Recuerdos del Pasado
Había una sola razón para que Kuchel se comportara de esa manera y se sintiera temerosa. Levi no podía entender que ocurría con su madre, porque de pronto estaba tan preocupada. La mujer acarició sus brazos y fue hasta la ventana de la sala y miraba a la nada en realidad.
—Es...— dijo y luego se volvió a mirar a Levi — es sobre tu padre...
La mujer empezó a jugar con su largo cabello tratando de ocultar su enojo.
—Una de las mujeres que trabajaba conmigo en ese burdel, me llamó para decirme que tu padre llegó preguntando por nosotros — la mujer estaba luchando contra el impulso de echarse a llorar.
Era una parte de su vida que deseaba sacar de su cabeza a como fuese.
Flash Back:
"Su madre, mucho tiempo atrás, había trabajado como prostituta en un burdel de los suburbios de una ciudad que existía bajo tierra de una ciudad ya olvidada. Y durante una de las visitas frecuentes de clientes que pagaban por acostarse con ella, terminó embarazándola, y aunque no esperaba que ese cliente se hiciera responsable, ese hombre la había tratado peor que a lo que se dedicaba, y siempre le decía que debía abortar a ese niño.
Pero ella había tomado la decisión de dar a luz a ese niño y cuidarlo. Pues ella pensaba que el bebé no tenía culpa alguna de haber sido producto de un miserable que solo buscaba entretención en los burdeles.
Tras haberla embarazado, ese hombre se aseguró de que nadie supiera nunca de la existencia de ese niño, y por siete años, y cuando Kuchel dio a luz, el hombre le arrebató al niño, al que encerró en el subterráneo de su hogar, alimentándolo únicamente con agua y pan duro.
Mientras que Kuchel, buscaba incansablemente a ese hombre, se encontró con su hermano, quién sin dudar le tendió una mano, cuando sus padres le habían dado la espalda toda la vida.
Y con la ayuda de Kenny, retomó la búsqueda de su pequeño hijo sin tener resultados.
Tras siete años de incansable búsqueda, su hermano recibió información de que un hombre había abandonado una residencia, luego de que la policía recibiera información sobre un posible secuestro a un menor.
Como Kenny pertenecía a la policía, no le fue difícil conseguir un permiso para allanar la casa abandonada, y acompañado de sus colegas, pudieron al fin entrar a aquella casa y tras revisarla completamente, encontraron en el sótano a un niño moribundo, que estaba casi en solo el pellejo. Su nivel de desnutrición y deshidratación eran alarmantes, y de inmediato el menor fue llevado hasta un hospital.
Kenny informó a Kuchel sobre su pequeño, y en las condiciones que este había sido encontrado... Desde entonces, Kuchel dejó del burdel y dedico su vida a trabar de manera digna y ganando dinero para criar a su hijo que al fin volvía con ella..."
Fin Flash Back:
—Mamá... ¿te hizo algo ese maldito? — preguntó y un dejo de rencor escapó de entre su tono de voz. Levi odiaba con todo su ser a ese hombre. Lo odiaba a tal punto que si lo tuviese frente a él, era capaz de asesinarlo y aun así, no estaría satisfecho al intentar hacerle pagar por todo lo que su madre había sufrido mientras no descansaba en su búsqueda por encontrarlo.
—No mi amor, no me ha hecho nada, pero quiere verte. Dice que quiere ver al niño que abandonó hace ya más de veinte años...
—No me importa. No tengo interés en conocerlo, no tengo padre, solo te tengo a ti y tú eres todo lo que necesito— dijo y dio un golpe en la cama.
Su madre empezó a llorar.
—No llores...— dijo y se levantó de la cama para ir con ella y abrazarla, odiaba que su madre llorara, no lo merecía, él le estaba muy agradecido por todo.
—Perdóname por no darte una familia como se debe...— lloró la mujer, pero Levi la silenció con sus palabras.
—No tengo nada que perdonarte madre, me diste la vida cuando pudiste librarte de mí...— la mujer lo abrazó al tiempo que acariciaba la espalda del joven.
—Olvídate de él, si vuelve a intentar encontrarnos yo mismo me haré cargo si insiste en acercarse a nosotros— besó la cabeza de la mujer.
