de Gryffindor estuvo frente a él, levantó la ceja con sorna, sabiendo que este gesto molestaba a Potter, pero el chico solo sonrió mostrando sus dientes antes de tomar sus hombros con su brazo derecho jalándolo hacia su cuerpo, el aroma a lavanda, menta y algo más lo envolvió, el otro aroma era algo en su cabello, disimuladamente aspiro un poco más abriendo los ojos al reconocer el aroma
Manzanas, Harry jodido Potter usaba un shampoo de manzana y olía jodidamente bien, tanto que le daba hambre.
—Hermione trae el pergamino. Colín, ahora si quiero una fotografía. —Él más bajo río soltando al líder de la casa verde y plata.—Bienvenidos Slytherin, pido de su comprensión al firmar este pergamino, no puedo decirles las consecuencias, lo principal es que no pueden informar de esto a nadie o las tendrán y no será de su gusto, pero si quieren invitar a alguien tendré que hacerlo yo y Draco Malfoy deberá de evaluar antes al prospecto.
Vamos Malfoy firma primero, Colin trae la cámara, cuando todos estén listos quiero una fotografía, Malfoy vas al lado mío, joder se lo voy a restregar a Voldemort en su maldita tumba. —Todos quedaron un poco desconectados cuando vieron a Harry caminar de nuevo a la tarima, pero ahora tenía una vibra completamente distinta, su magia desbordaba más energía y sus ojos brillaban con confianza, Draco Malfoy siempre ha creído que esas esmeraldas estaban más cerca de un Avada que podría matarlo, no pudo evitar suspirar mientras miraba al pelinegro antes de pasar la pluma a Pansy.
—Malfoy, Malfoy. —Un escalofrío de temor lo recorrió de pies a cabeza cuando sus brazos se vieron apresados cada uno por un gemelo Wesley, joder, eso era de terror, vaya que le tenía respeto a ese par de locos. —Ronikis nos contó de algo. —Iba a matar a la comadreja por contarle a los dos zorros astutos de Gryffindor sus cosas.—Un negocio con tu broma del millón de galeones.
Oh, era eso, una sonrisa marca Malfoy apareció en sus labios, se soltó de los gemelos sacudiendo el inexistente polvo en su camisa, tomando una postura orgullosa, los miro con victoria en sus ojos.
—Seré generoso, solo el 10% por el uso del hechizo. —Al ver el entrecejo arrugado de los gemelos sonrió más mirando a cada uno —O mejor un 40 para mí y un 60 para ustedes
—Estás negociando al revés, deberías quitarte porcentaje—Los pelirrojos inclinaron sus cabezas tocando la una a la otra, confundidos por los datos— No, quiero ese porcentaje a cambio de una sociedad, les ayudaré en producción e inversión, no son malos en las materias que requieren, pero yo tengo experiencia en calidad y cantidad, así como el ingreso económico para aumentar sus posibilidades, Wesley´s
Los chicos sonrieron mirándose el uno al otro, comunicando en sus ojos su decisión.
—Voy a dedicarme a la medimagia, por eso he investigado varios trucos y plantas que les pueden servir, solo esa cantidad y yo como su socio, tendrán muchas cosas a su disposición entre ella las habilidades de mis Slys y claro, algunos privilegios-—Los ojos tormentosos brillaron y una sonrisa malvada apareció en esos dientes blancos.—La única cosa que pido más allá de mi porcentaje es que quiero que alguien sufra una que otra vez las pruebas de calidad de la mercancía.
Los mayores Wesley fingieron un escalofrío al mismo tiempo, pero sonrieron con esa marca tan característica de una travesura muy bien ejecutada.—Bienvenido a la familia, Draconis. —Ambos chicos extendieron la mano al rubio, quien en respuesta a su treta extendió ambas manos, así cada gemelo tomo una sacudiendo tanto al menor que se despeinó levemente provocando una queja.
El rubio estaba tan encimado en su trato que se sorprendió cuando una mano lo tomó del hombro y después apreso su muñeca jalando fuera de las garras de Fred y George. Potter lo tenía apresado arrastrándolo a la cercanía de la tarima.
