Un Plan Contra el Rey

"No existe sustituto alguno para la falta de previsión y conocimientos sobre como actuar con mal tiempo"
Peter Blake

Londres, Inglaterra

Hades: ¿Así que Jeral esta solo en el castillo?

Ultear: Asi es mi Lord, creo que en este momento Bickslow esta en el puerto dirigiendo a sus navíos rumbo a Estados Unidos y Freed esta en Escocia recorriendo la tierra para dar informe sobre el avance de Francia.

Hades: Entonces, podemos aplicar mi plan. Esta misma tarde necesito que vayas a visitar a Minerva, ella te entregará un pequeño frasco que contiene un elemento que irá consumiendo al rey poco a poco.

Ultear: No quiere que sea tan obvio, eso es muy inteligente de su parte pero mi Lord ¿qué hará con la vuida y el heredero?

Hades: La reina seguirá siendo la reina, por supuesto pero con un nuevo rey.

Una sonrisa perversa perfiló en los labios de Hades, un inescrúpuloso miembro del parlamento y primo por parte de madre de Jeral.

Ultear: Entiendo mi Lord, se hará como usted diga. Espero que los miembros del parlamento apoyen su postulación como rey.

Hades: La mayoría son del pártido conservador, es más que seguro que apoyarán especialmente si contraigo matrimonio con Erza.

Ultear: ¿Qué hay del bebé?

Hades: Bueno... Los accidentes pasan ¿no?

Ultear: Lo tiene todo planeado.

Hades: Por supuesto, Napoleón estará más que complacido con que nos aliemos juntó a él. Pronto... pronto será mi era.

Sin mediar más palabras la pelinegro se marchó a casa de Minerva. La mencionada era conocida por sus "experimentos" con microorganismos; una cosa muy rara pero podía hacer que un animal se enfermará a través de sus posimas, por lo que enfermar al rey era su primer experimento con un humano y estaba muy emocionada de ver los resultados.

Ultear tocó la puerta siendo recibida por el mayordomo de Minerva.

Rufus: Buenas tardes, mi Lady.

Ultear: Deja las formalidades Rufus, tú y yo nos conocemos muy bien.

Rufus: La señora de la casa esta presente, debo comportarme con decoro sino ella se enterará de lo nuestro.

Ultear: Me gusta cuando te haces el místico.

Rufus: Mejor pasa, Lady Minerva te esta esperando.

Ambos se dirigierón hacia el salón principal de la casa, la cual tenía un aspecto lugubre y añejo.

Minerva estaba alrededor de muchos frascos de vidrios, los cuales contenía diferentes tipos de animales, vivos y muertos; también unas pequeñas placas de vidrio los cual se miraba mucho moho.

Ultear: Mi Lady...

Minerva: ¡Ultear! Me alegro tanto de verte, estoy más que emocionada de poder hacer esto.

Ultear: Mi Lady, Lord Hades esta muy entusiasmado también y aquí le envía esto, como muestra de gratitud y para apoyar sus investigaciones.

Ella le extendio un sobre que cargaba una fuerte cantidad de dinero.

Ultear: Dice que si todo sale como esta planeado, le podrá dar más.

Minerva: Lord Hades, siempre tan atento. Bueno, aqui tienes este frasco, esto contiene un organismo que espero haga que su sistema inmune vaya decayendo.

Ultear: ¿Cuánto tiempo tomará para que haga efecto?

Minerva: Querida, recuerda esta es la primera vez que experimento en un humano pero en las ratas y conejos el tiempo de incubación es alrededor de un mes.

Ultear: Lo importante que esto no tiene antídoto, ¿verdad?

Minearva: Será más bien cura, esto no es veneno; esto es ciencia, evolución, una nueva manera de ataque en tiempos de guerra, esto es el futuro.

Ultear: Si, si, si lo que digas... Entonces, ¿cómo lo uso?

Minerva: Vierte el contenido completo en una bebida a temperatura ambiente, no solo agua porque cambia de color y se dará cuenta ¿entendido?

Ultear: Entendido.

Minerva: ¡Rufus!

Rufus: Mi Lady...

Minerva: Acompaña a la dama hacia la puerta y te presentas de inmediato en mis aposentos, necesito un poco de atención antes de la cena.

Ultear atraveso con la mirada a Rufus, aunque ella sabía que su amante le daba "atenciones" a su patrona igual le molestaba.

Rufu: Por aquí, señorita.

Ultear: No me digas señorita, que tú y yo sabemos que eso no es cierto.

Rufus: Lo siento... ¿mañana nos veremos?

Ultear: A la misma hora y en el mismo lugar, procura darle su té para dormirla temprano para que me recompenses el hecho de que hoy te acostarás con ella.

