XXXVIII "Amigos con derechos"

Pequeño aviso (?: este capítulo contiene lemon (+18 ). Si no quieren leer esa parte pueden saltearse hasta donde vean los guiones (-------------)


Mientras se besaban apasionada y desesperadamente, Budo de a poco le iba levantando su remera. Ayano le ayudo un poco para que él pudiera quitársela.

Comenzó a besarle su vientre, a la vez que con sus manos apretaba un poco los pechos de la chica, haciendo que se excite y que su respiración se acelere.

-No... es justo- decía ella agarrando a Budo de los hombros con fuerza y dejándolo debajo de ella.- Siempre eres el primero en... desvestirme.

El muchacho rió un poco.

-Dices "siempre", y solo lo he hecho una vez.

Ayano desabrochó ágilmente los botones del uniforme de Budo, dejando ver su torso desnudo. Se lo quitó por completo y lo arrojó al suelo. Se inclinó un poco para poder besarlo mientras apegaba su cuerpo al de él.

Budo soltó un gemido.

-¿Qué tienes?- preguntó ella aun sobre los labios del chico.

-N-nada- respondió nervioso y un poco colorado.

Fácilmente podía ser por sentir los pechos de ella en el suyo, o porque su erección había rozado con su cuerpo.

Ayano sintió eso, y mientras las yemas de sus dedos comenzaron a tocar a Budo en su mejilla, su mano fue bajando por su pecho hasta adentrarse en su pantalón, acariciando su miembro.

El chico comenzó a gemir con más fuerza, y Ayano lo dejó un momento para poder quitarle la parte de abajo de su uniforme. Cuando lo hizo, comenzó a masajear esa zona por sobre la tela de su ropa interior, notando como su miembro se iba endureciendo.

Ayano podía ver los gestos y sonidos de placer que estaba haciendo, y eso la motivó aun más. Él ya estaba sumamente excitado, y sentía que pronto iba a llegar a su orgasmo. Se sentía un poco incómodo que una chica lo estuviera masturbando, así que tomó a Ayano y la dejó debajo de él.

-Oye...-se quejó Ayano.

-Lo lamento hermosa- dijo Budo besándola en los labios- pero ahora es mi turno.

Aprovechó su posición para acariciar su espalda buscando desabrochar su brasier. Lo arrojó fuera de la cama y comenzó a besar sus senos con lujuria. Ayano daba suspiros agitados mientras acariciaba el cabello del chico, tirándolos un poco, haciendo que él también gimiera.

Fue marcando un camino de besos hasta llegar a su falda, la cual quitó, quedando Ayano solo con sus pantys y sus medias negras. Estas últimas no llamaron su atención, sino que le interesaba más sacar la ropa interior restante.

Ayano tragó saliva al sentir como Budo le quitaba sus pantys, dejando expuesta su feminidad. Pero no pudo evitar sentir un cosquilleo recorriendo todo su cuerpo al sentir las manos del muchacho acariciando sus muslos, abriendo con cuidado sus piernas.

Debia admitir que le gustaba esa sensación, a pesar de estar un poco nerviosa. No por el pudor, sino porque era el primer hombre en tocarla de esa forma.

Las manos del chico llegaron a sus glúteos, al mismo tiempo que sus labios comenzaban a besar su entrepierna y luego, la intimidad de Ayano.

Ayano agarró las sábanas con fuerza, mientras jadeaba y sus mejillas se ruborizaban. Era una sensación muy agradable cuando sintió la lengua del muchacho pasar por toda su feminidad, y el parecía estar deleitándose también. Los gemidos se convirtieron en gritos.

Era tanta esa sensación que Ayano ni siquiera se dio cuenta cuando Budo había dejado de lamer su intimidad y se acercó a sus pechos y luego a su rostro para besarla apasionadamente.

Los dos soltaron un gemido al sentir sus partes íntimas rozarse, y comprendieron que ya debían hacerlo. Sus cuerpos lo rogaban.

Ayano puso ambas manos sobre el pecho de Budo; debía reconocer que estaba algo nerviosa, y él pudo percibir eso.

