XXIX "Me gustas"
-Ey -llamó Ayano
Budo se volteó a verla. Estaban solos en el club. Los demás miembros ya habían salido hace rato.
-Ayano...
-Bueno, ya dime- dijo ella indiferente acercándose un poco a él para poder conversar mejor, pero sin ninguna expresión aparente.
-Ayano...Yo...- le dijo Budo tomando sus manos. Luego la miró a los ojos.- Sé que nos conocemos hace poco tiempo, pero eso no me importa. Tengo que decirte...
Ayano comprendió enseguida las intenciones del chico, y bruscamente soltó sus manos y se alejó un poco.
-No sigas- interrumpió ella. Budo la miró confundido- No quiero escucharte.
-¿Ayano?
-Mira...- dijo Ayano.- Solo no quiero...que confundas las cosas.
-Ayano, no creo estar confundido. Todo lo contrario- respondió volviendo a acercarse a ella. Pero Ayano volvió a retroceder.
-¡Basta!¡Budo!- gritó ella molesta queriendo que Budo no diga ni una palabra más.
- ¡Me gustas, Ayano!- confesó Budo.
Ayano lo miró algo sorprendida, pero a la vez con una pizca de lástima.
-No es cierto- contestó Ayano.- Budo, entiende.
-¿Qué quieres que entienda? Mis sentimientos hacia ti son sinceros. Y tu eres la única con la que me ha pasado esto. Desde aquel momento en el que...
-No me gustas- dijo Ayano con un tono cortante.
Budo solo la miró shockeado. Más que shockeado, como si algo dentro de él se hubiera roto. El tenía toda la certeza de que lo que sentía (mejor dicho, que siente) por Ayano era no solo correspondido, sino también mutuo. Pero al parecer se había equivocado.
Hubo un largo silencio.
-Eso no me lo creo, Ayano.- le dijo Budo un poco molesto pero a la vez con un profundo dolor.
-Pues, las cosas son así. Tienen que ser así.- respondió Ayano firme.
-¿Tienen? ¿Qué quieres decir?
Ayano no se dio cuenta de lo que dijo.
-Nada. Solo...déjame- mencionó para luego darse la vuelta y salir del club.
Budo solo observó como Ayano se alejaba de él.
"No, no puedo permitir esto"
Budo se acercó rápidamente a Ayano y la abrazó fuertemente por la espalda, pero sin ser demasiado brusco. Solo quería tenerla en sus brazos.
-¡¡¡Budo suéltame!!!- ordenó Ayano molesta tratando de zafarse de su agarre.
-No, sin que antes me digas...Que no sientes nada por mí.
-Budo...- Ayano tomo aire- ¡No siento nada por ti! ¡Ahora déjame ir!
-¿De verdad?- le susurró al oído el muchacho.- ¿No recuerdas acaso... que tú fuiste la que me besó primero?- su voz comenzó a tornarse un tanto sensual.
Ayano se sonrojó, pero aun seguía con el ceño fruncido.
-Y...¿¡Y qué con eso!?- contestó aun tratando de liberarse.
-¿Y lo de ayer? Debo reconocer que aun puedo sentir el sabor de tus labios ¿También olvidaste eso hermosa?
Ayano ya estaba roja de incomodidad, y también por sus esfuerzos por apartar a Budo de ella.
-Budo, eso no significa nada para mí.
Budo no sabía que mas hacer para convencerla. Se sentía un poco mal al tener a Ayano así, pero él creía que la chica necesitaba ayuda para descubrir sus sentimientos.
-Ayano...- comenzó a decir Budo mientras corría el cabello de Ayano hacia un lado, dejando ver su cuello desnudo. Sin dudarlo ni un instante, comenzó a besarle el cuello suavemente.- Dime que no sientes nada ahora...- le dijo para luego volver a besarla.
-Budo...no....yo...para...- Ayano comenzó a gemir un poco.- Ya te dije que...
El muchacho había apartado un poco la remera de Ayano para que sus besos pudieran bajar hasta su hombro.
Ayano estaba dejándose llevar por él. Budo hacía un camino de besos que iban desde detrás de la oreja de la chica hasta el final de su hombro.
En un momento, Budo la pegó más a él con su brazo que estaba en la cintura de Ayano. Ella no sabía cómo responder a eso, además de los gemidos y suspiros que estaba dando y que de cierta forma la excitaban, y a él también.
-Dime Ayano- dijo Budo aun besándola- Si es que en verdad no sientes nada por mí, ¿Por qué me besaste aquella noche en tu casa?
Ayano estaba muy colorada, y parecía que su cuerpo estaba pidiendo más.
"Senpai, yo le pertenezco a senpai, y a nadie más -pensaba Ayano- Tu solo eres...mi distracción, mi objeto, mi...mi..."
Ella quería decírselo, pero no podía. Su mente le decía que se aleje de él, pero su cuerpo decía todo lo contrario.
