Capítulo 11

Abrí los ojos al sentir algo de frío en los pies, me envolvi mejor entre las sabanas para poder acurrucarme mejor en las cama, aún me sentía algo cansada sin embargo sentía que ya había dormida mucho tiempo, gire para notar que el lado del señor Serkin se encontraba vacío. Anoche cada quien había escogido un lado, debido a que la cama era enorme no me preocupe por qué el hecho de que él cruzará mi lado, de hecho ni siquiera se movía mucho yo por otro lado se que soy un desastre mientras duermo, solo espero no haber pateado su cara pues él decidió dormir del lado contrario al mío. Me levanté lentamente mientras soltaba un largo suspiro, me estire un poco y tras pensarlo un poco decidí que era momento de levantarse, de todos modos no tenía nada que hacer en esta habitación sola, salí de las suaves sábanas de la cama y comencé a tender la cama antes de decidir arreglarme. Ahora que estaba más tranquila y que el enojo ya había pasado sabía que debía pedir una disculpa, incluso aunque él señor Serkin dijo que no era necesario yo sabía que debía hacerlo, hasta cierto punto me sentía mal por haber gritado aunque no me arrepentía de mis palabras dichas sin embargo era consciente ante la posibilidad de haber asustado a la familia del señor Serkin.
Una vez lista baje acompañada del pequeño mapa que el señor Serkin me dió, vaya que está casa era un completo laberinto aún así está vez no pensaba ir muy lejos, me bastaba con encontrar al señor Serkin, al llegar al final de las escaleras mire a los gemelos de Mijaíl quienes me miraban con una sonrisa.

—Hola—los salude y los niños comenzaron a hablar sin parar sin embargo yo solo mantenía mi sonrisa pues no lograba entenderlos—¿Que?

Las voces de otros niños captaron mi atención, gire a mis espaldas para ver a otro niño sonreírme y otro que se encontraba a mi izquierda, se que deben ser los hijos de Faddei pues según recordé anoche el señor Serkin menciono que los había castigado, entonces otra voz, ahora a mi derecha se encontraba el pequeño que había decidido utilizarme como escalera, miré a mi alrededor notando que me tenían rodeada.

—Oigan tranquilos, yo solo quiero saber dónde está Mark.

Los niños se miraron entre ellos y entonces intercambiaron un par de palabras para señalar la puerta.

—¿Él salió?—pregunte confusa pues no entendía de lo que hablaban. Uno de ellos tomo mi mano para dirigirme hacia la entrada, escuché la voz de una mucama que le dijo algo a los niños quienes respondieron para verme a lo cual ella me miró y yo sonreí algo nerviosa—Yo busco a mi esposo.

Comente y la mucama me miró algo confusa la vi darse la vuelta para luego entregarme un abrigo, entonces los niños empezaron a reír para luego tomar sus abrigos también, no entiendo que está pasando, ¿Mark está afuera? Pensé que detestaba el frío, aun con toda y la confusión salí junto con los niños que no paraban de reír y correr por todo el lugar, no entendía cómo es que podían correr sin tropezar yo apenas y daba un paso sin tambalear. Seguí caminando siguiendo a los niños y entonces algo cayó sobre mi rostro no pude evitar arrugar mi rostro debido a la sensación fría que la nieve me provocaba, los gemelos comenzaron a reir y yo también les sonreí con travesura.

—Pequeños traviesos —me incline para tomar algo de nieve, podía sentir como mis dedos se congelaban debido al frío sin embargo no pensaba dejar ese asunto en paz así que le lance una bola de nieve golpeando el rostro de uno de ellos el otro comenzó a reír por lo ocurrido pero callo cuando una bola de nieve aterrizó también sobre él, los demás niños comenzaron a reir mientras tambien lanzaban bolas de nieve junto conmigo, empece a correr detrás de ellos tratando de esquivar las bolas de nieve que ellos me lanzaban mientras yo también les lanzaba algo de nieve. Esquivé una bola de nieve y me burle del pequeño sin embargo los niños dejaron de reir—¿Que? ¿Que tienen?

