Capítulo 09
A pesar de que la familia del señor Serkin captó toda mi atención durante todo el día y parte de la tarde tuve tiempo de estudiar, aún recuerdo cómo entre en pánico en medio del auto cuando recordé que tenía examen sin embargo el señor Serkin me ayudó a dar un breve repaso, admito que si es de utilidad tener un esposo que es considerado un genio del arte, no importaba que le preguntara él respondía de inmediato, era como mi propio navegador de internet, incluso me envió una guía rápida de estudio de lo que posiblemente vendría en el examen así que estaba más tranquila, de hecho me fue de bastante utilidad, sabía que me iba a ir bien en el examen.
Levanté la mirada para observar la hora, aún quedaban un par de minutos y yo ya había repasado mi examen y me había asegurado que todo estaba en perfecto estado, gire para ver a Cameron quien escribía y borra a sin parar en su examen, rascaba su cabeza y dejaba salir varios suspiros con resignación, creo que el pobre tenía problemas aunque no parecía ser el único, todos parecían algo estresados yo por otro lado pensaba aprovechar mi tiempo libre para descansar un poco así que me levante para entregar mi examen y salir del aula. Respire con tranquilidad para comenzar a caminar por los silenciosos pasillos, no habíamos sido los únicos con exámenes, los profesores si que se habían esmerado en darnos una pequeña explotación estudiantil antes de las pequeñas vacaciones de invierno.
Me detuve de caminar cuando el sonido de sonido de mi celular captó mi atención, lo busque entre mis cosas para contestar algo me decía que Cameron al final se había rendido con él examen y habia procedido en buscarme.
—Hola, ¿sucede algo?
—Señorita Persson, ¿sus clases han terminado?—mire mi celular algo confundida ese no era Cameron.
—Ah si, de hecho acabo de entregar mi examen.
—Comprendo, entonces podría salir, la estoy esperando fuera del campus.
Y dicho esto él colgó, ¿Que demonios? ¿Cómo que está fuera del campus? ¿Por qué me está buscando? Recuerdo que acordamos que mis tutorías serían los fines de semana. Espera un momento, el hecho de que me estuviera buscando significaba solo una cosa y todos tenían por apellido Serkin, sabía que su familia sería problemática, no sabía si quejarme o alegrarme después de todo el accedió en aumentar mi salario en estos encuentros familiares a este paso me voy a volver millonaria en este matrimonio, al menos sacaré algo de provecho a esto aunque admito que si familia si es algo agotador y no porque sean malas personas más bien son demasiado buenas pero su constante atención es algo agobiante, ahora se porque el señor Serkin se limita a ignorarlos.
—Shenna, vayamos a ver una película y no te preocupes,yo invito—la voz de Cameron me sobresalto, gire para verlo.
—No puedo, tengo trabajo.
Lo ví arrugar su rostro, tomo mi mochila cuando noto que avance un par de pasos.
—¿Cómo que tienes trabajo? ¿En dónde? Ayer fui a la cafetería y las chicas me dijeron que habías renunciado y por cierto están bastante furiosas.
—Si bueno, fue algo imprevisto.
—Lo deje pasar porque te vi más tranquila, pero parece que estás evitando el contarme.
—¿De que hablas?
—De tu nuevo trabajo, ¿dónde es? ¿Que haces ahí? ¿Te pagan bien? ¿Son amables contigo? Pero aún más importante, ¿Es legal lo que haces?
¿Que si es legal? No tengo ni la más mínima idea,quien sabe sin embargo si me pagan más que bien y puede decirse que si son amables conmigo en cuanto a qué hago bueno, no se cómo clasificar esto de esposa falsa.
—Cameron,¿que insinuas? ¿Quieres volver a pelear conmigo?—pregunte fingiendo molestia pues necesitaba deshacerme de él.
—No es asi—soltó un suspiro con resignación y me miro—es solo que estoy preocupado por ti. Últimamente estás bueno, bastante extraña.
—Tranquilo, estoy bien.
