Capítulo 14

Me encontraba afuera con los niños haciendo muñecos de nieve, debo admitir que me acostumbré demasiado rápido a ellos y al parecer ellos también a mi, aún recuerdo la cara de molestia Mark en la mañana cuando los niños entraron en nuestra habitación para saltar en la cama sin parar pues querían llevarme afuera a jugar y la verdad no podía decirles que no, literalmente incluso aunque Mark me habia enseñado como decir no estos niños no me tomaban enserio sin embargo no me molestaba, me gustaba mucho pasar el tiempo afuera jugando. Tomé un par de ramas para simular un gesto serio, los niños me miraron y yo sonreí.

—Mark—señale al muñeco y los niños comenzaron a reir.

—дядя Маrk—dijeron los niños antes de hecharse a reir,sabía que de alguna forma me habían entendido.

—Admito que este muñeco me quedo divino, creo que saldría con él.

—¿Vas a dejarme por un muñeco de nieve?—escuché a mis espaldas y gire para ver a Mark.

—Oh mierda—solté mientras quitaba de un azote la cabeza del muñeco de nieve.

—Oh mie...

—¡No!—interrumpí a uno de los gemelos quien negó—Así es, no.

Mark le dijo algo a los niños y ellos comenzaron a correr hacia la casa y yo por otro lado ví a mi esposo quien miraba el muñeco de nieve.

—¿Se supone que ese era yo?

—No—menti mientras pateaba la nieve.

—Entonces, ¿por qué dijiste mi nombre?—pregunto y yo solo me encogi de hombros.

—No se de que me hablas.

—Vayamos adentro, el almuerzo está listo—dijo mientras me extendía su mano, yo la tome para comenzar a encaminarme con él a la casa—No deberías pasar tanto tiempo afuera, vas a enfermarte.

—Estoy bien, además me encanta jugar con los niños, es divertido.

—Entonces juega con ellos adentro.

—Adentro es aburrido.

—Vaya que te quejas mucho últimamente.

—Desventajas de tener una esposa joven, ¿Que no dice el abuelo Gregori que te casaste con una niña?

—Una quejumbrosa y muy mimada. Hablo enserio sobre el hecho de que no pases tanto tiempo afuera, tu cuerpo no está acostumbrado y podrías enfermar.

—Te preocupas demasiado, te digo que estoy bien.

—Eso dices pero, me despiertas a mitad de la noche para que te abrace para que no tengas frio.

Le mire apenada y es que cuando no dijo nada al respecto pensé que era un tema que iba a dejar en el olvido, lo ví abrirme la puerta para que pudiera pasar.

—Si bueno, si tanto te molesta no lo hagas—dije apenada mientras entraba para quitarme el abrigo.

—Nunca dije que me molestará ese hecho—declaro y yo le miré mientras tomaba con cuidado el abrigo el cual colgó—estamos hablando sobre que podrías enfermar. La ceremonia de bodas será en un par de días y debes cuidar de tu salud.

—Esta bien, ya no saldré tanto.

—Espero que así sea.

—¿Por qué ese comentario? Suena a que no confías en mis palabras.

—Solo te pierdo de vista cinco segundos y ya estás afuera con los niños tirando te sobre la nieve cuando ya he hablado
contigo sobre no hacerlo debido a que puedes enfermar.

—No tienes que regañarme como si fuese una niña—dije tomando su mano y note como él giro a verme aunque más específicamente a la mano que sostenía, yo de inmediato lo solté, desde que habia llegado aquí no hacia mas que sostener su mano debido a que mi rostro constantemente queria ver el suelo de Moscú o porque me perdia en la casa, sin embargo ahora mismo no habia para sostener su mano, estaba dentro y ya conocía la casa—Perdón, la costumbre.

Trate de disculparme torpemente mientras caminaba lejos de él para ir al comedor pero entonces me detuve cuando el sostuvo mi mano para comenzar a caminar conmigo.

—Se que no eres una niña, eres mi esposa y es mi deber cuidar de tu salud.

—Vaya, no cabe duda que eres todo un esposo responsable.

—¿Alguna vez lo dudaste?

—Si, muchas veces—confesé con una sonrisa traviesa mientras lo miraba, note como giro a verme un poco ofendido.

—¿Cuando he sido un mal esposo?— pregunto por fin y yo negué.

—No dije que lo fueras.