—Vas a resfriarte si sigues de esa manera —gire para ver al señor Serkin quien limpiaba la bola de nieve de su pecho, lo escuche decirle a algo a los niños estos se quejaron sin embargo al parecer hicieron caso a sus palabras pues los ví irse hacia la casa—¿Los regañaste?

Él no dijo nada solo lo ví acercarse a mi para colocarme una bufanda, tomo una de mis manos para colocarme un guante.

—Las manos son lo más preciado de un artista, deberías cuidarlas más.

—Si las cuido, además solo están un poco frías debido a la nieve.

—Estás helada—dijo mientras me terminaba de poner el otro guante—Incluso tu rostro se volvió rosa debido al frío.

—¿Enserio?—lleve mis manos hacia mi rostro algo preocupada, el señor Serkin se acercó y sentí como me abrazó—¿Que está haciendo?

—Mi madre nos mira desde la ventana.

—¿Y es necesario que me abraces?

—Está muy ansiosa por lo ocurrido ayer, no sabe cómo disculparse.

—Pero no fue su culpa.

—Aún así lo siente de esa manera, piensa que también estás enojada con ella.

—¿Por qué?

—Se culpa de casi todo. El abuelo Gregori le hace la vida imposible a casi todos aquí.

Levanté mi rostro para ver al señor Serkin, sonrei con cierta malicia.

—Entonces, hagamos la vida imposible a ese hombre. Creo que ayer lo deje sin palabras.

—Eres malvada, señora Serkin.

Asentí mientras seguía sonriendo con maldad, una fría brisa recorrió mi cuerpo no pude evitar temblar debido al frío mientras me acercaba más al señor Serkin en busca de calor.

—Vayamos adentro —dijo mientras me soltaba lentamente, si un paso pero tropecé no caí debido a que el señor Serkin me tomo del brazo, lo escuché soltar un suspiro mientras tomaba mi mano—Creo que tienes razón, el suelo de aquí tiene algo contra de ti.

Aquello me hizo reír, no podía negar eso en especial porque en cada tres pasos resbalaba.

—Puede que sea porque soy un encanto, dicen que atraigo a los seres más fríos.

—¿Está tratando de decirme algo?—pregunto mientras me miraba.

—Nada que no se pueda ver a simple vista, cariño.

—Voy a soltarte.

—¿Vas a quejar a tu lindísima esposa caer?

—Hablo enserio, señorita Persson.

—Soy la señora Serkin.

Abrió la puerta para mí y me indicó que entrara primero, soltó mi mano y de alguna forma se sintió algo extraño, gire a verlo estaba cerrando la puerta a sus espaldas se dirigió hacia una puerta para abrirla y colgar su abrigo lo ví extender su mano y yo me acerque a él, me ayudó a quitarme la bufanda al igual que el abrigo y los guantes no me había percatado del hecho de que me estaba volviendo bastante dependiente de sus pequeños gestos hacia a mi.

—Shenna, ¿podemos hablar un momento?—el padre del señor Serkin me miró por un momento luego a su hijo yo también mire al señor Serkin quien asintió con la cabeza, sentí como palmeo mi hombro como signo de apoyo y yo volví mi vista al señor Luka, asentí con la cabeza mientras lo seguía en silencio. Ayer le grite a su padre así que puede que me diga una advertencia, no estaba segura de ello. Entramos a lo que parecía ser su oficina y me pidió tomar asiento a lo cual yo obedecí de inmediato, mire el escritorio frente de mi y como habia varias fotografías—Te llamé para ofrecerte una disculpa, mi padre es un hombre con un carácter difícil.

—No tiene porqué preocuparse señor Serkin, yo también no debí gritarle a su padre.