—Tus estás bien es todo menos eso.
—Te lo puedo asegurar, estoy bien, no es nada.
—De acuerdo, entonces, andando.
—¿De que hablas? ¿Cómo que andando?—interrogue al verlo caminar a mi lado.
—Ya que no quieres hablarme sobre tu trabajo yo mismo te acompañaré.
—¿Cómo porque?
—Solo voy a verificar que estás bien.
—Cameron—me detuve enfrente de él, le arrebate de un jalón su mochila y la lance lejos, él me miro incrédulo mientras iba por su mochila a lo cual yo comencé a correr.
—¡Shenna Persson!
Lo escuché gritar a todo pulmón, vaya que me era un alivio en este mismo momento que Cameron no fuese nada atlético, lo dejo a varios pasos pero aún así debia evitar que me viera. Cuando salí a lo lejos visualice el auto del señor Serkin, corri para abrir la puerta y cerrar la puerta de un azote para luego agacharme.
—Conduce—le ordene algo agitada al señor Serkin mientras me inclinaba con todo y asiento.
—Señorita...
—¡Conduce!—está vez le grite a lo cual él obedeció, solté un suspiro alivia cuando sentí que ya nos habíamos alejado un poco, subí junto con el asiento y mire por la ventana como nos alejamos del instituto —Perdon por gritarle, es que Cameron queria seguirme, no deja de insistir en querer saber sobre mi nuevo trabajo.
—Parece que su papel como esposa lo toma muy enserio si ya comenzó a gritarme.
—Ya me disculpé por ello señor Serkin, además acordamos que esto sería un secreto y usted no parecía querer conducir.
Él no dijo nada solo se limito a asentir para volver a hablar.
—¿Usted porta con visa de viaje, señorita Persson?
—Si, tengo gracias a la universidad debido a que a veces hacíamos viajes, ¿por qué?
—Es debido a nuestro problema.
—¿Nuestro problema?—interrogue confuso, ¿desde cuándo sus problemas son míos?
—Alexey ha estado al tanto de los movimientos de nuestros padres para informarme al respecto y al parecer discutieron sobre una posibilidad de ir a Moscú de vacaciones familiares.
—¿Que? ¿Moscú? ¿Vacaciones familiares? Oh no, detesto el frío y si apenas pude con su familia durante un par de horas no me imagino durante varios días.
—Por eso mencione que es una posibilidad.
—Una posibilidad que no quiero.
—Entonces es momento de hablarlo.
—¿Por qué deberíamos de hablarlo?
—Fue usted la que menciono que realizo los planes sin consultarle así que la estoy tomando en cuenta.
Aquella confesión me dejó sin palabras realmente no me lo esperaba, es decir pensé que era del tipo de persona que ignora a las personas y hace lo que quiere.
—Comprendo, entonces, ¿Cuál es su plan?
—Evite a mi madre.
—Eso no suena a un plan.
—Señorita Persson debe ser consciente de que mi madre es alguien bastante convincente, tratara de ser sutil y hará muchas preguntas así que solo evite sus preguntas, va a insinuar muchas así que finga no comprender pero, en especial no se quede a solas con ella.
—Detenga el auto ya no quiero ir con usted, mejor dígales que me quedaré toda la tarde en la universidad —mire hacia la puerta con pánico pero el señor Serkin no detuvo el auto.
—Guarde la calma señorita Persson, además no podra evitar siempre a mi madre, ella va a tratar de insistir y lo último que queremos es que ella vaya a mi casa en tu búsqueda. En esta ocasión tuvimos suerte de que Alexey la convenciera de tener la comida en su casa debido a que tú no tendrías tiempo de cocinar algo debido a la universidad.
Le mire un poco molesta pero tenía razón, lo último que necesitaba era que ella buscará mi presencia en la casa del señor Serkin y yo no quería estar en ese lugar, algo me decía que iba a ser bastante aterrador. Ya me estaban sudando las manos nuevamente, con disimuló limpie las palmas de mis manos con mi pantalón y trate de respirar, todo iba a estar bien, solo estaba exagerando, además solo tenía que evitar a la madre del señor Serkin, si está bien, nada difícil.
