Más problemas.

Pase mi mano por mi cabello por milésima vez luego de poner mis manos en el lavabo, me miré y suspire, pensando en lo recién sucedido. Tomé mi bolso mirándome una última vez, viendo lo mal que me encontraba. Me sonreí y me dirigí a la puerta, al ver que el pomo de la puerta giraba me detuve, esperando que abrieran la puerta de una vez, pude ver un rostro confundio y vulnerable.

—¿Min?—me acerqué a él—¿se encuentra bien?—toqué su hombro haciendo que moviera su hombro de manera bruta sacando mi mano. Me aleje mirándolo desconcertado.

—Largate de aquí— me miró de manera dura y fría—¡Ahora!

Me aleje hasta chocar con la puerta, acorralado lo volví a mirar solo para darme cuenta de que venía de manera rápida e decidida hacia mi, cerré mis ojos esperando lo peor. Puse mis manos en mi cara y al no sentir nada abrí mis ojos, observando como Min al parecer debatía consigo mismo, me mordi el labio mientras me acercaba a él tomando su cuello y atrayendo su cara a mi hombro, acaricie su cabello por primera vez, era suave.

—Min, todo estará bien— tome su rostro con mis manos—estaré aquí para ti, no seas exagerado todo pasará— le sonreí. Pensé en como nos veíamos ahora mismo, pensar que él es el mayor me causaba gracia.

Al darme cuenta de la situación me aleje mientras empujaba a Min suavemente, me miró con una mirada calmada...me recordaba a un gato.
Cuando me di vuelta para dejarlo sentí su mano en mi muñeca, atrayendo mi atención nuevamente, sintiendo algo raro en mi pecho me di vuelta. Su mirada estaba perdida y su boca entre abierta, antes de preguntar que sucedía el habló.

—Te vi con Park—dijo con voz ronca y baja a la vez— ¿Qué hacias con él?

Confundido por su pregunta, reí nervioso.

—Min, no me gustan los chicos.

—Eso dice tu boca pero no tus ojos—se acercó a mi—alejate de él, por favor— dijo dandome una ultima mirada antes de salir del baño.

Me quedé perplejo a su respuesta, me senté en el suelo mientras ponía mis manos en mis ojos una vez más.
Miré a la nada, pensando en como había llegado a esto, como había parado a tal punto de preguntarme cada día de que era. Afirmando cada día de que no era gay, que no me gustaban los chicos y que ese «click» nunca existió.

------

Me encontraba en clases, sentado con mi mano en mi menton prestando poca atención al profesor que tenía delante, miré hacía la ventana que tenía al lado y pude ver a unos chicos que al parecer discutían, presté atención a cada movimiento que hacían y para mi mala suerte «o vista» no podía divisar quiénes eran. Vi que uno de los chicos tomaba del cuello al otro haciendo que abriera aún mas mis ojos, hasta que sentí un fuerte ruido en mi mesa, levanté mi cabeza solo para encontrarme con la furiosa mirada de mi profesor.

—Señor Jeon—me miró e acomodó sus gafas con su dedo índice—¿Tomó usted atención a la clase?

—La verdad que no, profesor— desvíe mi mirada—lo siento.

El señor Jyhom me miró con desprecio y caminó hacía el pizarrón, esperé que dijera su primera palabra para volver a mirar a los dos chicos pero para mi mala suerte ya se habían ido. Resople y volví a mirar al profesor, tomando apuntes de lo que decía pero no me di cuenta cuando ya estaba roncando entre mis brazos.
Abrí mis ojos suavemente soltando un largo bostezo, miré hacía afuera para encontrarme con un hermoso atardecer.

—Al fin—dije levantándome de mi asiento.

Guardé mis cosas, tomé mi bolso y me dirigí a la puerta del aula. Giré la manilla una, dos, tres veces pero no abría, desesperado patie la puerta.

—¿¡Hay alguien ahí!?— grité entrando en pánico—¡Por favor abran la puerta!

Buscando una solución observé cada centímetro del aula pero era en vano, no había una llave, una ayuda, nada. Tomé mi celular el cual a mi nerviosismo no podía sostener bien, marqué el número de mi padre.

—El celular que usted a marcado no se encuentra disponible, por favor intente mas tarde ¡Bip!— escuché a través de mi celular, lo intente una y otra vez pero no había respuesta.

Desesperado y en pánico, las lágrimas volvieron a asomarse pero esta vez no lloraria, encontraré la solución, pensé mientras miraba la puerta.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top