—No te disculpes por ello, creo que fue lo más indicado. Él está acostumbrado a que todos callen y asienten con la cabeza así que creo que ya era momento que alguien le dijeran algo, se sintió bastante sorprendido ya que solo está acostumbrado a los gritos de mi madre.

Aquello me hizo soltar una pequeña risa pues recuerdo que cuando salimos del comedor la abuela Nadia grito sin embargo al no comprender el idioma no estaba segura de que se tratara.

—Usted tampoco debería disculparse, no hizo nada malo.

—Posiblemente sin embargo siento que es lo correcto, es mi padre y se que no estuvo bien pero,además de disculparme quería agradecerte por defender a Mark... Estoy seguro que él no habla mucho acerca de su familia.—comento y yo negué, no quería indagar más en el tema sin embargo tampoco quería verme como una ignorante ante su familia por el tema—El padre de Mark era mi mejor amigo de la infancia y en cuanto a su madre era la mejor amiga de Dasha, puede decirse que gracias a ella conocí a mi esposa, ellas dos eran inseparables y se querían como hermanas, asi que cuando ellos murieron mi esposa no dudo en adoptar a Mark, cuidar de su hijo era lo menos que podíamos hacer y bueno, hicimos todo lo que pudimos y lo consentimos como uno de nuestros hijos, sin embargo mi padre no parecia muy feliz, es alguien muy arraigado a las costumbres y tiene ideales algo antiguas, asi que cuando supo que Mark queria ser pintor como su mamá hizo todo un escándalo y no a dejado de molestarlo desde entonces. Nosotros lo cuidamos y lo apoyamos sin embargo creo que a veces no hacíamos suficiente por él y la verdad era difícil saber lo que pensaba pues no sé quejaba y no decía nada, pensamos que estaba bien que solo lo ignorara, pensé que estaba bien que no le tomara importancia a estas cosas pero...—guardo silencio por un momento y ví una sonrisa en su rostro—ahora veo que si le toma importancia, en la mañana fue a la oficina de mi padre a advertirle que tuviera cuidado con lo que te decía, nunca lo había visto asi, mostrando tantos sentimientos en verdad le importas, en verdad te ama lo suficiente como para no quedarse callado y dejarlo pasar por alto. Ese niño después de tantos años lo ví sonreír por ti así que si mi padre dice algo tu también, dile todo lo que quieras y no te quedes callada, también sigue defendiendo y amando a tu esposo.

No tuve palabras para responder, él señor Mark Serkin, ¿sonriendo? Es decir puedo entender que hablara con su abuelo, después de todo es un hombre recto y de palabra, por lo cual una conversación indicando un poco de respeto hacia mi persona suena más lógico pues él me prometió comodidad en mi estancia pero, ¿él sonriendo? ¿Cuando lo hizo que no lo ví? Miré al señor Luka y solo me límite a asentir con la cabeza, realmente estaba sin palabras, creo que el señor se estaba tomando un enserio su papel de esposo amoroso y protector sin embargo, ¿Él sonriendo? Realmente estoy muy incrédula.

—No se preocupe señor Serkin, no me voy a dejar intimidar, de hecho mi esposo dice que soy alguien terrorífica, si le causo miedo a él también a su padre.

Aquello lo hizo reir, asintió con la cabeza y me miró con cierta duda, lo ví aclararse la garganta y sonrió un tanto tímido.

—Sabe, somos muchos señores Serkin aquí y creo que me sería más cómodo si usted se dirigiera a mi de otro modo.

—¿Le llamo por su nombre?—pregunte y note como tardo en responder para luego negar.

—Que tal suegro.

Su pedido me sorprendió, nuevamente me quedé sin palabras solo me límite a sonreír y asentí.

—Esta bien, suegro.

—Bueno, una vez que ya hablamos todo lo que teníamos que hablar, que tal si vamos a comer.

—Claro.