Mi foto, Draco Malfoy—Levantó la vista de la unión de sus extremidades, notando que al parecer todos ya habían sido acomodados por el joven fotógrafo y solo faltaba él y los gemelos, un poco sorprendido se dejó llevar, Potter los coloco con él al frente, a su lado Ron lo miraba con picardía mientras tomaba la mano de su novia, quien solo le dio una sonrisa tímida, miro la cámara tomando una pose altiva, la cual se perdió cuando otra vez Potter decidió tomarlo por los hombros y pegarlo a su cuerpo haciendo que sus cabezas se tocaran.
Tum, tum.
Ronal Wesley lo miro con burla una vez que el niño que vivió se separó de él, quien al fin estaba preparándose en la tarima para comenzar la lección mientras los demás se agrupaban; solo levanto su dedo medio en una respuesta a las burlas, girando para evitar querer halar sus cabellos, cosa que parecía inevitable al ser recibido por la misma burla esta vez en los labios de Blaise.
Acaso sus mejores amigos eran también espejos de ellos mismos, por merlín, dejó caer su cabeza dramáticamente en los hombros de Pansy quien solo rio dándole palmadas a la vez que Astoria le pasaba un chocolate de un fino envoltorio.
—Por si se te bajaba el azúcar de ver a Potter en peligro otra vez. —Eso le hizo detenerse a la hora de abrir el empaque dorado como una snitch, miro con odio a la chica por recordarle el incidente después de que Potter se quemó el brazo al sacar el huevo del dragón. —Jamás olvidaremos tu desmayo antes de salir corriendo de la enfermería para buscar el tepezcohuite que estabas investigando por si Potter se quemaba.
—No era por Potter, como futuro Medimago claro que me preocupo por cualquiera que se hiera.
—Estuviste murmurando como poseído que Diggory se ahogara en el lago negro después de que le dijo a Potter que fuera al baño de prefectos. — Nott pico sin dejar de prestar atención a la palabrería del Gryffindor.
El recordatorio del Hufflepuf coqueteando a su amor no correspondido, solo hizo que girara a ver a Harry y a la tal Chan con coraje, haciendo que Potter lo mirara y levantara la ceja en una muda pregunta, lo descarto quitándole la vista lo que hizo que el pelinegro sonriera.
—Bueno, en esta lección tendremos que practicar algunos hechizos defensivos y de desarme, me gustaría comenzar con un hechizo sencillo pero leal. El Expeliarmus un hechizo sencillo, pero que les ayudara a desarmar a su enemigo, recuerden que más allá de la práctica y la técnica, la magia se encuentra ligada a nuestras emociones, sensaciones y creencias, así como las imperdonables dependen de los malos deseos, este hechizo trabajara a la par que tu voluntad.—A Draco Malfoy solo le quedo claro que más le valía a Potter volverse profesor cuando derrotara al narcisista sin nariz, tenía toda la madera.
Podría verlo, él podría suplir Madam Pomfrey cuando se jubilara, Harry sería maestro de defensas, estarían al lado de sus hijos cuando estos estuvieran el Hogwarts, eso sonaba muy bien, mismas vacaciones, misma zona de trabajo, hasta podrían compartir habitaciones y tener citas en la torre de astronomía.
—Primero comenzaremos con lo técnico, y después con la práctica, formarán parejas, pero habrá una rotación cada cierto tiempo, si encuentran una persona con la cual logran complementarse practiquen mucho juntos, pero también háganlo con todos los que sea posible, en una guerra no saben al lado de qué hombro tendrán que luchar. —ante lo dicho, los primeros en hacer caso a su líder fueron los valientes leones, quienes dieron el primer paso hacia los de la casa verde y plata, siguiendo el ejemplo de Neville de dar una leve inclinación de cortesía, como la que se debe de hacer ante un duelo.
Así, Harry comenzó junto con Hermione a mostrar a detalle el movimiento de la mano, la pronunciación, así como la rapidez y la fuerza de los gestos con la varita, usando al final como ejemplo el mismo desarmando a todos los Wesley presente a excepción de la menor quien hábilmente levanto un Protego al leer sus intenciones.
—Bien, practiquen con sus parejas.—inmediatamente todos comenzaron a acomodarse frente a sus pares siguiendo las secuencias, primero solo practicando el movimiento sin hacer ruidos, luego la pronunciación sola, hasta empezar a juntarlos y obtener leves resultados.
