Es Un Chico

Jungkook

Me quede atontado y sorprendido a tal respuesta, asenti dirigiéndome a una mesa del otro lado. Una vez que puse mis cosas ahí, lo observé de lejos.
Era bajo, tenia su pelo oscuro, no era nada fuera de lo normal pero algo en él me causaba curiosidad, haciendo que mis mejillas se tiñeran color rojo baje mi mirada a mis dedos. Algo tenía.

Así pasaron las horas hasta que sentí como alguien ponía sus manos en mi escritorio. Alcé mi mirada hacia arriba y pude ver al chico de hace un rato, baje mi mirada avergonzado.
No entendía mi rara actitud frente a este desconocido.

-Yo-lo oí decir-lamento lo anterior, no quería asustarte-volvi a alzar mi mirada, sus ojos volvieron a chocar con los míos. De nuevo pude sentir ese «click» haciendo que desviara mi mirada rápidamente-soy Park Jimin-sonrió estirando su mano hacía mi.

Abrí la boca, pensando bien mis palabras-no te preocupes-murmure ignorando su presentación y mano.

Oí como soltaba una leve risa y volvía a su asiento, no fui capaz de levantar mi mirada pero si podía afirmar que él tenía sus ojos en mi. Viéndome desde el otro lado del salón.
Así pasaron las horas siendo observado por un chico que desconocía, hasta;

-Jóvenes, pueden retirarse-levanté mi cabeza para ver al profesor.

Mi mirada de inmediato pasó a Jimin quien se encontraba del otro extremo del salón guardando sus cosas tranquilamente. Miré mis cosas y de inmediato hice lo mismo, no pensaba quedarme aquí mas tiempo. Mientras guardaba mis cosas de manera rápida y desordenada miré hacía la ventana.

-Está anocheciendo-dije en voz baja, Jimin me miró de reojo.

Preocupado salí de manera rápida del salón, sin despedirme de nadie, sin mirar a nadie. Una vez en el pasillo cerca de la entrada, saqué mi celular del bolso.

-Mi padre debe estar como loco llamandome-solte desbloqueando mi celular-¿8 mensajes de papá?- miré mi celular aterrorizado, esperando lo peor al abrir su chat.

-Papá-

-Hey, Hijo
-¿A qué ahora salías?
Enviado; 16:08
-¿Por qué no respondes?
-Aa cierto, las clases
Enviado; 16:20
-¿Hoy puedes regresar solo?
-Saldré con una amiga, ya sabes
-No me esperes, te llamaré luego
-Te amo.
Enviado; 16:57
«Leído»

-Papá, acabó de tomar el celular
-ya estoy en casa, no te preocupes
-nos vemos acá.
Enviado; 19:49

-Fin de la conversación.

Suspire aliviado y molesto a la vez.
¿Como se atrevía a salir? Era mi primer día de clases, debería estar aquí.

Mientras me ponía los zapatos a medidas de groserías para irme a casa sentí una mano en mi hombro, con el ceño fruncido me di vuelta de mala gana econtrandome con Jimin y un paraguas en su mano.

-¿Te irás solo?

-Al parecer-solté desganado, haciendo un nudo en mis agujetas.

Hice un gesto con mi mano de despedida y me acerqué a la puerta de entrada para irme solo para encontrarme con una fuerte lluvia.

-¡Maldición!-puse mis manos en mi cabeza-¡Maldito día!-miré a Jimin quien se encontraba mirando su celular atentamente. Me devolvió la mirada, avergonzado de mi infantil acto bajé mi mirada.

-Ten-Jimin se acercó y me pasó su paraguas-vendran por mi, no lo necesito-lo miré sorprendido-puedes quedartelo-dijo Jimin antes de despedirse con su mano e irse.

Atontando por su gentil acción apreté el paraguas en mi mano y me digne a salir de ahí lo mas rápido posible. A los 30 minutos ya estaba en la puerta de mi casa, saqué las llaves y gire la manilla. Entré y dije;

-Ya llegué-solo para que me recibiera «Tee» quien era un perro que había adoptado, me agache a su altura y acaricie su cabeza-estaremos solos una noche más-le sonreí y me levanté dirigiéndome a la cocina.

Recalentee la pizza de ayer, y mientras esperaba pensé en lo que sucedió hoy. ¿Estaba loco al pensar que un chico me parecía lindo? Sí, esa sería la respuesta de mi madre.
Jimin me parecía lindo e interesante y eso no lo podía negar pero si podía negar el hecho de que me podría gustar un chico. De que me revolviera el estomago en solo pensar en él.

Sacudi mi cabeza de un lado a otro sacando cada pensamiento que se cruzara con él, «solo estoy confundiendo las cosas, es un chico». Saqué la pizza del microondas y subí a mi habitación dando por terminado el tema.
Una vez que terminé de comer me dirigí a la cama sin esperanza de que mi padre me diera las «buenas noches» sonará de niño pero joder, como me tranquilizan sus buenas noches.

Y sin mas vueltas me fui a dormir, no debería estar pensando tanto en algo sin importancia.

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