Budo pudo percibir como Ayano comenzaba a relajarse. Casi sin saberlo, una de sus manos comenzó a adentrarse en la remera de la chica. Era como si quisiera sentirla de piel a piel. No faltaba mucho para que su mano llegara a acariciar un poco más arriba, en los pechos de Ayano.
-Por favor...Budo- pidió Ayano, pero esta vez con una voz un tanto inocente.
Al instante de escucharla, Budo la soltó, muy avergonzado.
-Lo siento, Ayano, lo siento, no quise hacerlo. En verdad, lamento esto. Perdóname.- le rogaba el chico a Ayano, que aun estaba de espaldas. En verdad estaba arrepentido por lo que hizo.- Ayano...por favor dime algo.- dijo algo preocupado.
Pudo notar que Ayano solo estaba acomodando su uniforme, y luego volteó a verlo.
-Creo...que nuestra discusión aun no ha terminado- respondió.
Budo la miró sorprendido. Pensó que Ayano estaría muy molesta, y que incluso se llevaría una buena golpiza por haberle faltado el respeto de ese modo. Y en todo caso, él no se iba a defender; iba a dejar que Ayano le diera su merecido.
Justo sonó la campana indicando que en cinco minutos el instituto cerraría sus puertas. Budo tomó la mano de Ayano y salieron casi corriendo para que no los regañen o nada por el estilo por permanecer aun en el colegio.
Por suerte nadie los vio. Claro, exceptuando las cámaras de seguridad, pero eso Ayano lo hablaría con Info-chan mas tarde.
Ayano y Budo iban caminando tranquilamente
-Vaya, que tarde se hizo. Es la primera vez que salgo en este horario- dijo Budo con una risa nerviosa.-Oye...sobre lo que paso...
-Está bien, no tienes que disculparte- dijo Ayano aun mirando al frente- Aun así, recordando todo lo que me dijiste...Budo yo...
-Ayano, si te sientes mas cómoda...-interrumpió Budo -podríamos empezar como...no se... ¿Amigos?
Debía admitir que no le gustaba mucho la idea de la "friendzone", pero por otro lado él no se sentía listo para llevar a cabo una relación seria, mas aun no sabiendo lo que Ayano siente por él.
-¿Amigos dices?
-Ssi- respondió arrastrando un poco las palabras- Así podríamos conocernos mejor ¿Qué dices?
-Bueno...- dijo Ayano pensativa- Supongo, pero no sé exactamente...que hacen los amigos.
-¿No tienes amigos?- le dijo Budo mirándola.
-Nunca tuve interés en tener alguna amistad- dijo ella- pero bueno, creo que puedo empezar contigo- dijo Ayano riendo un poco.
-Claro- le dijo Budo mas animado.
Siguieron hablando un rato más hasta que llegaron a la casa de Ayano.
-Nos vemos Ayano- se despidió Budo
-Adios- le dijo ella. Budo se había dado la vuelta para irse a su casa- ¡Budo espera!
-¿Eh? ¿Qué tienes?- le dijo algo sobresaltado.
-¿Ya no podremos besarnos?- preguntó algo desilusionada.
Budo se sorprendió un poco por eso, y en consecuencia rió.
-Bueno- siguió riendo- Creo que eso no es muy común entre amigos- le dijo un poco apenado.
-Pero...yo puedo permitírtelo.
-¿Qué dices?- preguntó confundido.
Ayano se sonrojó un poco.
-En el club de cocina- recordaba- las chicas comenzaron a decir algo sobre "amigos con derechos". No entiendo muy bien qué es eso, pero creo que es algo parecido a lo que te acabo de mencionar.
Ahora era Budo el que se puso aun más rojo que Ayano.
-Em...creo que -decia algo nervioso- podriamos intentarlo. Pero tendre que explicarte que implica ser...esa clase de amigos.
Ayano sonrió y se acercó a Budo.
-Bueno, hay tiempo para eso ¿No crees?- le dijo tomando su mano.
-Claro- le dijo Budo contento, entrelazando sus dedos con los de ella, y con su otra mano acariciando su mejilla.- Pero por ahora...- levantó el mentón de Ayano para poder verla mejor.
Ella cerró sus ojos. Budo se acercó a ella y le dió un tierno beso en sus labios. Él tenía su corazón latiendo casi a mil por hora. Ayano también.
Siguieron un rato así, hasta que la necesidad de aire obligó a que se separaran. Se despidieron con un corto beso.
Ayano entró a su casa, cansada.
"Esto se me está saliendo de las manos" - pensó con cierto enojo.
Por su parte Budo tenía toda una mezcla de sentimientos. Pero el mas preocupante era solo uno... La culpa.
"Dios...¿Qué fue lo que hice?- exclamó para si mismo- Yo nunca actué asi. -pensaba con angustia recordando lo sucedido en el club de artes marciales.- Ayano debe odiarme. No. Claro que no me odia. Pero aun asi no me siento bien. No debí hacer eso."
Ambos jovenes estaban ya en sus camas, perturbados por esos sentimientos incomprendibles. Pero pudieron dormir tranquilos pensando exactamente lo mismo:
"Solo somos amigos"
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top