Ron observó como Cho chan parecía dispuesta a pedirle a Harry que le explicara y se emparejara con ella, pero no en su guardia, menos teniendo al rubio celoso cerca, hizo una señal a Ginny quien rápidamente se acercó a la asiática, con una sonrisa amigable la llevo al otro lado ofreciéndose a ser su pareja.
—Bueno Harry como ya me humillaste desarmándome sin aviso, por qué no me das el ejemplo con quien creo que no derrotaras tan fácilmente. —El de ojos verdes sonrió ante el reto, colocando una mirada desafiante a su mejor amigo.— Una rana de chocolate a que Malfollado te gana.—Ron fue directamente hacia Draco quien rompió en ese momento un ataque que lo tenía unido a Zanbini.—Malfollado, dos ranas de chocolate si le ganas a Harry.
Draco Malfoy sonrió con altanería, acercándose a paso lento al azabache, quedando frente a frente con ambas sonrisas de superioridad, disfrutando ser levemente más alto que el niño que vivió, pero ni siquiera parecía un poco amedrentado.
—¿Asustado Potter?—La sonrisa orgullosa de Potter encendió una chispa en sus ojos, si bien el pelinegro le gustaba románticamente, en cuanto Potter respondía con reto sus ataques algo dentro de su ser vibra con ansias de besarlo hasta que se quedarán sin habla.
——Ni un poco Malfoy. —Un escalofrío recorrió la espina dorsal del heredero Malfoy, haciendo vibrar su magia con emoción, se retiró de la cercanía con los ojos tormentosos brillando, haciendo una reverencia sin dejar de mirar aquellos ojos cautivantes, pero sobre todo manteniendo su sonrisa de superioridad, si está enamorado, pero tampoco se va a dejar ganar.
—Si gano yo Wesley me debe dos ranas de chocolate y mi tarea de herbología, obviamente revisada por Longbottom, Comadreja. Y tú Potter me deberás una cerveza de mantequilla y la tarea de transformaciones, pero si ustedes ganan les daré diez galeones a cada uno.—Extendió su mano con la varita en una elegante pose de duelo, dejando en claro primero sus intenciones de ganar.
—En ese caso quiero mi tarea de Pociones, Malfoy.—Esto hizo al nombrado rodar los ojos, Potter no era mal alumno, si solo fuera menos flojo en algunas materias y algo más cuidadoso y pulcro, seguramente le iría bien en pociones su padrino era estricto, pero sabía reconocer si había un talento.—Trato.
Harry Potter no sabía que Draco Malfoy había cambiado a efectivo el dichoso premio por Ronald, estaba en esa habitación por él, había comenzado su interacción con Potter por él y sabía que no aceptaría su dinero a menos que no fuera por una apuesta, pero jura por Salazar si termina saliendo con su León a ambos les haría un maldito cambio de vestuario, seguro que hasta Granger se lo agradecería después.
—Si usas tu famoso Serpensortia, definitivamente voy a hacer que te muerda, eh, Draco.—¡Maldición! El que haya usado su nombre lo distrajo, haciéndolo trastabillar cuando estaba a nada de lanzar un Rictusempra ahora su varita se encontraba triunfante en la mano trigueña.
Oh, esa sonrisa, Potter lo había hecho adrede. Una risa salió de sus labios, comenzando levemente, pero subiendo como la locura Black resonando en su sangre, confirmando que estaba jodido al darse cuenta lo clavado que estaba por el niño que vivió.
—Pequeña serpiente escondida que eres, eh, Potter y no hablo del Parsel.—Lo miro con rencor fingido ganándose una sonrisa de sorna y esos ojos llenos de orgullo, estuvo a nada de sacarle la lengua en un gesto nada sangre pura cuando los labios del chico se abrieron emitiendo un sonido siseante y que sintió que vibro en todo su cuerpo, sobre todo en cierta área de su adolescente anatomía.
—¿Que?—Jodido, jodido, ¿El parsel era tan caliente?
—Dije “Gracias, un cumplido si viene del el príncipe de las serpientes”
Salieron de su momento cuando un grito femenino irrumpió, Hermione se acercó velozmente hacia Cho Chan quien era afectada por un mocomurciélagos obra inequívoca de Ginny Wesley.