—Lo insinuaste.

—No es así.

—¿Está probando mi paciencia, esposa?

—Claro que no—dije entre risas mientras él me abría la puerta, note como toda su familia me miró sin embargo solo se limitaron a sonreír, tome siento en el lugar que Mark me indicó, el acomodo la silla para mí y despues el tomo asiento a mi lado.

—Pedi que prepararán algo caliente para ti—comentó Dasha con una sonrisa —espero que te guste.

—Gracias.

—Deja de jugar con los niños como si fueses uno de ellos—me regaño el abuelo Gregori y note como la abuela Nadia le lanzo un pan el cual él solo tomo paaaars comerlo.

—Lo que mi padre trata de decir es que hace mucho frío afuera y podrías enfermar —hablo el señor Luka.

—Si, en verdad agradezco el gesto de que pases el tiempo soportando a mis hijos pero hace mucho frío afuera —hablo Faddei.

—Si, tienes que estar saludable para la ceremonia —continuo Ágatha.

—Cierto, no queremos que te veas resfriada en las fotos—continuo Sanya.

—O aún peor que te de una hipotermia —dijo Mijaíl y yo solo mire a Mark.

—¿Acaso le pediste a tu familia que se pusiera de acuerdo para esto?—pregunte y él solo dió un bocado a su sopa.

—No se de que hablas, esposa.

—Aja—dije mientras le miraba con sospecha.

—No hace falta que Mark nos diga para preocuparnos por ti—hablo Alexey en defensa de su hermano —Nos importas y queremos que estés bien, eso y cada vez que sales nos preocupa que nos niños te entierren viva entre la nieve.

Aquello me hizo reír y bueno es que si estaba esa pequeña posibilidad pero se que no lo harían con malas intenciones... Tal vez.

—Pero que mal pensamientos tienes de tus sobrinos.

—Lo hicieron conmigo, ¿por qué no contigo?—alego Alexey—si no fuese porque Sanya salió a pasear a los perros jamás me hubieran encontrado.

Evite el reír pero me era imposible y es que pensar en la posibilidad de Alexey gritando en auxilio me fue algo graciosa y lo cierto es que si fue algo preocupante, tiene razón, si me pueden enterrar.

—No se preocupen, Mark ya me dijo que me mantuviera adentro o al menos hasta la ceremonia.

—Si algo te pasa no te vuelvo a traer a este lugar—amenazó y yo le mire.

—Vaya pero que esposo tan exagerado tienes—soltó con burla la abuela Nadia—no hace falta llegar a los extremos aunque si, creo que lo mejor es que este saludable hasta que pase la ceremonia.

—No se preocupen estaré bien y...

Me calle cuando los niños entraron y comenzaron a rodearme para hablar sin parar, escuché como sus padres le hablaron con cierto regaño, uno de los gemelos se acercó y me miró con suplica yo por otro lado miré a Mark quien negó.

—¿Que sucede?—pregunte y Mark negó.

—No es nada.

—Dime,¿Que pasa? Por favor.

Dije y Mark volvió a negar.

—Quieren que los acompañes a patinar al lago —respondió Alexey y note como Mark lo miro con enojo, la verdad es que esa idea si me emocionaba, cuando ví el lago congelado queria hacerlo sin embargo nadie parecia querer ir asi que no pregunte.

—Nunca e patinado, suena divertido.

—Dijiste que te mantendrias dentro de casa.

—A partir de mañana prometo estar dentro de casa hasta que llegue la ceremonia, prometido.

—No sabes estar de pie en la nieve, ¿cómo piensas estar sobre el hielo sin caer?—interrogó Mark y yo me acerque a él para tomar su mano.

—Bueno, si alguien cuida de mi no voy a caerme.

—No piensa estar afuera cuidandote.

—Por favor, yo nunca e parido sobre hielo y la verdad es que es algo que quise hacer desde que llegué.

—No, hace frío—dijo firme alejando mi mano haciéndome sentir algo decepcionada la verdad es que si esperaba recibir una respuesta positiva.

—No te preocupes, yo te acompaño —dijo Alexey.

—¿Enserio?

—Si, además solo será un rato—el abuelo Gregori le dijo algo pero Alexey le resto importancia —además será solo por hoy, ¿verdad Shenna?

—Si, después no volveré a salir.