Me puse de pie para salir acompañada del señor Luka a quien al parecer quiere que le llamé suegro, creo que será algo de lo cual tendré que acostumbrarme. La puerta fue abierta y mi mirada se cruzo con la del señor Serkin quien estaba recargado en una pared lo ví reincorporarse y gire cuando escuché a su padre reír.

—No la regañe si eso es lo que piensas, así que tranquilo, solo tuvimos una pequeña charla suegro y nuera.

Él señor Serkin arqueo sus cejas y yo asentí me acerque a él y mire al señor Luka marcharse una vez lejos mire alrededor notando el silencio del pasillo.

—¿Por qué discutiste con tu abuelo?

—No e discutido con él.

—Tu padre me dijo que en la mañana le diste una gran advertencia sobre su comportamiento y que debía ser bueno conmigo, acaso, ¿Estás preocupado por mi?

—Temo más por ese anciano que por ti,  sueles ser violenta, aún recuerdo cómo intentaste golpear mi coche de una patada.

—Es que casi me atropellas... Aún así tú padre me dijo algo más interesante que eso—le indique que se inclinada petición que él obedeció para escucharme—Que usted sonrió por mi causa, señor Serkin, ¿Por qué sonrió?

Él se alejo me miró, se cruzo de brazos y negó.

—¿Por qué habría de sonreír?

—Su padre dijo que lo vio y dudo mucho que me haya mentido, ¿O acaso si fue así?

—Estoy seguro que vio mal.

—No lo creo, parece tener una excelente vista, además...—me calle cuando el sonido de mi estómago nos interrumpio le mire apenada y desvíe la mirada para aclararme la garganta.

—Vayamos a comer, te saltaste el desayuno y el almuerzo por estar durmiendo.

—Espera, ¿Cómo que me salte el desayuno y el almuerzo?

—Son las tres de la tarde, señorita Persson.

—¿Las tres de la tarde? ¿Por qué no me despertó? Además soy señora Serkin, le recuerdo que ya no puede llamarme así, usted mismo fue quien me dió ese titulo al hacerme su esposa.

—Los cambios de horario suelen ser difíciles en los primeros días, además no iba a despertarla pues parecia gozar de un buen descanso —comentó ignorando mis últimas palabras. Lo ví caminar y fui detrás de él.

—¿Enserio sonrió?

—¿Por qué insistes en el tema?

—Por que nunca lo e visto sonreír y siento que el verlo sería como ver un milagro.

Él giro a verme, arqueo sus cejas y negó mientras seguía caminando fui detrás de él para seguir bromeando al respecto sin embargo el me ignoraba, vaya que se le daba bien hacer eso con todo el mundo. En cuanto entre a la cocina mi vista se fijó en el abuelo Gregori quien me miró con enojo lo ví abrir la boca sin embargo se cayó cuando se esposa le metió un pedazo de pan no pude evitar reír y desvíe mi mirada para mirar al señor Serkin quien solo negó, ambos tomamos asiento y mire el rostro afligido de Dasha.

—Sabes Shenna, alguien se quiere disculpar por lo que sucedió ayer, ¿verdad cariño?—la abuela Nadia miró a su esposo quien solo comió otro trozo de pan, era obvio que no iba a disculparse.

—No se preocupe abuela, no haca falta que él abuelo se disculpe—dije y note como me miró molesto—entiendo que es alguien de un carácter algo difícil, yo también tengo uno de esos.

La abuela Nadia soltó una risa al igual que los hermanos del señor Serkin.

—Aun así, creo que mereces una disculpa —insistio la abuela Nadia y yo negué.

—Si él se disculpa yo también tendré que hacerlo y la verdad no me apetece, así que dejemos este tema en el olvido. Lo pasado pisado, ¿verdad abuelo?