Levi recordaba toda su infancia, y era tal como su madre, algo que había decidido dejar en el pasado y ahí pretendía que siguiera.
—Regresa a la cama Levi— dijo la mujer y llevó al joven hasta ésta — necesitas descansar, no te preocupes por mí, estaré bien... estaremos bien.
Su madre lo mimaba como cuando era un niño, como cuando despertaba en mitad de la noche a causa de las pesadillas que tenía con frecuencia debido a la crueldad con que aquel hombre lo había tratado.
—Quédate en casa— dijo — estarás mas cómoda ahí que en un hotel— la mujer acepto.
Su madre regresó a casa tras unas horas de haberlo acompañado. Pero Levi se había quedado preocupado.
El mal estar de la gripe poco a poco iba desapareciendo, y Levi empezaba a recuperar su energía, tras varios días soportando la agresividad de aquel refrío. Llamó al salón como cada mañana, y lo mismo hizo con el hotel, e informó que ya estaba mejor y que regresaría pronto al trabajo.
Luego de su desayuno (media marraqueta y una taza de té normal) Levi, tomó el libro que Historia le había regalado y empezó a leer.
Un suave golpecito en la puerta de su cuarto, lo obligó a apartar la vista de su libro. La puerta de su sala se abrió con suavidad.
Por ella entraba Erwin, ataviado en una bufanda azul marino, un abrigo negro y sus manos enguantadas. Por lo visto, afuera estaba haciendo mucho frío, pues las blancas mejillas del hombre estaban rojas.
—Señor Smith que está haciendo usted aquí...— se extrañó Levi.
—Señor Ackerman, me alegra ver que ya luce mejor— miró la mano vendada del joven — ¿Cómo está su mano?
Levi levantó su mano ante su rostro y la examino. Ya no dolía como el día anterior pero si de vez en cuando unas punzadas se hacían notar en ella.
—Bastante mejor, gracias— respondió algo confundido — ¿Cómo es que le permitieron entrar? — quiso saber.
—Estoy autorizado, no tiene que preocuparse, y lamento si estoy invadiendo su privacidad, pero estaba preocupado por usted y vine a confirmar que estaba ya mejor.
—Pues si... estoy bien, gracias por su preocupación.
Guardaron silencio un momento, al tiempo que ambos evitaban mirarse.
Luego de un silencio incomodo, Erwin carraspeo antes de hablar.
—Y dígame ¿para cuándo le dan el alta?
—Espero que sea pronto, no me gustan los hospitales...— dijo, pero de pronto Erwin presionaba un botón en el auricular que llevaba en su oído.
—Si me disculpa señor Ackerman...— y abandonó la sala otra vez.
El ver a ese hombre repentinamente en aquella sala, tomó sin duda por sorpresa a Levi. Volvió a tomar el libro para seguir leyendo, pero no pasó mucho para que Erwin entrara otra vez.
—Lamento haberlo molestado, me alegra saber que ya está mejor. Recupérese del todo y descanse por favor, lo espero en el hotel cuando crea conveniente retomar su trabajo. Que tenga un buen día.
—Si...— fue lo único que dijo y Erwin tras regalarle una sonrisa abandonó la sala.
Confundido por tan extraña visita, intentó leer otra vez pero le fue imposible, así que encendió la televisión.
A eso del medio día su madre llegaba junto a su tío para visitarlo.
— ¿Qué sucede Levi? Estas extraño...
—Recibí una visita bastante extraña la verdad— dijo.
Kuchel se espantó.
—Mi jefe vino a visitarme...
— ¿Tu jefe? — preguntó Kenny.
Era un hombre alto, de melena hasta los hombros y peinado hacia atrás. Tenía ya sus años y eso se notaba en su rostro lleno de arrugas.
—Sí, el nuevo dueño del hotel, es mi jefe.
Entonces Kuchel le prestó su total atención.
—No sabía que habían vendido el hotel en que trabajas, tienes suerte de tener el salón, pero lamento la suerte de tus compañeros...—
—No los despedirán, el señor Smith y Pixi me aseguraron que no piensan cambiar el personal, por lo visto estamos bien recomendado— cubrió su boca para toser.
— ¿Te sientes bien? — pregunto Kuchel al ver que el joven empezaba a toser un poco.