Después de un rato en silencio miré por la ventana para percatarme del hecho de que habíamos entrado en una residencia privada, mire los grandes muros que cubrían los alrededores sin embargo me impresionaba más el hecho de todo el espacio que ocupaba una sola casa, gire para ver al señor Serkin quien se había estacionado frente a una enorme casa blanca de dos pisos, reconocí el auto de su familia al igual que el auto negro de Alexey, pestañe un par de veces mientras trataba de ocultar mi impresión, es mi cuñado y se supone que se donde vive así que trata de actuar normal. La puerta se abrió y mire al señor Serkin ofrecer su mano, la tome un poco convencida, respire hondo y comencé a encaminarme a esa casa que digo casa eso ya es una mansión. El señor Serkin nuevamente abrió la puerta por mi, entre a la casa tratando mientras me convencía a mi misma de estar tranquila sin embargo me quedé impactada al ver la pared que estaba frente de mi, aunque más específicamente al cuadro que se encontraba colgado, yo recordaba está pintura era la que habia lanzado con tanta frustración por el pasillo de la universidad, ¿cómo es posible que el la tenga? Es decir, ¿Por qué? Sentí la mano del señor Serkin en mi espalda aquello me hizo volver a la realidad, me comencé a encaminar con él hasta llegar a un enorme comedor donde todos ya estaban sentados.
—Llegan justo a tiempo —hablo la madre del señor Serkin y yo solo sonreí.
—Un par de minutos más y mamá sale a buscarlos —bromeó uno de los hermanos del señor Serkin a lo cual todos rieron.
—Que les puedo decir, tengo una nuera tan lindísima.
—¿Insinuas que mi esposa no es lindísima?—interrogó Mijaíl.
—Todas mis nueras son lindísimas, pero Shenna se lleva todos los honores por haberse casado con alguien como Mark.
Escuché a mis espaldas una enorme carcajada, gire para ver a Alexey quien apareció con una botella de vino entre manos.
—Mi cuñada es toda una osada —dijo Alexey tomando asiento al lado de su madre. Yo tomé asiento al otro lado de la mesa para evitar a la madre de Mark.
—Sin mencionar que también una gran artista—dijo y me miró a lo cual Alexey tosió, lo miré notando su nerviosismo.
—Alexey menciono que tú realizaste el cuadro de la entrada, en cuanto lo observé quede fascinado —hablo en padre de Mark haciéndome sentir avergonzada.
—Es algo hinoptico—dijo Mijaíl.
—Me atrevo a decir que incluso tiene mucho más talento que tú—mencionó Faddei señalando al señor Serkin quien arqueo sus cejas—¿Por eso te enamoraste de nuestra cuñada? ¿Por qué su arte te cautivo?
—¿Cautivar?—interrogó el señor Serkin para tomar algo de su copa —No sé si sea apropiado ese termino, lo analizaré después con cuidado y creo que comenzaré en colocarlo al derecho.
—¿De que hablas?—pregunto Alexey confundido y yo no pude evitar soltar una pequeña risa, debo admitir que me impresionó que notará el detalle que esta de cabeza.
—El cuadro lo colgaste de cabeza. La pintura es lo que conocen comúnmente como pinturas ocultas, entre todos esos trazos hay una imagen y me percató que lo hizo con mucha molestia—dijo mientras me miraba.
—Si bueno, alguien me hizo enojar ese día—dije mirando también al señor Serkin.
—Ah, ya, ¿es por eso que lánzate la pintura?—pregunto Alexey captando mi atención y note como incluso él se regaño por su comentario.
—¿De que hablas?—pregunto su madre mirando a Alexey para luego mirarnos al señor Serkin y a mi.
—Nada importante madre, ese día ese enojar a Shenna sin embargo ya arreglamos nuestras perezas.
Yo solo asentí fingiendo una sonrisa, vaya que este hombre mentia con todos los dientes.