Rufus: Sabes que esta fuera de mis manos controlar eso... Esa tipa esta loca.

Ultear: Si pero Lord Hades la necesita, por eso aún no la he envenenado.

Rufus: Eso pronto pasará, cuando el rey muera.

Ultear: Asi será...

Llegó el siguiente día y en los aposentos del rey se estaba preparando el almuerzo; la cocina estaba muy ocupada y con la reina embarazada, los antojos hacía que la cocina no parara.

Warren: ¡Ultear ya tengo el pastel de fresas de la reina!

Ultear: En este momento se lo sirvo, ¿es solo el pastel?

Warren: Ah no, el rey solicito tambien un agua de menta, ¿se lo puedes llevar?

Ultear: ¿Lo quiere frío o caliente?

Warren: Oh no, lo quiere al tiempo, gracias Ultear eres una muy dedicada maid.

"Mi oportunidad" pensó la pelinegro. Rápidamente vertió el contenido del frasco, se dirigió hacia los járdines donde la reina se encontraba tejiendo un pequeño gorro para el bebé.

Ultear: Majestad, su pastel de fresas.

Erza: Muchas gracias, Ultear.

Ultear: El rey solicito agua de menta pero no sé si dejarselo aqui o entregárselo en algún lugar.

Erza: Él se fue a refrescar, en un momento me acompañará, lo puedes dejar aquí.

Ultear: Como diga majestad, ¿algo más que desee?

Erza: Siempre tan diligente, estoy bien Ultear, muchas gracias.

Ultear: Con su permiso me retiro.
La peliroja empezó a comerse su porción de pastel, de pronto se le antojó el agua de menta, le agrado el olor e iba a tomar un sorbo cuando de pronto se escucho un grito.

Rápidamente la pelo escarlata dejó el vaso en la mesa y se dirigió a inspeccionar a los criados; al parecer la pequeña Yukino, hija de Lady Lissana y Lord Bickslow, se le había escapado el pequeño perro de la casa y por seguirlo se cayó.

Luego del incidente, Erza se dirigio al jardín y observo a Jeral terminando su agua de menta.

Erza: Mmmm yo quería un poco.

Jeral: Lo siento querida, no sabía.
Erza: No hay problema, pediré otro.

Jeral: Mira lo que recibí esta mañana.

El peliazul le entregó una carta, sin duda alguna y por el sello de cera era una carta de Natsu.

Erza: ¿Natsu te escribió?

Jeral: Me esta informado que se dirige para las islas alrededor de Inglaterra a interceptar a otro barco pirata.

Erza: Que irónico, Natsu siendo pirata persigue piratas. Aunque, no acepto sus métodos, debo reconocer que lo hace por una buena causa.

Jeral: Solo espero que mi ejército de navíos no den con él, si lo capturán no podre defenderlo.

Erza: Solo el tiempo lo dirá.

Jeral: Espero que nunca pase, él y yo vivimos muchas experiencias como amigos en el Liceo, lástima que la pérdida de Igneel y Meredy lo transformara.

Erza: Debe haber algún alma bondadosa en el mundo que lo haga cambiar, ya verás.

Jeral: Eso espero... Antes de que realmente sea tarde.

Isla de Orkney, Escocia.

Freed: Muchas gracias por su hospitalidad Sr. Makarov.

Makarov: Gracias a ustedes por estar pendiente de nuestro pueblo, mi Lord.

Freed: Es nuestro deber, el rey Jeral quiere asegurarse que todos en el Reino Unido estemos bien.

De pronto un pequeño rubio aparecio.

Laxus: ¡Abuelo! ¿puedo llevarle esta fruta a la sanadora?

Makarov: Mi Lord dísculpe.

El anciano se dirigió al pequeño.

Makarov: Laxus es de mala educación interrupir una plática de adultos.

Laxus: Perdón...

Freed: Sr. Dreyar es solo un niño no sea severo con él.

Makarov: Debo enseñarle desde pequeño modales para que no se convierta en un delicuente.

Freed: Como usted diga y dime pequeño ¿cómo se llama la "sanadora"?

Laxus: Se llama Lucy, mi Lord, ella me sanó hace un par de semanas de una rara enfermedad.

Freed: ¿Por eso es que quieres darle un presente?

Laxus: Si le llevaré esta fruta.

Makarov: Vé con cuidado y dale mis saludes a Lucy.

El pequeño emocionado corrió hacia la casa de la sanadora.

Freed: Bueno debo marcharme.

Makarov: Que tenga buenos vientos para que llegue con bien a su destino mi Lord y larga vida al rey Jeral.

Freed: ¡Larga vida al rey!

Lo que el peliverde no sabía que al llegar a Londres, su majestad Jeral, estará al borde de la muerte por una enfermedad desconocida por la medicina de ese tiempo.

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