—Ugh no me vuelvo a meter con la comadrejilla, no quiero eso en mi linda Nariz. —Soltó el Rubio con asco siendo recibido por la angelical risa de Harry Potter y la escandalosa de Ronal Wesley, gozando como siempre no ser él la víctima——Olvidaba lo buena que era para ese hechizo afortunadamente no me ha tocado ser víctima pero George y Fred pueden dar fé de su efectividad.
Pero lo que más gozaba Draco es que Harry no hacía ni Santo y seña de acercarse a mirar a la chica de Ravenclaw, al contrario sus ojos seguían clavados en si, levanto la ceja y su mano derecha en una muda exigencia de su varita.
—Claro, su varita su Majestad. —Solo por bromear Harry tomó la varita ajena en una imitación de la postura del sangre pura y sus movimientos, replicando su tono de voz lleno de clasicismo Malfoy dirigió un Aguamenti quedando los cuatro testigos con el ojo cuadrado cuando un chorro de agua impacto en la cabeza de Fred Wesley.
—Maldito unicornio infiel. —Exclamó con indignación Draco tratando de no caer en pánico, miró a Ronald y a Zanbini sabiendo que los sangre pura captaron el significado, una risa casi irónica salió del pelirrojo cosa que Harry solo atribuyo a que el agua cayera en su hermano, por otra parte él solo dejó pasar que la varita le hubiera obedecido tan bien, sabía al observar a Neville que una varita que no fuera la propia podía ser muy problemática, pero ya estaba acostumbrado a las cosas raras en su vida y capaz solo era por su absurdamente poderosa magia.
—Oh Malfoy estás jodido. — Ron volvió a su cantarina seriedad, esta vez dirigiéndose a Harry. —Harry la clase terminó, Hermione no ha podido con el hechizo hay que llevar a Chan a la enfermería, Ginny fue descuidada, deja la llevó yo y tú acompaña a los Slytherin a las mazmorras, aún no hemos probado su camino. Malfollado espero mi tarea de pociones.
—Ja! Aposté la tarea de Potter, Ronald. Zanbini dale los galeones a la comadreja.
—Draco porque siempre mi dinero, maldita sea. —Aún bajo protesta el Moreno extendió al pelirrojo un montón de monedas dejándolas caer en el bolsillo que el chico abría con una sonrisa socarrona.
—La realeza no tintinea. — fue la respuesta del chico, haciendo un gesto en la mano para dejar de lado el asunto.
—Espero el dinero en mi baúl antes de medianoche o te rapo mientras duermes, Draco.
—¿Es una amenaza? Porque si estoy en peligro puedo llevar a Potter a dormir a mi habitación a que me defienda con su Expeliarmus. —Ágil como serpiente rodeó el bicep del peli negro con sus pálidos dedos, sonriendo al sentir la firmeza del músculo. —O incluso de la manera Muggle podría, ¿Harías eso por mi, no? —El chico pálido lo miró con una esperanza e inocencia muy bien fingida en la tormenta de sus ojos, haciendo que Harry mirará a otro lado tapando su boca con el puño y fingiendo una tos para evitar que notarán sus mejillas ligeramente rojas.
—Claro lo que necesites, Draco. —Esa respuesta solo hizo sonreír al mencionado, por su parte los mejores amigos de ambos se miraron, haciendo al mismo tiempo un gesto de asco, antes de alejarse a rumbos distintos.
—Los acompaño. —Harry suavemente se soltó emprendiendo camino hacia una parte de la Sala, donde un estandarte con el emblema de Slytherin resguardaba una puerta. —Nunca habíamos usado esta salida de la Sala, quiero monitorear qué tan cerca los deja de las mazmorras.
—Bueno, vamos, Snape no tarda en dar su ronda y como no hay brigada hoy por el accidente de Umbridge estoy seguro que estará atento. —Para Malfoy ni para el resto de las serpientes pasó desapercibido que el Gryffindor tomó su mano, halando a encabezar el camino a la salida.
