Capítulo 03
En definitiva era más buena hablando que tomando acción. Afirmé poder crear algo tan magnífico jamás visto en la historia para impresionar aunque sea un poco a ese hombre para convertirme en su discípula, pero no he logrado nada. Estoy comenzando a pensar que no sirvo para esto, nuevamente había entrado en frustración, al menos está vez era una frustración diferente.
Seré su discípula.
Esa frase la dije con tanta confianza que me la creí en el momento, en verdad creí que su podría, pero ahora mismo estaba dudando mucho al respecto y no es que tuviera un problema en realizar una pintura más bien era el hecho de hacer algo que fuese perfecto, bueno más que perfecto, debía ser algo glorioso que hiciera palpitar su corazón, quería que esa persona se sintiera arrepentida de sus palabras y me ofreciera una disculpa… Yo quería, no, más bien yo no quería tener nuevamente esa sensación. Miré el lienzo en blanco, tenía el pincel en mi mano pero no podía pintar nada que mi mente no desechará al segundo de pensarlo, me sentía muy inquieta por todo lo que sentía, por esos recuerdos, solté un largo suspiro mirando ahora la pintura y entonces las primeras lágrimas comenzaron a brotar fue entonces cuando comencé a pintar, el pincel que sostenía se movía de acuerdo a mis sentimientos, los colores, la combinación, reflejando mi tristeza, todos esos recuerdos que me hacían sentir tan pequeña, lloré y lloré por mucho tiempo hasta que esa pintura fue terminada, aquello no me hizo sentir mejor, yo había pintado con tantos sentimientos, pero seguía sin gustarme, quedaba tan poco tiempo y yo aún no lo conseguía.
Estoy a nada de rendirme en esto, estoy comenzando a formar un nuevo plan como venganza, pero sin importar las opciones creo que terminaré en prisión. Me levanté de mi lugar para salir un momento, estar tanto tiempo encerrada en la habitación del campus solo me hacia sentir más miserable así que ya era momento de cambiar ese sentimiento, miré alrededor para observar a los estudiantes que también gozaban de su tiempo libre y voy admitir que es un poco agradable, cuando todo esto termine voy a agradecerle a Cameron por remplazarme en el trabajo para que pudiera concentrarme mejor en mi pintura aunque era una lástima que no tuviera nada aunque quedaba muy poco tiempo.
Al llegar al parque tomé asiento en una pequeña banca, solté un largo suspiro para mirar a mi alrededor, algunas personas hacían ejercicio, otros solo conversaban en las otras personas, algunos veían a sus hijos jugar, había muchas familias y fue entonces cuando mi mente por primera vez después de tantas semanas cambió sus pensamientos, nunca supe lo que era tener una familia, esa sensación de alguien cuidando de ti, preocupándose por si llegas tarde, por si caes, por si te sientes desanimado, alguien que te de ánimos y te ayude a sentirte mejor cuando te sientes tan solo. Solté un largo suspiro nuevamente para observar a los hijos tan felices con sus padres, pensaba que ya había superado mi etapa de anhelo familiar sin embargo me equivoqué.
—Eso sí que fue un largo suspiro.
Giré un poco sorprendida para observar a un hombre en traje que tomó su sorbo de café, una sonrisa adornó su rostro para luego girar a verme.
—¿Todo bien? —preguntó y yo solo me alejé un poco más de su lado, se que puedo verme algo grosera, pero algo como que un hombre desconocido te hable de la nada es un tanto sospechoso, extendió una bolsa de papel y de inmediato reconocí el logo de la cafetería, levanté la vista para verlo mejor, era el cliente habitual.
—Si, todo bien—me limité a responder mientras tomaba un bocadillo de mermelada más por cortesía que por ganas.
—¿Enserio? No es por ofenderte, pero te ves horrible y se que es muy grosero de mi parte decirlo puesto que soy un desconocido, pero tus palabras no están de acuerdo a tu apariencia tan decrépito. Así que me atrevo a preguntar otra vez, ¿estás bien?
