Embelesado
Advertencias: Ninguna.
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Dos días habían pasado desde su terrible plática, Nakahara tuvo una misión exitosa, pero una confesión fallida, necesitaba arreglarlo, y lo habría hecho si Akutagawa no lo ignorará cada que podía.
"Akutagawa, ven, tenemos que hablar" lo encontró en un pasillo. El más alto no dijo nada, corrió cómo nunca imaginó debido al asma.
—¡Odio esto!— apretó los puños mientras evadía sus responsabilidades de ejecutivo.
Pasó gran parte de su rutina dando vueltas al asunto. "Quizá se arrepintió", "Le dió asco mi beso", "Solo estaba confundido, y es mi culpa por dejarme llevar" eran pensamientos recurrentes en su mente. Cansado de si mismo buscó el área de fumadores para hacerlo (no quería dejar el olor impregnado en su oficina).
—Chuuya-san— Higuchi le habló haciendo un pequeño saludo—. ¿Cómo está?.
—Bien... gracias— detrás de ella estaba el de gabardina negra.
—¿Va a fumar?— señaló algo obvio, mientras Akutagawa caminaba en dirección contraría al pelinaranja.
—Si, me gusta ser una aspiradora— soltó con sarcasmo—. Nos vemos después.
—Akutagawa-senpai mencionó que estabas tratando de dejarlo— las inocentes palabras detuvieron el paso de ambos mafiosos.
—¿Dijo algo más?— preguntó siendo presa de la curiosidad.
—Akutagawa-senpai siempre dice que usted es el más fuerte— agitó las manos emocionada—. Cuando fueron juntos a la misión dijo que era cómo ver a un dios.
—¡Cierra la boca!— uso su habilidad para tratar de cerrar la boca de Higuchi, pero Chuuya fácilmente la cubrió del ataque.
—¡Lo siento!— la rubia inclinó su cabeza una y otra vez—. No debí decir cosas personales.
—Tienes un ascenso, ahora, me llevaré a tu jefe, tómate el día libre, pequeña— una mirada casi sádica se pinto el Chuuya—. Ven conmigo, Akutagawa.
—Me niego— respondió el más alto.
—Es una orden ejecutiva, así que mueve los pies— avanzó con suficiencia hasta el elevador, dónde Akutagawa entró de mala gana pegando su cuerpo al frío cristal.
—Tan tétrico cómo siempre— canturreo alegre pensando en muchas formas de sacarle una confesión sincera de sus sentimientos.
—Esto es abuso de poder— se quejó aún queriendo guardar su distancia.
—¿Sabes que si es un abuso?, que tratarás de lastimar a Higuchi solo por decirme la verdad— el de sombrero era hábil.
—No, solo quería callarla— admitió en voz baja.
—Tenemos mucho que discutir— el sonido del viaje terminado los hizo bajar para caminar por el frío pasillo sin decir nada más. Una vez dentro, Chuuya cerró la puerta detrás de él.
—¿Qué quiere de mi?— preguntó el jóven de puntas blancas.
—Que me dejes de tratar cómo una plaga— suspiró profundamente dando pasos cortos hasta llegar al muchacho—. ¿Por qué huyes de mi?.
—No lo hago...
—¿Por qué quieres verme la cara de idiota?— algo rendido posó las manos sobre su cintura.
Akutagawa dudo un poco, hasta que se atrevió a mover la boca—. No debió pasar eso.
—¿Qué "eso"?— Nakahara hizo memoria rápidamente—. Bueno, solo fue un beso tampoco hubo algo más íntimo.
—No fue solo eso...yo nunca hice algo así, menos con alguien cómo usted— las mejillas antes pálidas ahora estaban color carmín.
—No quise robarte tu primer beso— Chuuya tuvo mucho peso en sus hombros, e incluso sintió una fuerte presión en el pecho—. Puedes tratarme cómo una basura por hacer algo así...
—Es que no somos pareja— intervino el más alto—. Está mal que las personas se besen sin ser pareja.
Una carcajada estallo en Nakahara, quien de inmediato comprendió que no lo evitaba por besarlo, en si era por la incomodidad de no saber cómo tratarlo.
—¡No sé burle!— el bochorno recorrió cada parte de su espalda, y prácticamente se convirtió en enojó que lo obligó a sujetar al superior por el cuello de su camisa.
—Yo tampoco quiero que tu primer beso sea por mi...devuélvemelo— Chuuya lejos de estar intimidado disfrutaba de la vista tan extraña—. Dámelo.
Ryunosuke en un acto impulsado por la lujuria lo hizo, unió sus labios con los del ejecutivo, quien sujeto su nuca para profundizar sus movimientos. Los ojos grises quedaron sellados por la vergüenza, mientras que Chuuya trataba de tener una pizca de pudor para evitar meter su lengua en medio del beso, y lo consiguió.
—Bueno, supongo que ahora podemos hablar cómo adultos— el pelinaranja jadeaba pero no tanto cómo Akutagawa—. ¿Hay algo que deba saber?.
—Me gusta, y me gusta cómo me trata— El más alto giró para no ver su rostro reflejado en las lagunas azules brillantes—. Me gustas...
—Bueno, también me gustas— sonrió victorioso—. ¿Serás mi pareja?.
—¿Qué?— el de cabellos negros se congeló por un instante—. Es imposible.
—¿Por los prejuicios?— frunció el ceño algo decepcionado.
—Es mi superior— tosió cubriendo parte de su cara, no era capaz de hablar sobre lo único que tenía en el pensamiento.
—No trabajas directamente conmigo, yo creo que podría funcionar— se estiró lo suficiente para dejar su propio sombrero en la cabeza del más alto—. Si me rechazas, de todas formas me haré cargo de quién te moleste.
Akutagawa temblaba buscando claridad en su mente que ahora distorsionaba la realidad.
—Vayamos lento...no quiero aturdirte— carraspeó tratando de aliviar la tensión que podía tocarse en el aire—. Comencemos con no evitarnos.
—Yo pensé que solo me besó por lastima— admitió en un susurro—. Por eso no pude corresponder, pero quería hacerlo.
—Que chico tan inseguro— lo abrazo por la espalda quedando su cara a la altura de su omóplato—. Me gustas, eres una persona extrañamente agradable y hermosa. No te bese por lastima, jamás haría algo así.
El de gabardina sentía su corazón en la garganta, su cuerpo tenía unos cuantos espasmos, sus manos comenzaron a sudar y sus ojos a ponerse rojos. Chuuya Nakahara, la persona a quien le pertenecía gran parte de sus pensamientos ahora le correspondía.
—Gracias.
—El cariño no se agradece, mocoso— sonrió apretando más sus costillas—. No me des las gracias por hacer algo que disfruto.
El momento fue interrumpido por la tos del más jóven, que avergonzado quiso huir a esconderse. Chuuya soltó una rosal nasal para retenerlo entre sus brazos.
—Bebamos un poco de té. Tengo uno aquí en mi oficina, es para los dos.
Tengo otra historia de ellos en borradores, una vez que inicias en el ChuuAku no hay vuelta atrás.
Yo leo mucho romance bien dulce, así que si, cosas empalagosas para personajes rotos es lo mejor que hago.
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