—Haz lo que quieras... Solo asegúrate de abrigarte bien.

Dijo por fin Mark y yo le sonreí. Escuché como Alexey le dijo a los niños y estos respondieron feliz yo por otro lado también estaba feliz me apresure a comer y me levanté para ir con los niños junto con Alexey.
Nos encaminamos con cuidado para llegar hasta el lago, ví a los niños colocarse los patines con mucho entusiasmo antes de irse corriendo hasta este, no entendía cómo es que podían caminar tan rápido con los patines, yo apenas estaba poniéndome los patines cuando ellos ya estaban en el lago.

—Debes amarrar bien tus ajuguetas o de lo contrario podrías resbalar con ellos y caer sobre el hielo—dijo Alexey mientras se inclinaba para amarrar mis cordones.

—Grácias.

—Bueno, debo cuidar bien de ti o de lo contrario tu esposo va a enterrarme en la nieve—dijo entre risas y yo asentí.

—Es posibilidad —Concorde con él mientras me ayuda a ponerme de pie para guiarme con cuidado hasta el lago—Lo haces bien.

—Si bueno, veo a los niños hacerlo y creo que solo debo concentrarme en mi equilibrio y no caer —dije y él asintió mientras patinabamos en el lago, aunque bueno mas específicamente el patinaba mientras me sostenia para evitar caer.

—¿Cómo va el baile? ¿Te gustaría que ensayará contigo las vueltas?

—No hace falta, ensayo con Mark todas las noches y ya aprendí a dar las vueltas bien.

—Ustedes dos parece que se volvieron bastante cercanos.

—¿Que?—pregunte confusa mirando a Alexey quien sostenía mis manos con firmeza.

—Hablo de ti y Mark, es decir antes parecía que no se toleraba pero ahora bueno se llevan bien.

—Si bueno, no podemos estar discutiendo frente a tu familia. Así que tratamos de llevarnos bien.

—Parece que se llevan más que bien... ¿Él te gusta?—pregunto y sentí como perdí por un momento el equilibrio, él me sostuvo con firmeza para evitar que cayera al hielo.

—¿Que? No, ¿en qué locuras piensas Alexey? Simplemente encontramos la forma de llevarnos bien.

—Bueno, es que ya te dirigía a él por esposo o Mark incluso estando a solas, sin mencionar que tomas su mano todo el tiempo.

—Todo es una farsa y tú lo sabes mejor que nadie, es para que no nos descubran.

—Sinceramente ya no parece falso.

—Es que soy una buen actriz.

—¿Estás segura? Más bien parece que olvidaste que debías fingir.

—Te digo que soy una excelente actriz, incluso tu que eres consiente de la falsedad ya fuiste engañado por mi—dije con seguridad sin embargo sus palabras habían traído cierta duda en mi. Lo ví sonreír y solo negó.

—Cuando el abuelo Gregori fue grosero contigo pudiste aprovechar la oportunidad para irte sin embargo decidiste quedarte, ¿por qué?

—Tu mamá estaba triste, no quería que se sintiera peor y pensará que fuese su culpa.

—¿Y acaso eso debería importante?

—Claro que si, es mi suegra—dije segura.

—No, no es así. Te recuerdo que tú matrimonio es solo por contrato además, en un par de meses va a terminar.

Dijo Alexey y la verdad es que hasta cierto punto sus palabras me hicieron sentir algo mal, le mire mientras lo soltaba lentamente.

—La verdad es que el señor Serkin y yo decidimos extender el contrato —confesé —aunque seamos un matrimonio por contrato eso no quita el hecho de que sea una Serkin.

Lo ví mirarme con incrédulo, soltó una risa con cierta burla para negar.

—¿Extender el contrato? ¿Y como piensa mi hermano hacer eso?

—Bueno pues siguiendo casado conmigo.

—¿Y como lo va a hacer si a él no le queda tiempo?—pregunto y note cierto arrepentimiento en sus palabras, un silencio se formo y yo le mire.

—Entonces, lo que dijo el abuelo Gregori, ¿Es verdad? ¿Mark está enfermo?

—Shenna, yo no...

—Si está enfermo—asegure al notar el arrepentimiento en su mirada.

—No le digas a Mark, por favor.

—¿Que es lo que tiene?

—No puedo decírtelo, es algo que le corresponde a él.