Claro que escuchó las ligeras risas femeninas por su situación, pero no le importó, estaba encantado porque A) Su Crush le estaba dando la mano. B) Sabía que Harry era poderoso pero al ver la potencia del Lumus que los guiaba le quedaba claro el absurdo nivel de magia del elegido. C) Notaba como quitaba cualquier telaraña del camino que pudiera tocarlo, hasta las que no alcanzaba las quitaba con un rápido movimiento de varita, caballeroso como siempre.
Notó como Potter se detuvo, cuestión con la mirada cuando el chico le miró y antes de procesar era sujetado de la cintura, sus pies amoldados en los otros y en un giro como de baile se encontró al otro lado de un charco siendo dejado con un calor suave en la zona donde el elegido lo tomó.
Miro los pies de Harry ligeramente húmedos en el pantalón y seguramente el calzado, y antes de levantar la vista este ya había desaparecido el charco con su varita.
—Pudiste desaparecerlo desde el principio, Potty.—Ahora él tomó la mano del moreno, jalandolo a continuar el camino, siendo nuevamente reemplazado pronto en el frente para seguir quitando las telarañas e iluminando. —Eres fuerte para ser un poco más bajo que yo.
La mano de Harry se acentuó en su agarre, haciendo una leve caricia con su pulgar en la zona, Draco no podía mirar su rostro por la sombra del hechizo, así que no podía adivinar si era un tema sensible.
—No me alimentaba bien de pequeño, Draco, así que no crecí tanto como quisiera, pero últimamente trato de comer bien y hacer ejercicio, necesito crear resistencia para la guerra que viene. —Eso provocó un silencio, los Slytherin iban más atrás, dando algo de privacidad a su príncipe, esta vez fue la piel pálida quien apretó el agarre en busca de dar un silencioso consuelo o apoyo al Gryffindor.
—Harry, Gracias. —Eso hizo que se detuvieran y el nombrado se girará a verlo, su piel fundiéndose con el brillo del hechizo, dejando que los ojos verdes brillaban demasiado para el corazón de la serpiente albina. —No sé si es correcto decirlo, pero gracias por ser esperanza Harry. Tú no le debes nada a nadie, al contrario, el mundo mágico te debe más que a nadie, pero aquí estás dispuesto a salvar hasta a los que alguna vez fueron malos contigo.
Harry asintió volteando y comenzando de nuevo el caminar sorprendiendose al ya llegar a la puerta, en ese momento el rubio soltó su agarre dando unos pasos atrás para quedar a la altura de los demás integrantes de su casa.
Todos los presentes extendieron sus manos con las Palmas al frente, dando una elegante reverencia hacia el León frente a ellos con los ojos cerrados en señal de vulnerabilidad y respeto.
—Agradecemos tu ayuda Harry Potter, que esta deuda sea saldada cuando lo necesites. — Los ojos tormentosos del líder se abrieron revelando el mercurio que habitaba en esos orbes.
—Un Slytherin busca su auto preservación. —Habló Pansy Parkinson abriendo los ojos también—Un Slytherin es astuto. —Esta vez Zanbini imitó el gesto. —Pero somos leales hasta nuestros últimos días. —Crabble y Goyle siguieron al unísono. —Quien nos tiene como amigos tendrá nuestra lealtad eterna.
—Tu enemigo es ahora nuestro enemigo y tu amigo nuestro amigo. —Esta vez fue el chico que reconoció como Theodore Nott, el chico que salía con Neville. —Las serpientes nos mantenemos Unidos. —La voz llena de confianza de las hermanas Greengrass se hizo paso.
—Harry Potter nuestra lealtad está contigo. —Cerro el príncipe de Slytherin la promesa que él mismo aperturó, una brisa mágica pudo percibirse en el ambiente, era un juramento cosa que puso en pánico al chico que vivió.
—No quiero seguidores chicos. —La vergüenza resonó en la voz del chico cosa que hizo sonreír a Draco quien se acercó a tomar su mano.
—No Harry, no eres igual a Voldemort, él tiene a seguidores que le temen o creen sus falsas promesas.
—Tú nos tienes de amigos, ahora eres familia, Harry. —Canturreo Zanbini dejando en claro para las serpientes que era una insinuación por Draco, pero al no saber Harry solo asintió con una sonrisa afirmando sus manos con las más claras.
Soltó el agarre para disimuladamente quitar el rostro acuoso en sus ojos, antes de abrir su mochila tomando capa.