-Tranquila- le dijo Budo tratando de calmarla mientras se acomodaba sobre ella, y se desvestía por completo- Lo haremos despacio ¿Esta bién?- agregó sonriéndole. Ayano asintió y Budo prosiguió a introducir su miembro lentamente dentro de ella.

Ella dio un grito de placer, mientras que abrazaba a Budo por su espalda. Este la envestía, tomando un poco mas de velocidad a medida de que Ayano le pedía más y entrelazaba sus piernas en el cuerpo de él, para hacer que los movimientos fueran más dentro suyo.

-Sen...pai...- Ayano inconscientemente estaba pronunciando esa palabra a medida que gozaba del momento.

En teoría, Budo también podía considerarse como "su senpai". Él no le dio mucha importancia; tal vez llamarlo de esa manera era solo un método para poder complacerlo aun más, o al menos eso pensó.

Estuvieron largo rato así, mientras gemían y sus cuerpos comenzaban a sudar por tanta acción.

Se besaron profundamente, hasta que ambos sintieron que habían llegado a su punto máximo. En consecuencia, Ayano pegó un grito agudo mientras que Budo gimió sobre sus labios.

Él se recostó a un lado de Ayano. Ella se acercó y puso su cabeza en el pecho de Budo, y él la abrazó tiernamente.

Ella aun seguía con su respiración un poco entrecortada.

-¿Ayano?- le susurró Budo luego de un rato. Pero ella no le respondió, pareciera que se hubiera quedado dormida- Te amo...Yan-chan- fue lo último que dijo para luego también quedarse dormido.

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Ya había caído la noche, y Ayano despertó algo hambrienta. Miró a su lado. Budo aun seguía dormido, abrazándola.

-Budo...-lo llamó ella, casi en un susurro.

-Hola hermosa- le contestó besándola en la frente, aun con los ojos cerrados.

-Budo...aun no es de día- aclaró Ayano-y tengo hambre.

-Oh- dijo Budo despertándose por completo y mirándola- Cierto. Además eres mi invitada ¿O no? Voy a hacer algo para cenar juntos.

"Que suerte que mis padres están en un viaje de negocios"- pensó Budo con cierta simpatía mirando a Ayano con una sonrisa, completamente desnuda debajo de sus sábanas.

Budo se levantó de la cama y se puso sus bóxers y un pantalón. Antes de irse de la habitación, tomó con ambas manos las mejillas de Ayano y le dio un dulce beso.

Al estar sola en la habitación, Ayano se colocó nuevamente su brasier y sus pantys e inmediatamente tomó su celular para enviarle mensajes a Taro. Le encantaba hacerlo, y el saber que él con gusto iba a responderle la motivaba más. Sin embargo pudo ver que ya tenía un mensaje, y justamente, era de senpai.

//Hola linda, ¿Cómo estás? Espero que Budo te haya hecho algo decente para la cena. Llámame cuando estés desocupada. Quiero escuchar tu voz//

Ayano casi grita de la emoción. Estaba muy contenta por esas simples palabras. Pero tuvo que calmarse para poder llamarlo y no sonar desesperada.

[...]

Mientras tanto, Budo estaba en la cocina preparando algo para él y Ayano. En su cara se podía notar que estaba muy feliz; no podía dejar de pensar en ese momento tan maravilloso que vivieron juntos, y ahora su amada estaba acostada en su cama. Cada parte de su cuerpo, la pasión y el amor que se demostraron mutuamente...inolvidable.

-Budo...

Saliendo de los pensamientos que lo dejaron tan distraído y embobado, se dio la vuelta y se quedó petrificado con la imagen que estaban apreciando sus ojos.

Ayano, vestida con la camisa del uniforme de él, que apenas le llegaba a cubrir por arriba de los muslos; y debajo, solo se podía ver que traía sus típicas medias negras. Tenía una sonrisa muy tierna. Parecía estar de buen humor.

-A-Aya...- fue lo único que pudo pronunciar al verla de esa manera, desde su punto de vista, muy sexy.

-¿Uh? Ah, lo siento, tomé tu uniforme prestado- le dijo pícaramente, recostada en el marco de la puerta de la cocina, y jugando con un mechón de su cabello.- ¿Te molesta?

-Para nada- afirmó no dejando de mirarla- b-bueno eh...¿Cenamos?

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