—¿No te corresponde? No te parece hipócrita de tu parte decirlo en especial tras confesarme que está enfermo y que no le queda mucho tiempo de vida.

—Shenna.

—¿Cuánto tiempo? ¿Cuánto le queda?

—No lo se.

Un silencio se formó yo negué con un enojo combinado con decepción e impotencia.

—Ahora resulta que no sabes nada.

—Es la verdad, no lo sé Shenna... Eso es algo que sólo el sabe.

—Bien, entonces te voy a preguntar algo que estoy segura que vas a saber muy bien, ¿por qué se casó conmigo?

Note la duda en responder, negó con la cabeza.

—¿Crees que te voy a creer en la mentira que no sabes cuándo tú mismo estuviste con él armando toda esta farsa?

—Shenna, por favor, escúchame...

—No hasta que me respondas, ¿Por qué necesitaba Mark una esposa?

El grito de uno de los niños captó mi atención, ambos giramos para ver Boris en la nieve, él trataba de levantarse sin embargo parece que su rostro se habia pegado en el hielo, se veia bastante asustado y el hecho de su hermano se estuviera riendo no ayudaba en nada.

—Iré a ayudar a Boris.

Alexey se alejo patinando y yo solo le miré con cierto enojo, este hombre si que es un vil mentiroso pensé en irme sin embargo me detuve al ver a Maxim de rodillas se veía bastante preocupado y yo me acerque a él pensando en que se había caído y lastimado sin embargo al estar cerca de él escuché el crujir del hielo, mire hasta donde se encontraba el hielo se estaba agrietando.

—Máxim,espera, no te muevas—el pecho me miró se que estaba aterrado y más porque no me entendia—A la derecha —le dije haciendo un ademan pues parecía que la nieve no se agrietaba todavia por ese lugar —No, no—le dije cuando lo ví moverse, me acerque lentamente para acercarme más a el mientras seguia haciendo un ademan—Derecha, derecha, por ahí, por ahi.

Señale y él miró, note como comenzó a moverse con cuidado sobre el hielo y yo asentí.

—Lo estás haciendo bien, si, por ahí—gire a ver de reojo a Alexey y comencé a mover mis manos sin parar pues no quería gritar y sobresaltar a Maxim, note como él me miró algo confundido sin embargo no tenía tiempo para estas adivinanzas, mire nuevamente a Máxim y note como el hielo comenzó a quebrase, ni siquiera supe en que momento mis piernas se volvieron tan habilidosas sobre la nieve, so recuerdo patinar hasta donde él se encontraba lo empuje lejos y lo próximo que recuerdo es alguien gritar mi nombre mientras un fuerte frio invadió todo mi cuerpo.

—Shenna, mi pequeña princesa, feliz cumpleaños —dijo una mujer mientras acariciaba mi cabeza con ternura.

—Nuestra pequeña ya cumplió cinco años.

—Ya soy una adulta papá,no una pequeña.

Dije a lo cual aquel hombre comenzó a reír para asentir.

—Si, tienes razón... Entonces como ya eres una adulta ya no necesitas regalos.

—Aún no soy tan adulta, soy un adulto pequeño.

Aquello hizo reír a carcajadas a aquel hombre y entonces lo mire con atención, cabello negro, ojos azules y con una gran sonrisa, gire para ver a la mujer castaña quien también me sonreía.

—¿Ya sabes que quieres de regalo de cumpleaños?—pregunto mamá.

—Ir al museo con la abuela.

—Claro que si, iremos con la abuela al museo.

—¡Si!—grite emocionada.

—Me alegro que te guste tanto ir al museo con tu abuela.

—Es que siempre me lleva a ver al niño lindo.

—¿Que? ¿Cómo que a un niño lindo?—pregunto mi padre ofendido y asustado.

—Le dije que de grande se casará conmigo y dijo que si.

—¿Te dijo que si?—pregunto sorprendida mamá.

—Me dijo en tus sueños niña y en mis sueños es un si.

Aquello hizo reír a mis padres quienes negaron. Tomaron mi mano para acercarse más a mi y llenarme de besos y abrazos, era un sueño tan pacífico, un recuerdo tan feliz que no había tenido en tanto tiempo.
Solté un quejido, de alguna forma de dolía mucho todo mi cuerpo sin mencionar que sentía mucho frío, me removí en la cama mientras abría los ojos con cierto cansancio y escuché el sonido de unos pasos gire para ver al señor Serkin arroparme para luego sentir como limpiaba las lágrimas de mi mejilla con cuidado.