—Americano doble y postres de mermelada —dije y noté su rostro de confusión por aquel comentario tan fuera de lugar.
—¿Que?—preguntó por fin mientras me miraba confundido.
—Eres el cliente que siempre pide americano doble y postres de mermelada, así que supongo que no eres del todo un desconocido.
Aquello lo hizo sonreír mientras asentía.
—Así que, ¿distingues a los clientes por lo que piden?
—Solo a los clientes regulares —admití.
—Comprendo y entonces le dirás a este cliente habitual de americano doble con postres de mermelada, ¿que es lo que sucede? Es realmente extraño no verte con esa enorme sonrisa que te caracteriza tanto.
—Solo no e tenido un buen momento—confesé mientras miraba a los niños jugar —Sinceramente a sido este el peor mes que e tenido.
—Entiendo, todos tenemos días malos en especial momentos de muy mala racha.
Miré un momento al hombre de traje, se veía tan despreocupado mientras tomaba su café.
—No pareces del tipo de persona que tuviera días malos.
Aquello lo hizo reír, guardo silencio y solo asintio.
—Solo lo parezco... La verdad es que también tengo mis días malos de hecho realmente horribles, pero aún con ellos sigo adelante.
—El seguir adelante a veces es tan agobiante.
—Creo que es mucho más agobiante el quedarse—dio otro sorbo a su café y me miró —Entonces, ¿estás bien?
—Vaya tampoco pareces del tipo insistente sin embargo lo eres.
Aquello lo hizo reír.
—Si, bueno, es que estoy acostumbrado a verte con esa linda y amigable sonrisa así que ver otro tipo de gestos en especial ese de agobio, algo decrépito, cansancio e irritabilidad es algo extraño.
Le miré aguantando mis ganas de reír podía notar su nerviosismo y el como trataba de ocultarlo, tomo otro sorbo de su café mientras desviaba la mirada.
Admito que si estoy algo irritada pues las ganas de golpearlo eran enormes o por lo menos derramar su café sobre sus pantalones para que se queje de otra cosa.
—Si bueno el que me digas que me veo decrépito no me hará sonreír, de hecho si estoy bastante irritable, ya hasta me enoje, además usted se ve bastante raro y un tanto sospechoso. Tiene cara de secuestrador y vendedor de órganos.
Aquello hizo reír a aquel hombre quien asintió sin parar. Le miré de reojo y es que la verdad no era así, tenía un rostro bastante atractivo, su cabello rubio estaba bien peinado y sus ojos azules parecían brillaban. No sé ve extraño aunque si algo sospechoso por lo cual me alejé un poco más a este paso iba a terminar cayendo de la banca.
—De acuerdo, me lo merezco. No fue nada agradable mi comentario y efectivamente me veo como un rarito —dejó su café de lado para verme nuevamente —y tal vez no pueda cambiar ese hecho, pero tú en cambio si podrías verte diferente, no se que te agobie, pero sabes algo ningún problema es eterno.
—Eso si fue más agradable de escuchar.
—Y no me hizo ver tan raro.
—De hecho aún te vez un poco raro.
Bromeó a lo cual el hombre soltó una pequeña carcajada para asentir nuevamente. Vaya que a este hombre le gusta reír.
—Siempre es difícil cambiar las expectativas, aunque a veces es bueno aprender a soltar todas esas expectativas y mejor apreciar todo a tu alrededor, pues cuando no esperas nada, todo llega.