——Bien, llegamos. —Colocó la tela sobre sus hombros, riendo al escuchar un jadeo en común. —Ahora saben otro secreto de Harry Potter.
—Maldito bastardo especial. —El lider golpeó el hombro del otro con una fuerza media haciendo que sobara su brazo del dolor distraído en eso hasta que escucho la tremenda carcajada de Vicent, Greg y Blaise.
—¡La cabeza flotante de Potter! ¡Draco tuvo pesadillas por meses!
Si las miradas mataran cuatro personas estarían acribilladas.
—Vámonos que si Snape nos atrapa estamos muertos o encerrados en las mazmorras hasta que cumpla cincuenta.
Salieron en máximo silencio, dándose cuenta que el pasaje estaba a la salida del muro donde se escondía la entrada de la Sala común, agradecía la Sala de menesteres los había dejado tan cerca como para solo decir la contraseña.
Fue Draco quien dirigió el paso, sintiendo como algo halaba su capa, al parecer Harry iba a su lado tomando un parte de su ropa para evitar lo sospechoso que sería si su mano fuera invisible si Snape los atrapaba.
—Slytherin's —La fría voz resonó haciendo que los integrantes de la casa plateada temblaban. —¿Qué hacen fuera de la cama?
—Fuimos a las cocinas, profesor. —Habló Goyle dando un paso al frente. —Draco quiso chocolate caliente y yo aprendí a hacer una receta italiana, Blaise quería supervisar que no fuera a ofender a su nación.
—Y al final todos nos pegamos al viaje a la cocina, profesor. —Habló Pansy con timidez, Draco dio un paso adelante con una sonrisa que su padrino conocía. —Puedes preguntarle a Dobby ya conoces que no me diría que no.
El Profesor solo lo miro antes de apretar el puente de su nariz mirándolo con hastío.
—¡Adentro Ya! No me iré hasta verlos en su cuarto. — Clemantis
La gran serpiente apareció dando acceso a la Sala común de la casa verde y plata, Draco hizo un movimiento tanteando al Gryffindor metiéndolo a la Sala común.
—Sigue a Blaise. —Murmuró al sentir la calidez del Moreno antes de soltarlo al ser tomado por el cuello por su padrino.
Blaise, Nott y el escondido Harry llegaron primero a la habitación antes de que Snape entrara con Draco cautivo.
—Draco, escribe a tu padre, tiene preguntas y a tu madre también. —Miro a los chicos suspirando. —No se que están planeando con Potter, Draco qué más quisiera yo que tú y el chico solo peleen como adolescentes normales, pero ni él ni tú son normales ni son tiempos normales. Chicos confío en mis serpientes que van a protegerse, ustedes pueden cambiar las cosas
—Zanbini, Madam ha aceptado salvaguardar a las chicas de Slytherin que requieran de refugio. —Esto hizo que el nombrado asintiera, esperando hacer pronto una carta a su madre. —Draco el peso sobre tus hombros corre, Lucius tiene dudas, está preocupado por los rumores de tu amistad con Potter, está dispuesto a salir de ahí por ti.
—Gracias Padrino. —Harry Potter quedó de piedra cuando observó como Draco Malfoy abrazaba a Severus Snape, pensó que el profesor lo miraría raro pero en vez de eso le vio abrazarlo y darle palmaditas de consuelo en la espalda. —Bien, a Dormir, no permitiré cabeceós en la clase de pociones de mañana o sabrán que es tener los puntos menos de Gryffindor.
El azabache se fue ondeando la capa con gesto dramático, haciendo que al fin las serpientes soltaran el aire y el León infiltrado se quitará la capa.
—¿Es tu padrino? —Reclamo el pelinegro cuando al fin se Quito la capa, capturando al Malfoy por la cintura y jalandolo a la cama donde lo aprisiono con sus piernas, usando ahora sus manos para hacer cosquillas en los costados del Rubio. —Por eso tus jodidas calificaciones.
—Eh, Eh, no digas falacias Potter, ¡todo ha sido mi honesto trabajo! sueltame, sueltame que se me olvida el francés. —Grito el Rubio tratando de soltarse pidiendo ayuda a Blaise y Theo quienes solo negaron.
—Bueno Potter te quedarás a dormir.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top