—Me alegra saber que fuiste consciente de tu error, sabes algo Shenna ese día Mark se peleó conmigo para tratar de conservar tu cuadro—confesó Alexey y todos lo miramos con atención y cierta curiosidad —Podia notar su duda entre ir por ti o tomar el cuadro, para cuando se decidió que hacer yo ya tenía el cuadro entre manos y él con su voz autoritaria solo ordenó que se lo diera, hubieras visto fue tan divertido verlo ir detrás de mi por todo el pasillo para tomar el cuadro al final solo se resigno. Aunque ahora que lo pienso tendré que cuidar ese cuadro, no vaya a ser que intente robarlo.
Aquello hizo reír a su familia,yo por otro lado miré al señor Serkin quien solo comía con tranquilidad, sinceramente dudaba mucho que esa historia fuese real después de todo me habia dado cuenta que Alexey era un excelente mentiroso.
—Tranquilo no te robara nada, es más te voy a regalar tu propio cuadro personalizado ya que te encantan mis obras de arte.
Bromee con burla pues cierto o no quería aprovechar está oportunidad para saber que era lo que le gusta de mis pinturas.
—Prefiero a la artista antes que a su arte.
Escuché como la madre del señor Serkin soltó un chillido de emoción debido al comentario de su hijo mientras que alguien escupió su bebida pues escuche el quejido de uno de los hermanos de él por otro lado el padre del señor Serkin se aclaró la garganta y yo me moría de vergüenza, ¿de dónde había salido ese comentario? Este hombre últimamente si que sabía ponerme nerviosa. Sonreí tratando de ocultar mi evidente nerviosismo.
—Vaya, pero que romántico —soltó Alexey rompiendo el silencio que se había formado.
—No te imaginas cuanto—dije ocultando el sarcasmo, palmeé su espalda en forma de regaño—Estando solos es todo un poeta.
—Es bueno compartir momentos a solas como matrimonio —hablo por fin madre del señor Serkin y note una sonrisa que me fue un tanto escalofriante.
—Concuerdo totalmente con usted, en especial cuando se son recién casados.
—¿Han pensado en la luna de miel?—interrogó.
—Si.
—¿En dónde?
—Mark dijo que sería una sorpresa.
—Lo más seguro es que te lleve a ver museos.
—Me encantan los museos. Puede que me lleve a París.
—Oh puede que a otro lugar.
—Puede que si, le comente que me encanta el mar. Solo e ido una vez y me encantaria volver a verlo y sentir la calidez del lugar.
—El calor suele ser agobiante, ¿no te gusta más el invierno?
—No realmente, soy más de lugares cálidos.
—Sin embargo cambiar de aires podría ser bueno.
—Considero oportuno cualquier lugar cálido mientras sea con mi esposo.
—No hay como un lugar frío para dormir acurrucados.
—O aún mejor un baño bajo la luz de la luna. Ahora que lo pienso leí sobre un lindo lugar con cascadas, creo que era en México, ¿me llevaras ahí si te lo pido, cariño?
Tomé el brazo del señor Serkin él me miró de reojo y él solo asintió.
—Te llevaré dónde desees.
—Perfecto, México será.
Dije feliz dando la conversación por terminada sin embargo la madre del señor Serkin de vez en cuando insistía sobre ir a otro lugar con un clima algo más frío, esa mujer en verdad quería llevarme a Moscú con su familia sin embargo yo no pensaba aceptar, me iba a resistir e iba a evitarla a toda costa o al menos ese era el plan.
No sé cómo pasó, en verdad que no, trate de evitarla todo lo posible sin embargo está mujer de alguna forma me vio la cara, en verdad que tenía una gran manipulación, yo recuerdo que solo iba al baño y de repente me la encontré y terminé en esta horrible situación.
—Comparemos sus boletos también y no te preocupes linda ya verás como te encantara Moscu.
—Si—sonreí desde el auto antes de despedirme. El señor Serkin puso el auto en marcha y yo solo quise llorar, solté un quejido para luego mirar al señor Serkin—Todo esto es su culpa.
