—¿No te parece curioso?

NamJoon hizo el ademán de hablar, pero volvió a cerrar la boca. Repitió el mismo gesto aún sin decir nada. Veía con incredulidad a su amigo todavía sin comprender cómo es que no se había dado cuenta.

Por su lado, JiMin se lo tomaba con mucha calma.

En los últimos días su querido dongsaeng ha tenido peticiones extrañas, más bien solo una. Un beso.

¿Por qué querría un beso? Y sobretodo de él. Al menos tuvo la suerte de que no se lo pidiese a otro de los chicos, definitivamente JiMin no se sentiría cómodo con eso.

—JiMin —empezó después de encontrar el habla—. ¿En verdad no te das cuenta?

—¿De qué? —el rubio lo miraba sin entender nada. Tomó una de sus papas para llevarla a su boca, pero el manotazo de NamJoon se lo impidió.

—¿Por qué crees que TaeHyung te pidió un beso? ¿Por qué crees que insiste tanto? —NamJoon abrió los ojos como si de esa forma pudiese hacerlo entender.

—Supongo que por curiosidad, TaeHyung nunca ha tenido una relación —de verdad JiMin creía que esa era la verdadera razón—. De hecho, jamás lo vi interesado en algún chico o chica, quizás se deba a que pasamos mucho tiempo juntos, algo así como... ¿siempre?

El castaño tomó un gran respiro para echarle en cara las verdaderas intenciones del menor, pero JiMin continuó hablando.

—Creo que le quito la oportunidad de conocer a otras personas, pero es que de verdad disfruto de su compañía —bien, ahora estaba divagando. No se dio cuenta de lo que decía, simplemente lo dejaba salir—. A veces es tan tierno que solo me dan ganas de apretarlo entre mis brazos, aunque tiene una madurez increíble. También me gusta pasar las tardes con él, solo hablando de cualquier tema.

—Oh —soltó NamJoon con una sonrisa pícara—. Parece que tenemos a cierto chico enamorado.

JiMin salió de su trance, se quedó pensando demasiado en TaeHyung.

—¿Quién? —preguntó.

Su amigo borró la sonrisa al instante. Sus labios formaron una línea a la vez que veía con algo de enfado al de Busan.

—¿Ni siquiera te das cuenta de tus propios sentimientos?

—¿De qué estás hablando Nam-

—¡Por el amor de Dios, Park JiMin! —exclamó perdiendo la poca paciencia que le quedaba—. Admite que tienes sentimientos por TaeHyung.

JiMin abrió los ojos con sorpresa, su corazón empezó a latir deprisa sin ninguna razón. Tardó un poco en procesar las palabras de su mayor.

—¿Sentimientos como el cariño? —preguntó con duda en la voz.

—Más que eso, puedes estar enamorado de TaeHyung —ya está, se lo dijo directamente—. O puede que no, tú solo piénsalo.

NamJoon se fue dejando a JiMin con un montón de pensamientos confusos.

¿Está enamorado de TaeHyung? Ciertamente se sentía bien a su lado, pero creía que era simple cariño, aquel que se le tiene a un amigo. O tal vez se debía a que estaba tan acostumbrado a estar con él que no consideró sus sentimientos.

La idea del beso llegó a su mente. Aunque al principio fue algo que le sorprendió mucho, no negaba que era una idea interesante.

¿A quién engaña?

Si había imaginado juntar sus labios con los contrarios. Y no duda de lo bueno que sería.

—Mierda —levantó la mirada dándose cuenta de algunas cosas—. Si que estoy jodido.