Él hombre solo se quejo mientras seguía en silencio, yo mire al señor Serkin mientras le extendía un poco mi plato, el vio el pedazo de pavo servido y lo tomo para comenzar a cortarlo. Note el enojo en el abuelo Gregori y yo sonreí con cierta maldad, el señor Luka dijo que su padre era anticuado entonces eso significado que no toleraba muchas cosas entre ellas el afecto público, habia notado que incluso sus hermanos y cuñadas se comportaban incluso Dasha evitaba tomar la mano de su esposo así que yo con toda la intención me acerque más al señor Serkin, él me miró y yo pestañe frente a él, note su confusión sin embargo yo abri la boca cuando note que él tenía un trozo de pavo en el tenedor, solo esperaba que no me dejara en vergüenza con este ridículo gesto sin embargo el me dió el trozo de pavo con cuidado, yo sonrei complacida mientras masticaba el pedazo de pavo.

—¿Ahora ya no sabes comer sola?—interrogó el abuelo Gregori y yo negué.

—Me gusta que mi esposo me conscienta.

—Te casaste con una niña.

—Gregori, ya basta—pidió la abuela Nadia.

—Está bien, abuela, el abuelo tiene razón, puede decirse que Mark si se casó con una niña ya me gusta que me mimen mucho pero, no se preocupe abuelo también se actuar como una mujer cuando mi esposo se lo amerita, ¿cómo cree que me quito el enojo anoche?

La abuela Nadia soltó una carcajada mientras veía a Dasha evitar escupir su bebida, sus hermanos miraban con sorpresa y vi como el tenedor de Alexey salió volando a media mesa mientras que el señor Luka se aclaró la garganta incómodo, mire al abuelo Gregori quien estaba molesto por mi comentario gire a ver a mi esposo quien negó con su cabeza, abrí la boca con la intención de decir algo más pero el señor Serkin puso un pedazo de pan en mi boca indicando de esta manera que me callara.
Escuché decir algo a la abuela en su idioma natal y el señor Serkin solo soltó un largo suspiro para negar.

—Anoche no tuve la oportunidad de preguntar y bueno en verdad me muero de curiosidad, dime Shenna, ¿Cómo fue que te enamoraste de Mark?

Pregunto la abuela Nadia con emoción, yo seguí masticando mi pedazo de pan con tranquilidad mientras trataba de pensar en algo, esto me pasa por abrir mi boca.

—La verdad es que ni siquiera yo me di cuenta en que momento me enamore de él, sinceramente no es para nada mi tipo hombre, es más ni siquiera me agradaba,  fue tan grosero conmigo y no dejaba de mirarme de mala manera—dije y mire al señor Serkin quien se veía molesto—exactamente de esa manera—su familia soltó una pequeña risa—Sin embargo a pesar de todo él era amable a su manera... Hubo una ocasión donde yo en verdad me la pasé mal, el trabajo se estaba volviendo insoportable y estaba tan agotada debido a la universidad, hubo un día en especial que no podía con mi alma y creo que él lo noto, paso por mi al trabajo para poder hablar acerca de mis clases privadas de arte y bueno, se que el estaba hablando y de repente yo simplemente me quedé dormida, no supe en qué momento pero cuando desperté lo primero que ví fue el techo de su auto, lo había inclinado para que yo durmiera, incluso me dió su saco para abrigarme y para cuando el abrió la puerta me entrego una bolsa con comida, algo de vitaminas, dulces y otro tipo de cosas, ese detalle me hizo ver qué no era tan malo y bueno desde ese día fui más consciente de mi esposo, él en verdad es bastante detallista conmigo y cuida bien de mi, creo que incluso ya me acostumbré a sus mimos, ahora ya no puedo bajar del auto sola pues me acostumbré a que él me abra la puerta.

—¿Estás segura que no hablas de alguien más?—pregunto bromista la esposa de Mijaíl a lo cual yo no pude evitar reír.

—Yo al principio tampoco podía creerlo pero, es cierto—afirmó Mijaíl a su esposa— cuando fuimos a cenar para conocer a Shenna desde la ventana ví a mi hermano abrirle la puerta a su esposa.

—Tu nunca me has abierto la puerta del auto— reclamo la esposa de Mijaíl y él sonrió nervioso.