—¿Por qué habría de ser mi culpa?
—Le dije que me acompañará al baño. Sentí tanto miedo cuando me arrinconó en el pasillo, ¿su familia no es de la mafia o si?
—Son personas empresariales puede decirse que es casi lo mismo además, ¿con que excusa iba a acompañar a mi esposa al baño?
—Con la que sea, por lo que e notado le va muy bien el mentir.
Dije molesta se formó un silencio y yo solo solté un largo suspiro en verdad estaba bastante enojada, no sabía que iba a hacer ahora, necesitaba ver de alguna forma como romperme una de mis piernas para evitar el ir, ¿en qué demonios estoy pensando? No podría hacer eso, soy muy cobarde, aunque también podría fingir contagiarme de algo pero, ¿de que? Tal vez varicela, no, no creo que funcione. Respire hondo para tratar de guardar la calma, solo estoy pensando un montón de tonterías además, puede que no sea tan malo estar ahí con toda la familia Serkin mientras soy el centro de atención y me llenan de preguntas. Ay demonios, ¿en qué me metí?
Levanté la mirada cuando note que el auto se detuvo me sentí algo confundida al notar que no me encontraba fuera del campus de la universidad más bien estaba en el centro de la ciudad aunque más específicamente frente a una tienda departamental.
—¿Que hacemos aquí?—pregunte confusa mirando al señor Serkin quien ya habia bajado del auto, lo ví rodear el vehículo para poder abrirme la puerta.
—Venimos de compras.
—¿Por qué quiere que lo acompañe a comprar?—pregunte mientras lo seguía dentro de la tienda.
—Las compras son para usted señorita Persson.
—¿Para mí?—le mire confusa.
—Iremos a Moscus, en invierno, el frío ahí es una tortura y puedo asegurar que no tendrá algo abrigador.
—Tengo algunas prendas de frío.
—Tener algunas no será suficiente—dijo y note como intercambio unas palabras con una joven de elegante traje negro con una placa dorada que nos sonrió y nos dirigió a otra sala, me sentí algo confundida por el hecho de que nos trajeran a otra habitación donde tomamos asiento y se acercaron otras señorita con un uniforme elegante para brindarnos algo de café y galletas. Miré al señor Serkin quien se veía bastante tranquilo observando su café que dejó de lado.
—¿No toma café señor Serkin?—mi pregunta captó su atención, giro a verme por un segundo antes de volver su mirada al frente y yo mire la taza de café —Es que bueno, ya sabe ese día que fue la cafetería y pidio el yogurt especial tampoco parecia ser algo de su gusto.
—Me abstengo de tomarlo ya que me produce migraña, solía desvelarme mucho y tomar café en exceso así que el medico lo prohíbo por un tiempo.
—Ya veo y, ¿hay algo en especial que le guste tomar?—está vez si giro a verme pro completo se veía algo confundido por mi repentino interés— Es decir, si estamos allá y empiezan a preguntar sobre lo que le gusta sería raro que le de algo de su desagrado.
—Kompot, aunque solo lo tomo caliente.
No sabía que era eso así que cuando pensé en preguntar solo me quedé con la duda pues varias mujeres con uniforme entraron empujado varios percheros con ruedas, mire al señor Serkin algo incredula para luego mirar a las mujeres.
—Espero que no quiera que me prueba toda esa ropa.
—Solo verifica que es de tu talla—pidió aunque se sintió más como una orden, me levanté para tomar el primer abrigo y colocarlo sobre mi, tenia una talla perfecta para mí.
—Es bastante calido—dije para seguir mirando alrededor.
—Todo fue seleccionado con cuidado —hablo la mujer de la placa dorada quien me sonrio—. Espero haber tenido un acierto en su vestimenta, tenemos conjuntos preparados sin embargo si algo no es de su agrado podemos cambiarlo.