—¿Cuál es tu nombre?—preguntó y yo le mire confusa.

—Shenna Serkin... ¿que paso?

—Caiste en el lago.

—¿Cómo está Máxim?

—Está bien, algo asustado pero, bien... ¿Cómo te sientes?

—Tengo frío —admití y él me abrigo mejor entre las sabanas.

—¿Que horas es?—pregunte y el giro a ver el reloj.

—Son las tres de la mañana.

—¿Y has estado despierto todo el tiempo?

—Necesitaba verificar que estuvieras despierta... ¿Tuviste una pesadilla?—pregunto mientras seguía limpiando con cuidado las lágrimas y yo me límite a negar.

—Soñe con mis padres, tenía tanto tiempo sin recordarlos fue muy nostalgico... Lo que me pasó ¿Fue algo grave?—pregunte y él nego.

—El doctor dijo que estarías bien después de descansar, te sacaron a tiempo del lago y recibiste tratamiento de inmediato.

—Entonces, ¿por qué decidiste estar despierto?

—Tenía que confirmar que estuvieras bien.

—Te veo más viejo, ¿acaso te asusté?—pregunte tratando de bromear.

—Me acabas de agregar diez años más.

—Que mal, si de por sí eres viejo ahora lo eres más, pensaran que soy una casa tumbas.

—Veo que estás bien si ya empezaste a bromear.

—No hagas corajes, te vas a arrugar más.

—Descansa Shenna—dijo mientras lo veía levantarse para tomar lugar en su lugar de la cama.

—Mark—lo llame débilmente con la esperanza de ser escuchada pues sentía algo de vergüenza en pedirle eso nuevamente.

—¿Sucede algo? ¿Necesitas algo?—pregunto con cierta preocupación en su voz.

—Aún tengo frío, ¿podrías abrazarme?—pregunte apenada pero él de inmediato sentí como se acercó, sentí como retiro las sabanas que me cubren para rodearme con sus brazos, respire el dulce olor de su perfume mientras me abrigaba entre su calidez, me sentia tan protegida y segura en este lugar.

—¿Aún tienes frío?

—Si, abrazame más fuerte.

Sentí como me acercó más a él para rodearme mejor con sus brazos, yo me acurruque en su pecho para estar más cerca de él y entonces cerró los ojos para poder descansar mejor.

—Realmente es bastante cálido a tu lado.

✨✨✨✨

Me acerque más a Mark cuando sentí que se estaba alejando, me aferre a él para evitar que se fuera pues su calor me era bastante cálido, aún quería sentirlo a mi lado un poco más. Sentí como trató de alejar mis manos pero yo me negué a soltarlo a si que me aferre más a su lado.

—Shenna, llaman a la puerta, debo abrir.

—Solo ignóralo como lo haces con todo.

—Debe ser él médico, dejame abrir la puerta y debe hacerte un chequeo.

—Ya te dijo que estaría bien, no hace falta un chequeo.

—Shenna, deben hacerte el chequeo. Hazme caso por lo menos en esto, saliste cuando te dije que no lo hicieras y mira lo que pasó.

Lo solté de inmediato pues la verdad si me sentía algo culpable pero, al mismo tiempo bastante ofendida por echarme en la cara aquel accidente, me di la vuelta para evitar verlo para arroparme mejor entre las sabanas, sentí como se levantó seguido de sus pasos y entonces el sonido de la puerta.

—Shenna, el médico está aquí.

Dijo Mark quitando una de las sabanas, le mire para entonces sentarme en la cama para que el doctor comenzará a hacer un pequeño. De vez en cuando lo escuchaba hablar con el médico sin embargo no entendía nada, me era un poco molesto no saber que me pasaba en especial cuando Mark le dijo algo y el doctor empezó a reir para ambos verme, ¿de que tanto hablaban sobre mi?

—¿Que dijo el doctor?—pregunte una vez que él doctor se marchó.

—Estarás bien para la ceremonia, solo  necesitas descansar y mantenerte cálida, ¿tienes hambre?

—No, solo quiero dormir—dije mientras me acomodaba entre las sabanas para volver a dormir, cerré los ojos sin embargo volví a abrirlos al sentir como Mark se recostó a mi lado nuevamente para abrazarme—¿Que estás haciendo?

