Segundo intento, y no, ya no se trata de confesarse, ahora se trata de conseguir aquel beso, y TaeHyung estaba dispuesto a pagar por ello.

Ambos se encontraban en la cama del mayor viendo una película, estaban sentados uno al lado del otro. Aunque cierto chico no estaba viendo la televisión, en su lugar veía con atención el rostro del rubio.

Éste se volteó al darse cuenta de la fija mirada contraria.

—¿Sucede algo?

—Hyung, béseme.

—Pero yo ya-

—No, hyung —interrumpió—. En los labios.

JiMin se mostró nervioso ante esa declaración, se sentía confundido y no podía encontrar una razón por la que TaeHyung pediría algo así.

—¿TaeHyung, por qué-

—¡Le pagaré!

Y es que TaeHyung nació para interrumpir cada cosa que dijera su mayor.

—¿Me quieres pagar por un beso?

El pelinegro frunció el ceño.

—Preguntas lo obvio, vamos, te daré cien wones esta vez.

—TaeHyung, las personas no pagan por un beso.

¿Quién dice que no? Él está dispuesto a darle todo su dinero a cambio de un beso.