Miré alrededor verificando la talla y vaya que esa mujer tenía un buen ojo, bueno supongo que por eso ella es la de la placa dorada, mire al señor Serkin quien miraba en silencio, lo admito si me incomoda el hecho de que él me compre algo, pero bueno supongo que con dos abrigos bastará y tres conjuntos también.
—Todo está bien, si es mi talla, de hecho todo es bastante lindo.
Miré indecisa sobre lo que tendría que seleccionar, camine un par de pasos pero me detuve al escuchar la voz del señor Serkin.
—Nos llevamos todo.
—Por supuesto, señor Serkin.
Lo mire incrédula y me acerque a él cuando las damas se fueron, él también se levantó y yo lo tome del saco.
—¿Cómo que todo?—pregunte en un susurró.
—Dijiste que era de tu agrado.
—Si, pero no por eso me voy a llevar todo. Con dos abrigos basta, no quiero todo un armario de invierno.
—Créame señorita Persson cuando le digo que dos abrigos no serán suficientes además, considere esto como un recompensa. Admito que no puse de mi parte para ayudarle con mi madre, incluso para mí es difícil negarme.
—¿De que hablas? Usted ignora a su madre, ¿cómo que les es difícil negarse?
—Tengo que ignorarla por que si la miró no puedo negarle nada.
Aquello me hizo sonreír con cierta burla. No quería creerle pero, es que si había notado que cuando se indignada a ver a su madre se lo brindaba, ahora se porque la evita.
—Quien diría que ese rostro es tan débil por su mamá.
Él arqueo sus cejas.
—¿Que trata de decir?
—Nada que no se vea a simple vista, cariño—dije repitiendo la mismas palabras que su madre decía todo el tiempo, él solo negó mientras se encaminaba.
—Aún así, ¿no crees que es demasiado? Creo que me compro toda la colección de invierno de esta tienda.
—Habla de manera exagerada señorita Persson.
—Y usted actúa de manera exagerada, enserio es demasiado. Ya se, podría descontar de mi sueldo para pagarlo y...
—Señorita Persson, mire su mano derecha por un momento y dígame qué es lo que ve.
Mire confusa mi mano y luego le mire.
—Ah, mi anillo—respondí con cierta duda y confusión.
—Asi es, lo que indica que es mi esposa. Le recuerdo que prometí ser un esposo ejemplar en el contrato así que algo como comprarle ropa no es la gran cosa, así que no tiene que pagarme nada.
—Aún así, es demasiado.
—Créame que es poco, el valor de toda esa ropa ni siquiera llega al precio de uno de mis cuadros.
—Eso sonó muy presumido de su parte señor Serkin.
—Es la verdad así que no se preocupe por el dinero. Sinceramente ya era tiempo de que hiciera algo al respecto con mi dinero y que mejor manera de gastarlo que en mi esposa.
Aquello me hizo sonreír, no quería hacerlo pero lo hice, este hombre diciendo algo tan lindo con ese gesto tan serio hacia que... Espera, no, mi corazón solo palpita con normalidad, no estoy sobresaltada por él, no, no es así.
—Aún así, es demasiado. No vuelva a comprarme tantas cosas, por favor.
—Señor Serkin, es una agradable sorpresa verlo aquí.
Una dulce voz captó mi atención, gire para ver a una mujer bien parecida con un hermoso vestido azul pegado a su cuerpo, note sus tacones algo pero en especial como miraba al señor Serkin con una enorme sonrisa, se acomodo su melena azabache y note como me dedico una mirada con cierto desprecio y algo de asco.
—Señora Barnes.
—Señorita, la señora Barnes es mi madre señor Serkin. Aunque sinceramente me sentiría más cómoda si me llama por mi nombre.
—Espero que se encuentre bien señora Barnes—dijo el señor Serkin con su típica seriedad ignorando el pedido de la joven yo desvíe la mirada para evitar reír—si me disculpas debo retirarme.
—No seas malo conmigo, Mark—dijo la señorita y note una mirada de disgusto en el señor Serkin por el hecho de que ella le llamara por su nombre —solo te pido un poco de tu tiempo, te prometo que será bastante entrenido.