—Dijiste que era más cálido a mi lado, por eso te abrazo, ¿quieres que te suelte?

Pregunto y yo guarde silencio, es decir se sentía raro que lo hiciera sin que yo no lo pidiera sin embargo no me era incómodo, sonreí y negué.

—No, sigue abrazando, por favor.

Cerré los ojos para volver a descansar en verdad que me era bastante cómodo dormir a su lado de esta manera.
Para cuándo volví a abrir los ojos Mark ya no estaba en la cama, mire alrededor notando que me encontraba sola en la habitación, retire las sábanas pues pense en ir a buscarlo pero la puerta fue abierta tomándome por sorpresa, mire a Mark entrar en la habitación con una bandeja, se acercó lentamente y se sentó a mi lado.

—Te traje sopa.

—Gracias.

—No salgas de la cama—dijo tomando las sabanas para volverme a arropar—el suelo es frío.

—Está bien—acomode mejor las sabanas y ví a Mark tomar la cuchara para acercarme un poco de sopa, abrí la boca para tomar un poco—¿Ahora me darás de comer?

—Pensé que te gustaba, no le dijiste una vez al abuelo Gregori que te gusta mucho que te mimen.

—Solo lo decía para molestarlo y lo sabes.

—No se, parecía que hablabas muy enserio, supongo que son las consecuencias de haberme casado con una niña.

—No soy una niña, lo que sucede es que tú eres un viejo.

—¿Ahora yo soy el culpable?

—Tienes diez años más que yo, así que si.

—¿Y que se supone de debo hacer? ¿Disculparme y volver a nacer?

Aquello me hizo reír.

—Entonces la vieja sería yo si haces eso.

—Suena bien para mi.

—¿Por qué te casaste conmigo?—pregunte antes que él volviera a darme algo de sopar, lo mover la cuchara en la sopa antes de verme.

—Recuerdo haber dicho que fue amor a primera vista.

—Mark, hablo enserio.

Hubo un silencio me dió más sopa y escuché como alguien tocó la puerta, ambos giramos en dirección hacia esta y al escuchar la voz de Alexey no pude evitar hacer una mueca.

—Makr, ¿puedo pasar? Me gustaría hablar con Shenna—pregunto y note como Mark me miró y yo negué.

—No quiero hablar con él.

—Él te salvó del lago, solo está preocupado.

—No me importa, estoy cansada y no quiero escuchar a nadie más.

—¿Te hizo algo?

—Solo no me apetece hablar con él ahora.

—Entiendo, yo hablaré con él.

Mark dejo la sopa en el mueble que se encontraba cerca de la mesa, lo ví levantarse y entonces salió de la habitación, se que debería darle la oportunidad de explicarse después de todo me salvó de morir congelada en el lago pero, aún seguía molesta con él. Pensé en seguir comiendo pero entonces me percate de algo, estaba del lado de la cama de Mark y la sopa la había dejado en el buró de noche, no pude evitar mirar el cajón y una enorme curiosidad me invadió, las palabras del abuelo Gregori no dejaban de invadirme y el hecho de que Alexey tampoco quisiera darme respuesta a es hecho solo significa una sola cosa y eso era que si era algo grave, con cuidado me acerque para comenzar a abrir el cajón lentamente, dónde había una caja la tome con cuidado para abrirla y notar que era un organizador de pastillas, estaba lleno, pastillas de todos tamaños y formas para toda la semana, debia tomar varias tanto por la mañana como por las tardes y las noches, las cerré para volver a guardarlas en su lugar sin embargo ne detuve para ver un recetario medico no entendía nada sin embargo si podía ver perfectamente el nombre del doctor, trate de memorizarlo antes de volver a guardar todo en su lugar, me levanta con prisa de la cama para ir por mi celular y escribir el nombre de aquel doctor, si lograba encontrarlo se que podia averiguar algo, la puerta se abrio de golpe y no pude evitar asustarme sin embargo suspire con alivio al ver al abuelo Gregori.

—Ay que alivio, solo es usted.

—¿Que haces levantada? Deberías estar abrigada y en cama, ¿acaso quieres morir de hipotermia?

—Sabe puede que Mark no sea su nieto de sangre pero, vaya que se parece a usted, tienen ese mismo caracter—dije mientras volvía a la cama para comer algo de sopa.