Aquellas palabras llamaron mucho mi atención puesto que tenía muchas expectativas en esta pintura quería probar algo, yo quería llegar a mi meta, pero me había olvidado por completo de apreciar todo aquello que realmente me importa después de todo cuando realizo mis cuadros nunca espero algo especial, solo hago todo aquello que me hace feliz, solo me gusta transmitir mi propia experiencia, mi manera de ver el mundo y todo lo demás llega, me levanté sorprendiendo a aquel hombre pues ya que dejé ir esa expectativa de querer darle un merecido a ese maldito pintor arrogante, grandes ideas vinieron a mi, me encamine con prisa para irme pero giré para ver al desconocido quien me miraba sorprendido para tomar un sorbo de su café.
—Café americano doble y con postre de mermelada que es raro, gracias, en verdad muchas gracias por sus palabras en verdad me animaron.
No espere a su respuesta pues me había ido corriendo, ahora que tenía tantas ideas no tenia tiempo que perder, yo debía empezar cuanto antes en mi cuadro, yo iba a realizar la mejor pintura de todas tan solo para hacerme feliz. En cuanto llegué a mi habitación, tomé mi celular para colocar música, tomé el cuadro para destapar todas las pinturas, tome una liga para atar mi cabello, comencé a tronar mis dedos al ritmo de la música para moverme de un lado a otro, tomé el pincel para comenzar a cantar para por fin comenzar a pintar, sin perder más tiempo comencé mi nueva obra maestra, necesitaba ser creativa, una pintura de óleo, varios colores adornando un sólo contorno, varias esencias siendo sólo uno, varios sentimientos en un pequeño lienzo.
🖌️🖌️🖌️
—Ten un buen día.
—Vaya que esa sonrisa es más que enorme de lo normal —Megan se acercó para mirarme de pies a cabeza —¿Quién es el chico?
—¿Qué te hace pensar que es un chico?
—Me encanta estar de tu lado pero ahora mismo le doy la razón a Shenna, ¿Qué te hace pensar que existe la posibilidad de un chico en la cabeza de alguien que se pasó semanas encerrada maldiciendo sin parar a un pintor mientras pintaba con tanta frustración?
Cuestionó Bonnie y aquello me hizo reír.
—Lo reconozco, estuve algo frustrada estas últimas semanas.
—¿Algo? —interrogó Bonnie.
—De acuerdo, muy frustrada, pero ahora me encuentro mucho mejor, incluso estoy algo nerviosa ya que el día de mañana es el concurso.
—Ni siquiera te deseare suerte porque estoy segura que tendrás éxito —Megan chasqueo sus dedos sin parar moviendo estos de un lado al otro, Bonnie asintió en concordancia, yo les agradecí brevemente para poder atender el teléfono de la cafetería.
—Hola, muy buen día. Gracias por llamar a…
—No hay tiempo para tu presentación de trabajo.
—¿Cameron? —pregunto confundido mientras miraba el teléfono por un momento.
—Esto es muy grave, el concurso tuvo un cambio, será hoy.
—¿Qué? —la sorpresa y el pánico me invadió que casi suelto el teléfono.
—No es momento de entrar en shock, solo corre hacia acá y rápido, recuerda que tienes que estar presente.
—Maldita sea, ¿a quien demonios se le ocurrió cambiar la fecha?
—Al señor Mark Serkin.
—Ese maldito—solté un quejido para mirar a Bonnie y Megan quienes estaban expectantes ante la situación —Como sea, no tengo el tiempo suficiente para ir por mi pintura así que presta atención, ve a mi habitación y toma el cuadro que está al lado del escritorio esta cubierta por una manta blanca.
—Cuadro al lado del escritorio, cubierta por una manta blanca, bien, lo tengo. Te veo allá —Cameron colgó y yo miré a las chicas.
—Concurso, hoy, debo irme, pero ya.
—No te preocupes te cubriremos —dijo Bonnie mientras me ayudaba a quitarme el delantal.
—Al señor Quivera una enorme disculpa.
—Solo ten cuidado y no te rompas una pierna, ¿o si? —miré un tanto confundida a Megan, pero no tenia tiempo para esto así que solo me marché de la cafetería, tomé mi bicicleta para pedalear por mi vida para llegar a tiempo, podía sentir como la preocupación se apoderaba nuevamente de mi, si mi vida sigue llenándose de tantas preocupaciones tan repentinas voy a morir muy joven.