—A la única mujer a la cual le dedico mi tiempo es a mi esposa y ahora mismo estamos ocupados.
La mujer le miró incrédula, soltó una risa sin ocultar su burla. Sinceramente si fuese ella también tendría la misma reacción, me aleje un poco para fijar mi vista en los bolsos si empezaban una disputa no quería estar cerca.
—¿Esposa? Por favor Mark, es la peor excusa que me has dicho para sacarme de tu vista.
—No es ninguna excusa, estoy ocupado con mi esposa —dijo mirándome y note como la mujer también lo hizo, me barrio con su mirada de pies a cabeza para luego cruzarse de brazos.
—¿Piensas usar a tu asistente como parte de tu mentira? Por favor, al menos ten algo más digno de tu clase.
¿Asistente?
¿Digno?
¿Clase?
Pero a esta que le pasa, yo soy bastante digna de ser esposa de este hombre es más el debería ser el digno para alguien como yo. Le tenía lastima por el desprecio que le estaba dedicando el señor Serkin pero ahora noto que lo tiene bien merecido. Me acerque para abrazar el brazo del señor Serkin y note su atención, yo le sonreí y palmeé su pecho con cuidado note como aquella mujer presto atención a mi mano aunque más específicamente a mis anillos en el dedo anular.
—Cariño, ya me decidí —dije señalando hacia la mesa donde había varios bolsos
—los quiero todo, todo lo que hay en esa mesa lo quiero.
La mujer miró incrédula como el señor Serkin asintio con la cabeza, levantó su mano captando la atención de una de las venderosa que se apresuro a su encuentro.
—También me llevo todo lo que este en esa mesa.
—Por supuesto señor Serkin, ¿le gustaría implementar algo más?
El señor Serkin me miró y yo fingi pensarlo.
—Tal vez algunas cosas más pero, necesito de la opinión de mi esposo, vamos cariño vi algo que me gustó y me gustaria probarmelo para ti.
—Esto no puede ser, no puede estar pasando.
Miré de reojo a esa tal señorita Barnes y le dedique la misma mirada de desprecio que ella me dedicó y comencé a caminar junto con él señor Serkin lejos de ella, la escuché soltar una maldición y yo sonreí complacida.
—Pense que no querías que te volviera a comprar nada en demasia.
—El momento lo ameritó, además, ¿que le pasa a esa mujer? ¿Viste como me miró? Necesitaba darle una lección además, ¿ves este anillo?—dije levantando mi mano derecha—demuestra que soy tu esposa por ende soy la única que merece de tu tiempo.
Él arqueo sus cejas, note como desvío la mirada.
—Comprendo.
Yo gire para notar que aquella mujer nos seguia observando con molestia me detuve en una sección donde había bufandas, tome una color negro.
—Incline su cabeza un poco,por favor—note cierta duda en él pero aún así accedió mi pedido, yo le coloque la bufanda y sonreí —Esa mujer en verdad que necesita una lección, aún me ve mal y sabe algo espero que lo siga haciendo, después de todo solo yo puedo ser su esposa. Después de todo soy la nuera lindísima y que se lleva los honores porque decidió casarse contigo.
El señor Serkin arqueo sus cejas, creo que me había pasado de la raya, si bien bromeaba a veces con el frente a su familia creo que en este momento si me pase, pensé en disculparme pero lo mire al sentir como tomo colocó algo en mi cuello, el habia tomado otra bufanda igual a la suya para colocarla sobre mi.
—Concuerdo con usted, mi madre la adora, solo usted puede ser tan osada como para casarse conmigo y sinceramente no veo a nadie más como mi esposa.
—Nadie está tan loca como yo para tomar tal decisión.
—Tiene toda la razón, está loca.
—Oye, eso fue muy grosero de su parte. Voy a acusarlo con su madre señor Serkin.
—Si le compro todo lo que está en este estante consideráis el hecho de mantenerlo en secreto.
—Tenemos un trato señor Serkin.
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