—Sí— respondía él mientras bebía un poco de agua — estoy bien.
Momentos más tarde llegaba una mujer con una carriola en la que traía el almuerzo y detrás de ella, venía el médico de turno.
Pidió a Kuchel y a Kenny que abandonaran la sala para poder examinar al joven.
En el hotel las cosas empezaban a calmarse, puesto que para esas fechas, las reservaciones ya estaban al tope.
—La próxima semana, ya será navidad y podré descansar— decía Connie.
—Haremos una fiesta de navidad en mi casa, y están todos invitados— decía Historia — será divertido.
Erwin entraba por la puerta del hotel, luego de haber estado toda la mañana fuera y luego de haber visitado a Levi.
La nieve volvía a caer y el frío se intensificaba a medida que pasaba el día.
Tras saludar de manera rápida a los chicos que estaban en la recepción, subió raudo hasta su oficina dónde buscó unos papeles que necesitaba para poner al día la documentación del hotel antes de que iniciaran las vacaciones.
Dos días después, Levi era dado de alta y llevado a casa, luego de unas indicaciones a seguir mientras estuviera en casa.
—Reposo por al menos dos días más y ya podrá regresar a su rutina.
—Me ocuparé de él, no tiene que preocuparse— dijo Kuchel colgándose del brazo de su hijo.
Llamaron un taxi para ir hasta el apartamento de Levi, dónde la policía llegó luego para tomar su declaración para continuar con la investigación. Kuchel, había impedido que lo molestaran mientras había estado internado.
El apartamento estaba reluciente, no había rastro de que hubiera sido destruido por unos delincuentes. Todo estaba en completo orden.
Farlan e Isabel lo visitaban cuando podían después de atender el salón.
—Deja todo en nuestras manos Levi, tú descansa, te exiges demasiado.
—Con dos trabajos como los tuyos cualquiera colapsa— decía Isabel.
—Estoy acostumbrado, no es un problema para mí...— decía mientras se metía a la cama — ¿Cómo van las cosas en el hotel? ¿Han sabido algo?
—Por lo visto las cosas están más tranquilas, no dudo que las reservas este ya al tope, suele pasar en estas épocas de festividades—
— ¡Isabel! — Se oyó de pronto la voz de Kuchel — ¡¿Serias tan amable de ayudarme un momento por favor?! —
—Ya regreso— dijo Isabel se levantó de la cama rápidamente para abandonar la habitación.
Cuando quedaron solos Levi pregunto:
— ¿Qué has averiguado de ese hombre? — dijo sin titubear.
—Bueno, no he tenido mucho tiempo pero tengo algo de información.
Se levantó y se cruzó de brazos.
—Hace seis meses que está viviendo en la ciudad, es hijo único de la afamada familia Smith, una de las familias más ricas y poderosas del país. Su padre actualmente está en el extranjero, pero su madre está aún aquí— dijo y llevó su mano hasta su mentón pensando — de momento no he podido averiguar más sobre él—
—Ya se me hacía conocido el apellido Smith, pero no sabía que era hijo de esas personas— dijo Levi también pensativo.
—Por ahora descansa. Trataré de investigar un poco más, así que déjamelo a mí, conseguiré la información que necesitas—
—Bien— dijo y se acomodó entre las mantas, realmente se sentía aún muy cansado —te lo encargo entonces—
Farlan se despidió de Levi y finalmente abandonó la habitación.
En la cocina estaban Isabel y Kuchel que platicaban animadamente mientras bebían una taza humeante de café.
—Nosotros ya nos vamos Kuchel, Levi ya debe haberse dormido, Isabel, deberíamos regresar, ya es tarde— dijo mientras la besaba con cariño en la cabeza.
—Es cierto— decía ella mientras devolvía el beso — ya es tarde y seguro está cansada Kuchel.
Tras agradecer por el café, ambos jóvenes se fueron dejando a Kuchel sola y bebiendo su café mientras miraba un momento la televisión.
Mientras revisaba su cartera, encontró la tarjeta que Erwin le había dado el día en que habían asaltado a Levi.
Fue hasta la habitación del joven, donde lo encontró profundamente dormido.
—Regresaré pronto Levi— susurró y sonrió.
Tomó el teléfono y marcó el número que allí había. De inmediato su llamada fue contestada.
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