Ni siquiera se en que momento llegué o como fue que lo logré, pero lo hice llegué, toda cubierta de sudor con la respiración agitada y con un momento cercano para entrar al reino de los cielos, pero lo importante es que llegué justo a tiempo, miré a Cameron colocar mi cuadro para luego acercarse a mi, me dio una botella de agua la cual tomé pues sentía que si no me hidratada iba a fallecer.
—Eres el mejor amigo del mundo.
—Últimamente te escucho decir mucho eso, insisto, deberías darme un premio.
—Si, te haré uno —di un trago de agua para refrescarme con más tranquilidad, traté de controlar mi respiración y giré a ver hacia los cuadros que estaban siendo descubiertos, entonces la vi con atención, escupí el agua sobre Cameron el se quejó , lo miré con una ira tan inexplicable que lo único que hice fue tomarlo de su camiseta para agitar lo sin parar —Olvida tu estúpido premio, ese… ese no es el cuadro.
—¿Y como demonios querías que lo supiera? Había dos y solo tomé el primero, ¿Por qué demonios arrinconas el cuadro del concurso?
—Voy a matarte y como respeto a nuestra amistad será rápido y sin dolor.
—Encuentra tu lugar feliz, solo tranquilízate, Shenna. No creo que sea tan malo, además todas tus pinturas son muy buenas y esta no es la excepción, estarás bien.
Trató de animarme Cameron, pero yo me sentía tan terriblemente ansiosa y trague un poco para después tratar de tranquilizar mi respiración cuando lo vi entrar a la sala, ese hombre de elegante traje con una mirada tan intimidante que imponía presencia, nuestras miradas se cruzaron por un momento pero esta vez no iba a ceder, no me iba a dejar intimidar por ese hombre de mirada tan oscura, traté de mantenerme firme cuando vi que se acerco a mi, sentía mis piernas temblar pero aún así traté de reflejar seguridad, esta vez las cosas iban a ser diferentes, tenía más confianza en mi pero aún así daba algo de terror tener a un hombre tan alto frente a ti mirándote con tanta atención, no pude evitar tragar un poco de saliva por los nervios, incluso contuve la respiración pero pude sentirme tranquila cuando él apartó la mirada de mi para ahora observar mi pintura, escuché una pequeña risa de burla y aquello rompió mi corazón, lo observé continuar su camino para detenerse en la próxima pintura y hacer un par de preguntas al alumno, acción que hizo con la siguiente y la siguiente, apreté los puños con frustración, ni siquiera se había tomado su tiempo en ver mi pintura, no hizo ninguna pregunta, ese hombre lo único que hizo fue soltar una risa con tanta burla dando a entender que aquel cuadro solo era un chiste para él, lo vi teniendo breves conversaciones con los alumnos cuando a mi a lo mucho solo me miró un par de segundos.
—Shenna… Yo, perdón, si tan solo hubiera tomado la pintura correcta…
—No habría hecho ninguna diferencia, ese hombre…
Le miré aún con la frustración en mi pecho, quería maldecirlo sin parar pero eso no haría la diferencia , sinceramente dudaba mucho que algo que dijera lo hiciera, la verdad es que ni siquiera valía la pena su reconocimiento, se lo mucho que valía, se que soy buena pero aún así es tan frustrante. Salí de la sala ignorando el llamado de Cameron, se que estaba preocupado pero en este momento solo quería estar sola, solo quería sacar de mi pecho todos estos sentimientos. Al llegar a mi habitación lo primero que hice fue tomar una almohada para gritar con fuerza sobre ella, después de eso tomé un cuadro en blanco y escribí en grande el nombre de aquel hombre para después comenzar a pintar, ese maldito no me iba a derrumbar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top