—Tienes razón pero al menos yo no te miró feo.

—Punto a tu favor.

—Lo admito nunca pensé que mi cuñado fuese tan detallista —hablo ahora la esposa de Faddei.

—No cabe duda que ni cuñada produce muchos milagros—dijo Faddei a lo cual sus hermanos asintieron en concordancia.

—Ahora sabemos que mi nueva nieta saca el mejor lado de Mark sin embargo también estoy curiosa de como fue que ese corazón de hielo se derritió, dime, ¿cómo te enamoraste de Shenna?

Todos miraron con atención a Mark, incluso el abuelo Gregori parecía atento a su respuesta, lo ví bajar su copa mientras seguía cortando su pedazo de pavo.

—Fue amor a primera vista.

—Que ridículo —soltó el abuelo Gregori y la verdad es que nunca pensé estar de acuerdo con ese hombre, y yo que pensé que iba a inventar algo más creativo.

—Es la verdad. Desde la primera vez que la vi me pareció hermosa y cuando sonríe es bastante encantadora, se forman pequeños hoyuelos cuando sonrie y arruga su nariz, aunque voy a admitir que era algo que no quería reconocer pero, el ir comprar a la cafeteria algo que ni siquiera era de mi agrado con tal de ir a verla unos minutos no era algo propio de mi así que tuve que reconocer que me había enamorado de la joven que me grito idiota desde la primera vez que nos vimos y de la cual tengo algo de envida por su talento en el arte pues cuando ví su primer cuadro me sacó un suspiro.

Yo le mire con cierta molestia pero que mentiroso.

—Dijiste que era basura —dije enojada y de inmediato quise morder mi lengua por mi acto tan impulsivo, creo que lo habia arruinado.

—Quería ver si me volvías a gritar idiota, sabes, incluso tu rostro molesto es encantador. Reconozco que no soy bueno expresándome así que tuve que tratar de llamar tu atención de alguna otra manera —giro a verme y acercó su mano para acomodar mi cabello detrás de mi oreja —así que aquí me tienes siendo un idiota con tal de verte feliz pues tu sonrisa es lo que me hace feliz a mi.

Me aleje pues sus palabras me hicieron sentir un nerviosismo inexplicable, sentí como mi corazón comenzó a latir y solo pude cubrir mi rostro con mis manos debido a la vergüenza que sentía.

—Vaya, parece que alguien es bastante tímida —dijo entre risas la abuela Nadia.

—No es muy expresivo así que a veces me toma de sorpresa —trate de excusar mi actuar mientras quitaba mis manos de mi rostro. Vi a Dasha sonreír con ternura mientras nos miraba.

—Pues yo me alegro que contigo si sea expresivo, estoy feliz de que pequeño por fin tenga a alguien que lo haga ser todo lo que guarda para si mismo... Sigan amándose de esa manera.

Él sonido de algo cayendo captó mi atención gire para ver a Alexey inclinarse.

—Perdón se cayó mi tenedor, iré por otro—lo ví levantarse para marcharse, se veía algo molesto por algo, ¿También habrá peleado con su abuelo? Él señor Luka dijo que le hacía la vida difícil a todos así que podía ser una posibilidad.

—Por cierto Shenna, ¿Cómo te pidió matrimonio Mark? ¿Fue romántico?—pregunto Sanya y yo negué.

—No realmente pero, si me sorprendió mucho tanto que incluso lo golpeó con mi tenedor—admití y lo escuche aclararse la garganta para tomar algo de agua, gire para verlo—Cariño, ya te e dicho que si te quieres reír solo lo hagas, no lo escondas.

—Hablamos de la propuesta, ella incluso pensó que era una broma de mi parte, como si fuera algún tipo de comediante.

—No cambies el tema.

—Hablamos de la propuesta —dijo para volver a comer algo, vaya que este hombre es difícil, en fin que más daba, mire a su familia para continuar hablando sobre la propuesta.

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