Capítulo 9

La promesa

Miró nerviosa sus manos, mientras miraba al hombre que buscaba en su caja fuerte sacando dos sobres blancos. —Mia signora — le llamó el gerente del banco D'Monte encargado de la sucursal en Italia (Mi señora). —Questo é ció che mi hai chiesto di salvaguardare diciotto anni fa — dijo el hombre entregándole los sobres a la mujer que suspiraba y asentía, era el momento no lo sabía, pero debía cumplir una promesa (Esto es lo que me pidió que resguardara hace dieciocho años). — Grazie— dijo la castaña retirándose de la sucursal del banco para subirse al auto que la esperaba (Gracias).

Flash back

Mirando hacia todos lados, asegurándose que no la seguían, entro a la cafetería mirando a la mujer que se encontraba en una de las mesas, que al percatarse la miró con una sonrisa amable. —Cosí lungo— saludó la chica castaña y ella suspiró profundamente (Tanto tiempo). —Susana— mencionó la italiana que ya se encontraba tomando su café. —Necesito tu ayuda urgentemente— dijo la pelinegra. — Sé que Adriana confiaba en ti, y no puedo dejar esto en manos de nadie más— dijo Susana sacando dos sobres blancos, confiaba en la italiana frente a ella, era la mejor amiga de Adriana cuando estaba viva. — Es de vital importancia que los resguardes donde nadie pueda encontrarlos— dijo la pelinegra confundiendo a la chica castaña que la miraba preocupada. —¿Qué sucede Susana? — preguntó la castaña agarrando los sobres blancos. —Por ahora no puedo decirte nada, pero que nadie mire esos sobres hasta que sea el momento— comentó la pelinegra con lágrimas en los ojos y la italiana asintió. —Prométeme que cuando llegue la hora esos sobres llegaran a sus respectivos dueños— dijo Susana y la castaña guardó los sobres en su bolso. —é una promessa— contestó la italiana mirando con preocupación a la mujer que trabajó prácticamente toda su vida con Adriana Santino su mejor amiga (Es una promesa). —Necesito otro favor Gabrielle, estoy segura que mi vida corre peligro, necesito que protejas a mi hijo, que te lo lleves a Italia contigo— mencionó Susana llorado. —Te lo suplico, protégelo solo puedo confiar en ti— continuó la pelinegra entregándole una foto de su amado niño. — Se llama Pablo— añadió la chica que sabía que su vida estaba a punto de terminar, era cuestión de días.

Fin del flash back

—Signora D'Monte ¿dove ti porto? — preguntó el chofer y ella suspiró profundamente (Señora D'Monte ¿Dónde la llevo? —Aeroporto — contestó mirando hacia la ventana; su estancia en su país natal había sido corta, pero debía volver con urgencia (aeropuerto).

—¿Necesitas ayuda? — preguntó el chico y ella sonrió con amabilidad. —Eres muy gentil Julián — dijo la chica castaña agarrando su bastón. —Grazie— dijo dejándose llevar por esas manos en su cintura caminando hacia su próxima clase en la universidad. —Eres muy amable como tu hermana— mencionó Dalia cuando ya habían llegado al aula. —No fue nada principessa — contestó el joven Gallardo. Quizás ella no podía ver, pero si podía sentir a las personas y ese chico estaba removiendo algo en su interior. —Después de todo ya somos una sola familia— mencionó el chico castaño casi tirando a rubio; y la joven D'Monte sintió un punzo naso en su pecho, aunque no sabía porque, él tenía razón sus familias se habían unido a través de la boda de su primo con Sarah. 

¿Qué será el contenido de esos sobres? tantas interrogantes mis amores, esperando a ser descubiertas ¿Qué escondía la verdadera madre de Pablo? y ¿Quién será esa tal Adriana Santino?. 

Huelo a romance; no lo sé... 

Les quiere Yarlin💜

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