—Puede que sea porque su madre era mi hija—sentí como casi me ahogo con la sopa mientras miraba al abuelo Gregori bastante incrédulo.

—¿Que?—pregunte por fin cuando logré tragarme la sopa—¿Rigel era su hija?

—Parece que te hablo de ella... Antes de casarme con Nadia estuve casado con otra mujer, ella me dejó por alguien más—guarde silencio ante la confesión, es que en verdad no me lo esperaba—solo era un matrimonio por contrato, queria la herencia de mi familia así que hice el trato con esa mujer y bueno, pasaron muchas cosas sin embargo solo era algo de mi lado al final ella se enamoro de alguien mas y me dejó por un pintor de cuarta.

¿Un pintor de cuarta? Creo que ya se de dónde viene su enojo hacia los pintores. Aún así, estaba sin habla en verdad no sabía que decir, es que, ¿que clase de confesión era esta?

—¿La abuela Nadia lo sabe?—pregunte por fin.

—Sabe que estuve casado pero no que la mujer que me abandonó estaba embarazada, de hecho ni yo sabía, lo supe tiempo después cuando ella murió.

—Entonces, ¿Soy la única que lo sabe?

—Aparentemente.

—¿Por qué me cuenta algo así?

—Por que mi nieto es tan estúpido como yo, se que las cosas terminaran de la misma manera así que de una vez terminen antes de que las cosas empeoren.

—Pero, yo no quiero dejar a Mark, es decir admito lo del matrimonio por contrato pero, ambos decidimos pasar el tiempo juntos.

—¿Se aman?—interrogue y yo guarde silencio. Le aprecio pero dudaba que fuese amor.

—No creo que sea amor pero, nos apreciamos y respetamos.

—Niña, eso no es suficiente.

—Solo por qué su ex-esposa lo abonado no significa que yo también, quiero estar con él y bueno posiblemente abrirme a la posibilidad de enamorarme de él. No es un mal esposo.

—Claro que no es un mal esposo, no quiero que lo dejes porque no vaya a funcionar, quiero que lo dejes porque su relación si va a funcionar y eso es un problema.

—¿Por qué?

—¿Ya lo averiguaste? ¿O ya te lo confesó?

Guarde silencio y solo pude evitar negar.

—¿Cuánto tiempo le queda?—pregunte por fin al darme cuenta que sea la enfermedad que tenga él ya tenía un límite marcado.

—¿Quien sabe? Es algo que sólo el sabe, se suponía que debía morir el año pasado pero sigue vivo, mencionaron algo como un milagro sin embargo no creo en eso o al menos no que sea algo eterno.

—¿Cree que él se haya recuperado?

—No... Por algo consiguió una esposa, debido a su enfermedad no debe estar solo y solo tiene dos opciones estar en un hospital o en casa, es obvio que no quiere a nadie entrometiéndose en su vida, por eso le era conveniente una esposa de nombre, alguien que no se va a entrometerme y lo va a dejar morir donde él quiera y cuando quiera... Así que niña si no quieres pasar llorando y con arrepentimiento solo vete.

—No puedo... Y no voy a hacerlo y mucho menos con lo que me dijo, ¿cómo voy a irme después de lo que me dijo? ¿Cómo me pide algo así?

—Por qué el debe morir cerca de su familia no de una desconocida.

Sus palabras me hicieron pero no porque fuesen crueles sino por la verdad en ellas, le mire con muchas ganas de gritarle pero, ¿Que se supone que iba a reclamar? Sentía unas enormes ganas de llorar, lleve mis manos a mi rostro con impotencia, estaba tan enojada conmigo misma, sentí como alguien quitó mis manos con cuidado, ví el rostro de preocupación de Mark y giro a ver a su abuelo pero antes de que él pudiera decirle algo yo lo abrace por el cuello, suspiré su aroma, senti su presencia me era un consuelo y ahora una necesidad que ya no me imaginaba la vida sin él y es que me sentía tan horrible, sentía que todo era mi culpa, ¿por qué toda mi familia tenía que irse para siempre?

—Shenna—me llamo preocupado pero yo me aferre más a él. Me negaba a dejarlo ir.

—Solo abrazame, por favor... No te vayas.

Pedí y sentí sus brazos a mi alrededor, me negaba a creer a qué el desapareciera de mi vida.

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